Estrafalario de Rafael Azcona

  Estrafalario

  Rafael Azcona

  Alfaguara

A Don Fabián Bígaro Perlé le dolía horrores reconocer que los miembros de su familia se estaba portando como cocheros…Pero ¿qué otra cosa podía pensar, si aquellos desgraciados no tenían perdón de Dios? Mariano, su propio hijo, ya septuagenario, se acercaba a la cama oliendo a alfalfa seca, pues era almacenista de piensos y forrajes,  lo miraba de hito en hito durante un par de minutos, y en sus ojos se podían leer perfectamente cosas como: “Desahuciado por  la ciencia y a bien con Dios, ¿a qué viene esta resistencia a morir, papá?” Una delicada alusión si se comparaba con la desconsideración de Pablo, el marido de su nieta Luisa, un brigada de la Remonta todo tripa y mantecas, que habituado al trato con los semovientes le gruñía a su mujer: ¡Terco como una mula hasta para morir! Tortas y pan pintado a lado de la irreverencia de Fabianito, el primogénito de la pareja, quien al volver del colegio voceaba desde el vestíbulo, tomando a chacota la afición del bisabuelo a la Fiesta Nacional: ¿qué, dobla o no dobla?

Estrafalario con prólogo de Josefina Aldecoa recoge tres obras de Rafael Azcona;  Los muertos no se tocan, nene, ; El pisito; El cochecito.

Humor ácido, amargo para retratar una sociedad de que empieza a salir del subdesarrollo pero en la que todavía hay miseria, hipocresía,  desencanto y mediocridad. Situaciones disparatadas, personajes extravagantes, estrafalarios pero también reales, verdaderos. Un retrato de la España del NODO.

Una familia que intenta sacar provecho de la muerte del bisabuelo aún estando de cuerpo presente. Una pareja de novios en el que él está dispuesto a casarse con su anciana patrona para quedarse con piso donde viven. Un anciano que venderá su herencia para poder adquirir el cochecito que tanto anhela.

¿Y qué voy a hacer solo? Porque, claro, después de tantos años…

El callista le metió un trozo de queso en la boca:

-Te lo digo yo, lo que vamos a hacer -Dimas alzó la frasca, bebió un largo trago, se secó la boca con la manga de la blusa y concluyó, terminante- Tú te casas con la vieja, nos quedamos con el piso y con el dinero, y Petrita que se meta a monja.

A Rodolfo no se le había escapado el plural,  y lo miró receloso, pero Dimas no se inmutó.

Gómez, ni tú puedes perder el piso ni yo mi consultorio. Porque la vieja se muere, el casero nos echa, y tú te quedas en la calle y yo sin mi clientela.

En 1959  se estrenó la versión cinematográfica de El pisito dirigida por Marco Ferreri con Jose Luís López Vázquez en el papel de Rodolfo y Mary Carrillo como Petrita.

Un año después, en 1960, Marco Ferreri también dirigió El cochecito con Pepe Isbert en el papel protagonista.

Más recientemente, 2011, Jose Luis García Sánchez llevó al cine Los muertos no se tocan, nene.

Rafael Azcona nació en Logroño en 1926. Inició su carrera como colaborador en La Codorniz y fue en el cine donde debutó como guionista con la película El pisito, donde alcanzó el máximo prestigio. Autor de algunos de los mejores guiones del cine español como Plácido, El verdugo, La escopeta nacional, El bosque animado….

Rafael Azcona en la Biblioteca Universitaria UPM

Yo, Claudio de Robert Graves

 Yo, Claudio

 Robert Graves.

 Alianza Editorial

De pronto oímos un gran chillido sobre nuestras cabezas. Levantamos la vista y vimos  una cantidad de  águilas en vuelo. Algunas plumas bajaban flotando. Tratamos de atraparlas. Germánico y Castor agarraron una cada uno antes de que cayesen y se les enredasen en el cabello. Cástor consiguió una pequeña pluma de un ala, pero Germánico una espléndida, de la cola. Ambas estaban tintas en sangre. Gotas de sangre cayeron sobre el rostro de Póstumo, y en los vestidos de Livila y Agripina. Y luego algo oscuro cayó del aire. No sé por qué lo hice, pero extendí un pliegue de mi túnica y lo atrapé. Era un minúsculo cachorro  de lobo, herido y aterrorizado.

Tiberio Claudio Druso Neo Germánico es quien recoge al cachorrillo. ¿Es un presagio?, ¿Cuál es su  significado? El augur lo interpreta, lo sabe. Su respuesta es inesperada, sorprendente ¿Protector de Roma? Cómo es posible que pueda llegar a esa posición quien pasa por ser estúpido e inofensivo para todo el mundo.

Livila…Interrumpió, riendo ruidosamente:

¡Pobre Roma, con él como protector! ¡Ojalá yo esté muerta antes de que eso suceda!

El augur se volvió hacia ella y la señaló con el dedo.

Chiquilla insolente –dijo-, ¡no cabe duda de que Dios te concederá tu deseo en una forma que no te agradará!

En un mundo lleno de intrigas, mentiras, de lucha por el poder,  la supervivencia es un continuo desafío para todos los miembros de la familia Claudia. Pasar completamente desapercibido es el objetivo de nuestro protagonista. Alejarse de los entresijos de la política, de la violencia que gira alrededor de la familia imperial y centrarse en su vocación de escritor e historiador. Yo, Claudio es su historia.

¿Quieres vivir una larga vida de trabajo, con honores al final de la misma?

Si

Entonces exagera tu cojera, tartamudea deliberadamente, finge frecuentes enfermedades, deja que tu juicio parezca errático, bambolea la cabeza y retuércete las manos en todas la ocasiones públicas y semipúblicas. Si pudieras entender tanto como yo entiendo, sabrías que es esa  tu única esperanza de seguridad y de gloria eventual.

En  1937 se inició el rodaje de la adaptación cinematográfica de la novela de Graves, con Charles Laughton en el papel principal de Claudio, junto con Merle Oberon, Flora Robson, Emlyn Williams y Robert Newton y bajo la dirección de Josef von Sternberg. Un accidente de tráfico de Merle Oberon  hizo que el proyecto se cancelase definitivamente aunque ya arrastraba problemas desde el principio del mismo. En 1966 con la presentación de Dirk Bogarde y la participación de los protagonistas todavía vivos en esa época, se produjo un documental sobre aquel rodaje, The Epic That Never Was, en el que aparece material rodado de la misma.

En 1976 la BBC produjo una versión para la televisión que tuvo un impresionante éxito con un elenco encabezado por Derek Jacobi en el papel de Claudio.

¿Qué es eso? ¿La libertad popular?¿Tú crees en eso? Me parecía que la frase había muerto entre los miembros de la joven generación.

Mi padre y mi abuelo creyeron en ella…

Si –interrumpió Polio con brusquedad-, y por eso murieron.

Robert Graves  nació en la ciudad  de Wimbledon , Inglaterra en  1895. Murió en Deià, Mallorca en  1985. Definido a si mismo como poeta, es autor de varias novelas como Yo, Claudio, El conde Belisario, La hija de Homero…todas ellas traducidas al español.

Robert Graves en la Biblioteca Universitaria UPM

Dias sin huella de Billy Wilder

  -Vamos, tómate uno conmigo.

   Un pequeño vaso de ilusiones ¿eh?

  -No gracias.

  -¿Beber no te parece bien?

  -No en la forma que bebe usted.

  -Encoge mi hígado, ¿verdad?

   Encurte mis riñones, sí.

   Pero, ¿qué le hace a mi mente?

  Lanza los sacos de arena por la borda para que el globo pueda elevarse.

                                                  De repente estoy por encima de todo.

                                                 ¡Me siento segurísimo de mí mismo!

Es el drama de Don Birman. Ha hecho del alcohol su compañero, su amigo inseparable. Su necesidad. Ni su novia ni su hermano significan nada. No le importan, los usa, los manipula, los engaña. Ellos tratan de ayudarle pero no es posible. Don está totalmente atrapado.  Ha elegido un camino de autodestrucción. Es un alcohólico. Él lo sabe.

Ha llegado a ese punto en el que un trago: 

“Por la noche es una bebida, por la mañana es medicina.”

Es un escritor venido a menos que solo con la bebida encuentra la creatividad necesaria, creatividad que en realidad es solo un espejismo y él es consciente de ello.

Días sin huella, cuenta un fin de semana de nuestro protagonista, su dependencia absoluta de la botella, su intento de rehabilitarse,  de volver a recuperar la dignidad perdida.

-¿Te has quedado en la cama alguna vez mirando por la ventana?

 Entra un poco de luz y empiezas a preguntarte,

 ¿Está amaneciendo o está oscureciendo?

 ¿Es el amanecer o el atardecer? Es un problema aterrador.

 Porque si es el amanecer eres hombre muerto. Los bares están cerrados y las tiendas no abren hasta las nueve.  

 ¡Y no puedes esperar hasta las nueve!

 O podría ser domingo. Eso es lo peor.

 Las tiendas están cerradas y los bares no abrís hasta  la una, ¿Por qué? ¿Por qué?

-Porque tenemos que ir a la iglesia de vez en cuando.

-Sí, cuando uno más os necesita.

Coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Billy Wilder traemos a Nosolotecnica esta estupenda película  estrenada en 1945 con el título original de Lost Weekend  con un grandísimo Ray Milland como protagonista absoluto.

Billy Wilder junto con Charles Bracket adaptaron para la pantalla la novela de Charles Jackson con el consiguieron el Oscar al mejor guion adaptado, además del Oscar a la mejor dirección para el propio Wilder.

Miklós Rózsa firma la partitura para esta película con la que fue nominado al Oscar.

Nacido en Sucha Beskidzka en la actual Polonia, es autor de algunas de las mejores películas de la historia del cine como Irma la Douce, One, two, three, The Apartment (El Apartamento), Some Like it Hot (Con faldas y a lo loco), Witness for the Prosecution (Testigo de cargo), Stalag 17 (Traidor en el infierno), Ace in the Hole (El gran carnaval), Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses), A Foreign Affair (Berlín Occidente), Double Indemnity (Perdición), etc.

Billy Wilder en la Biblioteca Universitaria UPM

 Te lo suplico. Sírveme uno.

 Sí, uno.

 Uno es demasiado y cien no bastan.

El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson.

El extraño caso del doctor Jekyll y Mr Hyde.

R.L.Stevenson

No es fácil de describir. Hay algo extraño en su apariencia; algo desagradable, algo francamente detestable. Nunca vi a un hombre que me gustara menos y, sin embargo, no sé por qué. Debe ser un tipo de deformidad, aunque no puedo especificar en qué consiste. Es un hombre de aspecto extraordinariamente anormal, y sin embargo no puedo señalar ninguna anormalidad. No, señor, no puedo evitarlo.

Ese hombre es Mr Hyde. Es una figura misteriosa que ha aparecido en la vida del doctor Jeckyll. ¿Quién es?, ¿qué relación tiene con el doctor? Por qué este ha redactado un testamento legando toda su fortuna a esta persona de la que nadie sabe nada, al que casi nadie ha visto.

Mr. Utterson está preocupado por el doctor Jeckyll. Son viejos amigos. Hace tiempo que no le ve. Empieza a indagar, quiere conocer. Lo que va a descubrir le va a horrorizar. El mal se hará presente.

Se llevó el vaso a los labios y bebió su contenido de un solo trago. Siguió un grito; vaciló, se tambaleó, se aferró a la mesa para sostenerse, y me miró con los ojos inyectados en sangre, la boca muy abierta y jadeante; y mientras le miraba creí ver cómo se transformaba: pareció aumentar de tamaño, su rostro se volvió repentinamente negro y sus rasgos parecieron transfigurarse y alterarse…, y al momento siguiente me levanté de un salto y retrocedí contra la pared, con el brazo alzado para escudarme de aquel prodigio y la mente sumergida en el terror.

-¡Oh, Dios! – exclamé; y luego-: ¡Oh, Dios!- una y otra vez; allí delante de mis ojos, pálido y tembloroso, a punto de desvanecerse, y tanteando con la mano como un hombre devuelto a la vida…, ¡allí estaba Henry Jekyll!

El extraño caso del Doctor Jeckyll y Mr Hyde es la lucha entre el bien y el mal. Un mal que habita entre nosotros, dentro de nosotros y que no queremos que salga a la luz. Tenemos miedo de él, pero lo deseamos porque ello nos permitirá hacer cosas que de otra manera no podríamos. La sociedad no lo permitiría. Nuestra razón lo evitaría. Y le tenemos miedo porque una vez que se despierte pueda que ya no lo podamos controlar.

Múltiples adaptaciones se han realizado para el cine de la novela de Stevenson. En 1920 el grandísimo John Barrymore encarnó al desgraciado doctor en una producción de Adolph Zuckor.

Fredric March interpretó el papel en la versión de Rouben Mamoulian de 1931 con la que ganó el Oscar al mejor actor.

R. L. Stevenson nació en Edimburgo en 1850. Murió en Samoa en 1894.

Stevenson en la Biblioteca UPM.

Dentro de media hora, cuando me reintegre de nuevo y para siempre a su odiada personalidad, sé cómo me sentaré estremecido y llorando en mi sillón, o seguiré paseando arriba y abajo por esta estancia (mi último refugio en la tierra), en un  arrebato de tensión y espanto, prestando oído a cualquier sonido amenazador.  ¿Morirá Hyde en el cadalso? ¿O hallará el valor de liberarse de su destino en el último momento? Solo Dios lo sabe. A mí no me importa. Ésta es mi autentica hora de la muerte, y lo que siga concierne a alguien distinto de mí. Así pues, mientras deposito la pluma y procedo a sellar mi confesión, pongo también fin a la vida de ese desdichado de Henry Jeckyll.

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