Las personas recibimos información constantemente del entorno y esta información demanda nuestra energía interna para poder adaptarnos o responder ante ella. Me adapto al frío porque tengo información de que hace frío. Tenemos que fabricar dentro lo mismo que hay afuera.
De manera resumida podemos decir que el Sistema de Recalentadores (Yang Profundo) representa los puntos o “antenas” por dónde nuestro organismo capta la información o los cambios que se producen-vienen del exterior y el Sistema de Fogones (Yin Profundo) como los puntos o zonas anatómicas de nuestro cuerpo donde se fabrica la energía interna (el fogón es un lugar donde cocemos algo) que nos permite adaptarnos o responder a la información captada por el Sistema de Recalentadores.
Fogones y Recalentadores son así inseparables. Los Fogones representan la “Puerta” y los Recalentadores la “Cerradura”. Para abrir la puerta tenemos que pasar por la cerradura y abrirla, es decir, los Fogones se ponen en marcha cuando lo dicen los Recalentadores. Los Recalentadores captan la información y los Fogones fabrican a partir de esa información.
La relación que se establece entre ambos conforma los “cimientos de la casa”, es decir, ambos se convierten en los cimientos energéticos, el yin y el yang profundos, para que en nuestro organismo aparezcan tres niveles energéticos desde los que se van a expresar las doce funciones energéticas principales de los Órganos y Vísceras.
La diferencia entre Recalentadores y Fogones es que la energía con la que trabajan los Recalentadores procede del exterior, es una energía “aparte” de la persona; mientras que la energía que fabricamos con los Fogones es nuestra energía individual, una energía limitada a un “Capital de Vida” que cuando se acaba morimos.
1.- FOGONES: FABRICACIÓN DE LA ENERGÍA INTERNA PROFUNDA
Para poder entender mejor el Sistema de Fogones vamos a partir de las cuatro Energías de Base que surgen desde el Yin-Yang en la cosmología antigua china en base al I Ching (paso del 2 al 4)
En la cosmología china se considera que la Unidad Primordial se dividió en dos aspectos energéticos primordiales Yin-Yang, sin embargo, en esta división todavía no había nada, para formarse la vida se necesita un Espacio y luego el Tiempo. De las posibles combinaciones del Yin-Yang nacen cuatro Energías de Base, los cuatro pilares del espacio necesarios para la vida, los cuatro orientes: Norte, Sur, Este y Oeste, donde los seres se pueden manifestar (Ver Figura 1)
En la fisiología energética china estas cuatro energías de base se corresponden a cuatro aspectos esenciales para la vida que están directamente conectados al Sistema de Fogones-Recalentadores:
Materia Base. La vida necesita una “pista de aterrizaje” para poder expresarse, una materia donde poder estar. Esta materia es el tejido conjuntivo, la carne de relleno que está en todos lados y conecta todas las partes del cuerpo. Esa carne que no tiene una forma concreta o volumen pero que si se quita poco nos queda y así se puede identificar como el “soporte de la vida”, el abono que hace crecer las plantas.
En el modelo cosmológico chino este aspecto corresponde a la orientación espacial Norte ya la estación del invierno y la medianoche (0h). En los climas básicos se correlaciona con el frío y el frío congela, para el movimiento, fija las cosas y las inmoviliza. Por eso es una función-energía pasiva e inerte (más bien movimiento por dentro sin movimiento por fuera). En resumen, estamos en la función de sostén- soporte y la transmisión (la conexión entre todo) que necesita la vida.
Expresión Genética. La materia necesita un Código Genético, un molde, que de la forma, a la vez que de la función, el “para qué sirve” cada cosa. En la tradición energética china se diferencian dos genéticas: la Genética Terrestre, la herencia familiar ancestral que se transmite a través de la sexualidad y que afecta al cuerpo manifestado y la Genética Celeste. el destino que otorga sentido a nuestra individualidad. Dentro de la teoría médica tradicional china este aspecto estaría relacionado con la Energía Tsing, la energía ancestral heredada, el capital de vida con el que nacemos.
En la cosmología china este aspecto corresponde a orientación espacial Oeste y a la estación del otoño y el atardecer (18h). El paso del verano al invierno, la fase del final del calor y el comienzo del frío. En la naturaleza el otoño es una etapa de enlentecimiento-desaceleración en un movimiento energético de entrada desde fuera hacia el interior. Este movimiento descendente simboliza el inicio del Yin. En resumen, este aspecto ejerce una función de estructuración de la materia para dar lugar a la forma gracias y se genera por el proceso de reproducción-generación.
Función Energética-Combustión. La materia necesita además un motor de arranque, una función de combustión que ponga en marcha las cosas, que de un movimiento a la forma y permita que cada cosa pueda ejercer su función. Un proceso que debe ir acompañado de Purificación (selección de los alimentos necesarios) y Eliminación de lo que no es útil o necesario. Dentro de la teoría tradicional médica china esta función se asocia con la Energía Oé/Wei, la energía defensiva que protege al cuerpo de las agresiones externas.
En la cosmología china este aspecto está ligado a la orientación espacial Este y a la estación de la primavera y el amanecer (6h). La primavera representa la transición del invierno al verano, del final del frío al comienzo del calor. Esta fase en la naturaleza corresponde a una energía violenta que brota como el manantial, una energía ascendente de salida desde el interior al exterior, el inicio del movimiento Yang. En resumen, esta función se liga a la Eliminación–Purificación, el Intercambio y la Dinamización de las cosas.
Función Alimenticia. Por último, la materia necesita disponer de alimento para poder realizar sus funciones vitales. Para la tradición china la esencia del alimento estaba en su sabor: dulce, amargo, ácido, picante, agrio. En la fisiología energética china esta alimentación se asocia tanto al alimento físico como al intelectual y el emocional que nos “nutren”. Dentro de la teoría tradicional médica china se considera que este fogón tiene que ver con la Energía Iong alimenticia.
En la cosmología china este aspecto se corresponde con la orientación espacial Sur y la estación del verano y el mediodía (12h). A nivel climático se correlaciona como Yang con el calor y el calor representa el movimiento continuo, la velocidad máxima, porque es una energía que cambia constantemente. Pero es un movimiento externo ligado a la superficie de las cosas, movimiento por fuera sin movimiento por dentro. En resumen, esta función tiene que ver con digerir todo lo que nos llega de fuera, asimilación y recepción.
La gestión de estas cuatro funciones básicas se realiza, según la fisiología energética china, en un plano interno profundo asociado al Sistema de Fogones, y en particular, es regulado en tres zonas corporales:
La Función de Energética-Combustión se gestiona en el pecho y corresponde al FOGÓN SUPERIOR. El sistema respiratorio, el oxígeno, es el principal encargado de regular la energía de la combustión. Dentro del doblete Pulmón-Intestino Grueso, el órgano en que predomina esta energía es el pulmón como órgano Yin. Otras funciones relacionadas con esta función son el Corazón-Intestino Delgado, para la dinamización y Riñón y Vejiga para la eliminación.
En la tradición de la acupuntura se ha ubicado el Fogón Superior en el punto 17 Ren-Mai/Jenn-Mo y su activación implica así fabricar energía de combustión para dar un movimiento de arranque, así como para purificar y eliminar en un movimiento de salida del interior hacia afuera.
La Función Alimenticia ligada al sistema digestivo se gestiona en la parte media del cuerpo, en lo que corresponde al FOGÓN MEDIO. En la relación Estómago-Bazo, el órgano más importante que trabaja el alimento físico es el Estómago, sin embargo, aquí también son importantes otras funciones como Triple Recalentados y Maestro de Corazón para la distribución de la alimentación e Hígado y Vesícula Biliar para su almacenamiento. En el alimento intelectual-emocional los órganos clave son Corazón e Intestino Delgado.
En la tradición de la acupuntura se ha ubicado el Fogón Medio en el punto 12 Ren-Mai/Jenn-Mo y su activación implica así la fabricación de energía alimenticia para nutrir el cuerpo y sus funciones, dar continuidad al movimiento, superficializar las cosas y realizar la digestión del alimento para asimilar gracias a una apertura interna.
La Expresión Genética ligada a la reproducción se gestiona en la zona del bajo abdomen, en lo que corresponde al FOGÓN INFERIOR. En la relación Riñón-Vejiga, el órgano más importante es la Riñón como órgano Yin, sin embargo, también son importantes el Pulmón e Intestino grueso en cuanto al instinto de reproducción.
En la tradición de la acupuntura se ha ubicado el Fogón Inferior en el punto 7 Ren-Mai/Jenn-Mo y su activación implica así la distribución de la energía genética para ayuda a fijar, estructurar, dar orientación y sentido a la forma, el “para qué sirve”, así como generar un movimiento de enlentecimiento y de entrada desde fuera hacia el interior.
En el marco de la acupuntura, además de los puntos asociados a los tres fogones existe también un FOGÓN GENERAL o Triple que regula a los tres y que tradicionalmente se ha ubicado en el punto 5 Ren-Mai/Jenn-Mo. Su activación dinamiza por tanto la alimentación, la combustión y la genética a la vez.
Para concluir remarcar que los fogones intervienen en la fabricación global de la energía primordial, de la materia prima que después recoge cada órgano y víscera en la Función Interna Profunda para realizar su alquimia y fabricar su propia energía para realizar sus funciones.
Nota: Cómo se puede observar, la Materia Base no aparece ligada a ningún Fogón porque se considera que simplemente son los “ladrillos de la vida” que nos vienen dados al asumir una forma.
1.1.- CAPITAL DE VIDA
En la tradición médica china se considera que la energía vital trascendental y la genética en verdad no las fabricamos porque vienen dadas al nacer. Ambas representan nuestro “capital energético” de vida. Un capital que no podemos aumentar y que se gasta más o menos rápido según la situación vital y el estilo de vida de la persona.
El gasto de este capital se da por el simple hecho de estar vivos. Cada persona reacciona de forma diferente a las energías-estímulos que le llegan desde el exterior según su patrón genético individual (las calidades climáticas: frío, calor, sequedad, humedad, etc.; las calidades emocionales: ira, frustración, tristeza, miedo, etc., las calidades intelectuales: preocupaciones, decisiones, análisis, etc.; las solicitaciones energéticas laborales, físicas, etc.), lo que hace que este gasto sea diferente para cada individuo.
La noción de la existencia de un capital de vida se convirtió en un referente filosófico para los seguidores de la tradición energética china y en una fórmula para ayudar a decidir las acciones en función de las “causas-consecuencias” o “el precio sobre nuestro capital” que tienen los impulsos y deseos de ego. Del mismo modo, el decreto del Cielo o el destino, reflejado en la energía genética celeste, también se convirtió en otra guía para saber cómo gestionar ese capital.
Si se podría pensar que lo peor para este capital sería gastarlo rápidamente implicándonos en mil cosas y que lo mejor sería minimizar los impulsos, lo cierto es que a nivel energético no hacer nada es igual de malo porque se estanca la energía por “inmovilismo”. El equilibrio está en el medio, en hacer las cosas progresivamente sin “forzarnos” fluyendo con el destino.
La fisiología energética también encontró que la armonía de los cinco agentes en nuestro interior conlleva un menor gasto de este capital energético, y la vía del medio, el acto justo y la sencillez como camino de vida era clave para conseguirlo.
2.- RECALENTADORES: RECEPCIÓN DE LA ENERGÍA EXTERNA EN LA PROFUNDIDAD
Como se ha indicado al principio, los Recalentadores son el Sistema de Recepción de la información del entorno que capta todos los cambios que se producen en el mismo e informan al Sistema de Fogones para fabricar la energía que nos adapta. Si los Recalentadores funcionan mal nada funciona ya que si no captamos la información de lo que pasa en el exterior no se puede poner nada en marcha dentro.
¿Cómo llega la información al Sistema de Recalentadores? La función energética que identifica la medicina tradicional china como la “antena” del cuerpo que captar toda la información que viene del exterior se conoce como Triple Recalentador. Los estímulos no sólo se captan por los sentidos también por todos los poros de la piel dado que el Triple Recalentador está en todos lados. El recorrido consiste en que la información captada por esta función energética es enviada a los Recalentadores que a su vez reenvían la información a cada función energética que esté implicada en el proceso de adaptación.
Podemos decir así que hay dos sistemas de recepción: la Global, correspondiente a los Recalentadores y mediada a través del Triple Recalentador y la Específica, ligada a cada Función Energética. Si en la medicina tradicional china muestra los puntos de acupuntura ligados al sistema global, se ha perdido la información sobre los puntos que actúan en la recepción específica si bien se considera que correspondían a puntos situados entre el codo-hombro y la rodilla-cadera.
La calidad receptiva no es igual en cada persona, está condicionada por muchos aspectos como el nivel de conciencia, el estilo de vida, las limitaciones de umbral, etc., es decir, hay cosas que podemos “recepcionar” y cosas de las que no somos capaces, depende de nuestros condicionantes y lo que desarrollemos dentro de nosotros mismos.
Existen tres Recalentadores ligados a cada uno de los tres Fogones:
El RECALENTADOR SUPERIOR que es el encargado de recepcionar toda la información que tiene que ver con la Función Energética-Combustión, todos los estímulos o situaciones que demanden “arrancar” algo, dinamizar cosas, purificar o eliminar, crear un movimiento de salida del interior hacia afuera, situaciones de intercambio, etc. En la acupuntura tradicional este recalentador se ubica en el punto 13 Hígado.
El RECALENTADOR MEDIO es el que recepciona toda la información que tiene que ver con la Función Alimenticia. Toda la información que viene del exterior relacionada con la alimentación digestiva, intelectual, emocional y afectiva. La acupuntura tradicional ubica este recalentador en el punto 26 Vesícula Biliar.
El RECALENTADOR INFERIOR encargado de recepcionar toda la información que tiene que ver con la Expresión Genética. Recibe información de todas las situaciones que demandan enlentecer nuestra actividad, volver hacia adentro, fijar o estructuras cosas, pero también las que tienen que ver con la reproducción, la sexualidad y la relación con el sexo opuesto. En la acupuntura tradicional este recalentador se ubica en el punto 27 Vesícula Biliar.
Igual que en los Fogones también hay un Recalentador General que ayuda a dinamizar todos los recalentadores, a poner en marcha todo el sistema de recepción a todos los niveles del organismo. Este se ubica tradicionalmente en el punto 28 Vesícula Biliar.
Aunque aquí se ha presentado un modelo “coherente” para explicar la función de los Sistemas de Fogones y Recalentadores dentro la teoría médica china tradicional, lo cierto es que el concepto, la función y la localización del Sistema San Jiao o Tres “Recalentadores” a día de hoy, sigue siendo objeto de gran controversia en el mundo de la medicina china debido a la escasa explicación que se ofreció sobre el mismo en los textos antiguos.
Si bien se cita el meridiano del Triple Recalentador, la estructura anatómica con la que estaría asociado quedó descrito de forma vaga al no asociarse a un órgano o víscera directamente como en los otros meridianos. De hecho, el clásico de acupuntura Nanjing especifica que esta estructura “tiene nombre pero no tiene forma”. Esto ha dado lugar a que diferentes investigadores hayan asociado en los tiempos modernos esa estructura con el sistema linfático, las membranas o tejidos conectivos internos, etc.
En el Huangdi Neijing o el Canon Interno del Emperador Amarillo se presenta como una estructura yang unida al estómago, intestino delgado, intestino grueso y vejiga en la labor de la digestión y transporte de la comida y el agua en el organismo “sin almacenar esencia”, especificándose para el San Jiao una función de “pasaje de agua” como si tuviese una función individual.
Además se aporta: 1) una descripción de la ubicación de esa estructura en tres zonas anatómicas que corresponderían para el San Jiao Superior a la región entre garganta y diafragma (sin especificar ninguna asociación con corazón-pulmón), para el San Jiao Medio en el mismo espacio que el estómago (sin citar al hígado ni bazo) y para el San Jiao Inferior dice que bajo el estómago penetra desde el intestino delgado en la vejiga; y 2) sus patologías asociadas, ligadas a disfunciones en el movimiento y metabolismo de fluidos (si bien en el caso de su meridiano no cita patología en este sentido.
En el Nanjing por otro lado se aborda esta estructura de forma más compleja al asociarse con una función de transporte del “Qi original” o lo que es igual, la movilización de las energías “originales” en el cuerpo. En particular se dice que el Qi viene del riñón y es la raíz de la vida y que el San Jiao lleva este Qi a los puntos de origen de los meridianos y así transporta el Qi a los órganos y vísceras y todo el organismo.
En resumen, el San Jiao aparece identificado como meridiano y como un órgano “individual” por derecho propio con sus propias funciones distintivas y se asocia con la movilización de la energía “original” dentro del organismo al resto de meridianos, órganos y vísceras del cuerpo para realizar sus funciones.
Referencias Bibliográficas
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Pialoux, M.X. (1983). Le Yi-king Therapeutique: Occuper l´espace, abolir le temps, France: Le Ponsoé.
Jiang, Y. (2009). The San Jiao: Returning to the Nei Jing (A Modern Explanation of Original Theory), Journal of Chinese Medicine, 91, 46-50.
About Pedro Jesús Jiménez Martín
Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Universidad Politécnica de Madrid. Director del Proyecto de Investigación Cultura Física Oriental.