El legado de las diosas. Kateřina Tučková

[Madrid] : Periférica & Errata Naturae, 2021
Traducción: Kepa Uharte
Título original: Žítkovské bohyně (2012)

En la localidad morava de Žítková, situada en la región de Zlín, en medio de los Cárpatos Blancos, sobrevive una pequeña comunidad de mujeres que generación tras generación ha legado a sus hijas y nietas un don con orígenes inciertos, pero que viene de muy lejos en el tiempo. Estas mujeres, en perfecta comunión con la naturaleza, conocen los secretos de las raíces, los beneficios de las hierbas, las fortalezas de los árboles, el poder sanador del agua de manantial. Confían en la palabra y en la fe que sus clientes depositan en su sabiduría. Leen el futuro, desentrañan hechos ocultos del pasado, expulsan las tormentas. Se encomiendan a Dios antes de ejercer sus habilidades, de ahí que se las llame “diosas”. Las diosas de Žítková. Pero no todas ellas han estado del lado benéfico de la magia, las hay que eligieron un camino más oscuro.

Descendiente de diosas, hija de Irena, sobrina de Surmena, Dora Idesová es la última de la estirpe. No ha heredado el don. O al menos no lo siente en su interior. Ni su madre, ni su tía alcanzaron a enseñarle el oficio antes de padecer violentos finales. Pero Dora sí siente una urgencia en su interior, la necesidad de esclarecer la verdad sobre las diosas y limpiar su imagen, qué fue de ellas, por qué fueron vigiladas y perseguidas tanto por el régimen soviético como por los nazis.

Cuál fue su verdadera historia y qué de todo eso habita en ella misma. Consultando archivos que durante años han estado restringidos, pero que en los años 90 ya pueden ser accedidos sin cortapisas, Dora indaga en la historia de las diosas y en los motivos que las condujeron a su final. Sorprendida y golpeada por las venganzas, injusticias, mezquindades y odios injustificados que va encontrando en esos informes polvorientos, Dora reconstruye la historia, lo bueno y lo malo de las diosas, a costa de su propia estabilidad emocional.

En la cubierta de la edición, una fotografía de la rusa Natalia Drepina, fotógrafa de inquietantes y melancólicas atmósferas femeninas.

Kateřina Tučková, nacida en Brno en 1980, es escritora y publicista. Ha obtenido el premio Magnesia Litera dos veces, una por La expulsión de Gerta Schnirch, en 2010, y otra por El legado de las diosas, en 2012. Su obra, a medias entre la literatura y la investigación histórica indaga en el pasado de su ciudad, Brno, y en la influencia de los regímenes totalitarios.

La conquista del aire / Belén Gopegui

Belén Gopegui: La conquista del aire.

 Anagrama, 1998

Reedición: Debolsillo, 2013

 Sus padres habían pasado por épocas duras, sin embargo él siempre había tenido cosas. A cambio de algo. Porque vivían en una casa pequeña y a través de los tabiques no le había quedado más remedio que oír cómo la enciclopedia del hijo significaba letras, la intranquilidad de su madre, el no abrigo nuevo de su padre. Carlos había entendido el mecanismo. Y se había sentido fascinado cuando, a los trece años, conoció la biblioteca popular del barrio. Allí sí era posible tener un libro a cambio de nada. Tenerlo en casa prestado, usarlo y devolverlo a cambio de nada, a cambio de ningún no deseo de sus padres. Eso quería Carlos, una biblioteca pública, tener algo que no fuera suyo y no le faltara a otro. (Primera parte, I, p. 41)   

  Quede claro que este no es un libro sobre aviación ni aerostación. Madrid, mediados de los años 90 del siglo XX. Una ciudad en la que aún se consultaban catálogos industriales en soporte papel, en vísperas de la generalización de internet y de su oleada globalizadora, antes de convertirse en una ciudad latinoamericana y crecientemente polarizada en lo social. Entra en juego –crítico- una generación de universitarios en la treintena. No son exactamente aquellos Hijos de la mierda evocados por Ricardo Cid Cañaveral (El bordillo seguido de Textos inéditos), pero no andan muy lejos. Demasiado jóvenes para haber vivido en primera línea los violentos estertores de la dictadura, iniciados en la efervescencia cultural de la Transición, y en el fondo dispuestos a no perder ripio en la sociedad neocapitalista y liberal –en múltiples sentidos del término- fraguada desde los años 80. Personajes que se aferran con uñas y dientes a sus logros y capacidades profesionales en un entorno cada vez más competitivo y duro, sin alternativas sociopolíticas sustanciales a la vista.  

Pues esta es una historia de economía política del deseo y las relaciones personales, en el cruce entre capital, emociones, sentimientos y vínculos, un relato de suspicacias y equilibrios merodeando en los límites de la autoconfesión  y el acomodo, muy especialmente en el ámbito de la pareja. De hecho, acuden a nuestra memoria ensayos de reflexión crítica sobre el particular, de aquellos años: Contra la pareja (1994), de Agustín García Calvo; o La pareja, una misión imposible (1995), de Josep Vicent Marqués. En fin, veremos en qué estado quedan los protagonistas magistralmente cincelados de esta novela coral. Una obra que bucea en las conciencias más allá de la mera crónica, literatura robusta que sin caer en un moralismo grosero ayuda a conocerse y a mejorar. Si desde un punto de vista poético se asiste al epitafio por agotamiento de la inercia progresista de un tiempo característico, desde una óptica social cabe preguntarse si La conquista del aire no viene a resultar una foto fija de la prehistoria embrionaria del actual aspiracionalismo, esa suerte de desclasamiento postmoderno tan aparentemente cool como feroz en potencia. 

La conquista del aire fue adaptada al cine con el título de Las razones de mis amigos (2000). Película muy apreciable dirigida por Gerardo Herrero, y protagonizada por Marta Belaustegui, Joel Joan y Sergi Calleja. 

Belén Gopegui en: Biblioteca UPM

James Rhodes, concierto en Madrid

En plena polémica por sus comentarios en un programa de televisión sobre el reguetón (A mi yo adolescente, La 2), James Rhodes actuó en el Auditorio Nacional de Música de Madrid el pasado 9 de diciembre de 2021.

Rhodes es muy conocido en España por su libro Instrumental (Blackie Books, 2015) donde relata los terribles abusos a los que fue sometido de niño y cómo la música le ha ayudado durante estos años a sobrellevar tan terrible trauma. Ha estado muy comprometido en impulsar la “Ley de la infancia” que finalmente se aprobó en junio de 2021. Aparte de ser un gran pianista, ha sido colaborador del espacio Late motiv de Buenafuente, ha participado en la Cadena Ser en el programa de Javier del Pino, escribe una columna mensual para El País Semanal y es un gran divulgador musical.

Se muestra siempre entusiasta, apasionado, con sentido del humor, con una personalidad un tanto naïf que te encanta u odias, con él es difícil el término medio.

El concierto comenzó con un delicado preludio de Bach, dulce y envolvente que te preparaba muy sutilmente para seguir escuchando a Beethoven, “el puto amo” según sus propias palabras, porque Rhodes contextualiza cada pieza que toca, explica por qué la ha elegido, qué significado tiene para él y cuenta alguna anécdota divertida que resta un poco de solemnidad al acto, pero hace que te sientas más cerca de la música y de su disfrute.

Siguió con Brahms y luego Beethoven de nuevo, con la dificilísima e impresionante sonata Waldstein, …maravilloso.

Creo que a Rhodes muchas veces se le juzga por su implicación política, por su aspecto poco normativo o por sus expresiones coloquiales recién aprendidas en castellano y no por su calidad como pianista, pero después de escucharle tocar así, ¿quién puede decir que no es un gran pianista? Vale, puede que no sea Sokolov, pero ciertamente te hace disfrutar de su piano.

Un par de bises después y con el público en pie aplaudiendo, Rhodes dejó el escenario, y a mí con una sensación de querer más porque 90 minutos de concierto fueron muy pocos.

Yo recomiendo ir a escucharle sin prejuicios, y contagiarte de ese entusiasmo por la música y por el país en el que ha decidido quedarse a vivir, el nuestro. Por cierto, ha publicado recientemente un libro muy simpático y de fácil lectura, Made in Spain (Plan B, 2021) en el que cuenta todas las cosas que le parecen geniales de España, de nuestro idioma, de nuestra gastronomía, todo con mucho sentido del humor y que nos hace ver las cosas que nosotros, por ser cotidianas, no le damos el valor extraordinario que tienen.

NHG

Confesiones y Memorias, Heinrich Heine

Confesiones y memorias, Heinrich Heine, Editorial Alba

Al formato de confesiones y memorias se han acogido muchos escritores y filósofos. Personalmente me resulta más atractivo que una autobiografía porque suelen ser textos más cercanos, menos exhaustivos, sin ánimo de imparcialidad. Están en muchos casos escritos para sus coetáneos, y por eso repasan y detallan las relaciones del autor con personas e ideologías emblemáticas de la época, con sus afecciones y desavenencias

El libro que nos ocupa recoge dos textos. En las Confesiones, Heine nos refiere su visión de los alemanes como contrapunto del expresado por madame de Staël, de la que desgrana de manera hilarante la causa y curso de su animadversión por Napoleón, y su posterior acercamiento al mundo germánico como reacción. En este texto Heine refiere la evolución de su pensamiento desde una visión socialista y atea, hacia un enfoque más espiritual; vivió de primera mano las revoluciones de 1830 y 1848.

En estas sus confesiones, Heine llega en cierto modo a abjurar del contenido de su libro De L’allemagne (homónimo del de madame de Staël); viendo que no podía evitar su re-edición decide escribir un prólogo indicando los cambios acaecidos en sus puntos de vista.

En este primer texto también se declara discípulo y a un tiempo detractor de Hegel, al que acusa de oscurecer deliberadamente su pensamiento: “En lo que concierne a la filosofía alemana, yo había divulgado sin rodeos el secreto de escuela, que, envuelto en formas escolásticas, tan sólo conocían los iniciados de primera clase”.

Las memorias son en cambio un recorrido desde su infancia, pasando por diversas instituciones educativas, entre las que destaca el colegio de jesuitas. Su periplo vital fue amplio y se desplazó a diversas universidades para complacer a su madre, a sabiendas de que era un subterfugio para poder desarrollar su vocación literaria. Resulta también entrañable el relato de su matrimonio, relato no exento de amable cinismo.

En ambos textos se deja constancia de su mala salud; en la actualidad hubiera sido con seguridad diagnosticado con esclerosis múltiple.

Heine se declara el último romántico alemán, con su poesía como fiel testimonio.

“ Dios me perdonará: es su oficio “

Heinrich Heine en la Biblioteca UPM

Donde cantan las ballenas. Sara Jaramillo Klinkert

Cubierta Donde cantan las ballenas, Sara Jaramillo KlinkertBarcelona : Lumen, 2021

Llego al final de esta novela de la colombiana Sara Jaramillo Klinkert con los ojos empañados de árboles, de musgo, de jaleo de pájaros, de zumbido de abejas, de flores de coral, de piedras negras con ojos, de olor a mango en el salón, de ballenas surcando el jardín. De una selva que ha traspasado el umbral de una casa buena para esconderse, cerca de las montañas, a donde no llega más camino que el que los pasos se empeñan en abrirle a la espesura. La casa donde vive la niña Candelaria, con su madre y su hermano, sin el padre que los ha abandonado. Un hombre que ha dejado tras de sí, en la imaginación de su hija, todo un mundo de cuentos que sirven para oír la música de las cosas, para sobrevivir entre algodones, pero no sirve de nada para entender ni afrontar la realidad. La cruda y persistente realidad que Candelaria va a empezar a ver poco a poco, un velo cayendo detrás de otro, a la fuerza, después de haber sido expulsada del mundo mágico que el padre le tejió, gracias también a la llegada de nuevos huéspedes dueños de peculiaridades y rarezas que van a servirle a Candelaria de ventanas al mundo. Con ellos aprende a mirar, a ver. Comprende algunas verdades. Por ejemplo, que los adultos no tienen la manera correcta de hacer las cosas e improvisan en medio de incertidumbres. Que dentro de una familia hay violencia. Que toda decisión implica una renuncia. Que lo que cambia no son las cosas sino nuestra forma de mirarlas.

Donde cantan las ballenas describe el camino de aprendizaje de niña a mujer de Candelaria y nos muestra con qué zozobra salimos a percibir el mundo, cómo de importante es nuestra responsabilidad en ese proceso y qué cosas dejamos atrás. Una bella, frondosa e imaginativa novela de una autora que fue finalista del Premio Nacional de Novela de Colombia por su obra autobiográfica Cómo maté a mi padre y que es dueña de una tienda de especias (Ábrete Sésamo) en Medellín repleta, como estas páginas, de olores y colores y sabores y formas.

El vistoso collage que ilustra la cubierta de esta edicion de Lumen es obra del poeta visual Raúl Lázaro, un artista cuya obra vale la pena conocer.

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