Tantas mentiras. Paco Inclán

En Tantas mentiras encontramos doce actas de viaje y una novela. Nada más y nada menos. El título nos puede hacer pensar que nos vamos a sumergir en un mar de hechos irreales. Pero Paco Inclán lo que nos está proponiendo es la lectura de unos textos de trazo periodístico, con datos que atestiguan la veracidad de las actas. No obstante, pronto nos daremos cuenta de que estamos en el vórtice de un juego, un juego que alcanzará su culmen en la novela que cierra el volumen. Mi primera novela, que aparece enmarcada literalmente en un Epílogo que lleva por título Proceso de (des)escritura de mi primera novela, es un recital ingenioso de cómo escribir una obra de ficción. Hasta llegar a este desconcertante final, vamos a recorrer un camino que parece ligado a la trayectoria profesional de un joven periodista trotamundos. Y en esta recreación vamos a poder asistir a escenas de humor sublimes, como ocurre en el relato El show de Marcos (decadencia de un rebel star), en el que el revolucionario subcomandante protagoniza una gira de estrella del rock. En esta misma línea, encontramos el cuento Me confunden con un animal (arte), en el que el narrador se mimetiza con el bosque que le rodea durante su estancia en una residencia de verano para artistas.

Además de ejercer como editor de la revista de arte y pensamiento Bostezo e impartir cursos de formación en escritura creativa, entre otras múltiples actividades, Paco Inclán (Valencia, 1975) ha publicado títulos como La solidaridad no era esto, La vida póstuma, Hacia una psicogeografía de lo rural, etc.

El show de Marcos

El Zócalo capitalino ha sido uno de los lugares escogidos por el polifacético artista -escritor, conferenciante, rapsoda, clown- para su última propuesta escénica, en la que mezcla pantomima y compromiso, tragedia y farsa, divertimento y emotividad. El evento está organizado por los clubes de entusiastas fans -conocidos como adherentes- que permanecen activos en la ciudad, en su mayoría formados por jóvenes que eran niños cuando Marcos se dio a conocer en Chiapas. Hacia tiempo que no se presentaba en el Distrito Federal. El paso por la gran urbe servirá para devolverle por unos segundos a las portadas de los mass media y otorgarse un baño de minoritarias multitudes, tan necesario ahora que su carrera artística parece abocada a un irremediable declive.

CAMPUS SUR LEE: Alan Turing, Nieves Concostrina

Alan Turing en la  Biblioteca UPM

Nieves Concostrina en la Biblioteca UPM

En 2023 se cumplieron diez años desde que la reina de Inglaterra, esa mujer de estricta moral victoriana que yace en su tumba con sombrerito y bolso a juego, indultara, perdonara a Alan Turing, aquel hombre de cerebro prodigioso, padre de la informática, precursor de la inteligencia artificial, el que rompió los códigos nazis, el que descifró las máquinas que utilizaban los alemanes para enviar órdenes codificadas a sus submarinos que operaban en el Atlántico·· ·Y a este hombre tan genial, que recibió la Orden del Imperio Británico en 1945 tras finalizar la Segunda Guerra Mundial … ¿por qué tuvo que perdonarle una señora que no alcanzaría ni en diez vidas que viviera la mitad de dignidad y sabiduría que atesoró Turing?.

Porque fue homosexual.

Por ser gay fue juzgado, condenado, encarcelado, castrado químicamente y tratado con hormonas para «curarle» la homosexualidad; le jodieron la salud, quedó impotente, cayó en depresión, Y un día de 1954 mordió una manzana con cianuro y se largó.

Acontece que no es poco. Nieves Concostrina.

Pioneros, Willa Cather

Pioneros

Willa Cather

Traducción: Gema Moral Bartolomé

Alba Editorial

W. Cather en la Biblioteca Universitaria UPM

Situada en una pequeña localidad de Nebraska a finales del siglo XIX, Pioneros relata una historia de inmigración y supervivencia cuya figura central es Alexandra, una valiente joven que, a la muerte de su padre, se hace cargo de la familia y que, con su tesón, su inteligencia y su trabajo, consigue sacar adelante sus tierras desafiando las convenciones sociales sobre el papel de la mujer. Los colonos de Willa Cather, entre los que ella misma vivió, son emigrantes procedentes de todos los rincones de Europa, familias que luchan contra la adversidad en una tierra salvaje y un clima extremado, en su mayoría artesanos que aprenden a cultivar la tierra a través de la amarga experiencia del fracaso. Aquí, como en otras novelas de la autora, son sobre todo las mujeres las protagonistas de la colonización, la fuerza vital e integradora que hace avanzar a toda la comunidad.

Un día de enero de hace treinta años, la pequeña ciudad de Hanover, anclada en una meseta de Nebraska, intentaba que no se la llevara el viento. Una neblina de ligeros copos de nieve se arremolinaba en torno al puñado de edificios bajos y sin gracia que se amontonaban sobre la pradera gris bajo un cielo gris. Las viviendas se distribuían caprichosamente por el duro terreno de la pradera; algunas tenían aspecto de haber sido colocadas allí durante la noche, y otras parecían alejarse por sí solas, dirigiéndose directamente a las llanuras abiertas. Ninguna  daba  la sensación  de permanencia  y  el viento ululaba y soplaba tanto por debajo como por encima de ellas.

Otra novelita rusa. Gonzalo Maier

Gonzalo Maier narra en Otra novelita rusa una historia casi conmovedora, delirante: la odisea de Emanuel Moraga, un arquitecto viudo y jubilado, que se considera un maestro del tablero de ajedrez. Sus victorias así lo avalan. Y, tras liquidar toda su vida, con el objetivo de revalidar ese sentimiento, decide irse a Rusia, al conocido Paseo Tverskoy, para competir al más alto nivel.

Hasta aquí parece un relato convencional. Pero pronto salimos de ese error. Porque la participación del lector resulta imprescindible para que la narración alcance un desenlace. Maier se toma la libertad de no finalizarla, la deja flotando para que, según nuestras convicciones, abracemos su propuesta o no.

Gonzalo Maier (Chile, 1989) desempeña su labor profesional como profesor de Literatura en la Universidad Andrés Bello de Santiago de Chile. Es PhD en Artes por la Universidad holandesa de Radbound, donde se doctoró con una tesis sobre la ironía. La crítica ha definido su obra como atípica, particular dentro del panorama literario chileno. Y han destacado la naturaleza híbrida entre novela y ensayo de sus trabajos anteriores (Leyendo a Vila-Matas y Material Rodante, por mencionar algunos ejemplos), y su enorme flexibilidad narrativa.

Recién comenzaban los años noventa: el rublo no valía nada, los puestos de trabajo desaparecían como a veces desaparecen las polillas –porque sí, de un momento a otro, sin que nadie se dé cuenta– y, a falta de una mejor idea, buena parte de Moscú tomaba sus maletas y escapaba: nueva York, Berlín, Marbella, daba exactamente igual mientras quedara lejos. el resto caminaba con la mirada perdida en las puntas de sus zapatos y lo pensaba dos o tres veces antes de prender un cigarro (….)

A miles de kilómetros –catorce mil ciento veintidós, para ser exacto–, en una Punta arenas sepultada por casi un metro y medio de nieve –«el feroz invierno blanco», decían los titulares del diario, que esa semana mostró una y otra vez las fotos de un gaucho recogiendo ovejas tiesas–, Emanuel Moraga miraba un documental sobre la vida cotidiana en rusia.

Campus Sur lee: Marco Polo

Marco Polo en la  Biblioteca UPM

Jacques Heers en la Biblioteca UPM

VENECIA Y ORIENTE

Al iniciar los dos grandes viajes, los Polo no partieron de Venecia, sino de un establecimiento de Oriente. Niccolò y Matteo pertenecían a esa sociedad colonial de los latinos que estaba perfectamente implantada en las costas del Mediterráneo oriental, así como en los puertos del mar Negro o en las alhóndigas de caravaneros existentes en las ciudades musulmanas del Próximo Oriente y Persia. La génesis de su aventura se inscribe en un contexto típicamente oriental y está estrechamente relacionada con los cambios políticos, los avatares de todo tipo y los conflictos y catástrofes que afectaban al mundo griego del Egeo y de Asia. Examinadas desde este punto de vista, y limitándonos al aspecto económico de la empresa, las andanzas y actuaciones de los dos y luego de los tres venecianos, no parecen ninguna aventura en extremo arriesgada, ni la búsqueda de beneficios con mucho riesgo o como una simple exploración, sino como una operación perfectamente lógica de hombres preocupados por preservar o servir a ciertos intereses, y de ir en busca de nuevos horizontes. En algún aspecto, se observa un golpe de rabia, un salto hacia lo desconocido que se manifiesta por una reflexión sobre la coyuntura política y económica de aquellas tierras y que da una idea muy clara y madura de la situación y de las posibilidades del Oriente veneciano.

Desde su más remoto origen, la historia de la ciudad de la laguna lleva la impronta de Oriente, tanto por su civilización como por su sumisión y posterior alianza con Constantinopla. 

Jacques Heers (1924-2013): Marco Polo.
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