El embalse 13. Jon McGregor
El embalse 13
Jon McGregor
Barcelona: Libros del Asteroide, 2019
Traducción: Concha Cardeñoso
Título original: Reservoir 13 (2017)
Una historia tiene que comenzar por alguna parte. Una niña se ha perdido en la montaña. Se llama Rebecca, Becky o Bex. Es diciembre. Sus padres reservaron una cabaña para pasar las vacaciones y en una de las rutas la chica ha desaparecido. Tiene trece años, viste una sudadera blanca con capucha, un chaleco acolchado azul marino, vaqueros negros y zapatillas de lona. La niebla está baja, la tierra congelada. La conmoción de los habitantes del pueblo, los servicios de búsqueda, periodistas, buzos y policía desfilan por el primer capítulo del libro. El primero de trece. Cada uno abarca un año. Mes a mes, sin pausa. Todos empiezan con la misma frase: A medianoche, cuando llegó el Año Nuevo.
Los acontecimientos se suceden. Jones, el bedel, debe reparar la caldera del colegio; James y su pandilla cuchichean a la espera del autobús al instituto; Jane Hughes, la vicaria, multiplica sus visitas; Jackson debe atender sus ovejas; un mirlo pasó volando bajo por el jardín del señor Wilson; la carnicería de Martin y Ruth no atrae la suficiente clientela. Naturaleza que despierta, se ensancha, declina, los primeros helechos comienzan a desenroscarse en la tierra negra y fría al pie de los fresnos. Los trabajos, las fiestas y conmemoraciones tienen sus fechas marcadas en el calendario. Los personajes repiten sus ocupaciones cada año, se enamoran, enferman, cometen errores, se decepcionan, mantienen secretos, viven vidas sencillas o complicadas. La nieve de los tejados se deshacía y caía con un ruido sordo que conmovía el aire quieto. En la memoria colectiva permanece como una herida que se va cerrando y que nunca se cierra la tragedia de la niña perdida, ¿qué edad tendría ahora? ¿Cómo va vestida? Dicen que la vieron bajando del páramo empapada. ¿Qué se sabe de sus padres? Los grillos cantaban entre el brezo y un escarabajo trepó por la mano de Lynsey. La buscaron por todas partes.
El embalse 13 es una novela rural como ninguna que sigue a numerosos personajes que interaccionan entre sí y con su entorno: un paisaje insoportablemente hermoso, intolerablemente despiadado, indiferente a los planes de sus habitantes. La naturaleza que se regenera sin pausa, que cubre lo que falta, la vida y la muerte consigo misma, es la gran protagonista de la historia.
La otra protagonista es la singular estructura que vertebra la narración, que da cuenta de los acontecimientos mirando aquí y allá, dejando constancia de lo que pasa como quien entrega las armas ante la dictadura feroz del tiempo. Con la sabiduría suficiente, sin embargo, como para atrapar hasta el último instante la atención de sus lectores.