El mesías de las plantas. Carlos Magdalena

Cubierta de El mesías de las plantas, Carlos MagdalenaEl mesías de las plantas : aventuras en busca de las especies más extraordinarias del mundo
Carlos Magdalena
Traducción: Belén Urrutia Domínguez
Barcelona : Debate, 2018
The plant Messiah : adventures in search of the world’s rarest species (London : Penguin Books, 2017)

Carlos Magdalena (Gijón, 1972) se toma un poco a lo Monty Python en La vida de Brian el apodo de mesías de las plantas que inventó el periodista Pablo Tuñón en 2010 y se hizo popular al mencionarlo David Attenborough en una entrevista para Kingdom of plants, la serie grabada en el Real Jardín Botánico de Kew, en Londres. Sin embargo, después de buscar en el diccionario la palabra mesías y no tener muy claro con cuál de las acepciones quedarse, resolvió ser todas ellas y centrar su misión en hacernos cobrar conciencia de la importancia que, para nuestro futuro y la supervivencia del planeta, tienen las plantas.

Un mesías no puede transformar las actitudes sin partidarios que difundan el evangelio. Cuando se trata de la conservación, necesitamos entusiasmo, motivación y acción. Ha llegado el momento de cambiar.

Quiero que este libro dé comienzo a ese cambio. Las personas necesitamos a las plantas y las plantas necesitan a las personas, y difundir ese mensaje comienza contigo y conmigo.

El paisaje de Asturias y las enseñanzas de su madre, que era florista, despertaron y nutrieron el interés de Carlos Magdalena por el mundo natural. Su gran oportunidad le llegó cuando trabajaba en Londres, una visita al Real Jardín Botánico de Kew le hizo sentir como en casa y desear quedarse allí. Un primer contrato como becario en el Tropical Nursery de Kew le abriría las puertas.

Dedicación, estudio, pasión, hicieron al importante botánico que es Carlos Magdalena hoy en día. Y es famoso por su labor como resucitador de plantas en peligro de extinción.

Todo empezó con la Ramosmania rodriguesii, el café marrón, una especie endémica de la isla Rodrigues, en el archipiélago de las Mascareñas. Había seis plantas en el Tropical Nursery, donde los expertos trabajaban en obtener semillas que aseguraran su reproducción. Muchos habían abandonado la esperanza de conseguirlo, pero Carlos creyó y acabó por conseguirlo.

La historia de la resurrección de la Ramosmania rodriguesii es solo una de las que podemos encontrar en este libro fascinante. Amor y dedicación traen a la vida, ante nuestros ojos de lectores asombrados, plantas de todo el mundo al borde de la desaparición. Son útiles, bellas e importantes para nuestra vida, la palabra del mesías nos llega clara y convincente.

Cada gen es una palabra; cada organismo, un libro. Cada especie de planta que se extingue contiene palabras que solo se han escrito en ese libro. Si se extingue una especie, se pierde un libro y, con él, las palabras y mensajes que portaba. Cada vez que destruimos una hectárea de hábitat prístino estamos quemando la biblioteca de Alejandría.

Crítica de la razón instrumental / Max Horkheimer

Max Horkheimer: Crítica de la razón instrumental.

Presentación de Juan José Sánchez; traducción de Jacobo Muñoz. Trotta, 2002.

Título original: Eclipse of Reason. Bloomsbury Academic, 2013.

Toda idea filosófica, ética y política tiene, cortado el nudo que la vinculaba a sus orígenes históricos, una tendencia a convertirse en el núcleo de una nueva mitología, y ésta es una de las razones por las que el avance progresivo de la Ilustración tiende, en determinados estadios, a recaer en la superstición y la locura. (p. 66)

Si piensas que se puede ser un profesional eficientísimo y al mismo tiempo un perfecto ceporro, incluso un desalmado; si tienes serias sospechas o empacho del consumo por decreto, del mainstream inacabable… este puede ser tu libro, o al menos uno que te va a interesar mucho. Pensamiento duro, eso sí: hay que muscular. No vendría mal un repaso de algunas corrientes contemporáneas en el punto de mira del maestro Max: empirismo, pragmatismo, neopositivismo, neotomismo. El premio: una obra mayor de la filosofía del siglo XX. Crecerás, ganarás soberanía personal.

La biografía de Max Horkheimer abarca las dos Guerras Mundiales, el surgimiento de la sociedad de masas, la crisis de 1929, su propio exilio personal de Alemania a los Estados Unidos, y la Guerra Fría. Para rematar, justo cuando el libro apareció las perspectivas de futuro no eran precisamente halagüeñas: el conflicto Este-Oeste enfilaba a toda máquina bajo la sombra de una amenaza nuclear ya materializada en Hiroshima y Nagasaki. Así que parece esperable que las grandes inteligencias de la época, desde los existencialistas a los filósofos críticos de la Escuela de Frankfurt –entre los que se encontraba Horkheimer- se preguntaran: ¿qué demonios está pasando aquí? Se dice que la obra, aún firmada por Horkheimer, tiene también la impronta de su otro gran compañero de Escuela: Theodor Adorno. Ambos influirían a su vez en otros filósofos posteriores como Marcuse o Habermas, incluso más remotamente en Zygmunt Bauman.

En su día el título original Eclipse of Reason perjudicó la recepción del libro, ya que permitió a otros mostrarlo –de modo más o menos manipulador- como una crítica de la razón, o sea justamente lo contrario de lo que es: un análisis y acta levantada sobre el declive de la razón crítica a manos de la dinámica desbocada del modo de desarrollo industrial bajo relaciones de producción capital-monopolistas. En esta acogida irregular no hay que descartar tampoco la influencia de la rigidez y esquematismos de la Guerra Fría. El título actual de la obra en español es conceptualmente muy preciso y es traducción casi literal de la primera edición alemana de 1967: Zur Kritik der Instrumentellen Vernunft. Crítica de la razón instrumental ya había sido publicada en los años 70 en Buenos Aires por la prestigiosa Editorial Sur. Ahora y con mucho gusto recomendamos la meritoria edición de Trotta.

En resumidas cuentas la sagacidad capital de Horkheimer y compañía consistió en ver y analizar el irracionalismo no como un fenómeno circunscrito a los totalitarismos políticos más notorios –por muy graves que estos fueran-, sino como un proceso civilizatorio –o más bien incivilizatorio- más largo, amplio y profundo. Un irracionalismo travestido de pura razón, o un descoyuntamiento de ella misma. Vieron claramente la Luna y no se quedaron mirando al dedo que la apuntaba. De ahí su absoluta vigencia en la sociedad hiperinformacional en crisis global de nuestros días. Disculpe la broma, señor Horkheimer, pero su libro es el mejor de los instrumentos.

Si la ciencia ha de ser la autoridad llamada a enfrentarse al oscurantismo –y al exigir tal los positivistas prosiguen la gran tradición del humanismo y de la Ilustración-, entonces los filósofos tienen que establecer un criterio para la verdadera naturaleza de la ciencia. La filosofía tiene que formular el concepto de la ciencia de un modo que exprese la resistencia contra la amenaza de recaída en la mitología y en el delirio y que conecte con las exigencias de la praxis existente. Para ser la autoridad absoluta la ciencia tiene que ser justificada como principio espiritual y no puede ser simplemente deducida a partir de métodos empíricos para luego pasar a verse absolutizada como verdad sobre la base de criterios dogmáticos orientados a tener éxito científico. (p. 104)

Max Horkheimer en: Biblioteca UPM.

Est-il utile de tromper le peuple? (Condorcet), una cuestión de 1778

Est-il utile de tromper le peuple? (¿Es conveniente engañar al pueblo?); una cuestión de 1778 planteada por Federico II de Prusia y respondida por Marie Jean Antoine Nicolas de Caritat (marqués de Condorcet desde 1786).

Hay veces que el nombre (Caritat) lo dice todo… y el apellido (marqués) también.retrato de Condorcet

Condorcet nació en Picardía (región de Francia) en 1743, y quedó huérfano de padre desde muy joven (or so they say). Estudió en Reims con los jesuitas; posteriormente en el Collège de Navarre (de París) demostró su valía para las matemáticas. D’Alembert (el famoso enciclopedista) fue su profesor (de matemáticas) y protector, y estando este último en Prusia como matemático del Rey, después de Euler (que renunció harto y se fue a Rusia), se planteó la cuestión arriba mencionada.

Condorcet se casó (bien) en 1786, con Sophie de Grouchy (véase retrato), voraz lectora de todos los enciclopedistas (entre ellos Marie Jean Antoine Nicolas). Fue tras su matrimonio, que Condorcet (el marqués) empezó a interesarse en cuestiones sociales (y políticas), y como consecuencia se posicionó a favor de la Revolución (francesa) de 1789.

En 1794 Condorcet (sin ser ya marqués por culpa de la revolución) fue encarcelado y murió a los dos días (no se sabe si de un edema pulmonar o envenenado). Dicho esto, parece que el tiempo nos autoriza a airear la cuestión; además el texto es muy hermoso, está muy bien escrito, y es completamente literario (y por tanto no peligroso).

retrato de SophieCuriosamente resulta actual en muchos entornos, aunque no sabría decir cuál.

“si se extrae falsas conclusiones a partir de verdades aisladas mezcladas con algunos errores, es probable que, si no se hubiera tenido otra cosa que errores se hubieran adoptado otras falsas conclusiones y en mayor número todavía”

No es la única cuestión interesante que planteara el rey de Prusia, Federico II, probablemente animado por Voltaire, un diletante (por aficionado que no por sabio). Por ejemplo, Qué es la ilustración (Was ist Aufklärung), fue otra de las cuestiones (1784) que en este caso contestó Emmanuel Kant, que no es sospechoso de nada por ser amigo del saber (filósofo).

“Una generación no puede obligarse y juramentarse a colocar a la siguiente en una situación tal que le sea imposible ampliar sus conocimientos, presuntamente circunstanciales, y, en general, avanzar en el estado de ilustración; constituiría esto un crimen contra la naturaleza humana, cuyo destino primordial radica precisamente en este progreso”.

carátula del libroCuriosamente, los filósofos actuales no prestan atención a ese escrito (por ser menor), aunque esté en la PAU, y ni siquiera se lee en secundaria (aunque los chavales lo entenderían perfectamente); a mí me parece mucho más interesante que el imperativo categórico, por muy categórico que éste sea (defectos de ingeniería).

Nada más se puede decir, sin empeorar lo dicho por los propios autores, así que mi recomendación es volver a las fuentes y leer todo desde el principio. Bon profit; yo me quedo con Byron (que era un romántico y por ello más peligroso todavía).

Condorcet en la Biblioteca UPM

En torno a Steve Biko: para leer, escuchar y ver

Donald Woods: Biko. Campus, 1979 (español) /  Endeavour Press, 2017 (English)

Peter Gabriel: Biko. The Famous Charisma Label, 1980

Richard Attenborough (dir.): Cry Freedom. Universal Studios, 1987.

El futuro régimen político de este país no debe ser racista en aspecto alguno. Esto significa también que los negros no deben vengarse de los blancos, pero la equidad exigirá un sacrificio económico sustancial por parte de los blancos. (Steve Biko citado por Donald Woods, p. 120)

Tengo la vaga impresión de que Sudáfrica no acaba de encajar en la mentalidad sociopolítica común en España. Es un país al margen de los circuitos de contacto tradicionales en nuestra área lingüística y cultural. Ocasionalmente su evolución en los últimos decenios ha sido objeto de algunas comparaciones discutibles a veces provenientes de los soberanismos periféricos; mientras que algunos aspectos de su transición política en los años 90 del siglo XX, en particular todo lo relacionado con la memoria cívica y la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, chirrían con cualquier tendencia oficialista a la amnesia histórica.

Sin embargo y muy en especial por su vinculación con el omnipresente universo anglosajón, Sudáfrica se cuela reiteradamente en nuestras pantallas, en nuestros altavoces, en el deporte… en suma en la agenda mediática. Desde luego algún paralelismo histórico puede establecerse: si la tragedia española de mediados del siglo XX pareció erigirse en arquetipo del subsiguiente conflicto mundial y de la Guerra Fría, el apartheid, su final y la potencialidad intercultural de Sudáfrica parecen simbolizar la eclosión y tensiones de la nueva sociedad global del siglo XXI.

Desde este punto de vista, la ya remota publicación en España de Biko, de Donald Woods, puede considerarse como un prometedor presagio. Y eso a pesar de algunas imperfecciones editoriales: errores tipográficos y alguno de traducción que hacen echar de menos una reedición mejorada para la cabal comprensión de los sutiles aspectos sociolingüísticos y culturales sudafricanos. El libro es un reportaje ampliado sobre la figura de Steve Biko, dirigente político eliminado por el régimen racista en 1977. De hecho se puede decir que participa de varios géneros a la vez: biografía, autobiografía, crónica y ensayo histórico-político. A día de hoy es ya un clásico de la literatura periodística con sucesivas tiradas en lengua inglesa. A pesar de los penosos hechos que lo originaron, el libro es gozoso y vital, un testimonio extraordinario sobre la trascendencia de las relaciones humanas. También un pasaporte inestimable a la historia reciente de Sudáfrica y sus conexiones con el devenir social y político mundial.  Construido sobre la base de materiales procedentes de diversas personas y fuentes, da una impresión coral, de perspectivas diversas que se van sumando a la tensión, tejiendo los hilos de una tragedia anunciada.

La muerte de Biko dio lugar a otras creaciones que sin duda contribuyeron a su resonancia: la canción del mismo nombre compuesta y grabada por Peter Gabriel en 1980, cuando el músico enfilaba su tránsito del rock progresivo hacia la world music; y la película Cry Freedom –con guion de John Briley- en la que el propio Biko era interpretado por Denzel Washington, y Donald Woods por Kevin Kline.

Como siempre el miedo produce odio y, a su vez, el odio engendra más miedo. Las voces de advertencia se escuchan cada vez como voces de incitación. Las voces de discrepancia se consideran como voces de falsedad y traición. La moderación se considera cada vez más como extremismo, y se presenta a los pacificadores como defensores de la violencia. (Donald Woods, p. 205)

La vida de las hormigas (La vie des fourmis)

caratula del libroLa vida de las hormigas
Maurice Maeterlinck
Barcelona: Editorial Ariel, 2018
Título original: La vie des fourmis, 1930

Maurice Maeterlinck (1862-1949) premio Nobel de literatura (1911), delicioso y delicadísimo escritor (abogado que no ejerció). Vemos por sus fechas de nacimiento y muerte que nació en el antiguo régimen y murió en una Europa desangrada y dividida.

Vuelvo recurrentemente a un tipo de escritura sin conocimiento de la filiación, por simple placer en el (h)ojeo de libros, y descubro asombrada que soy consistente en mis gustos y preferencias y que soy una persona antigua aunque no necesariamente muy vieja.

La vida de las hormigas es un tratado de biología, un ensayo sobre la condición humana y una metáfora del mundo en el podríamos vivir y no vivimos. Me gusta especialmente (I am specially fond of, or so to speak) la naturalidad, la delicadeza al exponer conceptos complejos desde el punto de vista de una moral natural (de la ética social). Algunos dirán que su testimonio mal entendido podría dar a la eugenesia (imposible), otros especularán con la dificultad de la abstracción, pero la inmensa mayoría apreciará la calidad poética y serena de un texto de un mundo (de un universo) que terminó brutalmente.

caratula original francésNo considero que se deba indicar nada más, Paul Valéry tampoco requiere exégetas sólo almas cándidas y sensibles que deseen disfrutar de una tarde de felicidad.

Quién es y con quién compartió su vida Maurice Maeterlinck, pienso que él se sentiría congratulado de que lo presentaran como el compañero vital de Georgette Leblanc (1869-1941) que al decir de sus biógrafos interpretó magistralmente sus obras de teatro.

La vida de las hormigas, se ha re-editado en España en marzo de 2018 (edición anterior de 1983, un año antes de que yo entrara en la universidad) por la editorial Ariel; libro precioso (con una letra fantástica) y un aspecto profundamente sugerente.

May I suggest for those interested in the matter :), el programa que figura en youtube (en versión original, francés): emisión difundida por France Culture el 1 de julio de 1999, o esta programación de RTVE que ofrece la obra de teatro Un Escritor en Busca de Empleo.

cita

Maurice Maeterlinck en la Biblioteca UPM.

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