Shih / El Ejército
Dictamen
El ejército requiere perseverancia y un hombre fuerte. Ventura sin falla.
Imagen
En medio de la tierra hay agua: la imagen del ejército. Así el noble, en virtud de su magnanimidad para con el pueblo acrecienta sus multitudes.
Wilhelm (1997) asocia a este hexagrama con el símbolo del agua subterránea que va reuniéndose en el interior de la tierra formando un lago, y por analogía lo asocia con la explicación de cómo podemos reunir a los hombres para crear un ejército que pueda enfrentarse con éxito a la guerra. Wang Bi también alude a que este hexagrama no se refiere a un ejército ya constituido sino al reclutamiento de personas durante una campaña militar concreta.
La clave del contenido de este hexagrama para Wilhelm (1997) está así en su 2ª línea y no la 5ª del emperador, ya que es la que destaca la importancia de la figura del general que mantiene al ejército en obediencia gracias a su capacidad liderazgo. Para Wilhelm la clave de este liderazgo depende de tres ingredientes:
1.- Asumir una actitud de máxima atención frente a lo que se salga de lo justo y lo recto en los objetivos y actuaciones como si se estuviese frente a un gran abismo. El peligro de los abusos de poder, de romper la disciplina y saltarse las normas.
2.- Mostrar la justicia, la rectitud y los principios elevados de la empresa para despertar entusiasmo, ganar los corazones, obtener el seguimiento y crear unidad.
3.- Contar con la confianza incondicional de su Emperador, quién deja todo en sus manos mientras dure la guerra.
Los trigramas de este hexagrama matizan que la actitud más importante a desarrollar para conseguir el seguimiento de las tropas es la flexibilidad y el seguimiento y no la imposición y la autoridad (trigrama de la tierra), pero también la atención al peligro que conllevan dejarse llevar por objetivos egoístas (trigrama del agua), y una gran seriedad interior que no se deje asustar por los retos que le plantea el destino ni va en contra de lo que es recto y elevado (trigrama del trueno).
LÍNEAS
Las líneas de este hexagrama describen la actitud que debe asumir el líder en la conducción de su ejército. Cómo debe preparar a sus tropas, cómo debe motivarlas para que le sigan, cuándo debe avanzar y cuándo debe retirarse según lo requiera la situación para no excederse y qué actitud debe asumir conseguida la victoria para que todo esté dentro de lo recto y lo justo dentro de la seriedad que implica todo conflicto. Como toda guerra siempre acarrea daños y devastación, no debe iniciarse con ligereza y sólo se debe recurrir a ella en última instancia.
1ª Línea Un ejército ha de partir en perfecto orden. Cuando no es bueno el orden, amenaza desventura.
Wang Bi traduce esta línea por “El ejército se pone en marcha siguiendo unas normas. Apartarse de las normas es nefasto”. Para que un ejército pueda ir a la batalla debe estar fuerte y unido, disponer de una gran disciplina, respeto a las normas y obediencia. Esto se consigue cuando se muestra a las tropas que el objetivo por el que se lucha es una causa justa y convincente. Los ejércitos que se crean por motivos egoístas traen desventura.
2ª Línea ¡En medio del ejército! ¡Ventura! ¡Ninguna falla! El rey confiere un triple galardón.
Wang Bi traduce esta línea por “Situarse en el centro del ejército será afortunado, porque se reciben los favores del Cielo. El rey otorga un triple galardón, pensando en el beneficio de los diez mil estados”. A la hora de liderar un ejército y poder asumir la gran responsabilidad que se ha recibido, el general debe estar junto a sus tropas y compartir con ellas las penas y alegrías, los éxitos y las derrotas. Desde esa posición le escucharán sus consejos de ser pacientes y soportar las penurias y dificultades. Esta actitud debe ser premiada y valorada por el Emperador que le nombra porque muestra los méritos personales de este líder.
3ª Línea Acaso el ejército conduzca cadáveres en el carruaje. ¡Desventura!
En la situación han penetrado elementos inferiores desde el exterior o dentro de uno mismos. La autoridad no es ejercida por quien le corresponde, hay otros que la usurpan. Se ha actuado por el propio interés y los deseos de un ego inferior alejándose de los valores rectos y nobles. La solución cuando hay estos “cadáveres” es enterrarlos en sus tumbas y perdonar para superar los errores que oscurecieron la luz interior.
4ª Línea El ejército se retira. No hay falla.
Esta línea nos aconseja retirarnos cuando: 1) el enemigo es superior (una causa más noble, una idea más elevada…) y sabemos que no podemos vencer. No existe nobleza en aquel que se empecina en librar batalla, cueste lo que cueste; 2) no se encuentran apoyos. Es mejor replegarse a una zona de seguridad para preparar la subsiguiente estrategia y evitar la confrontación; y 3) la acción es guiada por la emoción y por tanto es reacción ante lo inferior en otros. La retirada sirve para reconectarse al desapego, recordando que debe reinar la neutralidad y la aceptación de la situación…
5ª Línea En el campo hay un montaraz. Es propicio apresarlo. No hay falla. Conduzca el de más avanzada edad el ejército. El más joven conduce cadáveres; así la perseverancia acarrea desventura.
Wang Bi traduce esta línea por “El hijo mayor lidera el ejército, porque actúa desde el centro. El hijo menor conduce carros cargados de cadáveres, ya que se ha designado a una persona inadecuada”. Cuando aparece un elemento pernicioso (exterior o interior) hay que intervenir para eliminarlo y después continuar el camino y volver a la simplicidad. Persistir en el conflicto más de lo necesario no lleva a ningún sitio. El hexagrama recuerda que en el combate siempre hay que tener al guía experto con experiencia y nunca actuar desde el caso dónde cada uno se defiende como puede.
6ª Línea El gran príncipe emite órdenes, funda Estados, otorga feudos a familias. Hombres vulgares no deben utilizarse.
Cuando se ha terminado la guerra y se ha conquistado el triunfo el Emperador otorga dádivas a sus súbditos leales con el fin de mantener la paz, pero debe prestar atención de no dejar que gentes vulgares puedan llegar al poder. A la gente que se mueve por deseos inferiores que hayan colaborado es mejor pagárseles con dinero pero no concederles predios ni derechos señoriales, a fin de que no se produzcan abusos. A nivel personal, si, de alguna manera, hemos usado otros medios que la modestia para lograr el éxito, debemos evitar asumir que tales medios son correctos porque entonces los institucionalizamos.
Referencias Bibliográficas
Vila, J. y Galvany, A. (Traduc.) (2012). Yijing. El Libro de los Cambios. Con el comentario de Wang Bi. Gerona: Atalanta.
Wilhelm, R. (1997). I Ching. El Libro de las Mutaciones. Barcelona: Edhasa.
About Pedro Jesús Jiménez Martín
Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Universidad Politécnica de Madrid. Director del Proyecto de Investigación Cultura Física Oriental.