Cervantes por el mundo: Alcalá de Henares.

Universidad_de_AlcalaEn el otoño de 1547 nació Miguel de Cervantes en Alcalá de Henares, la antigua Complutum y Al Qalat Abd Al Salam. Por aquella época la ciudad tenía ya su pujante y monumental universidad cuya fachada histórica podéis admirar en la Plaza de San Diego. Miguel abandonaría Alcalá siendo muy pequeño para llevar una vida itinerante de una punta a otra del Mediterráneo. No obstante los alcaínos de hoy ofrecen a las visitas su Museo cervantino a modo de memorial viviente del genio y de su época.

Alcalá de Henares en: Biblioteca UPM.

 

El lujo eterno / Gilles Lipovetsky & Elyette Roux

Gilles Lipovetsky & Elyette Roux:

El lujo eterno: de la era de lo sagrado al tiempo de las marcas  (Barcelona: Anagrama, 2004)

Le luxe éternel  (Paris: Gallimard, 2003)

Lujo eterno (cub. Argumentos)La época posmoderna es contemporánea de la liberación de los antiguos tabúes de clase, de la erosión de las inhibiciones populares relativas a los consumos costosos. Cualquier joven encuentra normal en la actualidad acceder a las marcas que están “de moda”; la fascinación por el consumo, por las marcas y por el “cada vez más” se ha liberado de las fronteras de clase. Al antiguo calificativo de “prohibido” vinculado al lujo ha sucedido esta idea ”El lujo, ¿por qué no para mí?” (p. 64)

¿Por qué tantas personas se sienten fascinadas por el lujo?, ¿en qué se diferencia éste del simple consumo por necesidad?, ¿tiene una mera función de marcador de las diferencias sociales o responde a motivaciones más profundas de los seres humanos? Este libro parte de una definición del lujo como todo consumo de producto o experiencia aparentemente superfluos. Intenta dar respuestas a interrogantes antropológicos y también repasa la situación y perspectivas futuras de la industria del lujo en el momento en que se publicó por primera vez en 2003. Bien es verdad que desde entonces ha llovido mucho en la vida del mundo: la gran recesión que arranca en 2007-2009 así como el recrudecimiento de la crisis ecológica global. Aun así, no parece que los análisis y planteamientos de los autores hayan quedado invalidados.

Luxe éternel - 9782070462612 (couv.) - 195x320La obra no ha sido redactada íntegramente de manera conjunta sino que su estructura es la de dos ensayos yuxtapuestos que sus autores reclaman como complementarios. El primero se presenta como un esbozo breve sobre la Historia del lujo desde los tiempos paleolíticos hasta la actualidad. Gilles Lipovetsky enlaza aquí con temas ya tratados anteriormente en otras obras suyas como El imperio de lo efímero, libro consagrado al fenómeno de la moda. Por su parte, Elyette Roux se enfrasca en la relación entre mercadotecnia, estética y capacidad de seducción como condición de éxito y superviviencia de las grandes casas –hoy ya marcas– de lujo. Con un enfoque muy francés: reparemos en el gran peso económico y especial arraigo que tienen en aquel país sectores como la alta costura, la joyería, la perfumería y las bebidas exquisitas. Por sacar algún defecto, la profesora Roux forma parte del grupo de personas que atribuyen la nacionalidad francesa a Pablo Picasso sin matices. Pero cuidado: con este libro se aprende mucho sobre algo tan inasible como omnipresente, tan cosmopolita como metido en nuestras acciones y reflejos individuales más triviales y en nuestras pulsiones más íntimas. Un lujo, vamos.

Potente exportador-creador de valor, de empleos y de ganancias, el lujo, en particular el francés, reinó largo tiempo como amo y señor, y constituía la referencia en el mundo entero. Su éxito reconocido y, por consiguiente, codiciado atrajo a nuevos entrantes extranjeros, en particular italianos y americanos. Grandes grupos de consumo corriente, seducidos por las ganancias que generan las marcas de lujo, han invertido asimismo en ese sector (p. 106)

Esta y otras obras de Gilles Lipovetsky en: Bibliotecas UPM.

España, año cero: la construcción simbólica del franquismo / Zira Box

Zira Box

España, año cero: la construcción simbólica del franquismo

Madrid: Alianza, 2010

 España, año cero - 9788420668703"No hay redención sin sangre, y bendita mil veces la sangre que nos ha traído nuestra redención”, recordaría Franco en Asturias en 1946. Convertida la Victoria en mito fundacional del régimen, la sacralización de los orígenes del Nuevo Estado quedaba unida con el dolor que lo había engendrado. Gran parte de la importancia de esta conversión mítica para la legitimación del régimen franquista tenía que ver con la ingente cantidad de muertos, tanto propios como ajenos, que el franquismo dejaba a sus espaldas para erigirse en nuevo régimen victorioso. (p. 122)

En 2015 se cumplen cuarenta años de la muerte de Francisco Franco Bahamonde. Prácticamente la misma duración de su régimen político, contada desde su “exaltación” como dictador en 1936 hasta el cese del gobierno continuista de Arias Navarro en 1976. Durante aquel dilatado período gran parte del territorio y la sociedad españoles accedieron al modo de vida industrial y urbano de modo irreversible y bajo unas condiciones bien particulares que han dejado una clara impronta en el país. Pero, ¿cómo fue el franquismo tan eficaz en identificarse a sí mismo públicamente con la esencia nacional de España? Para ello se apoyó en la represión y en la pervivencia del providencialismo religioso tradicional en grandes sectores sociales, remodeló calendario y espacios públicos, y aplicó un martilleo ideológico constante utilizando el sistema escolar y los medios de comunicación modernos: prensa, radio, cine y posteriormente televisión. De hecho el éxito fue tal que personas opuestas al régimen sentían vergüenza de la propia nacionalidad, por no hablar del efecto exacerbador de los separatismos preexistentes. En realidad pocos franquistas utilizaban el término “franquismo”, cuyo uso implicaba más bien una perspectiva externa del fenómeno. Más a menudo se referían al “Régimen”, al “Movimiento” (país=partido único) o directamente a “España” (por contraposición a la “anti-España” opositora).

Terminada la dictadura y en ausencia de una ruptura política clara con fecha fija de eliminación o sustitución, muchos de sus símbolos públicos han pervivido en el propio aparato estatal entre la inercia, el desconocimiento histórico, la aquiescencia tácita de unos, y la prevención de otros de provocar un resurgimiento del golpismo.

Zira Box nos cuenta y explica cómo la cocina semántica del franquismo operó para encontrar una formulación estable y funcional tanto en el contexto de sus propias circunstancias iniciales como durante su larga andadura. En principio no parecía una tarea fácil dada la singularidad del régimen: un cesarismo sin precedentes que no podía remitirse al republicanismo enemigo ni tampoco al cien por cien a la secular monarquía alfonsina de reminiscencia liberal, aún cuando la extrema derecha monárquica se uniera a la insurrección. Uno de los problemas que se le plantearon a Franco y sus incondicionales resultó justamente encontrar un modus operandi que fuera contentando y a la vez neutralizando las notorias ambiciones de los distintos sectores implicados: restauracionistas variados, falangistas, Iglesia católica, etc. Esto hace que la investigación, en apariencia de tema sociocultural, tenga forzosamente una extensa vertiente de historia política pura y dura. Un drama apasionante al que tal vez le falte un puntito de historia social militar, pues el convidado de piedra parece ser el sector de procedencia del propio Franco: el ejército sublevado, reaccionario de modo ecléctico, corporativista, dotado de la última instancia disuasoria y -por antidemocrático- visceralmente antipartidista. “Usted haga como yo, no se meta en política”, se le atribuye al Caudillo y Generalísimo.

El caudillaje suponía “la consecuencia natural y la necesidad orgánica de un régimen unitario, jerárquico y total”, y su contextura era “típica y plenamente revolucionaria”. Al mismo tiempo, la consolidación en España de una figura de este tipo colocaba al país dentro de la órbita de las dictaduras fascistas, las cuales contaban con el Führer y el Duce y de las que se adaptó la fórmula “Un Patria, un Estado y un Caudillo”, particular copia a la española del alemán “Ein Volk, ein Reich, ein Führer”. (p. 235)

En Bibliotecas UPM: obras relacionadas con Francisco Franco Bahamonde y con el franquismo.

 
 

 

Ni una gota de sangre impura / Christiane Stallaert

Ni una gota de sangre impura (cub.)Christiane Stallaert:

Ni una gota de sangre impura: la España inquisitorial y la Alemania nazi cara a cara.

Barcelona: Galaxia Gutenberg – Círculo de Lectores, 2006

 Los enunciados lingüísticos que en el lenguaje común se interpretan en clave metafórica, como sutil disociación de significado y significante, que es al mismo tiempo el mecanismo lingüístico por donde nace el humor, han de tomarse, en el lenguaje etnicista, en su más absoluta literalidad. Lo que parece una metáfora, para el etnicista no lo es. Este lenguaje no concede ningún margen a lo figurado, al doble sentido que relativiza y crea esperanza. Cuando el etnicista habla de su grupo como una comunidad de sangre, no se trata para él de una referencia metafórica a una comunidad "imaginada". El etnicista está convencido de que los límites del grupo étnico los traza la sangre y con la sangre está decidido a defenderlos. (pp. 117-118)

 

¿Por qué la España ultraconservadora del 18 de julio, por muy insurreccional que fuera, sintió tanta fascinación por un movimiento paganizante como el nazismo? No parece que el mero anticomunismo o la astuta política religiosa de Hitler puedan explicarlo completamente. A día de hoy expresiones como “perro judío, “no hagas el indio”, “merienda de negros”, “el que tiene padrino se bautiza y el que no, se queda moro”, “hablar en cristiano”… aunque van pareciendo cerriles e inadecuadas, se aferran al subconsciente colectivo con sus raíces en un pasado escalofriante y cainita. Y el criterio de sanguinidad sigue marcando el paso de alguna medida no poco significativa como una reciente sentencia del Tribunal Supremo excluyendo a los hijos adoptivos de la herencia de títulos nobiliarios. Efectivamente, la historia de toda cultura, país o sociedad tiene sus luces y sus sombras. Alemania, que merced a su tardía unidad política parecía haberse librado en gran parte de los horrores del colonialismo, bebió en cambio las muchísimas tazas concentradas, rápidas y fulminantes de la experiencia nazi. Por su parte la cultura española aún manifiesta síntomas de incomodidad e inmadurez ante la dolorosa realidad del doble rostro de su llamado Siglo de Oro: el período de mayor poderío político y militar, acompañado de un florecimiento artístico y literario sin parangón –no así económico ni científico-, es al mismo tiempo un largo calvario de exclusión, hipocresía e intolerancia cuyas consecuencias han seguido basculando sobre la propia auto-representación colectiva hasta nuestra época contemporánea.


Que nadie espere de este libro una frívola reedición postmoderna de la leyenda negra ni menos aún una reductio ad Hitlerum al tertuliano modo. La hispanista Christiane Stallaert, con una formación inicial en Filología y una solvencia multilingüe que le brinda el acceso directo a las fuentes precisas, va derecha al corazón de los discursos a dos niveles: los de los protagonistas de los períodos analizados y comparados; y los de la memorialística e historiografía a ellos consagradas. El resultado es un apasionante ensayo histórico-lingüistico-antropológico que emplaza a los lectores a la reflexión sobre los interrogantes sociales y culturales de nuestra aldea global en el presente y el futuro. Aproveche o no, es un libro para leerlo hasta el final; si no, no funciona del todo. En este sentido, parece plasmar un ejemplo rematado de las teorías lingüísticas sobre la unicidad orgánica del texto: es un trabajo cuyos componentes se complementan, encajan y armonizan como los de una pieza musical. Ofrece también una espléndida bibliografía.

La aversión que sentía Hitler por el cristianismo le impidió ver que la religión había asumido en la historia de España el papel que desempeñaban las doctrinas biomédicas y antropológicas en la Alemania nazi en cuanto protectores de las fronteras étnicas y factor ideológico de cohesión social. Inversamente, la obsesión con el cristianismo como fundamento de la identidad nacional impidió a la España nacionalcatólica comprender que las leyes raciales de los nazis no diferían, en cuanto mecanismo de exclusión social del Otro de la vida pública, de los muy hispánicos Estatutos de limpieza de sangre. (p. 373)

Disponibles en Bibliotecas UPM: obras sobre Inquisición y sobre nazismo.

“1864” (la serie)

 

Cartel de la serie 1864

 "1864" (serie de televisión)

 

Esta vez mi recomendación es para una serie de televisión, una serie histórica danesa: “1864” que narra la “Guerra de los Ducados”. Escrita y dirigida por Ole Bornedal, está inspirada en la novela de Tom Buk-Swientys, Slagtebænk Dybbøl y en el testimonio de cientos de cartas de soldados reales. Es una serie de ocho capítulos y es la producción de televisión más cara de la historia de Dinamarca. Se estrenó el 12 de octubre de 2014 en la cadena pública Danmarks Radio, el 150º aniversario de esta guerra.

Pero ¿qué fue “la Guerra de los Ducados”? Fue un cruento conflicto militar en el que Dinamarca luchó contra la Confederación Germánica (Prusia y el Imperio austríaco). Una guerra que duró casi nueve meses y que perdió Dinamarca, obligándola a ceder el control del ducado de Schleswig que quedaría anexionado al de Holstein. Los daneses, pese a sus esperanzas de victoria y un ambiente generalizado de euforia bélica, fueron masacrados sin piedad. Aquella guerra dejó una profunda huella en la memoria histórica del país. Tras ella, Dinamarca adoptó una política de neutralidad que mantuvo durante la Primera Guerra Mundial.

La serie nos cuenta la historia de dos hermanos nacidos en una gran hacienda, Laust y Peter Jensen, que terminan sirviendo como soldados en esta guerra y de Inge, la hija del administrador de la granja, cuyo destino está unido al de los dos hermanos. Ellos representan a los daneses de a pie de la época, irresponsablemente conducidos a una carnicería frente a uno de los ejércitos más poderosos de Europa. También aparecen los aristócratas, fervientes defensores de la guerra y del honor danés, como el barón, propietario de la hacienda y su hijo, Didrich, que también irá a la guerra aunque en calidad de oficial, uno de los personajes más complejos e interesantes de la historia.

Fra forposterne 1864, de Vilhelm Rosenstand, cuadro que aparece en la introducción de la serie.

Fra forposterne 1864, de Vilhelm Rosenstand, cuadro que aparece en la serie.

¿Por qué recomendar una serie sobre un hecho que nos pilla tan lejos y de un asunto que nos es tan ajeno? Porque es una serie histórica muy bien contada y hace una recreación histórica impecable del ambiente político del momento, de la sociedad y sus conflictos.  También porque está muy bien hecha, manufacturada con un cuidado propio de producciones cinematográficas. 1864 no es una sólo una serie bélica. La primera secuencia de batalla no aparece hasta el cuarto episodio, si bien es cierto que en los siguientes capítulos la guerra empieza a acaparar mucho metraje (sobre todo el quinto, sexto y séptimo). La recreación de la batalla de Dybbol es estremecedora, realista y tremenda (igualable en impacto a la escena del desembarco de Normandía de otra excelente película de guerra “Salvar al soldado Ryan”).

De manera muy breve, tenemos representados a conocidos personajes como el implacable Otto von Bismarck y su emperador Guillermo I, la sinuosa reina Victoria de Inglaterra (gran secuencia la suya), el ministro británico Lord Palmerston, e incluso el famoso escritor de cuentos Hans Christian Andersen.

Un acierto el tema musical principal de la serie, de Marco Beltrami.

Otro detalle importante. Hay que verla en versión original (subtitulada) porque un mérito de esta serie es que se respetan los idiomas de los personajes: los prusianos hablan alemán, los gitanos hablan romaní, los ingleses hablan inglés y los daneses usan el danés; reflejando una realidad, como cualquier otra, de la época histórica en la que nos encontramos.

 

 

1 5 6 7 8 9 10