GROUCHO & CHICO, ABOGADOS, Hermanos Marx

 GROUCHO & CHICO, ABOGADOS.

Hermanos Marx.

Tusquets: Barcelona, 1992

GROUCHO: Venga, deje de hablar de trabajo. ¿Qué le parece si usted y yo organizamos una cenita íntima en su casa?

PRISCILLA: ¿En mi casa?

GROUCHO: Bueno, si es lo bastante buena para usted también lo será para mí.

(…)

PRISCILLA: Mr. Flywheel, no puedo aceptar ese anillo.

GROUCHO: (en tono dramático): ¿Quiere usted decir… que hay otro hombre?

PRISCILLA: Pues, sí.

GROUCHO: Dígame…Tengo que saberlo… ¿Quién es?

PRISCILLA: ¿Por qué quiere saberlo? No irá a hacerle ningún daño.

GROUCHO: Ni pensarlo. Quiero venderle el anillo.

PRISCILLA: Mr. Flywheel, nuestra relación no puede ser familiar, sino estrictamente de negocios.

GROUCHO: (indignado): Escuche: deje a mi familia al margen de esto. No es necesario que sea tan tiesa conmigo. Usted sabe que puedo casarme con cualquiera que desee. El único problema es que no me desea nadie. (Muy romántico.) Vamos, Priscilla, terminemos con estos pretextos triviales. El aire está cargado de amor y hasta mi alma aúlla porque sus brazos me estrechen. ¿Qué le parece si jugamos a prendas?

PRISCILLA: ¡Ya vale, Mr Flywheel! Está dando usted un espectáculo.

GROUCHO: (de manera dramática): Ya lo sé, Priscilla, pero el…espectáculo…debe… continuar.

(Sube la música).

“El Five Star Theatre presenta a Groucho y Chico Marx, por primera vez en antena…el telón se levanta y aparece la oficina de Beagle, Shyster y Beagle, abogados. Miss Dimple está al teléfono y oiremos a Groucho Marx en el papel de Mr. Beagle.” Así presentaba el locutor de la NBC, el 28 de noviembre de 1932, el primer capítulo de una serie de veintiséis episodios de la comedia radiofónica Flywheel, Shyster y Flywheel (inicialmente se adopto el nombre de Beagle, Shyster y Beagle, pero una posible demanda de un abogado llamado Beagle  hizo que se cambiara) protagonizada por dos de los hermanos Marx, Groucho y Chico.

En plena depresión económica, con una audiencia ávida de diversión, las cadenas radiofónicas con el patrocinio de potentes compañías, idearon una serie de programas de variedades que tenían como principales protagonistas a  estrellas del cine y teatro muy populares en aquellos años como Al Jonson, Eddie Cantor, George Burns…y los Hermanos Marx.

Para estos, fue su primera y más exitosa experiencia radiofónica aunque solo estuvieron en antena durante una temporada.

CHICO: Encontré que su mujer había salido.

JONES: ¿Así que ha perdido usted dos semanas?

CHICO. ¡No, qué va! El lunes sigo a su mujer. El martes voy al partido de béisbol y ella no aparece. El miércoles va ella al béisbol y no aparezco yo. El jueves hay partido doble: no aparecemos ninguno de los dos. El viernes llueve todo el día y como no hay partido, me voy a pescar.

Sobre guiones que firmaban Nat Perrin y Arthur Sheekman,  Flywheel, Shyster y Flywheel es una comedia hilarante, llena de situaciones absurdas, delirantes, estrafalarias, con juegos continuos de palabras que en las voces y la interpretación de Groucho y Chico obtenían su máxima expresión. Aunque no podemos disfrutar de esas emisiones, si podemos disfrutar igualmente del humor sarcástico, irónico, inverosímil de sus textos y que está edición recoge, disfrute que nos augura momentos desternillantes y a los que podemos volver una y otra vez. Siempre nos hará reír, porque su humor es un humor inteligente, lleno de magia.

GROUCHO: …¿Alguna llamada?

MISS DIMPLE: Sí sus acreedores han estado llamando toda la mañana. Dicen que están cansados de telefonear y que habrá que hacer algo.

GROUCHO: Muy bien. Haremos algo. Mandaremos que se lleven el teléfono.

Familia de cómicos naturales de Nueva York, los Hermanos Marx se criaron en el duro mundo del vodevil desde donde pasaron a Broadway y de ahí a Hollywood, donde alcanzaron gran éxito con películas como Una Noche en la Ópera, Sopa de Ganso, Un día en las carreras, etc.

Los Hermanos Marx en la Biblioteca de UPM.

Desayuno en Tiffany’s : cuando la literatura y el cine hacen una buena pareja.

desayunotiffanys1Cartel de la peliculaUna buena pareja: Truman Capote y Blake Edwars y una obra: “Desayuno en Tiffany´s”, conocida en España en su versión cinematográfica con el título cambiado “Desayuno con diamantes”.

“Los días rojos son terribles y en esos momentos lo único que me viene bien es ir a Tiffany’s, porque nada malo me puede ocurrir allí

El libro lo escribió Truman Capote en 1958. Quizás no sea “A sangre fría” pero sí es una extraordinaria novela corta, un irónico cuadro que satiriza los ambientes neoyorquinos intelectualoides de finales de 1950. Capote transmite estados de ánimo, evoca ambientes y perfila personajes sólo con la descripción de imágenes y situaciones.

La película la rodó en 1961 Blake Edwards . Este gran director, recientemente fallecido, dirigió grandes películas como “Días de vino y rosas”,”La pantera rosa”, “La carrera del siglo”, “El Guateque”, “La mujer perfecta”, “¿Victor o Victoria” o “Cita a ciegas”. En principio se pensó en Marilyn Monroe para hacer de protagonista pero al final fue Audrey Hepburn la elegida y la verdad es que está perfecta en su papel de Holly Golighthly.

El guión adaptado de George Axelrod limaba diversas partes de la obra original. En la película se suaviza el personaje de su protagonista Holly, que en la novela es claramente una prostituta de lujo y en la película es más bien una simpática y adorable chica de compañía, que saca dinero a los hombres pidiendo suelto para sus visitas al tocador de señoras.

Otro cambio importante es el final (no lo destriparemos por si alguien todavía no la ha leído/visto), más edulcorado por exigencias de Hollywood así como ciertos diálogos que seguramente los censores no hubieran permitido.

Otra cosa, no cambiada, sino añadida, es la introducción del amante del protagonista masculino, Paul Varjak (George Peppard, en la película), que es mantenido por una mujer rica y casada. Quizás se añadiera en la película para igualar la catadura moral de uno y otro, y contar así la historia de dos inmorales redimidos al final por el amor, cuando en la novela la única inmoral es Holly.

Nadie como Blake Edwards para rodar fiestas locas y surrealistas, como la que da la protagonista en su apartamento con una galería de invitados totalmente variopintos y situaciones cada vez más divertidas y absurdas a medida que sube el nivel de alcohol.

La novela es más cruda que la película, con esa habilidad de Capote para retratar el lujo sórdido. Casi todo el mundo llega a la novela después de haber visto la película pero ambas son imprescindibles.

Inolvidable el tema de Henry Mancini, Moon river, y una de las escenas más famosas de la película cuando Audrey Hepburn la canta apoyada en la ventana de su apartamento.

La película Desayuno con diamantes está disponible en la Biblioteca UPM

Truman Capote en la Biblioteca UPM

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