Como yo los veía. Mary Catherine Bateson

Como yo los veía: Margaret Mead y Gregory Bateson recordados por su hija

Mary Catherine Bateson

Ed. Gedisa

Como yo los veía es un libro autobiográfico. Siendo los padres de la autora dos antropólogos renombrados y muy activos, el libro resulta un atribulado confín de idas y venidas e interacciones sociales con científicos de la época.

Margaret Mead y Gregory Bateson trabajando en campo

Comienza con los primeros trabajos de campo de ambos en los pueblos remotos de Nueva Guinea, sociedades que en los años 20 del siglo XX apenas habían tenido interacción con las sociedades occidentales. En aquel momento la antropología era más un arte que una ciencia, y ambos sentaron las bases de la antropología experimental desde una formación previa complementaria: psicología en el caso de Margaret Mead y Biología por parte de Gregory Bateson.

Cuando comienza la segunda guerra mundial, una parte del trabajo de George Bateson (a instancias de la CIA) se enfocó al desarrollo de mensajes capaces de desalentar a los militares japoneses analizando el efecto del contexto en la decodificación de la información.

Margaret Mead aportó su visión en el análisis de las cuestiones de género al campo de la antropología. Impresiona el impacto que alcanzó en los medios de comunicación de masas. Ambos se convirtieron en leyendas en vida.

La hija de ambos, Mary Catherine Bateson, desde una trayectoria nada convencional, no se centra en legitimar las teorías de sus padres, sino que aporta un poco de luz al transcurso vital divergente de sus progenitores. Ella a su vez se acerca a la antropología desde una formación en la ciencia lingüística, y revela unos procesos de inmersión intercultural nada desdeñables.

Tanto Gregory como Margaret combinaron sus esfuerzos para comprender los procesos biológicos y sociales con aquellos dirigidos a conocerse a sí mismos… Interesados en conocer la naturaleza del aprendizaje, aportaban un gran cuidado y elegancia al acto de enseñar

Margaret Mead en la Biblioteca UPM

Gregory Bateson en la Biblioteca UPM

La variable humana

La variable humana

Rodrigo Martín Noriega

Editorial Gadir

La variable humana es un escueto libreto de suspense con un trasfondo matemático absurdo. Esto no impide que el suspense exista, ni que el deseo de lectura se mantenga intacto hasta el final.

carátula del libro

El contexto: un departamento de matemáticas en alguna universidad de prestigio. El trasfondo: si la lógica es incontestable, el proceso y el resultado se determinan entre sí.

Este escueto relato recibió el premio de novela corta de la Fundación Monteleón en 2012, y ha sido editado por Gadir, una editorial que cuida primorosamente sus libros.

Lo he leído varias veces en estos años, y lo que siempre me captura es el ritmo y el tempo.

El osado autor, Rodrigo Martín Noriega, versado en humanidades, no tiene formación matemática. Es en cambio especialista en teoría y estética de la cinematografía y probablemente a ello debamos su sugerente capacidad, creadora de una ambientación dramática; posteriormente ha recibido en 2017 el premio de narrativa Miguel Delibes.

Como a él le gusta indicar: “los relatos permiten explorar las fisuras de la realidad”.

Biografía del silencio & Luis Vives

Biografía del Silencio, Pablo D’Ors, Ed. Siruela

Luis Vives. José Luis Villacañas. Ed. Taurus

Camino de una merecida e indolente meditación estival se agradece, en general, un buen avituallamiento; una merienda sabrosa y ligera; un fresco refrigerio. Algo de eso hay en estos dos libros (concreto el primero, abstracto el segundo), rabiosamente actuales en su enfoque y con personajes de solera.

La biografía de Luis Vives (1493-1540) que nos ofrece José Luis Villacañas es extensa (más de 500 páginas, pincha aquí) pero nada pesada. El libro perfila, no sólo al filósofo, no sólo al ambicioso joven expatriado en busca de un modus vivendi en cortes europeas, no sólo al erudito preceptor con vocación de jurista, pero también al rebelde que desde la ausencia de una titulación académica está siempre preparado para combatir con su pluma las contra-ladinas denuncias en turbios momentos de guerras de religión; represión que sufrió en carne propia (su madre fue acusada y condenada por la inquisición), y supuso su exilio en París a los 17 años de edad.

Carátula del libro: Luis Vives

Por tratarse de una época rica en conflictos, y dada la trayectoria personal del autor (catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid), el libro va más allá de la dimensión personal, y analiza el sistema universitario en la Europa medieval. La gran repercusión y el jolgorio de la Sorbona (París, Francia), frente a la inmensa repercusión intelectual de las universidades de Flandes (Bélgica), concretamente de la Leuven Universiteit (creada en 1425).

Para aquellos que tengan la oportunidad de recalar en Leuven, recomiendo visitar sus beaterios (Begijnhof), pequeños pueblos dentro de la ciudad, donde las mujeres solas, madres viudas se protegían de una agresión ubicua por parte de hombres embrutecidos en las guerras y arengas religiosas. Uno puede sentir en la piel el miedo a las brutales razias de la época; también puede uno viajar en el tiempo y vivirlo, en directo, través de los ojos de los grandes retablos flamencos que hay en el Museo del Prado. Es una época atribulada, emocionante y vergonzosa.

groot begijnhof (Grán Beaterio en Leuven, Bélgica)

La Biografía del Silencio (pincha aquí) de Pablo D’Ors, comparada con la biografía de Luis Vives, es un bálsamo. Yo recomiendo transitar a ratos entre ambos dos, a modo de contrapeso anímico y acicate intelectual. Pablo D’Ors, que es sacerdote en una iglesia católica que quiere y necesita renovación es, además, por expreso deseo del Papa Francisco consejero cultural del Vaticano. En su libro, Pablo D’Ors nos abre a los secretos de la meditación: “tanto más se piensa, tanto más se debe meditar”, para alejarnos del drama del que solemos estar enamorados. Curiosamente, algunos de sus aforismos y pensamientos, parecen perfectamente alineados con aquellos de Luis Vives; aspecto supongo que controvertido, puesto que fue la iglesia católica la que estuvo continuamente al acecho de Luis Vives, en razón de su querencia con otros humanistas, entre ellos (como no) Erasmo de Rotterdam.

Yo puedo imaginar, placenteramente, una bien documentada serie de Netflix sobre esta época, y sobre estos personajes, hermanados con aquellos de el Hereje de Miguel Delibes (pincha aquí).

“Tú eres lo que queda cuando desaparecen tus pensamientos”

Biografía del Silencio, Pablo D’Ors

Pablo d’ Ors en la Biblioteca UPM

José Luis Villacañas en la Biblioteca UPM

La colina de Watership frente a la sociedad paliativa

La Colina de Watership, Watership Down, Richard Adams (publicado originalmente en 1959)

La sociedad Paliativa -Palliativgesellschaft-, Byung-Chul Han (primera edición en alemán en 2020, 2021 en castellano)

Hacer una reseña en tiempos de exámenes (a pocos días de que florezcan los tilos) me impone cierta cautela. Por un lado, me apetece hablar de un libro/libelo recién publicado: la sociedad paliativa (Byung-Chul Han); pero ocupar espacio mental en momentos de concentración estudiantil pre-estival no me parece muy considerado. Así que pensé, quizás si se adereza con una novela que resulte complementaria (en positivo) podría disculparse tal intromisión; un ejemplo sería La Colina de Watership de Richard Adams.

De manera que voy a empezar por lo segundo, y el que quiera que se apee en la lectura de esta reseña, a demanda.

Foto de Richard Adams y carátula del libro en inglés: Watership Down

La Colina de Watership (Watership Down) es una novela que leí hace eones (digamos 1980), cuyo libro despisté por ser boba y decente (se lo devolví a su legítima dueña – mi tía cocoliso-) y sin embargo luego re-encontré (quizás por justicia poética) en una librería de Emaús.

La Colina de Watership está escrito por Richard Adams en 1959, un autor muy poco conocido en España, que conoció el conflicto bélico en primera persona durante la Segunda Guerra Mundial, como soldado enviado a Oriente Próximo (alejado del frente). La novela trata de una comunidad de conejos, y de sus peripecias para establecer una sociedad dotada de atributos propios de las comunidades humanas: cultura, lenguaje, mitos… La fecha de publicación original (1959) nos retrotrae a un momento histórico de posguerra que requería de un cierto utópico optimismo, en cierto sentido antagónico a la distópica Rebelión en la granja de Orwell (1945), editado recientemente en formato comic (pincha aquí).

Carátula del libro

De la Sociedad Paliativa, solo diré que es un texto muy actual (COVID mediante) y escueto (90 páginas en formato octavilla); El autor, Byung-Chul Han de origen coreano, es docente en reconocidos centros universitarios germanos (Basilea, Berlín y Karlsruhe). De él ya hicimos una reseña hace tiempo (pincha aquí). Este profesor tiene por costumbre, escribir y publicar (de año en año) sus reflexiones filosóficas de clara vocación docente. En este texto, el profesor Byung-Chul contrapone la disciplina heroica (propia de la sociedad pre-industrial) al sentimentalismo del sujeto burgués caracterizado por la novedosa fórmula de dominación: el imperativo de ser feliz.

“el virus es el espejo de nuestra sociedad…”


La Colina de Watership, de Richard Adams en la Biblioteca UPM
Byung-Chul Han en la Biblioteca UPM

Una mirada en palabras

Alberto Corazón

Una mirada en palabras

Seix Barral Los Tres Mundos Ensayo

Alberto Corazón fue escultor y diseñador gráfico, y fundador de la editorial Ciencia Nueva.

Casi todos los mortales le reconocemos más por sus logotipos que por su nombre; Biblioteca Nacional, Casa de América, Ministerio de Sanidad y Consumo, Junta de Andalucía, Universidad Autónoma de Madrid, Compañía Nacional de Teatro Clásico, y Once entre otros. Una mirada en palabras, lo escribió en 2008 (con 66 años),

Para aquellas personas que amen y disfruten del arte, este libro les resultará liberador de ideas y estímulos subjetivos. Al fin y al cabo, pocas veces se puede participar de la reflexión íntima y personal en el proceso creador de un artista de corazón, tímido de vocación.

Hago esculturas, dibujo y pinto porque siento la necesidad de participar en este empeño: crecer como humano.

cuaderno de  Antonin Artaud
Cuaderno de Antonin Artaud 1896-1948 (mucho más inquietante que los de Alberto Corazón)

El libro está cuajado de bocetos a carboncillo, y uno se siente inclinado a comentarlos en los espacios en blanco que hay a su alrededor. A mí (en mi desconocimiento) me recuerda a veces a Alberti, a ratos a Matisse, incluso a Artaud; con más serenidad, sin caer en la desesperación

Dicen en su obituario que la pandemia agotó su energía vital a los 79 años (nació en 1942) y ha fallecido recientemente el 10 de febrero de 2021.

Alberto Corazon en la Biblioteca UPM

Cuadro de Matisse en el MOMA

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