Ciencia y Método / Henri Poincaré (la science n’est pas tout)

Henri Poincaré Sobre la ciencia y su método

Henri Poincaré

Cículo de Lectores

Es por la lógica que se demuestra, es por la intuición que se inventa. Saber criticar es bueno, saber crear es mejor. Es por eso que es preciso ver la meta desde lejos, y la facultad que nos enseña a verla es la intuición. No se puede demostrar todo y no se puede definir todo, será siempre necesario pedir prestado a la intuición.

Henri Poincaré es poliédrico, sutil y encantador. Profesor universitario convencido de la importancia de la enseñanza por analogía. La calidad literaria de sus escritos de divulgación científica: Ciencia e hipótesis, Ciencia y método, El valor de la ciencia, Las ciencias y las humanidades, Últimos pensamientos; y su cercana humanidad le hacen a uno perder la noción del tiempo y desear haber estado entre sus contemporáneos.

El libro que menciono en el título de esta reseña lo encontré par hasard en la Feria del libro antiguo y de ocasión este año, en una edición de Espasa-Calpe de 1944 publicada en Buenos Aires, incluyo también una reedición más reciente de Círculo de Lectores que estimo más fácil de localizar. El texto, que te captura desde el primer momento, comienza con una referencia a Tolstoi en su crítica a la ciencia por la ciencia, para posteriormente desgranar su valor y aclarar que lo que llamamos realidad objetiva es, en último análisis, lo que es común para varios seres pensantes y podría ser común para todos.Sobre la ciencia y su método de Henri Poincaré

La Universidad de Nancy, lugar de donde era originario, nos regala el acceso a sus textos en su versión original:

Est-ce seulement parce que la science n’est pas tout, qu’il faut d’abord vivre, et que la culture nous fait découvrir à la fois de nouvelles raisons de vivre et de nouvelles sources de vie? Non, tous sentent confusément que ce n’est pas seulement à l’homme, mais au savant même que les humanités sont utiles.

J’ajouterai que les lettres, bien enseignées, peuvent être une école utile pour l’observateur.

Les poètes, ceux qui sont dignes de ce nom, n’appliquèrent pas leurs épithètes au hasard, ils écrivent après avoir regardé.

Qué hermosa la imagen de un Poincaré ya anciano concentrado en una conversación con Madame Curie.

Henri Poincaré en la Biblioteca UPM

Ruskin, Morris y Wilde. El renacimiento del arte en Inglaterra.

Cómo vivimos y cómo podríamos vivir, William Morris

William Morris

Cómo vivimos y cómo podríamos vivir

Pepitas de calabaza, 2004

Hace tiempo que vengo recogiendo, aquí y allá, retazos y estelas de personajes singulares que me atraen. Todos ellos comparten lo que se ha dado en llamar, o que al menos Wilde dio en llamar The English Renaissance of Art.

Uno de los más sorprendentes personajes es William Morris, artista de corazón y artesano de vocación, en cuya memoria la editorial Pepitas de Calabazas ofrece cuidadosamente editadas algunas de sus conferencias. Me referiré particularmente a una de ellas: Cómo vivimos y cómo podríamos vivir; trabajo útil o esfuerzo inútil; el arte bajo la plutocracia. Y es que Morris aboga porque lo George Frederic Wattsúnico que le resta al ser humano es conquistarse a sí mismo; vencer la competencia para alcanzar la cooperación. Y va desgranando con claridad y sentimiento la exigencia: de una buena salud para sentir la vida como un placer; una educación liberal para poder participar de los conocimientos y de la habilidad del mundo; y un entorno de trabajo agradable, generoso y bello. Es imprescindible comprender que estas conferencias se impartieron en pleno apogeo del capitalismo industrial devorador de acero y de hombres, con potencial contaminante desconocido hasta el momento.

Hago referencia en el título de la reseña también a Ruskin, profesor en Oxford de Morris y Wilde, y que fue un alma revolucionaria que se inspiró en Da Vinci y Reynolds para proponer reformas radicales en la enseñanza universitaria del arte (sus lecciones pueden descargarse en internet). Ruskin abogó por la integración de la práctica (dominio de las técnicas manuales) y de la crítica (capacidad de reconocer la valía de artistas vivos). En una ocasión se puso manos a la obra con un grupo de alumnos para construir una carretera que uniera dos pequeñas aldeas con el fin de demostrarles el placer que se deriva de realizar una obra altruista para la comunidad, la dificultad intrínseca en el manejo de técnicas y herramientas manuales, y la posibilidad de crear elementos hermosos y útiles.

Las artes y el artesano, Oscar WildeWilde nos ha dejado un sentido homenaje tanto a Ruskin como a Morris, de quien afirma que tenía la capacidad de buscar la perfección de la manera más intensa, con maestría sin par tanto en todos sus diseños como en su visión espiritual. Me permito recomendar a quien pueda estar interesado, la lectura de la conferencia: las artes y el artesano (art and the handicraftman), impartida por Wilde en los Estados Unidos a alumnos universitarios y cuidadosamente editada por Gadir en castellano: because Art is the one thing which Death cannot harm (porque el arte es la única cosa que no puede ser dañada por la muerte).

William Morris en la Biblioteca UPM

John Ruskin en la Biblioteca UPM

Oscar Wilde en la Biblioteca UPM

Comunicación y poder, de Manuel Castells

"Éste es el tema de este libro: por qué, cómo y quién construye y ejerce las relaciones de poder mediante la gestión de los procesos de comunicación y de qué forma los actores que buscan el cambio social pueden modificar estas relaciones influyendo en la mente colectiva." (p. 24)

 

Manuel Castells:

Communication power.

Oxford: Oxford University Press, 2009.

Comunicación y poder.

Madrid:  Alianza Editorial, 2009.

Audiencias cautivas, goterones de datos comprometedores, revoluciones de colorines hechas con móviles, vuelcos electorales, políticos teatrales, "mercados" sin rostro aparente que deciden sobre la valía y el crédito de millones de personas, organizaciones criminales ejerciendo tal que estados constituidos, infoxicación interminable, política de las emociones, …neuropolítica acaso? En la época en que la Humanidad cuenta en principio con más recursos para combatir el infortunio individual y colectivo la política aparece paradójicamente convertida en un macroescenario circense y la democracia representativa se transmuta en caricatura plebiscitaria. Mirando alrededor se diría que las distopías clásicas se quedaron bien cortas en muchos aspectos.

¿Nos atreveríamos a hincarle la paciencia a un sesudo ensayo de sociología de más de 500 páginas -sin contar apéndices-, para intentar comprender algo de la situación? Bueno, todo sea contra la banalidad. Manuel Castells es por excelencia el investigador del mundo transformado por las tecnologías de la información, hasta el punto de haberse comparado sus análisis con lo que supusieron las obras de Karl Marx y de Max Weber en sus respectivos contextos. Él mismo representa el prototipo del intelectual global con múltiples conexiones académicas y personales en Francia, Estados Unidos, Brasil, Extremo Oriente, Rusia, etc. Pero aunque en la actualidad escribe sus trabajos principales en inglés, a menudo sus libros incluyen referencias españolas.

Comunicación y poder pretende desentrañar y caracterizar la naturaleza y los mecanismos del poder político a comienzos del siglo XXI. Destaca el protagonismo de los medios de comunicación, sobre todo los audiovisuales, contrapesados por la emergencia del fenómeno de la autocomunicación de masas. Como en obras suyas anteriores, el aparato crítico a base de citas, bibliografía, trabajos de campo, etc. puede apabullar a primera vista; pero la prosa es ágil y enérgica, algunos pasajes destilan un cierto aroma de thriller -la realidad supera muchas ficciones-, y aún podemos toparnos con algunas notas de ironía y humor. Si arrancamos y perseveramos nos iremos adentrando en un universo en el que en seguida nos reconoceremos como peones pero -¿quién sabe?- también como potenciales actores.

Este y otros libros de Manuel Castells disponibles en Bibliotecas de la UPM.

Leonardo da Vinci uomo universale

Cubierta de La ciencia de Leonardo, Fritjof Capra¿Qué es lo que hace que un personaje sea estudiado en su potencia intelectual con la misma intensidad y admiración por un físico teórico o un poeta? Me propongo en esta reseña ofrecer la visión del primero: Fritjof Capra (La ciencia de Leonardo, Ed. Anagrama primera edición 2008), y del segundo: Paul Valéry (Escritos sobre Leonardo da Vinci, Ed. Antonio Machado última reedición de 2010, fecunda en erratas tipográficas).

Capra define a Leonardo como pensador sistémico, ecologista y teórico de la complejidad; un científico y un artista con profundo respeto por la vida en su integridad y un hombre con un fuerte deseo de trabajar en beneficio de la humanidad. Leonardo admira la gran superioridad de la naturaleza respecto al ingenio humano porque en ella no falta nada ni nada es superfluo.

Valéry, el querido poeta del cementerio marino denuncia: Leonardo está hecho para desesperar al hombre moderno que se haya extraviado desde la adolescencia en una especialidad en la que está encerrado, pues no se puede eludir la consecuencia de que la cantidad de lenguajes que un hombre posee influye poderosamente sobre el número de oportunidades que puede tener para encontrar otros nuevos. Porque para Leonardo el lenguaje no lo es todo. Saber no es suficiente, lo que importa es poder. No separa comprender y crear.Cubierta de Escritos sobre Leonardo da Vinci, Paul Valéry No hace distinciones entre teoría y práctica. Valéry nos presenta a Leonardo ya como un centauro, ya como una quimera para aquellos espíritus acostumbrados a filósofos sin ojos o artistas sin cabezas.
Pero qué tal si para variar recurriéramos a las fuentes, si dejáramos que fuese el mismo Leonardo quien en su Tratado de Pintura (Ed. Akal, 2004) diera rienda suelta a sus reflexiones:
Llámase ciencia a aquel discurso de la mente que tiene su origen en principios últimos. La más útil de las ciencias será aquella cuyo fruto sea más comunicable, y el fin de la pintura es comunicable a todas las generaciones del universo pues depende de la facultad de ver que no necesita intérpretes.

Decimos que un saber es mecánico cuando nace de la experiencia, y científico cuando nace y concluye en la mente. Quienes se prendan de la práctica sin ciencia son cual piloto que se embarca sin timón ni brújula. El pintor que tan sólo copia a Tratado de pintura. Leonardo da Vincifuerza de práctica y buen ojo, más sin juicio, es como el espejo, que en sí refleja pero no conoce. Así te digo a ti, que por naturaleza tiendes a este arte, que has de adquirir diligencia antes que presteza y cuando hayas adiestrado ya tu mano y tu juicio en esta diligencia, verás como trabajas con mayor presteza de la que tenías. Ne pas estimer la vie, toute la vie. Ce n’est pas la mériter.
¿Uno, dos o los tres?, ¡Yo lo quiero todo! Feliz año, feliz lectura.

Fritjof Capra en la Biblioteca UPM

Paul Valéry en la Biblioteca UPM

Henri Stierlin nos guía por la arquitectura del Islam clásico

Henri Stierlin: El Islam desde Bagdad hasta Córdoba : las edificaciones de los siglos VII al XIII.

Köln : Taschen, 2002.

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"En este virtuosismo de formas esféricas y en el deseo de tratar la transición espacial del cuadrado al círculo por medio de formas meramente racionales, se observa el atractivo de un desarrollo que alimentará el lenguaje arquitectónico medieval tanto en Persia como en Siria y en Egipto, y más tarde en toda el área islámica, desde Granada hasta la India."

Hablamos hoy de un libro de la editorial Taschen. Esta casa es bien conocida por su buena relación calidad-precio, materializada en obras sobre arte y diseño con mucho contenido gráfico impresas en países de bajo coste industrial.

En este caso y gracias a la labor del académico suizo Henri Stierlin, un libro que parecería meramente decorativo y que trata un aspecto muy concreto se convierte en una buena introducción a la Historia medieval del mundo árabo-islámico. Si bien ese aspecto concreto, la arquitectura, guarda siempre una estrechísima relación con la ideología y con el poder político. Esta concatenación la clava el libro con un acierto inusual haciendo que sean las propias y bellas imágenes incluídas las que nos transporten a los trascendentales hechos y procesos culturales que se van explicando. Por eso, aunque no somos duchos en composición arquitectónica ni en construcción, nos permitimos comentar y valorar la obra considerada como instrumento de divulgación histórica.

Desde el inicio Stierlin traza el marco espacial de alcance protoglobal de la civilización árabo-islámica. Este rasgo aparece simbolizado en los frescos del "Alcázar rojo" (Qusayr Hamra) del desierto de la actual Jordania, en los que se pinta nada menos que a los dirigentes hispanovisigodos, etíopes, persas y bizantinos en situación de vasallaje respecto de los primeros califas. El autor insiste en la gran deuda del arte árabe con el sustrato judeocristiano -en especial con los modelos romanos y bizantinos-, así como posteriormente en la inconfundible impronta aportada por la gran arquitectura monumental irania, tanto por contacto directo como por intermedio de invasores turcos iranizados. De modo que esta última influencia citada es la que determinará algunos de los clichés más perdurables y reconocibles del estilo árabe en la Baja Edad Media, hasta los remotos confines atlánticos de la Península Ibérica.

Precisamente una de las virtudes de esta obra es la de considerar la arquitectura andalusí -a menudo estudiada y aún exaltada desde un punto de vista limitadamente hispánico- en un contexto de civilización más amplio, lo que hace que se entienda y se valore de manera más atinada. Esto y todas las anteriores aportaciones reseñadas pueden disculpar la afirmación un tanto aventurada de la supuesta etimología vándala del nombre Al-Andalus (p. 87).

Éste y otros libros de Henri Stierlin disponibles en la Biblioteca de la UPM.

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