El linaje de transmisión de las enseñanzas esotéricas en el budismo Shingon se remonta en sus inicias a la figura de Vajrasattava Bodhisattva (jap. Kongōsattva Bosatsu).
Según la leyenda, el propio Tathāgata Mahavairocana (jap. Dainichi Nyorai) transmitió sus enseñanzas a Vajrasattava y este las guardó durante cientos de años, hasta que decidió esconderlas dentro de una estupa de acero en el Sur de la India. Allí estuvieron ocultas muchos años hasta que las recuperó Nāgārjuna (jap. Ryūmyō).
El modo en que Nāgārjuna recuperó las escrituras fue registrado por Amoghavajra (jap. Fūkūkongō) en la obra Kongōchōkitesu, según la escuchó de su maestro Vajrabodhi (jap. Kongōchi).
Según este documento, cuando las enseñanzas budistas estaban en declive en el siglo III, Nāgārjuna tuvo una visión en al que el buda Vairocana, sentado en el cielo y rodeado por multitud de deidades, estaba promulgado el Dharma.
Entones aparecieron en el cielo las palabras del Sutra Yōryakunenjukyō (un resumen del sutra Mahavairocana) y Vairocana encomendó a Nāgārjuna que los escribiese. Después, el propio Tathāgata dirigió a Nāgārjuna hacia la estupa de acero.
Nāgārjuna, una vez allí yrecitando el sutra Yōryakunenjukyō, circunvaló durante siete días las estupa para pacificar a las deidades que la custodiaban. Con ello se abrió la puerta de la estupa revelando un interior radiante y adornado con flores, joyas e incienso.
Nāgārjuna entró en el interior de la estupa y la puerta se cerró. Allí se quedó dentro estudiando durante muchos días el sutra Vajrasekhara (reino del diamante) con la guía de budas y bodhisattvas. Cuando hubo memorizado el sutra salió de la estupa y después escribió lo que había aprendido.
En esta leyenda no se habla de la transmisión del sutra Mahavairocana (enseñanzas del Reino Matriz) directamente a Nāgārjuna, por lo que la transmisión de este segundo sutra está sujeto a dos líneas de interpretación:
1.- Para Kukai, el sutra fue transmitido también a Nāgārjuna dentro de la estupa.
2.- Para otras escuelas dentro de la tradición Shingon se consideran varias opciones: a) que la visión que tuvo Nāgārjuna correspondió al Sutra Mahavairocana; b) que la transmisión se habría realizado en verdad a través de otro linaje que une a Vajrasattva, Dharmagupta (jap. Daruma Kikuta) y Subhakarasimha (jap. Zemmui); c) que la transmisión habría sido directamente desde Mahavairocana a Subhakarasimha y de este a I-Hsing (jap. Girin); y d) que esta obra habría estado en una gran montaña de roca del norte de la India hasta que fue dispersada por un fuerte viento. Entonces, y de alguna manera, la obra habría llegado finalmente a manos de Subhakarasimha.
Los siguientes personajes que continúan el linaje después de Nāgārjuna son Nāghabodhi (jap. Ryūchi) y Vajrabodhi (jap. Kongōchi). Vajrabodhi es una figura histórica más transparente. Se cree que fue un monje del sur de la India que estudió con Nāghabodhi durante 7 años entorno a los años 742-746.
Parece ser que después, Vajrabodhi tuvo una visión en la que se le encomendaba ir a China para expandir la doctrina. En su camino hacia este país, pasó por Sri Lanka y Java donde conoció a Amoghavajra. Ambos llegaron a China en el año 720, y desde esta fecha hasta el año 741 se dedicaron a traducir los textos esotéricos del sánscrito al chino además de iniciar a monjes del país en los misterios de los dos mandalas.
Tras la muerte de Vajrabodhi, Amoghavajra volvió a la india del Sur y a Sri Lanka para recopilar más sutras. Después volvió a China en el año 746 dónde siguió traduciendo textos esotéricos hasta su muerte en el año 774, con 69 años.
Amoghavraja transmitió sus conocimientos a Hui-kuo (jap. Keika), si bien este los completó estudiando con Hsuan-ch´ao (jap. Genchō), un maestro del linaje de transmisión de Subhakarasimha.
En esta parte de la evolución del linaje aparece cierta incertidumbre, ya que algunos incluyen a la figura de Subhakarasimha como transmisor de las enseñanzas esotéricas del sutra Mahavairocana.
Subhakarasimha habría sido iniciado en Nalanda mientras fue discípulo de Dharmagupta. Este maestro sería el que incitó a Subhakarasimha a viajar a China. Cosa que sucedió en el año 716 cuando Subhakarasimha llegó a la capital Chang´an, cuatro años antes de la llegada de Vajrabodhi y de Amoghavajra. Subhakarasimha se quedaría en la capital hasta el año 735 en que murió y allí habría transmitido sus conocimientos en el Sutra Mahavairocana a I-Hsing.
Hui-kuo habría recibido así las enseñanzas de ambos linajes (Amoghavraja y Subhakarasimha) transmitido el conocimiento de los sutras Vajrasekhara y Mahavariocana a Kukai durante su estancia en China. Kukai regresaría finalmente a Japón para crear allí la escuela Shingon.
En el siglo XII, la escuela Shingon se escindió en dos ramas: Shingi Shingon (La nueva interpretación el Shingon) fundada por Kakuban; y Kōgi Shingon (la vieja interpretación del Shingon).
La línea Shingi Shingon se volvió a dividir en el siglo XVI en dos: la rama Buzan ubicada en el templo Chūsaki-in en Nara, y la rama Chizan ubicada en el Chisaku-in en Kyoto.
La línea Kōgi Shingon se escindió en seis ramas con los nombres de los templos que las albergan: Kōya, Tōji, Zentsūji, Sennyūji, Yamashina y Daigo.
Por último, añadir que otra rama que surgió dentro del Shingon fue la escuela Tachikawa, enfocada en la parte sexual del tantra, siguiendo la línea de la mano izquierda del tantra.
Referencias Bibliográficas
Snodgrass, A. (1997). The Matrix and Diamond World Mandalas in Shingon Buddhism, 1ª Edición 1988, New Delhi: International Academy of Indian Culture.
About Pedro Jesús Jiménez Martín
Profesor Titular de Universidad. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). Universidad Politécnica de Madrid. Director del Proyecto de Investigación Cultura Física Oriental.