Helene Hanff – 84, Charing Cross Road

 

"A mí me encantan las inscripciones en las guardas y las notas en los márgenes: me gusta el sentimiento de camaradería que suscita el volver páginas que algún otro ha pasado antes, así como leer los pasajes acerca de los que otro, fallecido tal vez hace mucho, llama mi atención."

 

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La amable sugerencia de una compañera enredada en temas de librería y bibliofilia me llevó a esta obrita. Ahora confieso experimentar un curiosa sensación al encontrarme a mí mismo reseñando un libro de cuya calidad literaria no tengo absoluta seguridad, pero de cuyo gran interés tampoco tengo ninguna duda. La erótica del documento, será. Y es que "84, Charing Cross Road" es un fenómeno literario de una cierta notoriedad, de reedición sostenida desde su primera aparición en 1970 y que tal vez haya que poner en relación con la corriente de anglofilia que ha prosperado en algunos sectores de la cultura norteamericana durante los últimos años.  En este sentido es sorprendente que un epistolario escrito por gente corriente a ritmo pausado, y tocante a temas en general triviales, haya dado lugar incluso a una  versión cinematográfica protagonizada por Ann Bancroft y Anthony Hopkins a mediados de los 80. Dicho todo lo anterior, no es de extrañar que su edición española haya sido llevada a cabo bajo el Anagrama del sagaz Herralde.

El libro cubre veinte años de correspondencia bastante regular entre una escritora y bibliófila neoyorquina y un empleado de librería de Londres, más las incursiones de algunos otros personajes a los que aquélla accederá a través de éste con el paso del tiempo. Penetrando en su vida cotidiana y en sus inquietudes vemos los claroscuros de las relaciones británico-norteamericanas en la inmediata postguerra mundial, la precariedad de una Inglaterra devastada por el conflicto y los condicionamientos de la Guerra Fría. El epistolario da testimonio de los cambios sociales que paulatinamente se van produciendo a medida que se despliega el desarrollismo económico tras esa segunda postguerra. Síntomas que toman carrerilla al entrar en el decenio de 1960 y que son perceptibles en las alusiones a la politica, la música o el turismo.

84-charing-cross-road-penguin1Por otro lado, una buenísima motivación para leer este libro es lingüística más que estrictamente literaria: el retorno peculiar al lenguaje escrito que nos ha impuesto el desarrollo de la tecnología de la información. Hasta los 90  -uff, hace cuánto tiempo…- la banda ancha era el papel en blanco. Prueba de su eficacia es que las personas podían mantener así relaciones provechosas y duraderas, aún sin llegar a encontrarse físicamente.  De hecho "84" es un libro especialmente recomendable para quienes necesiten o deseen cultivar el arte de escribir cartas o mensajes de cualquier tipo. No digamos si se trata de escribirlas en inglés y si se tiene la oportunidad de leer la obra original sin traducir: el lector goloso podrá saborear un material rico en giros, modismos, verbos preposicionales y demás rasgos respectivos del inglés británico y norteamericano, en permanente diálogo hasta el final del libro.

Bien empleada estará también la lectura si os lleva a explorar in situ las infinitas librerías de Londres. Charing Cross es unos de sus santuarios, aunque yo por manía particular me inclino más por el Bloomsbury universitario y juvenil.

ISBN 9788433969828 (castellano/español), 9780140143508 (English).

Disponible en Bibliotecas de la UPM

El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.

Cubierta del Guardian entre el centenoJ.D. Salinger
El guardián entre el centeno
Alianza Editorial

Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es donde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso.

Así empieza El guardián entre el centeno, la primera novela corta de J.D. Salinger que se convirtió en un clásico de la literatura moderna estadounidense casi desde el mismo momento de su publicación, en 1951.

Mucho se ha escrito sobre este libro y sobre la peculiar personalidad de su autor. Yo lo leí hace 20 años y lo he vuelto a leer ahora y me ha gustado tanto como recordaba. Salinger murió el pasado 27 de enero a los 91 años de edad.

La primera traducción al castellano de The Catcher in the Rye se publicó en Argentina en 1961 y se tituló El cazador oculto. En 1978 una traducción española tituló la obra como El guardián entre el centeno. A Salinger le pareció mejor este segundo título y desautorizó la primera traducción al castellano que nunca más pudo usarse.

Escrito en primera persona, El guardián entre el centeno relata las experiencias de Holden Caulfield, un adolescente de 16 años en la ciudad de Nueva York, después de que le echen del Pencey Prep, su escuela secundaria.

Holden es un estudiante desastroso, malhablado, fumador empedernido, un mentiroso compulsivo e irónico y a ratos una persona amable y carismática. Demuestra su lado tierno siempre que habla de su hermana pequeña Phoebe y de su hermano Allie, que murió de leucemia cuando tenía solo 13. Le preocupan mucho el tema de las chicas, no entiende el sexo y se acuerda mucho de Jane, un antiguo amorque pasaba con él los veranos jugando a las damas.

Se pregunta muchas cosas entre otras a dónde van los patos cuando el agua del lago del Central Park esta helada y así explica a su hermana lo que le gustaría ser si pudiera elegir:

Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándoles. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él…..Yo sería el guardián entre el centeno.

Salinger es el prototipo de escritor excéntrico. Después de haber obtenido la fama con su primera novela se apartó del mundo exterior y protegió al máximo su privacidad. Se mudó de Nueva York a Cornish (New Hampshire), donde continuó escribiendo historias que nunca publicó.

Es el segundo libro más estudiado como lectura obligatoria en los institutos estadounidenses. En los 90 fue el nº 13 en la lista de libros más leídos en su país según la Asociación de Bibliotecas Americanas y en el año 2005 se mantuvo entre los diez primeros.

J. D. Salinger en las Bibliotecas de la UPM

El abanico de seda, Lisa See

El abanico de seda, Lisa See

Lisa See
El abanico de seda
Barcelona: Salamandra, 2006

 

No es este el primer libro de Lisa See, pero sin duda es su mejor obra. Es uno de esos libros que son como joyas,  que brillan con luz propia y que son difíciles de olvidar.

La historia nos traslada a la lejana China del reinado del emperador Daoguang, en 1823, una China rural con tradiciones rígidas, y más cuando se trata de la vida de las mujeres.

Nos describe unas costumbres historicamente verídicas, pero que fueron hace tiempo olvidadas en aquel país y que para nosotros son totalmente desconocidas. La escritora consigue con una gran habilidad trasladarnos a esos tiempos lejanos y hacernos sentir, llorar y sufrir con sus personajes.

Se trata de la historia de la amistad entre dos niñas "Flor de nieve" y "Abanico mágico" que posteriormente se hacen adultas. Una amistad tan profunda  que refleja el verdadero amor entre dos personas. Dos almas gemelas de familias muy diferentes que se apoyarán durante toda su vida, hasta que un fatal error rompe su amistad. Así al morir una de ellas, de una enfermedad, la otra pierde toda la ilusión por seguir viviendo y se encierra en si misma;  su corazón queda muerto en vida.

La historia descubre, página por página, la vida de una mujer china de aquella época. De niña se encuentra encerrada en su casa, como todas las niñas chinas,  viendo pasar el mundo exterior solo a través de una celosía. De casada sus ojos miran por la ventana, desde donde su alma encuenta la libertad y puede volar.

El dolor y el sufrimiento, pasando por la dura tradicion de los pies vendados. Pies rotos y destrozados de unas niñas, sólo con el fin de obtener como recompensa un casamiento mejor.

 

Una cara bonita es un don del cielo, pero unos pies diminutos pueden mejorar la posición social.

 

La autora nos descubre también el "Nushu", la escritura secreta de las mujeres, que les abre la puerta para comunicarse y evadirse un instante de la dura realidad. Narra sus canciones en la habitación de las mujeres,  sus bordados,  su amistad y su sumisión,  aguantando todo tipo de vejaciones y sufrimientos.

Un libro lleno de sentimientos que la escritora nos describe con sencillez, pero con una gran maestría que toca de lleno el corazón del lector.

 

Lisa See en las Bibliotecas UPM

 

Lola Herrero

 

Tres momentos de una vida, de Hermann Hesse

hesseHESSE, Herman. Tres momentos de una vida.

Barcelona: Seix Barral, 1996.

“Si algo hermoso tuviera que permanecer igual toda la eternidad, yo me alegraría, sí, pero lo miraría con más frialdad y pensaría: eso puedes verlo siempre; no tiene por qué ser hoy. Pero lo que es perecedero y no permanece igual lo contemplo ahora y con algo más que la pura alegría, también con un poco de pena.”

Hablar de este libro es hablar de la naturaleza, de la amistad, de la libertad, de la sencillez de las cosas y sobre todo es hablar de la belleza. De la belleza de las flores, del canto de los pájaros, de la belleza de un sendero perdido en un bosque sintiendo toda esa belleza de un forma pura, en toda su plenitud. Habla de la maravilla que se encuentra en compartir un momento de nuestra vida con alguien sin ningún otro objetivo que el de esa simple compañía.

Habla de una libertad hoy en día difícil de entender y probablemente difícil de conseguir. La libertad de poder disfrutar de la vida de una forma sencilla, maravillándonos de las pequeñas cosas que la vida va ofreciéndonos, sin exigencias. La libertad de no tener responsabilidades, de poder soñar,  de sentirnos puros, de volver a un tiempo en el que la maldad no hacía mella en nuestro espiritu, en nuestro corazón.

Tres momentos de una vida nos habla del vagabundo Knulp cuya vida fluye de forma armoniosa con la naturaleza, haciendo el bien a cuantos le rodean. No busca fortuna, no busca recompensas materiales, su felicidad está en simplemente escuchar a un amigo, en disfrutar de una melodía aprendida quizá en su infancia. Su felicidad está en cosas muy alejadas de una vida tan materialista como la actual.

El libro se divide en tres partes, en tres momentos de una vida, la vida de Knulp que eligió de forma consciente en su juventud y cuyo desenlace intuimos porque sabemos que no puede haber otro que conserve el espíritu de Knulp libre y puro.

Tres momentos de una vida invita a su lectura de una forma tranquila, dejando que las palabras fluyan hacia nosotros a través de todos nuestros sentidos, maravillándonos de la prosa de Hesse, de su sencillez, de su profundidad.

Herman Hesse, novelista y poeta alemán nacido en Calw (Alemania) en 1877 es uno de los nombres capitales de la historia de la literatura. Galardonado con el premio Nobel en 1946. Tres momentos de una vida, publicado en 1915 pertenece a la primera época de su vida como escritor. Otras obras del autor disponibles en la Biblioteca de la UPM, Siddharta (1922), Demian (1919), El lobo estepario (1927)…

“Cada cual tiene su alma y no puede fundirla con la de otro. Dos personas pueden aproximarse, hablarse y permanecer una al lado de la otra. Pero sus almas son como flores, cada una con sus propias raíces, y ninguna puede ir hasta la otra, porque para ello tendría que abandonar su raíz, y eso es imposible.”

El cielo de Madrid, de Julio Llamazares

Julio Llamazares:

El cielo de Madrid.

Madrid : Alfaguara, 2005.

 

portada-cielo-madrid_peq“Ahora ya no tenía sueños;  tenía ambiciones, que es diferente. Los sueños se me habían roto o los había ido perdiendo por el camino, enredados en las mallas de los amores rotos o abandonados u olvidados en las calles y en los bares de Madrid” (p. 119).

Julio Llamazares es un tierno grandullón leonés que pulula por Chamberí. También ha venido siendo un creador fluctuante. En plenos años 80 se anticipó a la recuperación de la temática del maquis con una pequeña gran novela llamada “Luna de Lobos”, que presentaba  ya enteramente dos de los rasgos característicos de su obra: la introspección y la exaltación lírica del paisaje y de la naturaleza. Fueron polémicas sus declaraciones sobre el Nobel Cela, autor al que su escritura debía sin duda mucho. Por desgracia, Julio ha sido después el firmante de algún errado y mediocre libro de viajes.

Sin embargo “El cielo de Madrid”, aparecida en 2005, es una crónica sentimental muy eficaz del final de una juventud caduca entre los 80 y los 90 del pasado siglo. Juventud desangelada que a algunos más mayores les resultará familiar y nostálgica, y que otros deben conocer para que sepan cómo era aquella vida. La vida de la “otra” movida madrileña, la más opaca de la creación literaria y las artes plásticas, en la trastienda de la que alcanzó más notoriedad pública practicando la música pop y la farándula. En un mundo aún sin móviles y sin internet, ¿ah,  pero es posible  vivir así? Una generación de hijos de provincia que llegaban a Madrid como a un gran puerto de acogida, buscando las oportunidades o la formación inalcanzables en sus más modestas localidades de origen. Jóvenes  dados al bebercio y al tabaco –entonces totalmente permitido-, relativos transgresores pero anclados por lo general en una heterosexualidad tan extendida que apenas podía ocultar en el fondo, por su sospechosa unanimidad, su hipoteca con la moral de procedencia. Hijos o nietos de los Benet o Martín-Santos de los 50, abueletes para los que este “Cielo” reserva algún guiño.

Pues bien, con su lenguaje llano característico que facilita la empatía del lector, Julio va desgranando ese tránsito de final de juventud por las sucesivas fases del desencanto y del tedio. Le guía una especie de voluntarismo existencialista, en busca de una madurez posible y vivible. ¿La conseguirá?

Obras de Julio Llamazares disponibles en: Bibliotecas de la UPM

 

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