Carlos Fuentes (1928-2012)

Carlos Fuentes

El pasado 15 de mayo falleció el escritor mexicano Carlos Fuentes.  Considerado como el impulsor de la moderna novela mexicana, es autor tambien de numerosos ensayos.

Conocidos títulos suyos son: Aurora, La región más transparente, La muerte de Artemio Cruz y Terra Nostra.

Recibió numerosos premios , entre otros, el Premio Rómulo Gallegos en 1977, el Cervantes en 1987, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1994.

Vaya desde aquí nuestro homenaje: su obra en las Bibliotecas de la UPM.

Jim Botón y Lucas el maquinista, Michael Ende

Cubierta de Jim Botón y Lucas el maquinista, Michael Ende

Jim Botón y Lucas el maquinista
Michael Ende
Barcelona: Noguer, 2009
Traductora: Adriana Matons
Ilustraciones: J.F. Tripp

Jim Knopf und Lukas der Lokomotivführer (1960)

Es un truco que muchos no saben: si se saca toda el agua de la caldera, si se vacía el ténder y se calafatean las puertas, las locomotoras pueden cruzar el mar sin hundirse.

Puede alguien opinar lo contrario. Es normal, uno crece. Pero si hay quien piensa que estas cosas son posibles, entonces podemos ponernos en marcha.

Jim Botón y Lucas el maquinista emprenden un viaje que se convierte en una gran aventura llena de retos. Se proponen descubrir cuál es el verdadero origen de Jim, un niño negro que ha llegado en el interior de un paquete postal a la pequeñísima isla de Lummerland. Allí conoce a Lucas, a la señora Quée, al señor Manga y al rey Alfonso Doce-menos-cuarto. Cuando Jim empieza a crecer y es ya casi un medio súbdito, los dos amigos descubren que deben abandonar la isla por motivos de espacio: se enfrentarán entonces a numerosas aventuras; intentarán salvar a la princesa Li Si; conocerán tierras y seres de lo más variopinto: diminutos chinos, un gigante aparente, un desierto lleno de espejismos rarísimos, un eco que crece y crece y solo se borra cuando llueve, una tierra de volcanes, mediodragones, una ciudad de auténticos y malvados dragones…

Existen cosas tan sorprendentes y maravillosas en este libro, que una persona mayor difícilmente podría comprenderlas si un niño no se las explicara. Imaginad, por ejemplo, que lee la historia de esa locomotora llamada Emma que puede navegar igual que un barco, o que descubre el misterio del gigante aparente que vive en un desierto llamado “El fin del mundo” y que sólo parece grande si se contempla desde lejos; o que conoce al semidragón Nepomuk que carece de modales en la mesa, pero que tuvo, en cambio, a un hipopótamo por madre; o que se entera de las cosas tan divertidas que le ocurren a los chinos con sus hijos y los hijos de sus hijos que se van reduciendo de tamaño hasta que el último no abulta más que un guisante. De ciertas cosas, los niños saben mucho más que las personas mayores.

Cubierta de Jim Boton y los trece salvajes_Michael EndeLa historia de Jim Botón y Lucas el maquinista, publicada en 1960 e ilustrada por J. F. Tripp, está repleta de imaginación y fantasía. No podía tratarse de otra forma viniendo del autor de La historia interminable y Momo. Con este libro, Michael Ende obtuvo el Premio Nacional de Literatura Alemana como mejor libro alemán del año para público infantil y le valió una gran popularidad. La historia cuenta con una segunda parte publicada dos años más tarde, que tiene por título Jim Botón y los trece salvajes. Para Michael Ende formaba parte de la misma novela, pero se publicó separadamente porque al editor le pareció demasiado largo para tratarse de un libro infantil. Está recomendada para niños y niños grandes, tiene muchísimos detalles que harán las delicias de quienes gusten de la fantasía más desbordante: de entre todos ellos yo me quedo con la descripción, un tanto surrealista, de Ping, la capital de China:

En Ping había una enorme cantidad de personas y todas ellas eran chinas. Jim, que no había visto nunca a tanta gente de una vez, sintió una inquietud misteriosa. Todos eran de ojos rasgados, tenían trenza y llevaban grandes sombreros redondos.

Cada chino llevaba a otro chino más pequeño de la mano. Éste llevaba de la mano a otro más pequeño aún, y así sucesivamente hasta el más pequeño de todos que tenía el tamaño de un guisante. Si este último hubiese llevado a otro chino más pequeño, Jim no lo hubiera podido ver y hubiera necesitado una lupa.

Michael Ende en la Biblioteca de la UPM

La hija del Este, Clara Usón

Portada La hija del EsteClara Usón
La hija del Este.
Seix Barral, 2011.

Esta novela narra los últimos días de Ana Mladic, hija del general Ratko Mladic también conocido como "El carnicero de Srebrenica", "el carnicero de Sarajevo" o en resumen "El carnicero de los Balcanes". Leer este libro, ha supuesto conocer con mayor profundidad una de las grandes vergüenzas de la culta y civilizada Europa del finales del S. XX, que viví a través de la TV y de la prensa entre mis 30 y 40 años. Espectacular la labor de documentación de la autora.

Una reflexión magnífica sobre los nacionalismos y sobre todas aquellas ideas de carácter totalitario (no hay que olvidar a las religiones entre ellas) que embrutecen a las personas y les llevan (como pasó en Yugoslavia) a matarse sin piedad tras un proceso en el que el individuo es destruido por estas ideas y que en este caso llevó al suicidio de la protagonista a los 23 años (histórico).

Según palabras de Juan Goytisolo "un magnífico texto literario en el que pasado y presente se funden con sabiduría y abarcan una historia centenaria de afrentas, vergüenzas y crímenes a través de la vivencia dolorida de la enigmática protagonista."

Clara Usón, escritora española nacida en Barcelona en 1961. Es Licenciada en Derecho. Ganó el Premio de Novela Femenino Lumen en 1998 con su novela La noche de San Juan, obra ambientada en la ciudad menorquina de Ciudadela durante una noche de fiesta. En 2009 ganó, con Corazón de napalm, el Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral, una visión contemporánea del complejo de Edipo protagonizada por un niño y su madre en dos historias paralelas que acaban confluyendo.

 

Clara Usón en la Biblioteca UPM

 

Luis Gómez Vegas

 

Bad Lands de Oakley Hall

Bad Lands. Oakley Hall

Galaxia Gutemberg: Barcelona, 2010

“Erguido sobre la pequeña yegua, Andrew veía cómo se iba dilatando el sol, hundiéndose tras un grupo de cerros de redondeadas cimas que irradiaban una blanca incandescencia por el fulgor a su espalda. Nubes de vientre dorado se desplegaban por el horizonte como el esplendor de la gloria en un cuadro del Renacimiento. Una fina columna de humo se elevaba en el bruñido espacio: la hoguera de otra partida de caza en las Bad Lands, o una veta de lignito, encendida por el rayo, que ardía bajo tierra.”

Nuestro protagonista, Andrew Livingston, deja la ciudad de Nueva York y viaja hasta el territorio de Dakota, a las Bad Lands. Atrás queda una vida acomodada como banquero y político.

En la famosa canción de Stan Jones, The Searchers, se preguntaban:

What makes a man to roam?

What makes a man leave bed and board?

And turn his back on home?

Ride away…ride away…ride away…”

Olvidar una tragedia familiar, olvidar su pasado más reciente, eso es lo que hace moverse a Andrew.

Se convierte en uno de tantos que marcha hacía el lejano oeste.

“-Si cualquiera que al pasar por aquí os viera colgar a un tipo y no pensara que es asunto suyo, yo diría que la raza humana se ha echado a perder – sentenció el recién llegado.”

Allí encontrará un territorio salvaje, grandioso, eterno. La majestuosidad de sus paisajes, esa forma de vida tan distinta de los cowboys a la que conocía en Nueva York le  irá atrapándolo poco a poco.  Decide establecerse como ganadero.  Se desata el conflicto. Uno más  que quiere aprovechar las riquezas de esa tierra. Las Bad Lands son un territorio hostil codiciado por muchos donde la ley la impone el revólver. Es la única ley. La ley de los hombres que marcharon en busca de su destino a unas tierras desconocidas y donde dejarán su sudor y su sangre, lo mejor y lo peor de cada uno.

Al norte de su rancho, un escoces excéntrico, Machray, que quiere quedarse con todo y que trae consigo el símbolo más odiado de los que consideran el territorio como  libre, el alambre de espino. Al sur el mayor adalid de ese odio, Hardy. En el centro, nuestro protagonista que se verá envuelto en este fuego cruzado de odios e intereses. Siempre caminando en el medio de la balanza, porque, en realidad quién tiene razón.  Todas son validas.

Vine aquí desde Inglaterra a temprana edad porque consideraba que la vida que llevaba allí no se diferenciaba mucho de la esclavitud, y conseguí la ciudadanía de este país combatiendo con la Unión en contra de la esclavitud. ¡La libertad me ha obsesionado, señor Livingston! Y el territorio más libre de este país, que es donde más libertad hay en el mundo, se encuentra aquí, en las Bad Lands. Y Lord Machray pretende convertirlo en su feudo personal. ¡Eso va contra todo lo que esta nación se rebeló hace cien años! –alzo el dedeo índice y prosiguió-. Lo considero mi enemigo. Porque es enemigo de la especial libertad de las Bad Lands. De los pasto libres, de la libre colaboración, de las instituciones libres.”

Es una tierra dura, donde los actos no tienen vuelta atrás porque no pueden tenerla, son irreversibles, no hay margen a la duda. Tu vida depende de ello.

Oakley Hall (San Diego, 1920 -) considerado como uno de los mejores narradores americanos del siglo XX, inició su vida literaria con Murder City a la que siguió la grandiosa Warlock y otras tantas novelas ambientadas en el Oeste Americano. Dedicado a la docencia en sus últimos años, murió en Nevada en 2008.

Seguía la canción de Stan Jones:

“A man will search his heart and soul

Go searchin’ way out there

His peace of mind he knows he’ll find

But where, oh Lord, Lord where?

Ride away, ride away, ride away”

En realidad, eso es  las Bad Lands.

Oakley Hall en la Biblioteca Universitaria.

El disputado voto del Sr. Cayo, Miguel Delibes

El disputado voto del señor Cayo, Miguel DelibesEl disputado voto del Sr. Cayo
Miguel Delibes
Ediciones Destino

El Sr. Cayo, es como ese Magadan difícil de cazar por resabiado. Se enfrenta a las primeras elecciones democráticas después de muchos años de erial espiritual, y un corto proceso de transición esperanzador pero indeterminado; los votantes, aquellos españolitos que unos años antes querían vivir y a vivir empezaron entre una España que moría y otra que bostezaba (véase Antonio Machado cantado por Serrat).

Yo leí este libro en el año 1975, cuando se publicó, aconsejada (bien) por unos padres que inculcaron a sus hijos la necesidad de saber y cuidarse de la indolencia; nunca lo agradeceré bastante.

El disputado voto del señor Cayo, Miguel DelibesMe gustó mucho, como urbanita campestre me sentía atraída por esa cultura popular sabia, discreta, humilde pero certera y de largo alcance como un misil inteligente.

Ahí tenemos también la adaptación al cine de 1986, protagonizada por un Paco Rabal ya desprendido de esa aureola de galán (mucho mejor para todos); dirigida por Antonio Jiménez Rico, cuyos datos biográficos podemos encontrar fácilmente en Wikipedia.

Esta no es la obra más representativa del autor pero es una demostración más que suficiente de su carácter. Mi respeto estimado Sr. D. Miguel Delibes.

Fotografía de Miguel Delibes

Miguel Delibes en la Biblioteca UPM

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