Lecciones de amor (Words and Pictures).
Words and Pictures, estrenada como Lecciones de amor (2015)
Director: Fred Schepisi
Guionista: Gerald DiPego
Esta película, del mismo director que Seis grados de separación, no es excepcional (7/10), y aunque es reciente (2013), parece camino del olvido en España, a pesar de alguna nominación en festivales de cine de cierta relevancia (Palm Springs, Toronto). Mucha culpa la tiene la pésima y desafortunada traducción del título.
Semejante presentación bien podría parecer una crítica mordaz, pero no así, el tema es interesante: ¿qué es más relevante la imagen o la palabra?; ¿qué es más veraz y qué más falaz?; ¿es lícito presionar a un alumno hasta el límite de su línea de flotación?; y el guión muy acertado.

A este debate: Words versus Pictures se ven abocados dos profesores: uno de literatura (Clive Owen), y otra de arte (Juliette Binoche), en un instituto (selecto) de Estados Unidos. Lo que comienza siendo un juego se convierte en una competición y termina con un final quizás no tan previsible.
Ambos profesores (uno por convicción y otra por contingencia) coinciden en el amor y el compromiso con su especialidad, en su capacidad de inspirar a los alumnos y auparlos a un deseo intenso de superación. Ahora bien, mientras el profesor de literatura sufre una cierta frustración por no ser capaz de superarse en el arte de escribir y siente la tentación de tirar por atajos poco convenientes debido a su excesiva exposición a la crítica externa, la profesora de arte opera desafiante impulsada por el espíritu de superación personal, indolente ante las opiniones externas, incluso ante dificultades de salud que podrían haber hecho abandonar a cualquier aguerrido montañero.
Los protagonistas se comportan de manera muy diferente con sus pupilos, pero ambos saben hacer que aflore lo mejor de ellos, tristemente a veces incluso lo peor.
Aconsejable para disfrutar, meditar y comentar.
Quizás un hombre vale más que sus palabras, y una mujer más que sus imágenes…
Quizás no…
Fred Schepisi en la Biblioteca UPM
Albert Einstein

Borges, 



El impostor, Javier Cercas
es de la mano de las milicias catalanas, ni fue herido en el frente del Segre); fue sindicalista (sí, pero no participó en la Unión de Juventudes Antifascistas aunque anduvo cerca); huyó de la postguerra (sí, pero como emigrante especializado del régimen franquista); estuvo en las cárceles alemanas (pero no por haber conspirado contra el III Reich); estuvo en el campo de concentración de Flossenbürg (pero sólo de visita) y así sucesivamente. Dicho de este modo resulta fácil, pero escarbar en la memoria de Enric Marco a la vez con su ayuda y contra su resistencia resulta un interesante ejercicio de espeleología e introspección; Cercas llega a verse a sí mismo como un impostor en su ejercicio literario tratando de lidiar con este personaje a caballo entre Don Quijote y Emma Bovary.
r hasta las lágrimas tanto a alumnos de secundaria como a congresistas y senadores, no es fácil perdonar al aguafiestas. Y es que Enric Marco eclipsaba al resto de deportados y prisioneros de los campos: su discurso (tan bien hilado), su apología de la resistencia heroica (tan distante de visiones del tipo Si esto es un hombre -Primo Levi- o La escritura o la vida -Jorge Semprún-), y su expresividad que no es propia de alguien que intenta superar un trauma vital.
Diciembre y nos besamos