Hexagrama 5

Hsu / La Espera (La Alimentación)

Dictamen

La espera. Si eres veraz, tendrás luz y éxito. La perseverancia trae ventura. Es propicio atravesar las grandes aguas.

Imagen

En el cielo se elevan las nubes: la imagen de la Espera. Así come y bebe el noble y permanece sereno y de buen humor.

Este hexagrama nos muestra cual debe ser la actitud cuando toca esperar a que se cumpla algo: la paciencia, y cómo afrontar los conflictos o situaciones conflictivas que aparecerán en esa espera antes de que se cumpla lo esperado.

Wilhelm (1997) apuntar al significado de este hexagrama ensalzando la imagen que alude a que las nubes dispensadoras de lluvia, el regalo que nutre la naturaleza, están en el cielo preparándose. El augurio es positivo, pero en estas circunstancias no se puede hacer otra cosa que esperar. La lluvia no se puede forzar, llegará a su debido momento. Hay que saber aguardar. Se camina hacia la meta pero hasta que no se cumpla el plazo, hasta que no sea el momento preciso, tiene que saber aguardar.

La actitud constructiva que se debe adoptar en la espera viene expresada en los trigramas que componen este hexagrama. Esperar no significa perder el tiempo, en la espera hay que tomar la iniciativa para hacer algo (trigrama del cielo). La espera debe ser un proceso creativo que uno debe aprovechar para mejorar cosas y así cuando llegue el destino uno se encontrará mejor preparado. Pero a la vez, hay que estar atentos a los peligros que pueden surgir para realizar la meta (trigrama del agua). Las líneas del hexagrama hablarán luego de cómo actuar según el grado de complejidad de las situaciones que aparecen.

 Además, hay que mantener una actitud interior de humor-alegría (trigrama nuclear del lago) porque sabemos que el destino no se puede forzar; y aprovechar interiormente para aclarar ideas (trigrama nuclear del fuego) y buscar soluciones.

Luego el consejo en la espera es no impacientarse pretendiendo configurar el porvenir con intervenciones y maquinaciones personales, ni estar preso del miedo, ni dispersarse mentalmente. El destino se cumple enteramente por sí sólo y por tanto, no hay que precipitarse sino esperar tranquilamente, acumulando energía como se expresa en el símbolo de comer y beber del hexagrama, y nutriendo el espíritu con la serenidad y el buen humor. Si se aprende a esperar adecuadamente se consiguen grandes cosas.

 

LÍNEAS

Las líneas de este hexagrama desarrolla el significado de “atravesar las grandes aguas”. Atravesar las aguas en la dinastía Zhou era atravesar el río para introducirse en terreno enemigo y esto representaba siempre un peligro. Las líneas nos dicen cómo actuar en los diferentes tipos de situación que van aparecer en la espera según el grado de conflicto que representen.  

1ª Línea Esperar en la pradera. Es propicio permanecer en lo duradero. Ningún defecto.

El peligro, los conflictos y los obstáculos todavía siguen lejos, las circunstancias son simples y la espera se realiza en una posición de tranquilidad. La persona sigue con su vida normal con la ilusión puesta simplemente en su objetivo. Se evita así una prematura dispersión de las fuerzas que en el futuro supondrían un debilitamiento. Pero el consejo es permanecer en lo duradero, es decir, aprovechar para reflexionar sobre los valores y principios que tienen peso en la vida y para la humanidad.

2ª Línea La espera en la arena. Hay alguna habladuría. Al final aporta ventura.

En la espera aparecen los primeros conflictos u obstáculos, por eso dice que estamos en la arena un medio en el que es más difícil desplazarse. Nos aproximamos al gran río. Comienzan los conflictos e incompatibilidades porque el ego empieza a verse cuestionado y surge fácilmente la inquietud. Hay inculpaciones recíprocas la base del conflicto. El consejo aquí es permanecer claro y sereno, no dejarse llevar por lo que parecen difamaciones o críticas sobre uno, hacer oídos sordos y todo irá bien.

3ª Línea La espera en el fango da lugar a la llegada del enemigo.

El fango en contacto con el agua del río no es un buen sitio para esperar si vienen las tropas enemigas. En vez de juntar fuerzas suficientes para poder cruzar las aguas de un tirón, uno ha arremetido con prematuro ímpetu para forzar la llegada a su meta, valiéndose de un impulso cuya fuerza no alcanza más que para llegar al fango. Esta situación es desfavorable porque atrae a enemigos de afuera que naturalmente aprovechan las circunstancias. Únicamente con seriedad y precaución podrá uno preservarse de perjuicios.

4ª Línea La Espera en la sangre. ¡Fuera de peligro!

La situación es extremadamente peligrosa porque la batalla en la que se ha entrado es de vida o muerte y se cierne un inminente derramamiento de sangre. Uno no puede avanzar ni retroceder y se encuentra aislado en un hoyo, un agujero. La solución es simplemente aguardar y dejar que el destino se cumpla. Esta tranquilidad, destinada a impedir que actos propios agraven aún más el daño, es el único camino para salir del peligroso agujero.

5ª Línea Esperar junto al vino y la comida. La perseverancia trae ventura.

Esta línea nos dice que la mejor espera es nutriéndose, acumulando energía para el desgaste que supone siempre llegar al objetivo. La imagen del vino nos dice además de mantener un espíritu de humor y relajación. En el peligro hay pausas de tranquilidad y recreo durante las cuales las cosas van relativamente bien. Teniendo fuerza interior hay que aprovechar esos descansos a fin de fortalecerse para una nueva lucha. Son momento para disfrutar del momento sin dejarse desviar de su meta, pues para afirmarse en la victoria se requiere perseverancia. En esta espera uno se siente seguro en lo que hace y no permite que nada lo prive de la calma propia de la serenidad interior.

6ª Línea Uno cae en el agujero. Arriban entonces tres huéspedes no convidados. Hónralos y al fin llegará la ventura.

Uno está cruzando las grandes aguas en medio del peligro y acepta lo inevitable, ha llegado el momento para el que se han acumulado las fuerzas. Pero llega un momento en que todo parece haberse hecho en vano. Pero precisamente en virtud de esta emergencia se introduce un cambio imprevisto. Sin que uno haga nada se produce desde fuera una intromisión, que en el primer momento, puede inspirar dudas en cuanto a las intenciones implicadas: no sabe si lo que trae es salvación o destrucción. En tales momentos es cuestión de permanecer mentalmente ágil. Lo que corresponde no es el encerrarse en sí mismo, con terquedad y rechazo, sino una respetuosa acogida del nuevo cambio. Así saldremos del peligro y todo irá bien. A veces los cambios felices llegan de un modo que nos parece extraño.

Referencias Bibliográficas

Jullien, F. (2015). Figuras de la Inmanencia (para una lectura filosófica del I Ching). Buenos Aires: El hilo de Ariadna.

Vila, J. y Galvany, A. (Traduc.) (2012). Yijing. El Libro de los Cambios. Con el comentario de Wang Bi. Gerona: Atalanta.

Wilhelm, R. (1997). I Ching. El Libro de las Mutaciones. Barcelona: Edhasa.

About Pedro Jesús Jiménez Martín

Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Universidad Politécnica de Madrid. Director del Proyecto de Investigación Cultura Física Oriental.

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