Escuela Shingon en Japón

Cuando Kukai llegó a Japón en el año 806, se encontró con que Saicho se había convertido en el representante oficial del budismo esotérico en el país, además de haber presentado a la corte, un listado de todos los documentos y objetos que había traído desde China, incluidas obras del budismo esotérico.

Saicho había regresado un año antes que Kukai, en un momento en el que todavía estaba vivo el emperador Kammu (r. 781-806). De esta manera, Saicho pudo realizar rituales para la recuperación-purificación del tennō, y reforzar así su apoyo y proximidad a la corte.

El primer éxito que consiguió Saicho, fue la autorización imperial para impartir una iniciación (abhiseka) en el budismo esotérico que había aprendido en el templo Takaosan, en las proximidades a la capital. El 1 de septiembre del año 805, ocho monjes ilustres del budismo Nara, incluido Gonzō, fueron invitados para recibir la iniciación. Unos días más tarde, recibiría también el abhiseka el propio emperador Kammu. Con esta ceremonia Saicho pasó a ser reconocido oficialmente como el maestro supremo del budismo esotérico en Japón.

Sin embargo, a Saicho le quedaba por realizar otro importante paso. Aprovechando su posición, en enero del año siguiente, Saicho solicitó que se le permitiese realizar ordenaciones anuales en el monte Hiei. El 26 de enero del año 806 recibió el permiso, y mediante ello, el reconocimiento oficial de la escuela budista Tendai en Japón.

Las escuelas budistas Nara debieron estar cuanto menos preocupadas. Saicho había convertido al budismo Nara en el “viejo budismo” y les había obligado a recibir una ordenación en su escuela. Como veremos Kukai supo aprovechar esta situación a su favor.

Pero volviendo a la figura de Kukai, este no fue invitado a ir a la capital directamente tras su llegada, sino que pasó tres años en las provincias. Kukai era consciente que no había cumplido con la estancia de 20 años en China que se había establecido en el acuerdo de su autorización inicial y sabía que eso no era bien visto en la corte. El cambio de emperador quizás hiciese del problema algo menos grave.

Durante esos años, Kukai estuvo en diferentes templos en los que pudo observar la tensión que había creado Saicho y reflexionar sobre cuál era el mejor modo de presentar sus conocimientos a los representantes de las escuelas de Nara, sin generar conflicto.

Kukai tenía una importante ventaja respecto a Saicho: siempre se había llevado bien con las distintas escuelas del budismo Nara y en su sistema no se rechazaban estas escuelas sino que se integraban en un proceso de desarrollo ascendente hacia la realización. Kukai supo ganarse el apoyo de estos linajes.

Pero aunque Kukai no pudo ir a la corte a su llegada sí que pudo enviarle un listado de las obras y objetos que había traído de China. En particular, la lista contenía 142 sutras budistas en 247 fascículos, 42 textos sánscritos en 44 fascículos, 32 comentarios en 170 fascículos, 5 mandalas, 5 retratos de los patriarcas, 9 objetos rituales y otros 13 objetos que le dio personalmente Hui-kuo a Kukai.

En el listado Kukai explicaba además el significado de cada ítem, resumía las tradiciones del budismo esotérico y narraba cómo se convirtió en el sucesor de Hui-kuo en sus enseñanzas.

Kukai permaneció primero en Kyushu, el lugar por el que había accedido al país. Allí estuvo en el templo Kanseon, localizado en Dazai-fu, uno de los templos de ordenación más importantes del país que mantenía estrechas relaciones con los templos de Nara. Según algunos registros, el gobernador de esta región, Tanaka Yatsukimaro, construyó el templo Tōchōmitsuji en honor a Kukai. Este sería el primer templo Shingon en el país.

En el año 807, Kukai se trasladó al templo Makinōsan, en la prefectura de Ishikawa. Se considera que de camino a este templo, Kukai hizo una parada en Kumedera, el templo donde Kukai había encontrado de joven el Sutra de Mahavairocana, y que allí, hizo una lectura sobre el Shingon.

Makinōsanji era el lugar en el que Gonzō  había acomodado a Kukai cuando era joven y quiso comenzar su camino en el budismo. Allí residiría dos años que le sirvieron para dar estructura a sus conocimientos y poder cimentar las bases de su escuela Shingon.

En su estancia en este templo, Kukai tuvo que enfrentarse a una situación política delicada para su familia. Su tío Ato no Ōtari había caído en desgracia porque el príncipe Iyo, del que había sido su mentor, había sido obligado a suicidarse con veneno al haber sido acusado de alta traición por querer derrocar al emperador Heizei (sucesor de su padre Kammu), en el año 807.

Todas las personas cercanas a este príncipe, incluido el propio Ōtari fueron expulsadas y desterradas. Ōtari decidió ir con Kukai a Makinosanji como refugiado político.

Kukai no sólo le recibió, también lo convirtió en su secretario personal hasta el año 830, cuando falleció con 87 años. Sus conocimientos sobre la vida en la corte fueron una inestimable ayuda para Kukai en los años que vendrían después.

KUKAI ACCEDE A LA CORTE

Durante esos años Kukai afirmó que la oportunidad que estaba esperando para expandir sus enseñanzas oficialmente en el país todavía no había llegado.

Todo cambió en el año 809, cuando el emperador Heizei (r. 806-809) decidió abdicar y subió al trono el emperador Saga (r. 809-823), con 24 años de edad. Ese año Kukai, que ya tenía 36 años, recibió una invitación para ir a la corte.

Cómo consiguió esta invitación no está claro, pero es evidente que pudo influir tanto el clero Nara que le apoyaba, como los buenos comentarios que habrían hecho sobre su talento y habilidad literaria, caligráfica y poética sus antiguos amigos de aventura en China Tachibana no Hayanari, Takashina no Tōnari, o del propio embajador de la expedición Kadonomaro, que se convirtió en tutor del príncipe Takaoka cuando el Tennō Saga ascendió al trono imperial.

En su traslado a la capital se decidió que Kukai se instalase en el templo Takaosan. Esta elección estuvo condicionada por los monjes influyentes de Nara, y parece ser que se adoptó, porque la familia que patrocinaba este templo tenía una posición neutral en política, algo importante en aquellos momentos de lucha en la corte. Durante 14 años esta sería su nueva base de operaciones en la capital.

Sin embargo, había un problema que resolver. Este templo había arropado a Saicho en sus primeros pasos en el budismo esotérico e incluso había sido el lugar donde se había hecho la iniciación al emperador Kammu.

Ante una situación que podía generar un conflicto de intereses, el jefe del clan, Wake no Matsuna, decidió reunirse con Saicho en Hieisan para explicarle la situación. Saicho, interesado quizás en conocer más a Kukai o quizás pensando que podía ser su compañero en la expansión del budismo esotérico en el país, lo vio bien.

En el año 809, Kukai ya se había instalado allí, y ese mismo año, empezó el conflicto entre ambos monjes. Saicho envió un discípulo a Takaosanji para presentar una carta a Kukai en la que le pedía que le prestase 20 obras que había traído de China, casi todas de budismo esotérico.

Kukai lo vio mal porque sabía que si Saicho había recibido iniciación en el budismo esotérico, era consciente de que esta enseñanza no se hacía por libros sino por transmisión oral maestro-discípulo.

Por otro lado, ese mismo año también se produjo un enfrentamiento entre el emperador Saga y el anterior emperador Heizei. Parece ser que Heizei se instaló en Nara y que, por persuasión de su mujer y su hermano, quiso volver a trasladar la capital allí y establecerse en el poder. Saga tuvo que intervenir y tras vencer a Heizei reforzó su posición.

Kukai, supo aprovechar este conflicto pidiendo al emperador Saga que pudiese realizar rituales especiales de protección para él y su gobierno desde el Takaosanji, igual que en su momento lo había hecho Amoghavajra para el emperador Xuanzong.  El emperador Saga estuvo de acuerdo y le concedió un espacio en el gran templo Todai de Nara para poder realizar estos rituales. Con ello, Kukai pudo empezar a escalar posiciones en la atención de la corte japonesa.

La aceptación por parte del emperador pudo estar condicionada por la relación de amistad previa que se había producido entre ambos protagonistas y que tenía como base la pasión de Saga por la caligrafía, la poesía, el arte y la literatura chinas.

Según los registros, en el año 809, Saga se acercó a Kukai atraído por los comentarios respecto al gran talento artístico que había mostrado este monje durante su estancia en China. Ese año, el Tennō envió un mensajero para pedir a Kukai que le hiciese unas caligrafías en unos paneles. A partir de ese momento ambos personajes intercambiaron durante muchos años veladas y obras sobre caligrafía y poesía chinas.

En el año 810, el emperador ordenó a Kukai que presidiese el templo Otokuni-dera al sur de la capital. Kukai se trasladó a vivir allí en el año 811 con 37 años. Este lugar era uno de los templos del estado más antiguos, con una historia de más de 200 años.

El Tennō Saga había elegido este lugar por su historia. Según los registros históricos, en el año 785, el príncipe Sawara, uno de los hijos del emperador Kammu, fue enviado allí preso, acusado por el propio emperador de traición por haber colaborado en el asesinato de la persona encargada de trasladar la capital de Nara. En realidad, Kammu quería establecer como su sucesor en el trono al príncipe Ate (el futuro Tennō Heizei).

Sawara se negó a comer y beber durante diez días, y después, murió en el exilo en la isla de Awaji. Parece ser que el espíritu vengativo de Sawara volvió a este lugar, y que Kammu no estuvo tranquilo el resto de su vida, porque al poco tiempo de esta situación su mujer murió y su hijo Ate contrajo una enfermedad nerviosa.

Kukai, como nuevo protector del estado, era la persona ideal para ser enviada a ese lugar y apaciguar al espíritu del príncipe Sawara, y con ello, cerrar el ciclo al que quiso dar fin el emperador Kammu.

El año 812, Kukai escribió al emperador informándole que había cumplido su misión y que volvía al templo Takaosan para continuar con su proyecto.

Dos días antes de que Kukai cambiase su residencia, Saicho visitó de nuevo a Kukai pasando con él una noche en el Otokuni-dera. Allí, Saicho solicitó la iniciación (abhiseka) de manos de Kukai. Una petición que le sorprendería, ya que Saicho había hecho la iniciación al propio emperador Kammu.

Kukai aceptó diciendo que se haría en el Takaosanji, ya que en breve, iba a cambiar allí su residencia. Se dice que Saicho preguntó cómo debía prepararse, y que Kukai volvió a quedar sorprendido pensando que él ya lo tenía que saber dado que Saicho había hecho la iniciación para otros. También se considera que en este encuentro Kukai le confesó a Saicho que ya tenía cerca de 40 y que no le quedaba mucho tiempo de vida, proponiéndole que fuese su sucesor.

Tan pronto como Kukai regresó al Takaosanji, Saicho también se trasladó a su residencia Hoque-in en el monte Takao impaciente por recibir su iniciación. El 15 de noviembre del año 812, Saicho y tres personas más, incluido Wake no Matsuna patrono del monasterio, recibieron la iniciación en el mándala del reino del diamante (vajra-dhatu). El 14 de diciembre, Saicho recibió la segunda iniciación en el mandala del reino matriz (garbha-dhatu), en un acto público junto a otros monjes, nobles e incluso niños.

Saicho quedó a la espera de recibir el último bautismo que le convertiría en gran maestro del budismo esotérico. Pero cuando Saicho preguntó cuantos meses debía estar allí para recibir esa iniciación, Kukai le respondió que al menos tres años.

Saicho desilusionado y a la vez, con muchos asuntos que resolver en sus templos de Hieisan, le dijo que debía partir pero que volvería cuando encontrase tiempo.

Además, pidió permiso a Kukai para poder enviarle a varios de sus discípulos para estudiar con él en su lugar. Saicho eligió primero a Enchō, Taihan y Ken´ei. Un año después, Kukai recibiría a otros 17 discípulos de Saicho para recibir la iniciación. El Takaosanji se había convertido en el centro de referencia del budismo esotérico de Japón.

En el año 813, Kukai amplió su fama entre la corte como persona capaz también de materializar “deseos mundanales” con la construcción del salón Nan´en-do en el templo Kōfuku de Nara. La trayectoria de este evento venía de tiempo atrás.

Parece ser que cuando Kukai residió en el Takaosanji, Fujiwara Hokke no Uchimaro, le visitó para pedirle que le ayudase a mejorar su posición en la corte con los poderes mágicos de su religión. Kukai le aconsejó que adorase al bodhisattva Fukū-kenjaku-kannon.

Uchimaro como era muy mayor murió pronto, pero su hijo siguió con el plan de materializar el deseo de su padre. Este le pidió a Kukai que tallase el mismo la figura del bodhisattva y que diseñase una construcción para alojarla. Kukai erigió así el Nan´en-do en el año 813, instalando en su interior, además de esta deidad, los retratos de los patriarcas del budismo esotérico. En estas mismas fechas se potenció la fortuna de esta familia dando un gran prestigio a Kukai.

El año 813 está marcado en la tradición Shingon por un suceso milagroso. El emperador Saga llamo a la corte a los representantes de las ocho escuelas budistas del país para que explicasen las bases filosóficas de su tradición. Cuando habló Kukai, explicó que no era necesario esperar muchas vidas para poder llegar a ser un buda, que en su escuela se podía alcanzar la budeidad en esta vida y con este cuerpo, pero no le creyeron.

Ante este escepticismo, la leyenda dice que Kukai hizo un mudra con sus manos, recitó un mantra y entró en estado de profunda meditación. Su apariencia de pronto se transformó en la de un buda porque de su cuerpo emanaba luz dorada como en el Tathagata Mahavairocana.

Durante estos años, Kukai terminó por distanciarse de Saicho. Entre los motivos de este suceso están, tanto el rechazo de Kukai hacia el hábito de Saicho de querer aprender a través de la lectura de libros (para Kukai en el budismo esotérico era imprescindible la iniciación con un maestro); como la renuncia de Taihan, el alumno de gran confianza que Saicho había mandado a formarse con Kukai, de volver a Hieisan. A partir de este momento Saicho empezó a desarrollar una política de alejamiento con Kukai para no perder más discípulos.

Este periodo también abarcó la redacción por parte de Kukai de importantes obras: “La diferencia entre el budismo exotérico y esotérico”, “La transmisión del patrimonio legítimo del budismo esotérico”, “Alcanzar la budeidad en este misma existencia”, “El significado del sonido, la palabra y la realidad”, y “El significado de la palabra Hum”.

KŌYASAN Y TŌJI

En el año 816, cuando Kukai tenía ya 43 años, quiso materializar su deseo de disponer de un lugar en el que poder instalar la base central de su religión. Según los registros, Kukai escribió al emperador Saga pidiendo que le concediese para este fin la montaña Kōya, un lugar que supuestamente había conocido cuando era joven, mientras estuvo haciendo sus prácticas ascéticas por las montañas.

Sin embargo, existe la leyenda en la tradición Shingon de que Kukai descubrió este lugar mientras viajaba por la región de Uchi en busca del vajra que lanzó desde su barco para apaciguar la tormenta cuando regresaba de China.

Según se cuenta, cuando caminaba por esta región, se topó con un cazador al que le acompañaban dos perros, uno blanco y otro negro. El cazador era un personaje peculiar (cara roja, gran tamaño y un gran arco en sus manos), por lo que Kukai le preguntó quién era. Este respondió diciendo que su nombre era Inukai (guardián de perros), que vivía en Nan-zan y que donde se encontraban, había una montaña especial y perfecta para la meditación que mostraba signos auspiciosos frecuentes. Luego despareció.

Cuando Kukai se alojó en la zona y contó a las personas locales lo que había sucedido, estos le explicaron que esta montaña debía ser Takano (Kōya). Cuando al día siguiente Kukai subió a la montaña se encontró con un monje sintoísta que fue poseído por Niutsu-hime-no-mikoto, la diosa guardiana de las minas de mercurio que había en la zona.

Este le proporcionó un oráculo en el que le transmitía que la diosa había estado esperando durante mucho tiempo a un bodhisattva como él y que ahora que estaba allí debía hacerse con esa montaña. También se dice que Kukai encontró el vajra que estaba buscando en un pino llamado sanko no matsu.

Hoy en día se considera que la 15 generación de ese pino está ubicado junto a la pagoda central de Kōyasan y que el vajra está guardado en el Kongōbuji. En la montaña también hay un santuario sintoísta dedicado a la diosa Nibu Myōjin y a su entrada imágenes de piedra de perros.

Podemos apuntar que Kōyasan está ubicado en la península de Kii, junto a Yoshino y Kumano, una región sumamente sagrada dentro de la tradición religiosa japonesa y centro de referencia en las prácticas ascéticas de montaña en el país.

En sí, es una montaña de 985 metros de altitud, con numerosos manantiales de agua y con una explanada muy grande en su cima, algo que la convierte en un espacio ideal para la vida monástica en las montañas y las prácticas ascéticas.

El emperador Saga concedió permiso a Kukai para adquirir el monte Kōya ese mismo año, y este aprovechó rápidamente para enviar varios discípulos para comenzar la construcción.

En el año 818, Kukai se trasladó a Kōyasan para trabajar en el proyecto y en el año 819 hizo la ceremonia de consagración del lugar. Sin embargo, pronto fue requerido en la capital para cerrar otros asuntos.

No está claro cuántas veces se trasladó Kukai a la montaña para supervisar la evolución del proyecto, lo que sí está claro es que la construcción del complejo fue muy lenta y que Kukai no llegó a ver cómo quedó el complejo acabado en vida.

El problema al que se enfrentó Kukai fue que el proyecto, al ser un asunto privado, no pudo recibir dinero del tesoro nacional, ni tampoco ayuda de la aristocracia, debido a que las cosechas en esa época no fueron buenas.

Para Kukai el monte Kōya simbolizaba el Reino Matriz (garbha-dhatu) dado esta montaña está rodeada por ocho picos que representaban los ocho pétalos de un loto. La construcción central la organizó como el Reino del Diamante (vajra-dhatu) con una gran pagoda (Daito) en el eje central. De esta manera, la zona se podría observar como el círculo del Reino del Diamante dentro del círculo del Reino Matriz.

La primera construcción que se realizó en Kōyasan fue el Kongōbuji (Templo del pico del Vajra). La explanada en lo alto del monte Kōya recibió el nombre de Garan (precinto sagrado), e inicialmente sólo albergó el salón principal (Kondo), la gran pagado (Daito), la pagoda oeste (Sai-to) y el honchū indani (valle original de la construcción central).

En el año 820, Kukai redactó la obra “La transmisión del Dharma Shingon” y dirigió la reproducción de 26 pinturas religiosas que había traído de China y que se habían deteriorado por el viaje y por el uso continuado en las ceremonias de iniciación. Su reproducción fue una de las mayores contribuciones de Kukai a la historia del arte japonés.

En el año 822, Kukai fundó un salón de iniciación (shingon-in) en los precintos del Todaiji, desde el que podía pedir por el bien de la nación y sus habitantes. Ese mismo año, murió Saicho en el monte Hiei, dejando como sucesor a Gishin, el monje que le acompañó en su viaje a China.

El siguiente paso importante en la vida de Kukai llegó al año siguiente, cuando el emperador Saga le ofreció el Tōji a Kukai para que pudiese disfrutar de un templo oficial en la capital. Kukai pasaría en él 10 años de su vida.

El Tōji había sido construido en el año 796, tras el traslado de la capital de Nara a la actual Kyoto. En aquella época el número de templos que se permitió construir dentro de la capital fue muy reducido ya que el emperador Kammu no quiso que el budismo ocupase la capital como había ocurrido en Nara.

Kammu dejó construir dos templos para el Estado: el Tōji (Templo del este) y el Saiji (Templo de oeste). Ambos templos fueron construidos bajo la idea de servir de protección para el emperador y la nación, y evitar la entrada de malos espíritus en la ciudad. De esta manera, se puede afirmar que el Tōji en su momento, fue el templo más poderoso que se construyó en la nueva capital para rivalizar con los templos de Nara.

El Tōji fue rebautizado con el nombre Kyōgokokuji (Templo para la enseñanza de rey y para la protección del Estado) y Kukai disponía ahora de su cuartel religioso directamente en la capital. Esto fue bueno y no tan bueno para Kukai ya que él hubiese preferido elegir la ubicación de su templo y su formato.

Ese mismo año emperador Saga fue sustituido por el Junna (r. 823-833). Un nuevo emperador que también mostró su apoyo a Kukai permitiendo que pudiesen residir 50 monjes shingon en el Tōji.

Kukai, estaba de suerte, ya que también Wake no Matsuna y su hijo Nakayo donaron el templo Takaosan al estado para que pudiese convertirse en un seminario de la religión Shingon. Junna también dejó que residiesen también allí 14 monjes shingon.

En el año 824, el emperador ordenó a Kukai que rezase para que lloviese. Kukai realizó la ceremonia en el jardín imperial Shinsen´en por siete días. Con la llegada de la lluvia, Kukai fue ascendido al rango eclesiástico de Shōsōzu. A partir de este momento, se le pidió a Kukai que realizase ceremonias para la lluvia todos los años en el Tōji. Ese año también murió el ex emperador Heizei y Kukai y su alumno Shinnyo, hijo de Heizei,  presidieron la ceremonia funeraria.

En el Tōji ya existía el Kondō (Salón de oro) y otras construcciones, pero en el año 825, Kukai recibió permiso para construir el Kōdō (Salón de lectura), que se diseñó como un altar-mandala esotérico acogiendo 21 figuras de deidades cuyo tallado fue supervisado por el propio Kukai; una hall para realizar las iniciaciones; una biblioteca; y en el año 826, una pagado de cinco pisos, que Kukai no terminó de ver construida en vida. Kukai trasladó allí todos los objetos que había traído de China.

En el año 828, Kukai continuó su proyecto fundando una universidad de artes y ciencias llama Shugei-Shuchi-in junto al Tōji. Su tío Ato no Ōtari sería su administrador.

En esta institución había una sala para el estudio de los rituales taoístas (onmyōdō) e historia (rekigaku); un aula para el estudio de la medicina y la farmacopea (tenyakuryō), otra para música (gagakuryō), y otra para el estudio del arte y el textil. Para él, cada disciplina de conocimiento era también una manifestación de Mahavairocana.

La aristocracia construyó luego alrededor de esta universidad residencias para sus hijos. Con esto Kukai fue un pionero en el impulso para el desarrollo de la educación pública en Japón.

FALLECIMIENTO DE KUKAI

En el año 830, Kukai completo su obra “Los diez estados en el desarrollo de la mente”, pero en el año 831 cayó muy enfermo viéndose obligado a apartarse de sus ocupaciones oficiales. En este momento decidió volver a Kōyasan para seguir con el proyecto.

En el año 834, cuando la nieve llegaba a Kōyasan, Kukai llamó a sus discípulos para anunciarles el día y hora de su muerte: “Entraré en el nirvana sobre las 4 de la mañana del próximo 21 de marzo”.

El 22 de enero de ese año pidió a la corte que le dejasen que se pudiese ordenar oficialmente tres monjes anualmente. La petición fue concedida y con ello se consiguió el reconocimiento oficial de la escuela budista Shingon.

El 15 de marzo, Kukai volvió a decir a sus alumnos que le quedaba ya poco y les advirtió de que estaría pendiente de todo lo que hiciesen y de que volvería cuando Maitreya, el buda del futuro volviese.

El 21 de marzo del año 835, y según la tradición, Kukai entró en un estado de meditación completo para la eternidad. Para el budismo Shingon, su maestro sigue vivo en Kōyasan ya que Kukai dijo que retornaba a las montañas donde permanecería allí por siempre.

Kukai dejó 10 grandes discípulos: Jitsue (786-847); Shinzei (800-860), Shinga (801-879), Shinnyo (¿?-864); Dōō (¿?-851), Taihan (778-¿?), Chisen (789-825), Gōrin (767-¿?), Enmyō (¿?-851), Chūen (¿?). Muchos de ellos, familiares del propio Kukai.

Referencias Bibliográficas

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Hakeda, Y.S. (1965). The Religious Novel of Kukai, Monumenta Nipponica, 20(3-4), 283-297.

Ryotaro, S. (2003). Kukai. The Universal. Scenes from His Life. 1ª Edición 1978. New York: ICG Muse.

Watanabe, B. (1999). Attaining Enlightenment with this body. Primacy of practice in Shingon Buddhism at Mount Koya, Doctoral Thesis, Japan, State University of New York.

About Pedro Jesús Jiménez Martín

Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Universidad Politécnica de Madrid. Director del Proyecto de Investigación Cultura Física Oriental.

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