Henri Stierlin nos guía por la arquitectura del Islam clásico

Henri Stierlin: El Islam desde Bagdad hasta Córdoba : las edificaciones de los siglos VII al XIII.

Köln : Taschen, 2002.

el-islam-189_300

"En este virtuosismo de formas esféricas y en el deseo de tratar la transición espacial del cuadrado al círculo por medio de formas meramente racionales, se observa el atractivo de un desarrollo que alimentará el lenguaje arquitectónico medieval tanto en Persia como en Siria y en Egipto, y más tarde en toda el área islámica, desde Granada hasta la India."

Hablamos hoy de un libro de la editorial Taschen. Esta casa es bien conocida por su buena relación calidad-precio, materializada en obras sobre arte y diseño con mucho contenido gráfico impresas en países de bajo coste industrial.

En este caso y gracias a la labor del académico suizo Henri Stierlin, un libro que parecería meramente decorativo y que trata un aspecto muy concreto se convierte en una buena introducción a la Historia medieval del mundo árabo-islámico. Si bien ese aspecto concreto, la arquitectura, guarda siempre una estrechísima relación con la ideología y con el poder político. Esta concatenación la clava el libro con un acierto inusual haciendo que sean las propias y bellas imágenes incluídas las que nos transporten a los trascendentales hechos y procesos culturales que se van explicando. Por eso, aunque no somos duchos en composición arquitectónica ni en construcción, nos permitimos comentar y valorar la obra considerada como instrumento de divulgación histórica.

Desde el inicio Stierlin traza el marco espacial de alcance protoglobal de la civilización árabo-islámica. Este rasgo aparece simbolizado en los frescos del "Alcázar rojo" (Qusayr Hamra) del desierto de la actual Jordania, en los que se pinta nada menos que a los dirigentes hispanovisigodos, etíopes, persas y bizantinos en situación de vasallaje respecto de los primeros califas. El autor insiste en la gran deuda del arte árabe con el sustrato judeocristiano -en especial con los modelos romanos y bizantinos-, así como posteriormente en la inconfundible impronta aportada por la gran arquitectura monumental irania, tanto por contacto directo como por intermedio de invasores turcos iranizados. De modo que esta última influencia citada es la que determinará algunos de los clichés más perdurables y reconocibles del estilo árabe en la Baja Edad Media, hasta los remotos confines atlánticos de la Península Ibérica.

Precisamente una de las virtudes de esta obra es la de considerar la arquitectura andalusí -a menudo estudiada y aún exaltada desde un punto de vista limitadamente hispánico- en un contexto de civilización más amplio, lo que hace que se entienda y se valore de manera más atinada. Esto y todas las anteriores aportaciones reseñadas pueden disculpar la afirmación un tanto aventurada de la supuesta etimología vándala del nombre Al-Andalus (p. 87).

Éste y otros libros de Henri Stierlin disponibles en la Biblioteca de la UPM.

Alimentar la mente (1884): un pequeño destello olvidado de Lewis Carroll

Cubierta de Alimentar la mente. Lewis CarrollAlimentar la mente

Feeding the mind

Lewis Carroll

Gadir, 2009

Este escueto y delicioso texto de 19 páginas recoge una conferencia que impartió el autor, a petición de un vicario amigo, a gentes sencillas en un remoto pueblo de Derbyshire. El contenido, delicadamente manuscrito en tinta viloleta, quedó largo tiempo escondido y hay que agradecer a algún generoso anónimo que lo haya transcrito para poder disfrutarlo como merece.

La editorial Gadir lo ha publicado por primera vez en castellano en 2009, y es posible descargar el texto original en inglés desde la biblioteca de la Universidad de Toronto.

Y para muestra un botón…

Portada de Feeding the mind. Lewis Carroll¡Cuantos cuidados tomamos en alimentar nuestro afortunado cuerpo! Pero, ¿cuantos de nosotros hacemos una cosa similar por nuestra mente? ¿Es el cuerpo con mucho  el mas importante de los dos?….

Tanto el cuerpo como la mente tiene sus reglas, y las del cuerpo son aplicables a su vez a las de la mente…

¿Reconoces a primera vista a una de las desafortunadas víctimas de una alimentación mental enfermiza?

Podemos comprobar la belleza del texto original…

Lewis Carroll

If this text has given you any useful hints on the important subject of reading, and made you see that it is one´s duty no less than one´s interest to read, mark, learn and inwardly digest the good books that fall in your way, its purpose will be fulfilled.

Lewis Carroll en la Biblioteca UPM

¿Estamos de acuerdo? Un diálogo entre G.K. Chesterton y Bernard Shaw

Do We Agree? A debate between G.K. Chesterton and Bernard Shaw¿Estamos de acuerdo?

Un diálogo entre Bernard Shaw y G. K. Chesterton en 1923

Sevilla : Renacimiento, 2010

9 euros, 67 páginas.

¿Deseas leer algo diferente?

Anímate. Lo que viene a continuación es un extracto referido a la opinión de Chesterton.

Cuando se dice que los medios de producción deberían pertenecer a la comunidad ¿que  quiere decir? Yo no creo en la comunidad en el sentido de ese Estado que posee y gobierna, de esa cosa que emite sellos y proporciona policía. Eso no es exactamente lo mismo que lo que denominamos comunes.

En los vastos sistemas centralizados por muy justo y razonablemente controlados que sean, de modo indirecto, por elaboradas maquinarias oficiales, quienes gobiernan son sólo unos pocos en realidad. Esto podría ser bueno o malo, pero, no implica que sea el pueblo el que ejerza directamente el control.

Los distributistas decimos que debería haber en el mundo una gran masa de poderes y puntos de resistencia diseminados que permitiera a la gran masa de los comunes resistir a la tiranía. Algunos proponen la distribución de la riqueza, nosotros proponemos la distribucion del poder.

El texto original en inglés está disponible aquí.

George Bernard Shaw en la Biblioteca UPM

G.K. Chesterton en la Biblioteca UPM

Lo que hemos comido. Josep Pla

Cubierta de Lo que hemos comido, Josep PlaJosep Pla
Lo que hemos comido
Destino
2006

Josep Pla no comía mucho, no sabía cocinar, no era un gastrónomo ni era un gourmet, pero tenía un paladar fino. Le gustaban las comidas con amigos y uno de ellos, el historiador Vicens Vives, le pidió que escribiera sobre el tema  para enseñar a la gente a comer.

No le interesaba la cocina trascendente y sofisticada pero sabía que una buena comida podía traspasar los límites del olfato y del gusto llegando al espíritu.

Era defensor acérrimo de las sopas y se lamentaba a menudo de que el repertorio español fuera, a diferencia de lo que ocurre en centroeuropa, tan corto en cremas y en purés. Sus opiniones eran rotundas y categóricas, mientras le parecían de categoría dos salsas muy utilizadas por la cocina española: la mayonesa y el alioli, decía con rotundidad que tanto la frecuente salsa de tomate como el mal uso y abuso del zumo del limón son capaces de estropearlo todo.

Josep Pla retratado por Joan Martí Aragonés

Por comer bien entendía: saber lo que se come, valorar en qué momento del año se come (productos de estación) y cómo está guisado.

Le gustaba la cocina con memoria, la tradición, base de cualquier evolución. Hoy que los cocineros españoles están considerados como los mejores del mundo, lo que prima como valor en los fogones es la innovación, la creatividad, que en su máximo extremo llega a la cocina espectáculo que pretende sorprender al comensal.

Seamos leales a algo por una vez en la vida. Que los guisantes sigan siendo guisantes.

Que Pla sabía lo que comía y cómo se tenía que comer, queda más que demostrado al comprobar que sus dos reglas de oro son hoy los pilares de la cocina de los grandes chefs con muchas estrellas Michelín. La lealtad y respeto por los productos de la tierra, cocina de proximidad y respetar el sentido del tiempo, de temporada.

Al regresar de un largo viaje y reencontrarse con una simple sopa de pescado desaparece su habitual cinismo y la emoción le hace llorar.

Nadie sabe qué será el futuro y nadie puede saberlo. Lo único que sabemos a ciencia cierta es que desde que todo el mundo se ocupa del futuro no se puede comer una tortilla decente.

Ojo, este no es un libro de recetas sino la recopilación de 56 artículos escritos por Josep Pla sobre diversos temas relacionados con la comida.

¿De postre? El flan de huevo. Casi siempre de dos en dos.

Josep Pla en la Biblioteca UPM

Los moriscos del reino de Granada, Julio Caro Baroja

Cubierta de Los moriscos del reino de Granada. Julio Caro Baroja

Dificil será encontrar en toda la historia de España asuntos que hayan interesado tanto (no solo a los investigadores, sino también a poetas, dramaturgos, novelistas y escritores políticos) como los de la conversión forzada, el alzamiento y la expulsión de los moriscos.

Julio Caro Baroja

Los moriscos del reino de Granada

Alianza editorial

Así empieza Julio Caro Baroja, antropólogo, etnólogo, historiador y ensayista, el prólogo a la primera edición, 1957, de su libro Los moriscos del reino de Granada y el tema sigue apasionando a propios y extraños cincuenta y dos años después. Los moriscos y su expulsión es un asunto que ha sido tratado innumerables veces, que nos escuece un poco a todos, ha inspirado a pintores, a músicos, a dramaturgos y a pensadores y sin embargo este estudio que ahora nos ocupa se ha consolidado como insustituible si se quiere saber cómo eran y cómo convivían, si es que convivían, los moros granadinos y los recién llegados cristianos viejos en el Reino de Granada.

Caro Baroja logra aquí un brillante libro de historia dando un enfoque interdisciplinar y ameno al tema. Nos narra la convivencia entre los cristianos y la minoría morisca, llama nuestra atención sobre la importancia del medio físico del reino de Granada y de la climatología para explicar la estructura de aquella sociedad. Nos explica el posterior enfrentamiento entre cristianos conquistadores y moriscos conquistados y la diáspora de estos últimos tras la derrota que sufrieron en la Guerra de las Alpujarras.Fotografía: Baños árabes (Ronda)

En sus páginas encontramos un análisis de la cultura de ambas comunidades y el interesantísimo aspecto de la pervivencia de elementos moriscos más allá de la expulsión.

El autor mantiene que no podemos tomar al pie de la letra la recolonización total de las Alpujarras y del antiguo reino en general, ya que eran abundantes los matrimonios mixtos, considerados cristianos por la línea paterna. Se recuerda que existen hoy familias granadinas de conocida ascendencia morisca y también que hasta bien entrado el siglo XVIII hubo juicios inquisitoriales por mahometismo.

Mapa

Para ilustrar la presencia del tema de los moriscos en el mundo de la investigación universitaria más reciente baste señalar que el año pasado se celebró (del 13 al 16 de mayo en Granada,  y organizado por El legado andalusí y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, con la colaboración de la Universidad de Granada y de otras instituciones, el congreso internacional titulado : Los moriscos : historia de una minoría.

Es este un libro importante, que además es muy fácil de leer y que resulta fundamental si se quieren visitar las Alpujarras con una dosis añadida de magia, una magia que no tiene trampa ni truco porque ahí está el escenario real de esta historia.

Su lectura te mantiene en estado de permanente sorpresa y además, siendo este un asunto que se presta a que los autores tomen partido, Julio Caro no juzga apenas, lo que hace es aportar datos y reflexiones para que cada uno saque sus propias conclusiones.

Julio Caro Baroja en la Biblioteca UPM

1 18 19 20