Periodo Azuchi-Momoyama (1568–1603)

Foto Autor: Castillo de Osaka

Este periodo recibe este nombre debido a la expansión de las ciudades-castillo que tiene lugar en esta época y, en particular, a dos de ellos: el castillo de Oda Nobunaga (1534-1582) construido en Azuchi y el palacio de Toyotomi Hideyoshi (1537-1598) en Momoyama (Fushimi), ambos próximos a Kyoto. Sin embargo, esta época también recibe el nombre “Shokujo” tomando el primer ideograma del nombre de Nobunaga y del nombre de Hideyoshi, los dos regentes de este periodo

Se asocia el inicio de este periodo con dos eventos: la entrada de Oda Nobunaga en Kyoto para imponer como nuevo emperador a Ashikaga Yoshikai en 1568, o con la expulsión de Yoshikai y la proclamación de Nobunaga como señor del país, en 1573.

CONTEXTO POLITICO, ECONÓMICO Y SOCIAL

En medio de la lucha de intereses por ampliar territorios entre los sengoku-daimyo que se establece a finales del periodo Muromachi surgieron tres grandes personajes que llevarían a Japón a la unidad nacional: Oda Nobunaga; Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu (1542-1616).

Nobunaga salto al panorama militar japonés cuando derrotó al clan Imagawa en su intento de conquistar Kyoto. Poco después, en 1568, Nobunaga decidió entrar en la capital para proclamarse protector de Ashikaga Yoshikai, si bien le obligó a aceptar que todas las decisiones políticas las adoptaría él.

En el proceso de unificación nacional, Nobunaga tuvo que superar a muchos adversarios: 1) los monjes budistas armados, de las sectas Tendai, Ikko y Negoro; 2) los mercaderes de Sakai; y 3) los daimyo de otras regiones como: Takeda, Uesugi, Hojo, Mori y Shimazu.

En 1573, tras vencer a los monjes budistas armados, expulsó de Kyoto a Yoshikai por haber conspirado contra él, y se alzó como el verdadero dueño del país. Además, decidió establecer una política de control sobre el clero budista y sintoísta confiscando parte de sus tierras; colocando al mando de las instituciones religiosas a gente de su confianza; y apoyando al cristianismo.

En el contexto político, Nobunaga creó un organismo central administrativo compuesto por Cuatro Consejeros Administradores (otona) que controlaron a dos grupos de vasallos: los vasallos fieles desde su origen (hudai-daimyo) y los nuevos vasallos recién sometidos (shinki-daimyo).

Para controlar a los vasallos nuevos obligó a cada señor a: 1) conservar un solo castillo-residencia en su territorio y transformar sus armas en útiles de labranza; 2) participar en la primera línea del frente bélico; y 3) estableció una política de movilidad y traslado de territorio (kuni-wari y Kuni-gae) ubicando a sus vasallos más files en los lugares estratégicos.

La política de Nobunaga desde un punto de vista económico se puede resumir en que: 1) buscó el control catastral de la propiedad de la tierra en los territorios conquistados y generó un nuevo modelo de medición de la tierra que se convertirá después en el “koku” de su sucesor Hideyoshi; 2) separó a la clase militar de la tierra y cortó la posibilidad de que personas de “rango inferior” pudiese ascender a una posición de poder; 3) unificó pesos y medidas y potenció la homogenización monetaria para dar prioridad a las moneda de oro y plata en la transacción comercial; 4) fomentó el desarrollo del comercio asegurando la libre circulación de mercancías, quitando los impuestos aduaneros y poniendo bajo el control de la institución militar a los gremios artesanos y a los comerciantes; y 5) potenció el intercambio comercial con los portugueses, concediendo la autorización a los misioneros para residir en Japón, erigir iglesias y predicar la fe cristiana.

En el contexto marcial, hay que señalar que la introducción de las armas de fuego en Japón cambió el formato de la guerra. La batalla pasó a implicar grandes masas de soldados a caballo y luchas masivas con artillería y los castillos pasaron a construirse estratégicamente en anillos concéntricos para poder hacer frente a las armas de fuego. En este periodo se construyeron los castillos de Himeji, Osaka, Kanagawa, Wakayama, Kochi, Hiroshima, Edo, Okayama, Kofu, Fushimi, Sendai, Kumamoto, Hikone, Yonezawa, Shizuoka y Nagoya.

Nobunaga y su hijo mayor morirían en 1582, traicionados por el general Akechi Mitsushide. A su muerte, Nobunaga había dejado conquistado un tercio del territorio japonés que después supo ampliar su sucesor Toyotomi Hideyoshi. Una persona de origen humilde que supo llegar a lo más alto.

Hideyoshi había sido un general que ayudó a Nobunaga en sus batallas. Cuando Nobunaba fue traicionado y asesinado decidió regresar a la capital para dar muerte al traidor.

En la sucesión de gobierno el heredero natural de Nobunaga era su nieto, pero como todavía era menor de edad se estableció un Consejo de Cuatro Regentes con funciones tutelares.

Hideyoshi entre ellos, aprovechó su responsabilidad de proteger la capital para eliminar a los otros tres tutores, establecer alianzas con los antiguos vasallos de Nobunaga (incluido Ieyasu Tokugawa) y finalmente, en 1585 se hizo con el poder bajo el título de Regente Imperial (Kampaku) ubicando su residencia en el castillo de Osaka. Hideyoshi conseguiría unificar finalmente el país.

En el contexto político, Hideyoshi reivindicó en su persona los máximos poderes civiles y militares, aunque presentó su apoyo al emperador Go-Yozei del que recibió el apellido Toyotomi y el título de Gran Ministro.

Su fórmula de gobierno fue de unificación en un país descentralizado. El equilibrio lo encontró en una astuta política de equilibrio entre poder, lealtad y disposición estratégica entre los diferentes grupos de daimyo que controlaba.

Por un lado, estableció un sistema de rangos cortesanos para diferenciar entre los grandes daimyo “independientes”, los vasallos fieles de Nobunaga y los daimyo de su propio clan; y por otro, asumió una astutas estrategias para controlar a los daimyo “externos”: trasladó geográfico de los señores feudales para alejarlos de sus zonas de influencia y puso en su lugar a sus allegados; estableció juramentos de fidelidad y entrega de rehenes (esposas y herederos); y obligó la construcción de residencias próximas a su palacio junto a alianzas matrimoniales.

En su política exterior Hideyoshi fue muy ambicioso y no se conformó con establecer lazos comerciales con el extranjero, ni con convertir a Osaka en el puerto más importante de Japón central, también quiso conquistar China.

En su proyecto, primero se lanzó en 1592 a conquistar Corea. Sin embargo, el ejército japonés pronto tuvo que gestionar allí una victoria “negocia” con China cuando vieron sus grandes ejércitos.

Hideyoshi pidió una princesa china como consorte del emperador japonés, la división equitativa de Corea en sectores chino y japonés, el establecimiento de un gobernador general japonés en Corea y el libre comercio entre China y Japón. Pero ante la falta de respuesta desde China, mandó una segunda invasión 1597 que se disolvería con la muerte de Hideyoshi en 1598.

Próximo a su muerte, Hideyoshi creó el Consejo de Cinco Regentes (Go-Tairo) compuesto por los daimyo externos más poderosos a los que obligó por juramento mantener la paz: Tokugawa Ieyasu, Maeda Toshiie, Uesugi Kagekatsu, Mori Terumoto y Ukita Hideie.

En el contexto económico Hideyoshi creó un nuevo sistema de medición de la tierra basado en el “koku” de arroz (180 litros), de modo que un daimyo era el señor que poseía un mínimo de 10.000 kokus; mejoró el sistema catastral de Nobunaga con la Reforma Taiko-Kenchi (1582-1588) de modo que la tributación anual se estableció en función del grado de fertilidad de la tierra; estableció la unidad administrativa de la aldea (mura) para el control del pago de impuestos; favoreció el libre movimiento de los comerciantes, eliminó aduanas y acuñó monedas de fabricación nacional de oro y de plata.

A nivel social mantuvo la separación entre la clase campesina y la guerrera, y continuó la política de control sobre las armas imponiendo, en 1588, una ley nacional para requisar espadas, armas de fuego y demás instrumentos de lucha a todos los rangos sociales que no fueran militares. También prohibió el cambio de clase social en 1590, fijando finalmente cuatro clases sociales: militares, agricultores, artesanos y comerciantes. En estas fechas aparece la figura del guerrero sin amo (ronin).

CONTEXTO RELIGIOSO

El elemento más destacado desde un punto de vista religioso en esta época fue la expansión y el declive del cristianismo.

En el periodo Muromachi el cristianismo portugués había sido el primero en llegar a Japón. Los jesuitas portugueses llegaron a través de Kagoshima (extremo sur de Kyushu) en el año 1549.

En esas fechas las figuras más importantes fueron Francisco Xavier, Cosme de Torres, Juan Fernández y el intérprete japonés Anjiro. El problema que se encontraron fue el inicio del periodo Sengoku que llevó a una instabilidad tan grande al país que no pudieron realmente hacer nada.

En 1579, cuando ya se ha establecido una cierta unidad nacional bajo la figura de Nobunaga, llegó a Japón Alexandro Valignano, el verdadero impulsor de la misión cristiana en el país. Prueba de ello es que tan sólo tres años después de su llegada se calcula que ya había 150.000 fieles y más de 200 iglesias por todo el país.

Valignano utilizó como principales estrategias “evangelizadoras” la adopción de términos japoneses para explicar el cristianismo; potenció un clero nativo;creó escuelas que sólo admitían a los hijos de los daimyo; divulgó los conocimientos europeos (música, pintura, astronomía, filosofía, teología); y facilitó el comercio de la seda con del continente.

Valignano consiguió además organizar el envío de la primera delegación japonesa a Roma en 1582. Delegación que fue recibida por el Papa Gregorio XIII en 1585 (No será después, hasta el año 1613 cuando se envíe una segunda embajada a Roma de 150 japoneses).

En1584, dos años después de la muerte de Nobunaga, llegó a Japón el cristianismo españolcon dos franciscanos, Antonio Cayado y Juan Pobre de Sanlúcar y dos agustinos, Francisco Manrique y Pablo Rodríguez.

Sin embargo, llegó en peor época. Si Nobunaga fue tolerante con el cristianismo, Hideyoshi lo persiguió al ver el poder que estaban amasando en Nagasaki y desconfiar de que el cristianismo fuese una “avanzadilla” europea para conquistar Japón.

Se calcula que en 1582 había unas 200 iglesias y 150.000 conversos, todo por obra de 75 sacerdotes. En 1587, Hideyoshi manifestó que Japón era la tierra de los kami y declaró herética la religión cristiana prohibiendo su difusión y confiscando las propiedades de la iglesia en Nagasaki.

En 1596, el barco español San Felipe encalló en Shikoku y expandió el rumor de que el rey de España primero quería someter a los japoneses con el cristianismo para después conquistarlo por las armas.

Ese año Hideyoshi mandó crucificar a 26 cristianos, entre ellos algunos misioneros, en Nagasaki y confiscar las tierras de los daimyo cristianos. Empezaron así las primeras persecuciones cristianas. Dos años más tarde muere Hideyoshi.

Se puede establecer el final de periodo Momoyama en tres fechas: la victoria de Tokugawa Ieyasu en la batalla de Sekigahara en 1600; la proclamación de Ieyasu como Shogun en 1603; o la conquista el castillo de Osaka y el exterminio del linaje Toyotomi en 1615.

Referencias Bibliográficas

Kondo, A. (1999). Japón. Evolución histórica de un pueblo (hasta 1650), Guipúzcoa: Nerea.

Whitney, J. (1993). El Imperio Japonés, Madrid: Siglo XXI.

About Pedro Jesús Jiménez Martín

Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Universidad Politécnica de Madrid. Director del Proyecto de Investigación Cultura Física Oriental.

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