CAMPUS SUR LEE: «Retrato» Poesía. Antonio Machado.

Poesía en la  Biblioteca UPM

Antonio Machado en la Biblioteca UPM

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,

y un huerto claro donde madura el limonero;

mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;

mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido

—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,

mas recibí la flecha que me asignó Cupido,

y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,

pero mi verso brota de manantial sereno;

y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,

soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética

corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;

mas no amo los afeites de la actual cosmética,

ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos

y el coro de los grillos que cantan a la luna.

A distinguir me paro las voces de los ecos,

y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera

mi verso, como deja el capitán su espada:

famosa por la mano viril que la blandiera,

no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo

—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;

mi soliloquio es plática con ese buen amigo

que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.

A mi trabajo acudo, con mi dinero pago

el traje que me cubre y la mansión que habito,

el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje,

y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,

me encontraréis a bordo ligero de equipaje,

casi desnudo, como los hijos de la mar.

Machado, A. Poesía, Barcelona: Orbis, 1997.

El proceso. Franz Kafka

Disponible en Biblioteca UPM

Antes de morir, Franz Kafka dio instrucciones para que sus escritos, salvo contadas excepciones, fueran destruidos. Afortunadamente, su amigo Max Brod no siguió sus deseos y se encargó de editar su obra, lo que contribuyó al reconocimiento del escritor que no había tenido en vida.

El proceso se trata de una novela inconclusa publicada justo hace un siglo. Como gran parte de su obra, ésta supone un reflejo del atormentado carácter del autor y muestra una situación en la que todos nos podemos ver identificados.

Se ha acusado a Kafka de que no fue un buen novelista, sino que era mucho más experimentado en el relato, y esta obra puede ser una prueba de ello. Lejos de un profundo detalle de personajes secundarios, éstos se muestran como herramientas alrededor del protagonista con misiones concretas y bien definidas. Sin embargo, a pesar de las carencias que se le puedan achacar como novela, sus capítulos se pueden identificar como pequeños relatos autocontenidos con la fuerza a la que nos tienen acostumbrados, con un trasfondo reflexivo que no nos puede dejar indiferentes, válido en la época del autor y en nuestros días. La sensación de agobio, desconcierto e incomprensión de lo que pasa alrededor del protagonista en unos escenarios parcialmente oníricos provocan la misma sensación en un lector que no puede quedar indiferente.

La vida, y su visión de ésta por parte de Kafka, quedan plasmadas en esta novela, culminada con un desenlace perturbador que rompe con los estándares de cómo deseamos los lectores finalizar reconfortados por la victoria del bien o, al menos, con un atisbo de esperanza. Kafka no tuvo este consuelo y sus personajes no suelen tenerlo.

El proceso nos invita a reflexionar sobre tantas situaciones que nos podemos encontrar en nuestra vida que escapan de nuestra comprensión racional y que nos hacen dudar de lo que creemos correcto, razonable o justo. Como siempre, lejos de un entretenimiento gratuito, Kafka nos exhorta a pensar.

Felipe Jiménez Alonso

La sangre de los King, Jim Thompson

Jim Thompson

La sangre de los King

RBA

En los viejos tiempos, pensaba el viejo Ike King, cada hombre hacía lo que era capaz de hacer; y no había gran diferencia entre los hombres cuyos cuellos retorcía él y los que le retorcían el suyo. Fuera como fuese, nunca eran cuestiones personales sino simplemente enfrentamientos en los que uno robaba y el otro era robado, uno mataba y el otro moría. Había, ciertamente, tipos que se quejaban de aquella forma de actuar, pero otros que si les colgaban con una cuerda por estrenar eran capaces de llorar de alegría y emoción. Y, sin duda, uno siempre pensaba que lo mejor hubiera sido que las cosas no fuesen de aquella forma; pero eran como eran, y lo único que podía hacerse era resistir y mantener la esperanza.

De nuevo Jim Thompson viene a Nosolotécnica en esta ocasión con La sangre de los King publicada originalmente como King Blood en 1973.

Abandonamos territorios urbanos para adentrarnos en una suerte de western en la Oklahoma más salvaje, donde vive y gobierna con mano de hierro un poderoso ranchero Ike King. Su muerte está cerca y sus hijos Boz, Arlie y Critch lo saben. La lucha por la herencia se desencadena.

Criados en la brutalidad absoluta, en la creencia de que las normas se pueden cambiar a conveniencia, sin ningún tipo de empatía hacía el prójimo. La codicia los consume, recurren a la manipulación, el engaño y la violencia más cruda para asegurarse la herencia de su padre. Es un ambiente opresivo de desconfianza y peligro continuo. Los lazos familiares se vuelven frágiles ante la expectativa de una riqueza futura.

Todo es brutal, no hay concesiones al sentimentalismo. La maldad reina sin piedad. El final…previsible.

Tengo que haceros unas preguntas.

-¿Preguntas? -dijo Arlie tragando saliva ¿Sobre qué tiene que preguntarnos?

– Déjelo para otro momento – dijo Critch- Ahora pienso irme a desayunar y después a la cama. Señor alguacil, supongo que puede esperar, ¿no? Y si no, haga cualquier cosa, lo que mejor le parezca.

-¿Por ejemplo? Dijo Thompson

-¡Váyase a la mierda!

Critch se adelantó hacia la puerta pero de repente se detuvo y levantó las manos hasta los hombros con la mirada fija en el cañón negro azulado del cuarenta y cinco del alguacil.

-La frase que acabas de pronunciar se convirtió en el epitafio del último hombre que me la dio- dijo el alguacil- ¿quieres también que la ponga en tu tumba?

Critcxh negó con la cabeza y consiguió con esfuerzo dibujar una sonrisa:

-Prefiero aplazar lo del epitafio. Por tiempo indefinido como diría usted

Los hijos dormidos. Anthony Passeron

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de “Los hijos dormidos” del escritor francés Anthony Passeron.

La obra es una apasionante investigación científica desarrollada en torno al virus del sida desde los años 80; y a su vez, es una historia personal donde el autor nos expone la repercusión de la irrupción del virus en su propia familia, cuando su tío Désiré, al igual que toda una generación de jóvenes de Europa y de Estados Unidos, se ve afectado por los estragos de la extensión del consumo de heroína en esta década.

A lo largo de la novela, el autor ahonda también en la soledad que sufrieron los enfermos y sus familias, cuando aún se desconocía la naturaleza de esta enfermedad, imperaba la negación de la sociedad de estos pacientes, tratados como parias.

Tras la muerte de su tío, el escritor decidió indagar sobre el silencio familiar en torno a la muerte de su tío y sobre la propia epidemia dando como resultado un libro que está a caballo entre la crónica, las memorias y la novela que donde se entrelaza la historia de una familia de un pequeño pueblo del Mediodía francés y la lucha contra el patógeno en los hospitales franceses y americanos.

Un libro conmovedor que ha sido considerado en Francia como uno de los mejores debuts del año.

En la familia, siempre hacemos lo mismo respecto a Désiré. Mi padre y mi abuelo jamás hablaban de él. Mi madre invariablemente dejaba de dar explicaciones demasiado pronto, con la misma fórmula: «La verdad es que todo eso fue muy triste». Mi abuela, por su parte, lo eludía con unos eufemismos ridículos, con cuentos de cadáveres que habían subido al cielo para observar a los vivos desde allí. Todos nos apropiamos de la verdad, cada cual a su manera. Hoy ya no queda casi nada de aquella historia. Mi padre abandonó el pueblo, mis abuelos fallecieron. Hasta el decorado se está desmoronando.

Este libro es la última tentativa de que algo subsista. Entremezcla recuerdos, confesiones incompletas y reconstrucciones documentadas. Es fruto de su silencio. He querido contar aquello que nuestra familia, como tantas otras, experimentó en una soledad absoluta. Pero ¿cómo imponer mis palabras a su historia sin arrebatársela? ¿Cómo hablar en su lugar sin que mi perspectiva y mis obsesiones suplanten las suyas? Durante mucho tiempo, estas preguntas me impidieron ponerme manos a la obra. Hasta que cobré conciencia de que escribir era la única solución para que la historia de mi tío y la de mi familia no desapareciera con ellos, con el pueblo. Para demostrarles que la vida de Désiré se enmarcaba en el caos del mundo, un caos de hechos históricos, geográficos y sociales. Y ayudarlos a liberarse de la pena, a dejar atrás la soledad en que los había sumido la tristeza y la vergüenza.
@biblioetsidiupm

“Los hijos dormidos” del escritor francés Anthony Passeron en “Lecturas para compartir” #lecturasparacompartir #booktok #novelacontemporanea

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La Inquebrantable Belleza de Rosalind Bone. Alex McCarthy

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de “La inquebrantable belleza de Rosalind Bone” del escritora galesa Alex McCarthy.

La autora nos adentra en los oscuros hechos acontecidos en Cwmcysgod, un pueblecito escondido en los valles de Gales; donde aparentemente la vida transcurre con tranquilidad.

La extraña desaparición de una mujer joven en el pasado, Rosalind Bone, marcará la vida de sus personajes; cuya culpa les impedirá alcanzar una completa felicidad en un entorno paisajístico donde todo invita a la realización personal.

Si bien, cuando el valle comienza a arder a manos de los hermanos Clements, y el asfixiante humo del fuego obliga a una misteriosa anciana a abandonar su refugio; el mismo espíritu del bosque pareciera reflejar su propia frustración, desencadenando así los eventos indispensables para resolver el turbio pasado de esta comunidad y restablecer de nuevo un orden más armonioso en el corazón de sus habitantes.

Alex McCarthy ha sabido crear una inquietante fábula moderna sobre la resiliencia de las mujeres donde combina a la perfección lo atmosférico con un certero realismo social.

Alex McCarthy nació en Cardiff y creció en el sur de Gales. Alumna de la London Contemporary Dance School, trabajó como bailarina y coreógrafa durante varios años en teatro, cine y televisión. En 2017, tras un cambio de rumbo y varios años escribiendo, comenzó la que sería su primera novela, La inquebrantable belleza de Rosalind Bone

A las tres de la mañana, todos los pies estaban levantados, todas las cabezas estaban echadas, y los pensamientos correteaban por las mentes durmientes de Cwmcysgod, libres como niños sin vigilancia. Por encima del pueblo, sin embargo, en la linde del bosque, la anciana estaba despierta; el humo le quemaba en los pulmones. Con las prisas por escapar del incendio había tropezado con la raíz de un árbol y ahora yacía, herida y rota, dándose ánimos para coger aire una vez más.
Inspirar, retener, espirar.
Inspirar, retener, espirar.
Una cucaracha se le encaramó por la mejilla. Pensó en levantar una mano y sacudírsela, que cayera de nuevo a la hojarasca, pero el movimiento requería demasiado esfuerzo. Abrió y cerró los ojos y atisbó unos puntitos de luz centelleantes e inútiles abajo, en el pueblo.
Inspirar, retener, espirar.
Inspirar, retener, espirar.
@biblioetsidiupm

 “La inquebrantable belleza de Rosalind Bone” de Alex McCarthy es la novela que os recomendamos esta semana en “Lecturas para compartir” #lecturasparacompartir #novelacontemporanea #booktok

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