Shō-Kanjizai Bosatsu (Āryāvalokiteśvara Bodhisattva)

Shō-Kanjizai Bosatsu (Āryāvalokiteśvara Bodhisattva) está ubicado en el pétalo noroeste de la Mansión Central. Su nombre significa Noble (Sho) y Espontánea-Libre Contemplación (Kanjizai) porque es capaz de ver con claridad, de forma innata y espontánea, las necesidades de los seres de todos los mundos y a la vez no quedar atrapado por ello.

Sus nombres secretos son Honjō-kongō o Diamante de la Pureza Original; Shōjō-kongō o Diamante de la Pureza; Renge-kongō o Diamante del Loto; Toku-jishō-Shōjō-hō-shō Nyorai o Tathāgata que al alcanzado la Naturaleza del Dharma de la Pureza Innata; y Shōhō-kongō o Diamante del Dharma Correcto.

El nombre de Avalokiteśvara es muy interesante porque incluye muchos conceptos: Avalokita es el acto de contemplar o mirar, aloka es luz, loka es mundo, śvara es sonido, eśvara es Señor como nombre de Śiva. En la tradición se ha asociado a este Bosatsu con dos dimensiones:

1) El sonido, en cuanto a la capacidad de “escuchar” el sufrimiento de los seres de todos los mundos para cumplir el voto de ayudar. Aquí aparecen los nombres Kanzeon o Contemplación del Mundo del Sonido, y en su forma acortada Kannon o Contemplación del Sonido

2) La visión, el “Ojo de la Sabiduría” de Buda que le permite saber de forma natural y espontánea cuáles son las enseñanzas adecuadas y cómo debe acercarse a cada devoto en función de su capacidad de comprensión espiritual según aparece en el Sutra del Loto. La visión profunda de la sabiduría que todo lo ve, todo lo capta.

En la iconografía esta deidad se la representa con una luz brillante, como el color de la luna llena, una caracola o una flor, con la cara sonriente. En su mano derecha porta un loto abierto que representa la pureza y haber alcanzado la compasión en toda su plenitud y su mano izquierda hace el mudra de eliminar el miedo u otorgar confianza al devoto: semui-in (abhayamudrā o abhayamdalamudrā). Este gesto representa la capacidad protectora de las enseñanzas de Buda para ayudar a todos los seres que sufren, un gesto apaciguador que otorga calma y tranquilidad. Alternativamente hace una variante a este mudra en dónde el dedo gordo y el corazón se tocan.

Dentro del Mandala Matriz esta deidad expresa sus cualidades a través de las diferentes manifestaciones que encarnan la Mansión del Loto sobre la que preside. En los siglos X -XI este Bosatsu evolucionó en Japón en la forma de seis deidades que representaban su capacidad de acción de esta deidad sobre los seis mundos que identifica el budismo: infierno, espíritus hambrientos, animales, asuras, humanos y seres celestiales. En el siglo XVI volvió a evolucionar en 33 deidades que se convirtieron en un famoso camino de peregrinación (Fowler, 2016).

Shō-Kannon es la representación humana de la deidad con apariencia principesca y sin cabezas, ojos o brazos extras, que salva a los seres que están en el infierno; Senju Kannon (Sahasrabhuja Avalokiteśvara) es la deidad de 1000 brazos que ayuda a los infinitos seres y en particular al mundo de los espíritus hambrientos; Batō Kannon (Hayagrīva Avalokiteśvara) con cabeza de un caballo protege el mundo animal; Jūichimen Kannon (Ekadaśamukha Avalokiteśvara) con siete pequeñas cabezas ayuda a los semidioses asuras; Juntei Kannon (Cundī Avalokiteśvara) salva a los humanos; y Nyoirin Kannon (Cintāmaṇi Avalokiteśvara) salva a los seres celestiales. Existe una séptima forma llamada Fukūkenjaku Kannon (Amoghapāśa Avalokiteśvara) que retiene a todos aquellos seres que no están todavía preparados para evolucionar.

El Sutra del Corazón (Prajñāpāramitā Hṛdaya) representa un texto que surgió en su momento dado para intentar “resumir” las enseñanzas de los Prajñāpāramitās que eran unos sutras muy extensos y complejos del recién creado budismo Māhayana. Existen dos versiones de este texto: una muy reducida y otra un poco más extensa.

Este sutra representa una de las oraciones (dharanī) más pronunciadas en todas las sectas budistas de Asia y su deidad protagonista es Avalokiteśvara. En su contenido expone cómo en el estado de meditación profunda uno experimenta que el vacío es inherente a todos los conceptos (sentidos, situaciones, conceptos, causas, mente, ignorancia, conciencia, buda, dharma, iluminación, camino, etc.) mediante la frase: “La forma no es diferente del vació y el vacío no es diferente de la forma. Forma es vacío y el vacío es forma”.

Bajo esta visión se “rompe” con las Cuatro Nobles Verdades iniciales: la vida es sufrimiento, el origen del sufrimiento es el deseo, el cese del sufrimiento es el cese del deseo y las vías para la extinción del sufrimiento, la “muleta” que se necesitó en la primera fase del camino espiritual para elevarse. El texto también aporta la famosa oración Gate Gate Pāragate Pārasaṃgate Bodhi svāhā para eliminar todos los sufrimientos.

La profunda enseñanza de Shō-Kanjizai es que todo sufrimiento desaparece cuando tomamos conciencia plena de la naturaleza vacía de los fenómenos. Si comprendemos esto tomamos conciencia de que no hay ignorancia ni fin de la ignorancia, ni sufrimiento, ni aparición o extinción del sufrimiento y se rompen las obstrucciones mentales.

Referencias Bibliográficas

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Dreitlein, T.E. (2011). An Annotated Translation of Kūkai´s Secret Key of the Heart Sūtra, Bulletin of the Research Institute of Esoteric Buddhist Culture, 24, 170-216.

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Lu, L.W.L. y Chiang, W.Y. (2007). Emptiness We Live By: Metaphors and Paradoxes in Buddhism´s Heart Sutra, Metapohor and Simbol, 22(4), 331-355.

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Yü, C.F. (2001). Kuan-yin. The Chinese Transformation of Avalokitesvara, USA: Columbia University.

About Pedro Jesús Jiménez Martín

Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Universidad Politécnica de Madrid. Director del Proyecto de Investigación Cultura Física Oriental.

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