Extraños en un tren de Patricia Highsmith

Extraños en un tren. Patricia Highsmith

Anagrama: Barcelona

Traductor: Jordi Beltrán

Un tren avanza por las inmensas praderas en busca de un destino cualquiera. Es el escenario del primer acto. En él, dos pasajeros que no se conocen. Dos pasajeros como otros tantos. No se han visto antes, tienen distintas preocupaciones, ideas, gustos. Accidentalmente empiezan a hablar, a conocerse, a desvelar su vida al otro. Unas copas de whisky y las lenguas se desatan. Sus objetivos, sus incertidumbres, sus penas, sus preocupaciones, sus secretos.

Uno de ellos es Guy , es un tipo ordenado, con una vida convencional. Y con mucha ambición. Tiene un problema llamado Miriam. Es su mujer y no quiere divorciarse.

El otro se llama Bruno. Está en las antípodas de Guy y está enfermo. De maldad. El problema de Guy es su propio padre. Tiene una teoría, “una persona debería hacer todo cuanto sea posible hacer antes de morirse, y tal vez morir tratando de hacer algo que sea realmente imposible”, como  “cometer unos cuantos asesinatos perfectos”. Y quiere llevarla a cabo.

La red se está tejiendo. Los secretos se desvelan, el alma de cada uno se desnuda. Todo queda al conocimiento del otro. Y surge el plan.

¡oiga! ¡menuda idea se me ha ocurrido! Un asesinato por delegación, ¿comprende? ¡Yo mato a su esposa y usted se encarga de mi padre! Nos encontramos en el tren, ¿comprende?, y nadie sabe que nos conocemos. ¡nadie! ¡una coartada perfecta! ¿Qué le parece?

Ya no puede haber marcha atrás. Una palabra empieza a rondar por sus cabezas y no se marchará.
“Asesinato”
En 1951, Alfred Hitchcock llevo a la pantalla una adaptación de Estraños en un tren con un  guión en el que participó el mismísimo Raymond Chandler. Música del genial Dimitri Tiomkin y con Robert Walker y Farley Granger como protagonistas.

Centrada en obras de suspense y policiacas, Patricia Highsmith comenzó a escribir desde muy joven colaborando en revistas como Harper Bazar donde publicó su primer cuento. Fue la publicación de su primera novela, Extraños en un tren, la que le dio la fama. También consiguió gran éxito con las novelas de la serie sobre su personaje Tom Ripley.
Patricia Highsmith nació en la ciudad de Fort Worth, Texas, en 1921 y falleció en Suiza en 1995.

Cualquier persona es capaz de asesinar. Es puramente cuestión de circunstancias, sin que tenga absolutamente nada que ver con el temperamento. La gente llega hasta un límite determinado…y sólo hace falta algo, cualquier insignificancia, que les empuje a dar el salto. Cualquier persona.

Patricia Highsmith en la Biblioteca UPM

Cine clásico en la UPM: Vacaciones en Roma. William Wyler. 1953

Cartel de Vacaciones en Roma

Vacaciones en Roma (Roman holiday). Estados Unidos, 1953 (113 minutos). Director: William Wyler. Intérpretes: Gregory Peck, Audrey Hepburn, Eddie Albert. Paramount Pictures.

Es sin duda una de mis películas favoritas. Se trata de la maravillosa “Vacaciones en Roma”, de William Wyler. Es lo que se denomina una “comedia romántica clásica”, género en el   que  el cine estadounidense ha sido (y sigue siendo) un maestro.

Una joven princesa cansada de los protocolos y obligaciones cortesanas  huye del palacio donde se aloja en Roma en visita oficial para visitar la ciudad de incógnito. Pasea sin rumbo por las calles y se encuentra con Joe Bradley, un periodista americano que,  viendo la posibilidad de una exclusiva para su periódico, finge desconocer la identidad de la princesa y  la acompaña galantemente por toda la ciudad. Se trata de Audrey Hepburn y Gregory Peck: palabras mayores. Y  lo que empezó siendo una aventura interesada acaba en…. (tendréis que verla para saberlo).

Escena de la película. Descubriendo a la princesa

La elegancia de la cámara de Wyler , que sigue a sus personajes como de lejos, y el guión de  John Dighton e Ian McLellan Hunter (sobrenombre utilizado por  Dalton Trumbo, por estar en la lista de la Comisión Warren de delitos antiamericanos)  hacen el resto.

Y que se puede decir de Audrey Hepburn y Gregory Peck, dos actores que hagan lo que hagan llenan la pantalla. Peck, en esta película ya era una estrella consagrada y en el cartel de la película su nombre tenía más importancia que el «presentando a Audrey Hepburn». Cuando acabó el rodaje, Peck llamó a su agente e hizo que le dieran la misma importancia a los dos nombres. Peck predijo que ella ganaría el Óscar, como efectivamente ocurrió. La película además se llevó otros dos Oscars: argumento original y vestuario.

Hay escenas que se quedan en la retina para siempre:  la visita a la “Bocca della Verità”, la escena en el embarcadero,  la vuelta por Roma en Vespa, la escena final….. Cada vez que la veo, contengo el aliento y espero, como hace  Gregory Peck,  que acabe la audiencia de la princesa con la prensa (quien la haya visto sabe de lo que hablo. Los que no, cuando la vean, lo entenderán). Como curiosidad decir que entre los periodistas que aparecen acreditándose hay uno del Abc  y otro de La Vanguardia.

Paseo en Vespa por Roma

Roma no podía salir más bonita. W. Wyler no quiso rodar en decorados sino en escenarios reales y retrata una ciudad preciosa, que se convierte en la tercera protagonista. Roma, en blanco y negro, de día y de noche.

Rotulo Via Margutta

Calle donde vive el periodista Joe Bradley

De verdad, si os gusta el cine y queréis disfrutar con una buena película, no dejéis de verla.

Ésta y otras películas de William Wyller en la Biblioteca UPM.

Stefan Zweig. Carta de una desconocida.

Cubierta libro "Carta de una desconocida"Stefan Zweig. Carta de una desconocida. Acantilado Editorial. Barcelona, 2002

No es la primera vez que hablamos de Stefan Zweig en NST. Ya antes reseñamos su “Novela de ajedrez”. En esta ocasión el relato que traemos es “Carta de una desconocida”, una breve historia, apenas 70 páginas, eso sí, muy intensas y narradas de tal forma que no puedes dejar de leerla una vez que empiezas.

La novela se inicia cuando un famoso escritor recibe una carta, entremezclada con otras muchas en su correo. Pospone su lectura pero le entra la curiosidad por lo abultado del sobre y por la caligrafía desconocida.

Cuando la abre lo que encuentra es:

un pliego de veinticinco folios escritos precipitadamente con letra femenina, desconocida y nerviosa; más que una carta parecía un manuscrito. Palpó de nuevo el sobre, instintivamente, por si encontraba alguna nota aclaratoria. Estaba vacío. En él no había más que aquellas hojas; ni la dirección del remitente ni tan siquiera una firma. Qué extrañó, pensó, y cogió nuevamente la carta. “A ti, que nunca me has conocido”, ponía como encabezamiento, como si fuera un título

Y a partir de ahí leemos, a la vez que el protagonista, una carta desgarradora en la que una mujer, de la que ni siquiera sabemos su nombre, explica a su amado (y a nosotros, lectores) toda su vida.

La historia es sencilla y sin grandes giros. El inicio de la carta no puede ser más devastador:

Mi hijo murió ayer. Durante tres días y tres noches he tenido que luchar con la muerte que rondaba a esa pequeña y frágil vida

A partir de aquí, como he dicho antes, no puedes dejar de leer. Quieres saber quién es ella, qué le ha ocurrido y cómo ha llegado hasta ahí. Es una historia de amor incondicional de ella hacia él. Nos va llevando poco a poco con un ritmo suave y cercano, sencillo, como una confidencia.

La protagonista le conoce perfectamente porque lleva años observándole desde la invisibilidad. De niña, compartiendo descansillo, desde la mirilla de su casa le espiaba, conocía sus salidas y entradas y a sus acompañantes. De adulta, con su amor obsesivo e incondicional seguía su carrera y andanzas  por la prensa. Coincidía con él en actos públicos, estrenos y conferencias, hasta que al fín sus anhelos se cumplen y tienen una breve historia de amor, inolvidable para ella pero no para él …

El libro fue llevado al cine en 1948 dirigida por Max Ophüls. Los actores elegidos eran perfectos para sus papeles: Louis Jordan interpretando al famoso escritor, guapo, encantador y un conquistador nato. Joan Fontaine, tímida, insegura y perdidamente enamorada interpretando a la “desconocida” autora de la carta (en un papel parecido al que ya hiciera antes en la película de A. Hitchcock, Rebeca).

Escena de la película, con su protagonista Louis Jordan.

Louis Jordan en una escena de la película destrozado con la lectura de la carta.

Él dejó caer la carta, las manos le temblaban. Entonces empezó a cavilar durante un buen rato

El libro ha tenido varias adaptaciones más. En 2004 inspiró otra película a cargo de la directora china Xu Jinglei. En 1975, se estrenó la ópera “Carta de una desconocida,” compuesta por Antonio Spadavecchia, y situada en Rusia. En 2001 Jacques Deray la adapta para la televisión francesa.

Cartel de la película del año 1948.Cartel de la película de Xu Jinglei.

Este libro y la película, junto con otros títulos de Stefan Zweig, los podéis encontrar en las bibliotecas de la UPM.

La noche del cazador de Davis Grubb

La noche del cazador. Davis Grubb

Barcelona: Anagrama, 2000

¡Cuelga, cuelga, ahorcado! ¡Mirad lo que hizo el verdugo! ¡Cuelga, cuelga, ahorcado!

¡Cuelga, cuelga, ahorcado! ¡Mirad cómo se balancea el ladrón! ¡Cuelga, cuelga, ahorcado!

Mi canción ha terminado.

La canción suena una y otra vez cruelmente en Cresap’s Landing. Son los niños quienes la cantan y los niños son crueles. Los hijos de Ben Harper, John y Pearl, no la cantan. Ellos no pueden.

Ben Harper está desesperado. Quiere escapar de la miseria. Él y su familia. Roba un banco pero mata a dos personas. Es apresado, juzgado y ejecutado. Él es el ahorcado…Pero tiene un secreto del que solo son conocedores sus hijos. ¿Dónde ha escondido el dinero? Ellos lo saben pero han jurado no decirlo.

¡Óyeme, Ben! ¿Ves esta mano que alargo? ¿Ves las letras que hay tatuadas en ella?!Amor, Ben, amor! ¡Eso es lo que significan! Esta mano, mi mano derecha es Amor. ¡Pero espera, Ben! ¡Mira! Por la ventana entra suficiente luz de luna para que lo veas. ¡Mira, muchacho! ¡Mira mi mano izquierda! ¡Odio, Ben, odio! Ahí está la moraleja, muchacho. ¡Estas dos manos son el alma de cualquier ser humano! Odio y amor, Ben… Las dos manos están enfrentadas desde la cuna hasta la sepultura.

El Mal.

Su nombre era Harry Powell, pero todos lo llamaban Predicador.

Él también quiere saber dónde está el dinero. Ha conocido a Ben en la cárcel.  Ha intentado sonsacarle pero no lo ha conseguido. Un día, al salir de la cárcel, se presentará en Cresap’s Landing. Se inicia la lucha, amor frente a odio,  bien frente a mal.

La noche del cazador se desarrolla durante la Gran Depresión. Un ambiente cerrado, asfixiante, ahogado en prejuicios sociales y religiosos es el campo de batalla. Los contrincantes, dos eternos rivales, el bien y el mal. La eterna lucha. ¿Quién vencerá esta vez?.

¿Es una novela de aventuras, una novela realista, una novela negra?, puede que sea todo eso, que tenga características de todos esos géneros, pero es sobre todo un sueño.

Un sueño de terror.

La noche del cazador fue publicada en 1953 y pronto llevada al cine en una legendaria adaptación dirigida por el grandísimo Charles Laughton en 1955. Con guión de James Agee y del propio Laughton, el legendario actor británico consigue llevar a la pantalla esa atmosfera aterradora, onírica, mágica en ocasiones que aparece en la novela de Grubb. Robert Mitchum es la encarnación del Mal, su voz, su mirada. Lillian Gish, un árbol firme con ramas para muchos pájaros, llena de dulzura y amor, la del Bien.

¿Niños? Susurró el Predicador.

Esa palabra tan sencilla no nos abandona durante toda la película, durante toda la novela. Cada vez que la oímos o la leemos sentimos el miedo adentrarse en nuestro cuerpo. No es una palabra que pronuncia un hombre, no, la pronuncia la encarnación del mismisimo mal.

¿Niños?

Davis Grubb nació en la ciudad de Moundsville, West Virginia. Comenzó su carrera en la NBC como escritor de guiones. Posteriormente empezó a publicar relatos en diversas revistas. Fué con la noche del cazador con la que consiguió el éxito. Posteriormente escribiría más novelas y relatos cortos algunos de los cuales fueron llevados al cine y la televisión entre otros por Hitchcock

Aunque era vieja, parecía que para ella no pasaban los años, como les suele ocurrir a las campesinas viudas de carácter fuerte. Adusta y sincera, nunca daba su brazo a torcer y podía hacer frente a la vez a tres de los más duros y sagaces tratantes de ganado del condado de Pleasants y obtener todo el dinero que pensaba que valía su cerdo.

El Bien.

La noche del cazador en la Biblioteca Universitaria.

Terele Pávez. Una grande de la escena española.

Terele Pávez

Por fin los Goya han hecho justicia con una de nuestras grandes de la escena, Terele Pávez. No sé por qué hay personas a las que nunca, o muy pocas veces, se les reconoce su mérito, es el caso de esta gran intérprete del teatro y de la pantalla, en este orden, porque primero, es una gran dama del teatro, y segundo, una maravillosa actriz de cine.

Por fin, se reconoció el gran talento de Terele Pávez, obtuvo el Goya a la mejor interpretación femenina de reparto, pero yo creo que este Goya no fue sólo por este personaje en las Brujas de Zugarramurdi de Alex de la Iglesia, fue un premio y un reconocimiento a su larga trayectoria profesional, como así lo reconocieron todos con esa grandísima ovación, y el auditorio puesto en pie, que le dedicaron cuando subió a recoger el premio. ¡Que emocionada estaba!; sí, tenía todo el derecho a estarlo, era el orgullo de que por fin, después de tres décadas de dedicación al mundo de la interpretación, veía recompensada su carrera.

Terele Pávez en Los Santos Inocentes

¿Quién no recuerda su personaje de Régula en los Santos Inocentes?, esa maravillosa obra escrita por uno de mis más admirados autores, Miguel Delibes, y llevada al cine por otro gran director como es Mario Camus. Un personaje este de Régula, trabajadora infatigable y conciencia social de su familia, que, dicho por ella misma, la ha marcado para siempre, interpretación de la que podemos disfrutar ahora mismo visionando la magistral adaptación a la pantalla de Mario Camus

Terele Pávez en La CelestinaNo podemos olvidar su interpretación de La Celestina, tanto en cine (donde ni se la nominó para el Goya), como en el teatro, siempre magnífica en su interpretación de un personaje tan representado, y tan difícil de representar, que ella siempre ha sabido dar con ese magisterio que Terele Pávez recrea sus personajes.

Su desgarradora voz, su personalidad y su pasión hacen de esta gran actriz que los adjetivos que se puedan utilizar para definir la excelencia de una intérprete se quedan cortos. Hoy, y a pesar de una larga lista de premios obtenidos, el cine puede decir que ha honrado a una gran intérprete de la que esperamos disfrutar mucho más tiempo, y que ahora mismo podemos extasiarnos con su personaje en la obra de teatro “El Cojo de Inishmaan”, acompañada de otra gran actriz que es Marisa Paredes.

Gracias por habernos deleitado y seguir disfrutando de tus personajes, ¡enhorabuena Terele! porque por fin La Academia ha reconocido tu talento, y esperamos seguir viéndote cada día en el escenario y en la pantalla regalándonos tu universo interpretativo.

Terele Pávez en la Biblioteca UPM

Isabel Mendoza García

 

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