La hija del Este, Clara Usón

Portada La hija del EsteClara Usón
La hija del Este.
Seix Barral, 2011.

Esta novela narra los últimos días de Ana Mladic, hija del general Ratko Mladic también conocido como "El carnicero de Srebrenica", "el carnicero de Sarajevo" o en resumen "El carnicero de los Balcanes". Leer este libro, ha supuesto conocer con mayor profundidad una de las grandes vergüenzas de la culta y civilizada Europa del finales del S. XX, que viví a través de la TV y de la prensa entre mis 30 y 40 años. Espectacular la labor de documentación de la autora.

Una reflexión magnífica sobre los nacionalismos y sobre todas aquellas ideas de carácter totalitario (no hay que olvidar a las religiones entre ellas) que embrutecen a las personas y les llevan (como pasó en Yugoslavia) a matarse sin piedad tras un proceso en el que el individuo es destruido por estas ideas y que en este caso llevó al suicidio de la protagonista a los 23 años (histórico).

Según palabras de Juan Goytisolo "un magnífico texto literario en el que pasado y presente se funden con sabiduría y abarcan una historia centenaria de afrentas, vergüenzas y crímenes a través de la vivencia dolorida de la enigmática protagonista."

Clara Usón, escritora española nacida en Barcelona en 1961. Es Licenciada en Derecho. Ganó el Premio de Novela Femenino Lumen en 1998 con su novela La noche de San Juan, obra ambientada en la ciudad menorquina de Ciudadela durante una noche de fiesta. En 2009 ganó, con Corazón de napalm, el Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral, una visión contemporánea del complejo de Edipo protagonizada por un niño y su madre en dos historias paralelas que acaban confluyendo.

 

Clara Usón en la Biblioteca UPM

 

Luis Gómez Vegas

 

Bad Lands de Oakley Hall

Bad Lands. Oakley Hall

Galaxia Gutemberg: Barcelona, 2010

“Erguido sobre la pequeña yegua, Andrew veía cómo se iba dilatando el sol, hundiéndose tras un grupo de cerros de redondeadas cimas que irradiaban una blanca incandescencia por el fulgor a su espalda. Nubes de vientre dorado se desplegaban por el horizonte como el esplendor de la gloria en un cuadro del Renacimiento. Una fina columna de humo se elevaba en el bruñido espacio: la hoguera de otra partida de caza en las Bad Lands, o una veta de lignito, encendida por el rayo, que ardía bajo tierra.”

Nuestro protagonista, Andrew Livingston, deja la ciudad de Nueva York y viaja hasta el territorio de Dakota, a las Bad Lands. Atrás queda una vida acomodada como banquero y político.

En la famosa canción de Stan Jones, The Searchers, se preguntaban:

What makes a man to roam?

What makes a man leave bed and board?

And turn his back on home?

Ride away…ride away…ride away…”

Olvidar una tragedia familiar, olvidar su pasado más reciente, eso es lo que hace moverse a Andrew.

Se convierte en uno de tantos que marcha hacía el lejano oeste.

“-Si cualquiera que al pasar por aquí os viera colgar a un tipo y no pensara que es asunto suyo, yo diría que la raza humana se ha echado a perder – sentenció el recién llegado.”

Allí encontrará un territorio salvaje, grandioso, eterno. La majestuosidad de sus paisajes, esa forma de vida tan distinta de los cowboys a la que conocía en Nueva York le  irá atrapándolo poco a poco.  Decide establecerse como ganadero.  Se desata el conflicto. Uno más  que quiere aprovechar las riquezas de esa tierra. Las Bad Lands son un territorio hostil codiciado por muchos donde la ley la impone el revólver. Es la única ley. La ley de los hombres que marcharon en busca de su destino a unas tierras desconocidas y donde dejarán su sudor y su sangre, lo mejor y lo peor de cada uno.

Al norte de su rancho, un escoces excéntrico, Machray, que quiere quedarse con todo y que trae consigo el símbolo más odiado de los que consideran el territorio como  libre, el alambre de espino. Al sur el mayor adalid de ese odio, Hardy. En el centro, nuestro protagonista que se verá envuelto en este fuego cruzado de odios e intereses. Siempre caminando en el medio de la balanza, porque, en realidad quién tiene razón.  Todas son validas.

Vine aquí desde Inglaterra a temprana edad porque consideraba que la vida que llevaba allí no se diferenciaba mucho de la esclavitud, y conseguí la ciudadanía de este país combatiendo con la Unión en contra de la esclavitud. ¡La libertad me ha obsesionado, señor Livingston! Y el territorio más libre de este país, que es donde más libertad hay en el mundo, se encuentra aquí, en las Bad Lands. Y Lord Machray pretende convertirlo en su feudo personal. ¡Eso va contra todo lo que esta nación se rebeló hace cien años! –alzo el dedeo índice y prosiguió-. Lo considero mi enemigo. Porque es enemigo de la especial libertad de las Bad Lands. De los pasto libres, de la libre colaboración, de las instituciones libres.”

Es una tierra dura, donde los actos no tienen vuelta atrás porque no pueden tenerla, son irreversibles, no hay margen a la duda. Tu vida depende de ello.

Oakley Hall (San Diego, 1920 -) considerado como uno de los mejores narradores americanos del siglo XX, inició su vida literaria con Murder City a la que siguió la grandiosa Warlock y otras tantas novelas ambientadas en el Oeste Americano. Dedicado a la docencia en sus últimos años, murió en Nevada en 2008.

Seguía la canción de Stan Jones:

“A man will search his heart and soul

Go searchin’ way out there

His peace of mind he knows he’ll find

But where, oh Lord, Lord where?

Ride away, ride away, ride away”

En realidad, eso es  las Bad Lands.

Oakley Hall en la Biblioteca Universitaria.

El disputado voto del Sr. Cayo, Miguel Delibes

El disputado voto del señor Cayo, Miguel DelibesEl disputado voto del Sr. Cayo
Miguel Delibes
Ediciones Destino

El Sr. Cayo, es como ese Magadan difícil de cazar por resabiado. Se enfrenta a las primeras elecciones democráticas después de muchos años de erial espiritual, y un corto proceso de transición esperanzador pero indeterminado; los votantes, aquellos españolitos que unos años antes querían vivir y a vivir empezaron entre una España que moría y otra que bostezaba (véase Antonio Machado cantado por Serrat).

Yo leí este libro en el año 1975, cuando se publicó, aconsejada (bien) por unos padres que inculcaron a sus hijos la necesidad de saber y cuidarse de la indolencia; nunca lo agradeceré bastante.

El disputado voto del señor Cayo, Miguel DelibesMe gustó mucho, como urbanita campestre me sentía atraída por esa cultura popular sabia, discreta, humilde pero certera y de largo alcance como un misil inteligente.

Ahí tenemos también la adaptación al cine de 1986, protagonizada por un Paco Rabal ya desprendido de esa aureola de galán (mucho mejor para todos); dirigida por Antonio Jiménez Rico, cuyos datos biográficos podemos encontrar fácilmente en Wikipedia.

Esta no es la obra más representativa del autor pero es una demostración más que suficiente de su carácter. Mi respeto estimado Sr. D. Miguel Delibes.

Fotografía de Miguel Delibes

Miguel Delibes en la Biblioteca UPM

Miguel Delibes: España 1936-1950, muerte y resurrección de la novela

"Valladolid dio siempre buenos poetas, buenos pintores y avispados descuideros y peristas. Pero el poeta era el rey. El poeta no contaba como profesional. Era un aficionado y su don no tenía nada que ver con el dinero; si es caso lo manchaba. Y cosa curiosa: el vallisoletano, que es recoleto e independiente, solía ser poeta por parejas o en tertulia, esto es, la gente se reunía para hablar de versos." (p. 23)

 

Miguel Delibes:

  • España 1936-1950 : muerte y resurrección de la novela.
  • Barcelona : Destino, 2004.

 

Presiento que NoSóloTécnica le debía algo de atención a Miguel Delibes. En torno al segundo aniversario de su fallecimiento la perspectiva agranda su figura, literaria pero también civil y cultural en general. Por comparación resalta la modesta repercusión social en el momento de su muerte. Y asímismo la distancia creciente nos muestra otros aspectos. Por ejemplo la improbabilidad de éxito de su eventual candidatura al Nobel, teniendo en cuenta las escasas traducciones de sus obras y la menguada difusión de estas fuera de España, inclusive en América Latina. Y la paradoja de la gran popularidad interior conseguida por alguna de sus obras que tal vez no figure entre las mejor cuajadas de su producción.

Un factor curioso pero crucial para su carrera fue el inestimable impulso otorgado a un autor tan enraizado en Castilla por parte de editores catalanes sensibles y perspicaces. Por otro lado la preponderancia social de la narrativa -que en estos tiempos que corren le afecta a él y a cualquiera- ha ocultado en parte a otro Delibes valiosísimo: el escritor de viajes, el articulista, el crítico literario, el observador penetrante y transversal.

Justamente por eso hoy escogemos y recomendamos España 1936-1950… Un pasaporte de lujo a un territorio que nuestro querido autor conocía de primera mano: los años decisivos para la recomposición de la cultura literaria española en el interior del país. Destino, la casa barcelonesa del gran vallisoletano, quiso conmemorar el número 1000 de su emblemática serie Áncora y Delfín con esta recopilación que brinda textos sobre la Generación de 1950 y aún mucho más. Delibes hace semblanzas muy meditadas de algunos de sus coetáneos en el oficio, nos comunica sus propios planteamientos sobre la naturaleza del género e incluso analiza su propia obra con el pudor pero también con la franqueza y la contundencia que le caracterizan. Por si fuera poco una esmerada selección de fotografías de la época ayuda al lector a saborear mejor el espíritu de aquellos años. Para disfrutar y aprender del mejor Delibes: sobrio, preciso, fecundo en léxico, evocador. Pura solera.

"En principio, y a lo largo de un centenar de folios, inicié la novela con Mario vivo, pero su posición disconforme con la dictadura en general, su abrupta crítica de la sumisión política y el consumismo económico, la hacían decididamente impublicable. Así nació la idea de sacrificar a Mario. Con Mario muerto, escuchando impasible las acusaciones mezquinas de su mujer, se idealizaba su figura y, de paso, yo decía indirectamente todo aquello que no podía expresar de otra manera." (págs. 161-162)

 

Esta y otras obras de Miguel Delibes en Bibliotecas de la UPM

!Pues vaya! de P.G. Wodehouse

!Pues vaya!. Lo mejor de Wodehouse. P.G. Wodehouse

Barcelona. Anagrama, 2004

“-¡Pues vaya!- dije.

-¡Pues vaya! ¡Pues vaya!

-¡Pues vaya! -¡Pues vaya! -¡Pues vaya!

Después de lo cual pareció bastante difícil proseguir la conversación.”

Primer ingrediente; inteligencia, dícese de la capacidad de entender o comprender, habilidad, destreza y experiencia.

Segundo ingrediente; humorismo, modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico, risueño oridículo de las cosas.

Tercer ingrediente, creatividad, dícese de la facultad de crear, capacidad de creación.

Tres ingredientes principales que volcamos en la coctelera en cantidades ingentes. Lo aderezamos con un dominio del idioma deslumbrante, fina ironia y un toque de autentico “sportman” y el resultado de todo ello es ¡Pues vaya!

“Alf Todd – siguió Ukridge, abandonándose a un torrente de imágenes- tiene tantas posibilidades de ganarle como la que tendría un hombre ciego y manco en una habitación a oscuras de meterle dentro de la oreja izquierda a un gato salvaje medio kilo de mantequilla fundida, ayudándose de una aguja al rojo vivo.”

¡Pues vaya! es una antología de los mejores relatos de Wodehouse, publicado con motivo del vigésimo quinto aniversario de su fallecimiento. En ellos nos encontramos con toda la pléyade de personajes que han hecho sus relatos tan famosos, Bertie Wooster con su inseparable y admirable Jeeves, Lord Emswoorth en su castillo de Blandings, Psmith, Ukridge, Bingo Little y otros miembros impresentables del Club de los Zánganos.

“En cierta ocasión me comprometí con su hija Honoria, una espantosa exhibición de dinamismo, que leía a Nietzsche y tenía una risa como de olas rompientes contra una agreste rocosa.”

¡Pues vaya! incluye también una serie de relatos cortos, ensayos, correspondencia, sobre distintos temas como su encuentro con el grandísimo W.C. Fields, realizados a lo largo de su dilatada y prolífica trayectoria creativa.

P.G. Wodehouse nacido en Guildford, Inglaterra en 1881 y fallecido en Southampton, Nueva York en 1975 “after a good morning’s work on his latest novel, inicio su carrera como escritor publicando en periódicos y semanarios compaginándolo con su trabajo en un banco. En 1902 publicó su primera novela, renunciando a su trabajo en el banco y dedicándose desde ese momento a escribir.

Emigró a Estados Unidos de donde se haría con posteridad ciudadano americano, colaborando en el cine y con grandes artistas como Cole Porter, Irving Berlin, etc en comedias musicales.

Entre sus obras, Amor entre pollos (1906), El inimitable Jeeves (1923), Jim de Piccadilly (1928), y la serie que se inicia con El castillo de Blandings (1935) etc.

“Conste que era una chica condenadamente bonita, inteligente y atractiva, pero tenía muchos ideales y cosas por el estilo. Puede que sea injusto con ella, pero me parece que es el tipo de chica que quiere que un hombre se labre su carrera o algo semejante. La he oído hablar favorablemente de Napoleón.”

Wodehouse en la Biblioteca UPM

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