Tenkuraion Nyorai (Divyadundubhi-Megha-Nirghoṣa Tathāgata)

Tenkuraion Nyorai (Divyadundubhi-Megha-Nirghoṣa Tathāgata) está ubicado en el pétalo Norte del Loto Central y su nombre significa Sonido Atronador del Tambor Celestial. Su nombre secreto es Diamante Inamovible (Fudō-Kōngo) (que no hay que confundir con Fudō Myō-ō en el Rey Innamovible del Mantra).

Esta deidad representa el culmen del proceso espiritual al estar ubicado en el Norte. La siguiente fase sería la encarnación de otro buda en la Tierra que empezaría el proceso espiritual (en este aspecto comprendemos su asociación con Miroku Bosatsu ya que se considera que será el buda que se encarnará en la Tierra en el futuro).

En algunos textos se le otorga el nombre de Saishō-on o El Más Victorioso Sonido, Bimyōshō o Sonido Sutil, Tenku-onmō o Rey del Sonido del Tambor Celestial o Raion-nō o Rey del sonido del Trueno. La asociación de su nombre con el sonido de un tambor celestial es clave porque alude a que sus enseñanzas son capaces de resonar como un “trueno celestial” y producir el despertar súbito de los seres, una imagen que quiere expresar que ofrece un conocimiento diferente al que se enseña en las enseñanzas del Hinayana y el Mahayana que se consideraría para el budismo esotérico pasivos porque sólo informan-forman.

En el Sutra Māhavairocana por otro lado se le otorga el nombre de Fudō (Acalanātha) o Inamovible y en otros textos se nombra como Ashuku (Akṣobhya) o Inamovible (que es el buda del Este en el Mandala del Diamante). Es la imagen para expresar que es el buda que ha eliminado, enfriado y purificado las pasiones para morar en la tranquila meditación y es innamoble porque reside eterna e inamoviblemente en el Conocimiento del Nirvana de los Tathāgatas, el Māha-paranirvāṇa desde el que Buda actúa para conseguir el despertar de los seres.

Mack (2006) ha escrito un artículo muy interesante que podría interesar para investigar la relación entre Miroku Bosatsu y Tenkuraion Nyorai en el que describe como la figura de Fudō fue invocada por primera vez para renacer en el la Tierra Pura de Miroku (Tosotsuten) bajo la figura de Sōō (831-918). Un monje ordenado en la escuela budista esotérica Tendai por el monje Ennin (794-864) en el año 856.

La figura de Fudō se considera una emanación de Dainichi Nyorai. Los primeros textos chinos que citan a esta deidad aparecen en las traducciones de los monjes Bodhiruci en el año 709 y el Sutra de Mahāvairocana de Śubhakarasiṃha en el año 725, donde se alude al Señor o Sirviente Fudō o Mudō (Acalanatha), literalmente “Señor que no se mueve”. La clave es que no se ha encontrado una relación entre Fudō, la Tierra Pura de Miroku y el Sutra del Loto antes de la figura del monje Sōō.

Parece ser que durante las prácticas ascéticas que realizó el monje Sōō en la cascada del rio Katsura después de su ordenación, se le apareció Fudō bajo la forma de un árbol flotando y que este le ayudó a ascender a la Tierra Pura de Miroku, pero no pudo posar porque no sabía recitar de memoria el Sutra del Loto. Cuando después puedo hacerlo bajo la figura de Fudō se le permitió entrar por fin dentro. Parecer ser además que este monje talló con la madera de el árbol donde apareció Fudō la figura de esta deidad y que después la llevó a su ermita que se convirtió en el templo Mudōji en la zona Yokawa del precinto del templo Enryakuji del monte Hiei en Kyoto.

Un aspecto importante de la ubicación de este buda en el pétalo del Norte es su relación con el fin de un proceso y el paso al “más allá” o la “trascendencia”. En Japón volvemos a identificar una relación entre este nyorai y su bosatsu en la tradición que se estableció en el periodo Kamakura de invocar a Fudō antes de morir para renacer en la Tierra Pura de Miroku. La práctica conlleva la necesidad de cultivar un tipo particular de conciencia: una mente pacificada (anjin) más allá de las distracciones mentales anclada en la naturaleza del Dharma, que se resume bajo la frase “estable e innamoble” (antei fudō) ligado de nuevo a esta deidad.

En la iconografía se representa a Tenkuraion Myorai con un color dorado con una túnica rojo oscura. La mano izquierda hacia arriba por debajo del ombligo y la mano derecha haciendo el mudra de tocar la tierra (sokuji-in) o mudra de la conquista de los demonios (goma-in), el mudra del que pone por testigo a la Tierra de haber alcanzado la iluminación. En el dibujo de Śubhākarasiṁha este buda aparece con la mano izquierda vuelta hacia la rodilla y con la mano derecha realizando el mudra segan-in de otorgar los votos (varada-mudra) como la virtud del buda de responder a la necesidad de todos los seres, en este caso con el conocimiento que lleva al despertar.

Referencias Bibliográficas

Mack, K. (2006). The Phenomenon of Invoking Fudō for Pure Land Rebirth in Image and Text, Japanese Journal of Religious Studies 33(2), 297–317.

Saunders D. (1985). Mudrā. A study of symbolic Gestures in Japanese Buddhist Sculpture, New York: Princeton University.

Snodgrass, A. (1997). The Matrix and Diamond World Mandalas in Shingon Buddhism, New Delhi: international Academy of Indian Culture and Aditya Prakashan.

About Pedro Jesús Jiménez Martín

Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Universidad Politécnica de Madrid. Director del Proyecto de Investigación Cultura Física Oriental.

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