The Sandman. Neil Gaiman

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de Tiktok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de The Sandman, de Neil Gaiman.

Si hay una historieta gráfica de aventuras y fantasía con tintes mágicos en toda la extensión de la palabra esa es The Sandman de Neil Gaiman. Este relato de atmósfera gótica (viejas mansiones, brujería…), cuenta con arcos argumentales intrigantes, imaginativos que encierran mil y una sorpresa, y muchísimas citas culturales de toda índole y época: nos encontramos en sus viñetas a Shakespeare, Chesterton, Marco Polo, Octavio Augusto…, se recrean mitos como el de Sísifo, obras como las 1001 noches o El Nuevo Testamento. Todo esto a lo largo de 75 entregas que se publicaron desde finales de 1988 y 1995.

El personaje nació en la factoría DC en los años 30 del siglo pasado, pero Gaiman –periodista de formación y escritor de profesión- lo rescató de sus archivos y le imprimió nuevos aires, dotándole de un aura de divinidad y romanticismo. En esta aventura le acompañaron dibujantes como Bryan Talbot, Jill Tompson, Mark Hempel o Philip Craig Russel. Es una serie mítica –con 26 premios Eisner y un World Fantasy Award-, que consiguió llegar a un público femenino, algo nada habitual en el sector del cómic, y ha vuelto a cobrar actualidad gracias a la serie del mismo título, recientemente estrenada, y a su plasmación en un audiobook.

@biblioetsidiupm

The Sandman, la novela gráfica de Neil Gaiman, encierra un mundo fantástico, algo gótico y romántico que ha conquistado al gran público y a la crítica. Música: Friday I’m in Love, de The Cure. #lecturasparacompartir #librosrecomendados #comics #etsidi

♬ Friday I’m In Love – The Cure

Ghost in the shell, el anime

 

¿Y puedes ofrecerme pruebas de tu existencia? ¿Cómo puedes, cuando ni la ciencia moderna ni la filosofía pueden explicar qué es la vida?

Se denomina ciberpunk al subgénero de la ciencia ficción caracterizado por presentar futuros distópicos hipertecnificados. En ellos, el ser humano vive en megaurbes degradadas, las grandes corporaciones luchan por el poder y el mundo sufre las consecuencias de la sobreexplotación de recursos, las guerras y el mal uso de la energía nuclear.

El ciberpunk nació como corriente literario-cinematográfica a principios de los años 80. Sin embargo, habría que esperar hasta 1995 para que fuera estrenada la que hoy es considerada una de las obras maestras del género. Nos referimos a la imprescindible Ghost in the shell, anime dirigido por Mamoru Oshii basado en el manga del mismo título de Masamune Shirow.

Ghost in the shell se ambienta en el año 2029, cuando los avances tecnológicos han hecho posible la mejora y reparación del cuerpo humano hasta límites impensables para nosotros. Algo, en principio, muy positivo pero que tiene un grave inconveniente. Y es que, al igual que sucede con las computadoras, los híbridos humano-máquina (cíborgs) son susceptibles de ser pirateados, como bien sabe el “Titiritero”. Un habilidoso hacker que, mediante la manipulación cerebral, consigue que otros cometan por él actos de ciberterrorismo con el fin de alterar el orden mundial.

 

– El “Titiritero”… ¿Es el hacker fantasma, no?

– Todos creen que se trata de un americano. Su edad, sexo, historia personal… Todo sobre él se desconoce. Desde el invierno pasado ha estado operando en la Comunidad Europea. Es buscado internacionalmente por varios cargos como manipulación de información, espionaje, ingeniería política, terrorismo, y violación de la privacidad ciber-cerebral.

Al comenzar Ghost in the shell, el escurridizo “Titiritero” está siendo perseguido por la Sección 9. Unidad de la policía japonesa especializada en la investigación de delitos informáticos, este cuerpo de seguridad tiene por jefa de asalto a la mayor Motoko Kusanagi.

Debido a razones que no se nos explican, Kusanagi sólo conserva de su ser original una pequeña parte del cerebro (aquella en la reside su autoconsciencia o ghost). Un diminuto cúmulo neuronal que se ha introducido en un cuerpo robótico (shell). De ahí el título de la película. Y de ahí la compleja personalidad de la mayor, quien duda de su humanidad y se siente aprisionada en un caparazón que, aunque la mantiene con vida, rechaza.

Así como son muchas las partes que definen a un ser humano como tal se necesita un gran número de cosas para conformar a un individuo. Un rostro para distinguirte de los demás. Una voz de la que tú mismo no eres consciente. La mano que observas cada vez que despiertas. Las memorias de la infancia, la conciencia del futuro. Pero eso no es todo. Existe una vasta red de datos a la cual mi cíber-cerebro puede acceder. Todo eso es lo que me constituye, dando origen a una conciencia que puedo llamar “yo”. Y a la vez me confina dentro de mis propios límites.

Pasa el tiempo y el “Titiritero” sigue sin ser capturado. Mientras tanto, Motoko se ha obsesionado con la idea de que, al ser capaz de invadir los cíborgs sin perder su identidad, el hacker podría enseñarle a trascender la materia conservando su yo. Tal creencia, y la certeza de que el enigmático personaje intenta contactar con ella, la llevan a unirse a Batou, su fiel camarada, para iniciar una investigación secreta que desembocará en un impactante descubrimiento.

Simplemente fascinante. Así es Ghost in the shell. Película densa, dotada de una profunda carga filosófica, que, más allá de sus escenas de acción y sus efectos especiales, nos ofrece imágenes para el recuerdo. Como esa en la que el escultural shell de la mayor Kusanagi emerge del líquido donde se ha montado mientras suena una enigmática canción tradicional japonesa.

Ghost in the shell en la Biblioteca UPM

Guy Delisle. Guía del mal padre.

Guy Delisle. Guía del mal padre. Bilbao: Astiberri,2013.

Este  es un libro divertido, un  cómic  con el dibujo sencillo que caracteriza a Guy Delisle, que arranca al lector muchas sonrisas porque en el fondo todos hemos sido alguna vez “mal padre/madre” y te sientes identificado. Aunque también lo disfrutarán aquellos/as que no tengan descendencia.

Conocíamos a Guy Delisle como viajero, plasmando sus viajes y su experiencia en esos países con  títulos como Shenzshen, Pyongyang (reseñada en Nosolotécnica), Crónicas birmanas y Crónicas de Jerusalén, todas ellas publicadas por Astiberri.  Ahora le conocemos en su faceta de padre, un poco ensimismado a veces, descuidado, que cuenta a sus hijos historias terribles antes de dormir o les da consejos poco ortodoxos.

Os dejamos algunas viñetas (no dejéis de ampliarlas pinchando encima) como muestra de lo que podéis encontrar en este divertido libro.

Guy  Delisle nació en 1966 en Quebec. Una vez acabados sus estudios de artes plásticas en Sainte-Foy y en Toronto, comienza a trabajar en 1986 en el estudio CinéGroupe en Montreal. Actualmente reside en la localidad francesa de Montpellier.

Guy Delisle en la UPM


 

El Departamento de Teorías Alucinantes. Tom Gauld

Cubierta de El departamento de teorías alucinantes, Tom GauldEl Departamento de Teorías Alucinantes
Tom Gauld
Barcelona : Salamandra, 2020
Título original: Department of Mind-Blowing Theories (2020)
Traducción: Carlos Mayor

 

Tom Gauld es un dibujante de comics e ilustrador escocés que cuenta con un estilo muy particular y reconocible basado en la sencillez y el esquematismo de sus personajes (ya se trate de humanos o robots, de libros o de piedras, de partículas o de ingenios mecánicos). Sus protagonistas son unas siluetas apenas, unos palitos en negro o coloreados que, sin embargo, cumplen a la perfección con la misión que se les ha encomendado, que es la de dar la expresividad justa para que la viñeta funcione, el gesto o la actitud que redondean el chiste.

Porque la otra cualidad reconocible de este autor es su humor. Un humor sencillo y amable (¿soy yo o de verdad inspira ternura?), ya que es notable el aprecio que imprime a los temas y las problemáticas que llaman su atención. Pero al mismo tiempo no deja de ser sarcástico e irónico, y toca con bastante tino en aspectos fundamentales del mundo que pretende satirizar. En el caso de este libro, la Ciencia, los científicos y los investigadores.

El Departamento de Teorías Alucinantes, que es una recopilación de las viñetas que Tom Gauld ha publicado en la revista New Scientist, da un repaso humorístico a una gran variedad de tópicos científicos que cualquier investigador va a encontrar familiares: los problemas de financiación, el mundo de la publicación de papers, los resultados inesperados de un experimento, el éxito científico, los límites entre la Ciencia y la Ciencia Ficción, la influencia de las redes sociales…

Cubierta de En la cocina con Kafka, Tom GauldY como en este blog también hablamos mucho de literatura, no me resisto a recomendar sus viñetas sobre libros, lectores y escritores, recogidas en otro volumen de 2018 llamado En la cocina con Kafka, igualmente publicado por Salamandra Graphic. De ahí al resto de su obra solo hay un pequeño salto.

Tom Gauld (1976) publica asiduamente en The Guardian, The New York Times y en New Scientist. También tiene unas cuantas portadas en The New Yorker. Además de los mencionados, ha publicado los comics: Un policía en la luna, Todo el mundo tiene envidia de mi mochila voladora y Goliat.

 

____________________________________

La XX edición de la Semana de la Ciencia y la Innovación de Madrid ya está en marcha en los centros de la UPM. Os invitamos desde aquí a inscribiros en alguna de sus variadas actividades que tendrán lugar entre el 2 y el 15 de noviembre.

Los surcos del azar. Paco Roca

Paco Roca: Los surcos del azar.
Ed. ampliada. Bilbao: Astiberri, 2019.

– Hay una película que me gusta mucho, “Los violentos de Kelly”. Pensaba hacer algo así, pero con los republicanos españoles. ¿Conoce la película?

– No soporto las películas americanas de guerra. Parece que ellos solos la ganaran. ¡Eso es mentira! (p. 118)

Es muy probable que mi primer contacto visual y mental con La Nueve se remonte a algunos fotogramas de ¿Arde París? (René Clément, 1966), una adaptación cinematográfica de la novela homónima de Larry Collins y Dominique Lapierre, que debió estrenarse en España a finales del franquismo o como muy tarde principios de la Transición, y en cualquier caso cuando la oleada de cine bélico aliadófilo era ya imparable frente a la menguante retórica falangista sobre la Segunda Guerra Mundial. Siquiera unas pocas imágenes de blindados con nombres españoles enseñoreándose de los grandes escenarios urbanos de París y a la zaga de unas fuerzas nazis puestas en fuga, no pueden dejar indiferente a nadie con un mínimo sentido de la Historia. Aquello no podía ser un acontecimiento cualquiera de modo que ¿cómo no estaba más presente en el imaginario público español de mediados de siglo?

Buena pregunta para seguir alimentando el eterno debate sobre qué prevalece como causa de la Historia: si los condicionamientos previos o el peso de la suerte. Entra en escena don Antonio Machado, causante parcial de un cómic del siglo XXI, con sus Proverbios y Cantares (Campos de Castilla, 1912):

¿Para qué llamar caminos

a los surcos del azar?…

todo el que camina anda,

como Jesús, sobre el mar.

Los surcos de 2013 –fecha de su primera edición- arrancan con un personaje aún joven en búsqueda de una realidad velada –públicamente ninguneada-, pero atesorada por un anciano. Un esquema habitual para la Historia oral contemporánea, y que no es nuevo en ficción: recordemos Soldados de Salamina, de Javier Cercas llevada al cine por David Trueba y tan emparentada con Los surcos. No importa, cada uno aporta lo suyo para un asunto inagotable al que la evolución social, cultural y política española de los últimos ochenta años no ha dejado muchas otras vías de abordaje -investigación académica aparte- que la memoria de individuos anónimos y dispersos.

Sin embargo, no se encontrará en Los surcos una épica facilona y complaciente. Uno de sus grandes logros es mostrar a todas luces la complejidad política interna del conflicto mundial -muy evidente en el caso francés- más allá de los clichés sobre potencias de ideología homogénea, popularizados por la propaganda y buena parte del cine postbélico. A pequeña escala, los personajes se ven zarandeados por las circunstancias, separaciones, casualidades, convivencias sobrevenidas y desgarros interiores, en un contexto de violencia descomunal. De hecho los alineamientos iniciales de los protagonistas, fraguados en la pasada contienda española y cada uno con sus peculiaridades, van matizándose a medida que avanza su experiencia en el nuevo conflicto y bajo el peso aplastante de la incertidumbre sobre su futuro.

El libro desborda intensidad, con un guion depurado, muy buena documentación y escenografía seductora viñeta a viñeta. En su desarrollo se cruzan tres elementos frecuentes en la trayectoria de Paco Roca: la vejez; el interés por la Historia contemporánea y su incidencia efectiva en la vida de la gente corriente; y su propia presencia como personaje un tanto antiheroico. Una sutil pero terminante dimensión ética recorre el relato: conciencia, reflexión y expiación personal y colectiva, de y por los personajes de aquel entonces y quienes contemplamos desde nuestro presente unos hechos tan terribles como trascendentes. 

1 2 3 5