Misterioso asesinato en casa de Cervantes. Juan Eslava Galán.

Cubierta: Misterioso asesinato en casa de Cervantes, Juan Eslava GalánMisterioso asesinato en casa de Cervantes
Juan Eslava Galán
Espasa, 2015
Premio Primavera de Novela 2015

La verdad es que da gusto leer a Eslava Galán. Tanto sus ensayos de historia como sus novelas, tienen una prosa sencilla y algo sarcástica, que te hace sonreír.

Aquí, en Misterioso asesinato en casa de Cervantes, nos relata cómo Cervantes y sus hermanas son acusados por su vecina, la beata Isabel de Ayala, de la muerte del caballero Don Gaspar de Ezpeleta, ocurrida en las cercanías de su casa.

Cervantes es encarcelado y sus hermanas confinadas en prisión en su propia casa.

La novela recoge el “Proceso de Don Gaspar de Ezpeleta”, en el que Cervantes se vio implicado durante su estancia en Valladolid entre 1603 y 1605. Este documento, que se conserva en La Real Academia de La Lengua, fue transcrito al castellano actual por el filólogo Carlos Martín Aires, de la Universidad de Valladolid en 2005.  Al parecer, Don Gaspar era dado a los amoríos y se veía con la mujer del escribano Galván. Quizá éste recurrió a algún espadachín para liquidar al amante y así poder limpiar su honor.

Tomando como referencia este documento, Eslava Galán nos introduce en la Valladolid medio arruinada tras los fastos celebrados en honor del nacimiento del hijo del rey Felipe III, cuando esta ciudad era la corte de España. A este evento, y para sellar la paz con Inglaterra, (estaba reciente la derrota de La Armada Invencible), es invitado a la corte el embajador inglés, el Conde de Nottingham.

Doña Dorotea, o en su versión masculina, Don Teodoro de Anuso, es llamada por su amiga, la Duquesa de Arjona en calidad de pesquisidora, para esclarecer el asesinato y restaurar la honra de su admirado escritor Miguel de Cervantes.Familia

Para ello, bien vestida de hombre, recurso muy al uso en la época, o bajo su real condición de mujer, interrogará al alguacil Carranza y a la propia acusadora la beata Isabel. Sus lenguas, desatadas por la comida y la bebida le brindarán a Doña Dorotea una primera aproximación al caso. Conocerá también al personaje de Chiquiznaque, matón a sueldo, y, al propio Cervantes y a su familia, sus hermanas, sobrina e hija. Estas charlas nos sirven para conocer de boca del propio Miguel de Cervantes los episodios más relevantes de su vida hasta el año 1605. Así podemos conocer la propia casa donde vivió Cervantes en Valladolid, una casa modesta en el barrio conocido como las Carnicerías, es decir, el matadero público, actualmente rehabilitado como Casa Museo de Cervantes.

Casa Museo Cervantes en Valladolid

Sus hermanas, conocidas como “Las Cervantas” tenían fama de mujeres licenciosas,  tanto en su trato con los hombres, como en el tipo de vida que llevaban; sabían leer y escribir, cosa poco corriente entre las mujeres de su época.

En la trama se mezclan hechos y personajes históricos con los de ficción : Doña Dorotea, el malo valentón Chiquiznaque, el espadachín Muzio Malatesta que nos recuerda los relatos del Capitán Alatriste…

El lenguaje no es castellano antiguo, pero tiene el encanto arcaico de palabras y expresiones  que encajan a la perfección con la época en la que tiene lugar el relato. El término pesquisidor, me parece delicioso, para designar al encargado de hacer las averiguaciones o pesquisas , también se habla de ganapanes, vuecencia, faldar y otros muchos en desuso o antiguos.

Solo me queda animaros a que la leáis este verano de sol justiciero para poder refrescaros al menos la mente.

Juan Eslava Galán en la Biblioteca UPM

Ana Carrizosa Fuertes

Los episodios nacionales. Benito Pérez Galdós.

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Benito Pérez Galdós

 

No es mi intención con esta humilde reseña, profundizar en el extraordinario documento histórico y costumbrista que constituye esta obra y que tan ampliamente ha sido estudiado, sino compartir con vosotros mi experiencia con estas novelas con las que he pasado tan buenos ratos.

Como ya sabéis, a lo largo de sus páginas se van sucediendo los acontecimientos históricos que trascurren, aproximadamente, entre 1805 y 1880, y en este marco van apareciendo todo tipo de personajes, desde los que jugaron un papel fundamental en la historia española, a los que nunca aparecieron ni aparecerán en los libros con sus nombres propios. Y a todos les une lo mismo: son producto de su época, sí, pero a la vez fruto de la naturaleza humana que se va adaptando a los tiempos que le toca vivir y que es la misma hasta nuestros días; por ello esos personajes nos resultan tan familiares, porque con distintos matices, en el fondo, son los mismos que ahora:  ambiciosos, arribistas, trepas, corruptos, cotillas, intelectuales de muy diverso pelaje, mediocres con y sin ínfulas, diletantes, idealistas, fanáticos, hedonistas, vanidosos, masoquistas y sádicos, carismáticos, pragmáticos, románticos, insatisfechos, amargados, mezquinos, modernos (de la época), iluminados… héroes y villanos, a veces descritos con una especie de maniqueísmo infantil que produce ternura; y a veces dándose ambas facetas en la misma persona e incluso al mismo tiempo, lo que produce cierta inquietud (qué miedo da a veces el ser humano).

Y esas pasiones tan desatadas: la envidia, la ambición, la avaricia, el resentimiento, el amor, los celos, el odio, el desprecio, la lujuria, el orgullo, el resentimiento…y esa tendencia tan española (¿sólo española?) a la lucha fratricida, a la polarización, a las dos Españas que parece que nos empeñamos en recuperar una y otra vez. Y esa facilidad para elevar a los altares a alguien para luego bajarlo a los infiernos. Y para cambiar de opinión en función de las circunstancias cambiando de principios como de chaqueta en función del sol que más calienta y a veces, estrictamente por pura  supervivencia (social o incluso física). Y la estupidez, siempre la estupidez, que se manifiesta de tantos modos pero que al fin y al cabo, en esencia, siempre es la misma, y que puede llegar a ser tan peligrosa (repito: qué miedo da a veces el ser humano).

Todavía me pregunto cómo llegó a conocer Galdós tan bien tantas y diferentes pasiones humanas, y la vida cotidiana en ambientes tan distintos como la corte y los palacios, el campo y la ciudad, los barrios más elegantes y los más populares incluyendo los bajos fondos,  los ambientes de vida licenciosa, los prostíbulos, los conventos,  las sociedades secretas,  el ejército y la guerrilla, las Cortes (cuando funcionaban), las terribles batallas y las peleas de barrio.

Cuánto material tendría hoy Galdós para reanudar sus inconclusos Episodios Nacionales, casi seguro que con personajes similares. En vano he intentado encontrar otro autor que me recuerde a él,  pero he de reconocer que hasta ahora no lo he conseguido. Seguiré intentándolo. Y si no, de vez en cuando, siempre podré releer sus obras.

 

Benito Pérez Galdós en la Biblioteca UPM

 

Matilde Sanz López

 

Hijas difíciles. Manju Kapur

Cubierta de Hijas difíciles, Manju KapurHijas difíciles
Manju Kapur
Espasa narrativa

Virmati ha muerto e Ida, su hija, vuelve a Amritsar su lugar de nacimiento, el de ambas, donde busca conocer a la que fue su madre a la que siente como una gran desconocida y con la que nunca mantuvo una buena relación.

A partir de aquí ambas voces se entremezclan. Estamos en la India, en un período histórico para este país: Segunda Guerra Mundial, lucha por la independencia, luchas fratricidas que llevarán a la división de la India y la creación de Pakistán. Y en este panorama Virmati logra algo que todavía hoy es muy difícil para las mujeres indias: estudiar y decidir con quién se va a casar. Esto no es fácil, supone la ruptura con su familia y vivir en un mundo de contradicciones.  Estudia para huir de su destino y acercarse al hombre que ama.

Virmati recordó que, en otro tiempo, se había sentido bastante feliz por estar comprometida con alguien que habían elegido sus mayores. Si hubiese sido capaz de seguir el camino que habían trazado tan cuidadosamente para ella, se hubiesen asegurado de que la transición hacia la edad adulta fuese lo menos dolorosa posible… En esos dos años había comenzado a ir contra corriente, y fuesen cuales fuesen las consecuencias, debía continuar su curso.

E incluso cuenta con la ventaja de proceder de una familia atípica, pues su propia madre había recibido formación hasta los doce años aunque siempre con la idea de que su destino era el matrimonio.

Es una historia de amor donde ella pone y pierde mucho y para él, un profesor formado en Oxford, es una segunda esposa, en cierta forma  educada para satisfacer su propia necesidad de tener a alguien con quien poder tener una relación más profunda que esa primera esposa que solo quiere satisfacer todos sus deseos pero que espiritualmente no le aporta nada.

Mapa de la India

Virmati lucha por su libertad y por la capacidad de decidir por sí misma: si iba a ser una muñeca de goma para que otros me manejasen a su antojo, entonces no quería vivir.

Todavía hoy en la India el 80% de los matrimonios son concertados y la educación de las niñas se sigue considerando algo secundario.

No querían demasiada educación en su nuera, a pesar de que los tiempos estaban cambiando.

Hijas difíciles / Manju Kapur. Madrid: Espasa-Calpe, 2003

Pilar Díaz Asensio

La vida es cómic. Virginia Woolf

Cubierta de Virginia Woolf, Bernard Ciccolini y Michèle GazierVirginia Woolf
Bernard Ciccolini y Michèle Gazier
Ed. Impedimenta

Contar en cómic la vida de Virginia Woolf es un desafío al que Bernard Ciccolini, el dibujante, y yo misma, la escritora, nos lanzamos con pasión. Compartíamos el mismo interés por la obra de esta autora y también estábamos igual de afectados por las sombras que preceden cualquier acercamiento a su vida, como si su suicidio hubiese teñido el resto de su existencia de oscuridad y desesperación

Pero ¿es esa razón para olvidar a la muchacha glotona y feliz de los veranos en Saint Ives? ¿Hay que dejar de lado a la joven de lengua afilada que en unas pocas palabras trazaba un retrato humorístico y cáustico de sus contemporáneos? ¿Hay que dejar en la sombra su trayectoria como militante feminista, bajo pretexto de que una mañana gris de la primavera de 1941, en lo más negro de la guerra, llenara sus bolsillos de piedras y se adentrara en el agua del río Ouse hasta hundirse?.

Michèle Gazier

Muchas son las biografías existentes centradas en la figura de Adeline Virginia Stephen (Londres, 1882 – Lewes, 1941), más conocida como Virginia Woolf. Sin embargo, sólo una de ellas ha sido editada en formato cómic. La publicada en el 2012 por Impedimenta. Un encantador librito, que debido a lo cuidado de su presentación constituye el regalo perfecto para cualquier bibliófilo interesado en la vida y obra de la famosa escritora británica.

Virginia Woolf, 1902. (Photo by George C. Beresford

English novelist and critic Virginia Woolf (1882 – 1941), 1902. (Photo by George C. Beresford/Hulton Archive/Getty Images)

Aunque atormentada desde niña por la enfermedad mental y la muerte y obligada a vivir en una época convulsa, la Woolf no fue, ni mucho menos, tan sombría como nos ha hecho creer la leyenda. Algo que demuestran Michèle Gazier y Bernard Ciccolini, guionista e ilustrador, respectivamente, de la obra que nos ocupa, quienes, previa documentación y sin pasar por alto los aspectos más oscuros de la vida de la autora, la presentan como una persona ocurrente y divertida. Como una mujer que no era ajena a la capacidad de disfrutar. Tan riguroso como ameno, Virginia Woolf es un libro que se lee de un tirón.

Y en gran medida gracias a sus preciosas ilustraciones, unas delicadas acuarelas que captan enseguida la atención del lector, convirtiéndolo en testigo privilegiado no sólo de los alegres veraneos infantiles de la escritora o de sus correrías con sus camaradas del Círculo de Bloomsbury. También, y por supuesto, de los momentos más felices de su matrimonio con Leonard Woolf. El paciente y discreto compañero con el que fundaría la Haworth Press, la editorial de culto que daría a conocer en Gran Bretaña las obras de autores tan prestigiosos como T. S. Eliot y Freud.

Virginia Woolf en la Biblioteca UPM

El caminante, Jiro Taniguchi

Cubierta de El caminante, Jiro TaniguchiEl caminante : edición definitiva
Jiro Taniguchi
[Rasquera (Tarragona)] : Ponent Mon, cop. 2015

El caminante, de Jiro Taniguchi, uno de los maestros del manga, invita a meterse en los zapatos de su protagonista y a salir con él por los barrios y jardines de una pequeña ciudad japonesa, ver lo que él ve, respirar los mismos perfumes, acariciar las cosas que él toca y a disfrutar de la belleza que se desprende de ciertos momentos, sin prisa ni la cabeza llena de problemas. Librándose de cargas y equipajes para poder plantarse leve ante lo cotidiano con serenidad, sosegadamente, y poder disfrutar de ello, y poder soñar. Él camina en silencio, sólo a veces acompañado de su perro, sintiendo un enorme respeto por cuanto le rodea. Seguir los pasos del protagonista a lo largo de sus relatos, en los que aparentemente no pasa nada, conlleva un aprendizaje: el de saber vivir.

El personaje observa, escucha, interviene, busca complicidades, se deja llevar. Es como si estuviera en armonía con lo que le rodea, como si hubiera conectado con el ritmo del oleaje, con el ritmo del viento, con el transcurso de la vida. Mira con atención los pájaros, como si hubiera mucho que aprender de su sostenerse en el aire. Devuelve al mar una caracola encontrada en su jardín porque es lo natural y cada cosa ha de estar en su sitio. Trepa a un árbol para rescatar el avión de una pandilla de niños y, una vez arriba, se queda a contemplar la tarde. Hunde la mano entre la hojarasca de un cerezo cuya sombra, acaba de descubrir, está llena de significados para otra persona.

Instantes poéticos, placidez, intensidad emocional, unos dibujos felices (cuando feliz significa hermoso) que lo ocupan todo y el texto apenas tiene cabida ni es necesario. Unas historias por cuyo sendero se camina en silencio.

Viñeta de El caminante, Jiro Taniguchi

Jiro Taniguchi nace en la prefectura de Tottori, Japón, en 1947. Con el primer volumen de “Barrio lejano” obtuvo en 2003 el premio Alph´Art en el Salón de Angoulême. Otras obras suyas son “El gourmet solitario” y “El almanaque de mi padre”.

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