Drive my car / Ryûsuke Hamaguchi

Drive my car está nominada a cuatro categorías en los Premios Oscar 2022, y según el éxito que tuvo en Cannes puede que se lleve alguna estatuilla.

Basada en un relato del libro Hombres sin mujeres de Haruki Murakami, esta adaptación, cocinada a fuego lento, nos coloca durante tres horas frente al dolor de un hombre que acaba de perder a su mujer.

Él es actor y director teatral con fama internacional, y ella se encarga de elaborar los guiones que precisamente le lanzan al éxito. Tienen una relación sólida, pero cuando él descubre una infidelidad es incapaz de comunicarse con su esposa y rumia su dolor…

Después de un hecho traumático (nada de spoilers) Kafuku, el protagonista, viaja a Hiroshima para trabajar en un festival de teatro dirigiendo Tío Vania, el clásico de Antón Chéjov. Allí no tiene más remedio que aceptar a una conductora que le lleva a diario a los ensayos, y van poco a poco (muy poco a poco) entablando conversaciones. Al principio hablan de cosas banales y cuando van cogiendo algo de confianza hablan de temas personales y traumáticos de sus vidas.

De eso va un poco esta interesante película, de la incomunicación, del sentimiento de pérdida, de reconectar con tus propias emociones.

Los personajes son parcos, secos, pero muy intensos; los planos cinematográficos son largos, contemplativos, vamos, que es una película lenta, pero bonita, a mí me ha gustado mucho.

Hamaguchi nos propone un viaje sobre cuatro ruedas con destino a la introspección. Y el camino no es precisamente una línea recta.

Si no conoces a Murakami y tienes curiosidad, en la Biblioteca tenemos disponibles varios títulos de su obra. Uno de ellos, Tokio blues : Norwegian Wood, también tiene su versión cinematográfica y tanto el libro como la película son muy recomendables.

NHG

La Reina Africana, C. S. Forester

La Reina Africana

C.S. Forester

No duro mucho el miedo que siguió a su aflicción. No en vano Rosa Sayer había vivido treinta y tres años y pasado diez en la selva centroafricana; tenía adquirida esa confianza en sí misma que se sumaba a la fe de su religión. No transcurriría mucho rato antes de que su pecho se inflamase de un fiero resentimiento hacía Alemania, y los alemanes en general, en la soledad de la cabaña desierta, con la sola compañía del hermano muerto.

Se ha declarado la guerra. Alemania e Inglaterra luchan en los campos de Europa pero miles de kilómetros más al sur también se vive y se sufre la contienda

El reverendo Samuel Sayer ha muerto. Una incursión de los alemanes en la misión que regentaban en la colonia germana acabó con la vida del reverendo. Le acompañaba su hermana Rosa que ahora se ha quedado sola. En ella va anidando las ganas de venganza, de hacer algo por su patria, pero cómo. La oportunidad se presenta con Allnutt. Es un mecánico borrachín dueño de La Reina Africana

Era chata y de fondo plano; media nueve metros de largo. Iba descascarándose de pintura, y por todos lados mostraba señales de deterioro. Un toldilla en jirones cubría un par de metros cuadrados por la popa; en medio de la embarcación estaban montados el motor y la caldera, con el muñón de una chimenea sobresaliendo apenas fuera de la toldilla.

Hace unos días se produjo el 65 aniversario de la muerte de Humphrey Bogart, uno de los mayores iconos del séptimo arte. Con motivo de ello traemos a NoSoloTecnica una estupenda novela de aventuras de C.S. Forester que en 1951, John Huston llevo a la gran pantalla  e hizo que  el actor neoyorkino ganase el único Oscar de su carrera.

Dos mundos opuestos, el de una estirada misionera y el de un mecánico cockney, ejemplo de impiedad y blasfemia se unen de forma inesperada. Aventuras, humor, amor, son los ingredientes de esta novela que harán al lector reír y disfrutar de tan singular pareja en un lejano lugar del Africa Central.

C.S. Forester nació en El Cairo en 1899 y falleció en Fullerton (EEUU) en 1966

Forester en la Biblioteca Universitaria UPM

Perfecto – dijo Rosa – Entonces, bajemos al lago a torpedear a la Luisa.

No diga tonterías, señorita. Esas cosas no son para nosotros, De veras, ¡no! Ya se lo he dicho antes. Es imposible bajar con la corriente.

El buen patrón. Fernando León de Aranoa

Cartel de El buen patrón, de Fernando León de AranoaEl buen patrón (2021)
Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor
Guion y dirección de Fernando León de Aranoa

A veces hay que trucar la balanza para que la medida sea exacta.

El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, será finalmente la película que represente a España en la 94ª edición de los Oscar en la categoría Mejor Película Internacional. Como curiosidad decir que es la segunda vez que la Academia de Cine opta por una película de Aranoa frente a un film de Almodóvar para representarnos en los premios de Hollywood.

Esta estupenda película del indiscutiblemente cine social de Aranoa (Barrio, Princesas, Los lunes al sol…) es considerada como el contraplano de Los lunes al sol y nos da la versión de las relaciones laborales desde el punto de vista, esta vez, del patrón. Cinco días en la vida de Julio Blanco, un empresario de una fábrica de básculas en una ciudad de provincias, que espera conseguir un premio a la excelencia laboral y las subvenciones que esto conlleva, por lo que todos los contratiempos de última hora que amenazan el equilibrio que tanto ansía, serán salvados a cualquier precio.

Blanco es interpretado magistralmente por Javier Bardem que adapta su voz y su expresión corporal para bordar el papel de cacique paternalista con cierto carisma, un personaje un poco anacrónico (o eso espero), reflejo de muchos tópicos que bien conocemos. Es un tipo que presume de hombre hecho a sí mismo, aunque “lo único que ha hecho es ir al notario a firmar lo que ha heredado”, y que trata a sus empleados con una condescendencia recalcitrante. En algunos momentos recuerda irremediablemente al “señorito Iván” de los Los santos inocentes.

En definitiva, es una película que te hace pasar un buen rato, tiene escenas con diálogos con mucha ironía que hacen reír y situaciones que si tienes cierta edad, quién sabe, lo mismo te suenan.

Fernando León de Aranoa en la Biblioteca UPM

NHG

Madres paralelas. Pedro Almódovar

Cartel Madres paralelas, Pedro AlmodóvarMadres paralelas (2021)
Penélope Cruz, Milena Smit
Guión y dirección de Pedro Almodóvar

La película, con un reparto encabezado por Penélope Cruz, Milena Smit y Aitana Sánchez-Gijón cuenta cómo dos mujeres que coinciden dando a luz en un hospital acaban irremediablemente uniendo sus destinos aun siendo de edades y condiciones muy dispares.

Todo transcurre en un contexto donde la Ley de Memoria Histórica cobra protagonismo, algo que en principio parecía “paralelo” a la trama principal y que acaba adueñándose de la película.

Del cine que conocemos de Almodóvar destaca el amor y la muerte como ejes principales de la trama, el color como pieza clave para enfatizar emociones y una trabajada banda sonora.

Siendo esta cinta muy aclamada por la crítica, a mí, como simple espectador no me parece ni tan valiente, ni tan bien engranada la trama, ni tan sublime.

Para ser una película que habla de la Ley de Memoria Histórica no profundiza mucho en el tema, hay una mención a Rajoy que puede ser lo más “valiente”, pero poco más.

El tema de la maternidad tampoco lo trata con el desgarro de otras películas suyas, muy difícil de entender la frialdad de Penélope Cruz en la decisión que toma al final de la cinta.

En cuanto a las relaciones “bizarras” de otras veces que tanto me han divertido, aquí mete con calzador una relación fruto del desarraigo y la soledad de un personaje, y del sentido de culpa del otro, que no se resuelve con solvencia.

En definitiva, si no eres crítico de cine, y has disfrutado de películas anteriores de Almodóvar, como la estupenda “Dolor y Gloria”, ésta te va a parecer un poco “floja”.

Pedro Almodóvar en la Biblioteca UPM

NHG

The Straight story , una película de David Lynch.

The Straight story está basada en una  historia real, la de Alvin Straight, un hombre de 73 años que en 1994 viajó desde Lauren, Iowa, a Mt. Zion en Wisconsin, a 507 kilómetros de distancia montado en una máquina cortacésped John Deere.

Alvin, es mayor, ve mal y tiene problemas en la cadera que compensa con dos bastones pero eso no le va a impedir hacer este viaje para reencontrarse con su hermano, muy enfermo, después de 10 años sin hablarse.

Nadie conoce tu vida mejor que un hermano que tiene casi tu edad. Él sabe quién eres y qué eres, mejor que cualquier otro.

The Straight story traducida literalmente significa la historia de (Alvin) Straight pero también se puede jugar con la acepción en inglés de “straight”,  “coherente”, recto”. Alvin quiere hacer lo correcto, ver a su hermano  antes de que alguno de los dos muera. 

Este viaje es duro y significa tragarme mi orgullo. Sólo espero que no sea demasiado tarde.

Es un hombre testarudo y tranquilo dispuesto a afrontar las dificultades  que vayan surgiendo en su largo viaje. Es una de esas películas que te reconcilian con la humanidad. En su camino Alvin se cruza con mucha gente y todo el mundo le echa una mano, nadie le intenta robar o engañar, todo lo contrario.

La banda sonora de la película de Angelo Badalamenti  es una maravilla que acompaña el relato de este viaje dándole más fuerza a cada escena. La colaboración entre el músico y Lynch comenzó en el año 1986 en su película Terciopelo azul y se ha mantenido a lo largo de los años.

Esta historia, a priori inverosímil, la interpreta de una forma totalmente verosímil y perfecta el actor Richard Farnsworth que recibió una nominación al Premio de la Academia al Mejor Actor pero no se llevó el Óscar. Su hermano Lyle, interpretado por otro grande del cine, Harry Dean Stanton, sale al final en una breve pero intensa escena. Sin olvidar a Sissy Spacek como Rose Straigh, la hija de Alvin, que también está estupenda. La película fue nominada para la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes de 1999 y recibió dos nominaciones a los Globos de Oro (banda sonora y actor dramático).

David Lynch es un reconocidísimo director de cine que en España se dio a conocer con la serie Twin Peaks (1990) cuyo tema principal, también de Badalamenti, se convirtió en un ícono no sólo de la televisión sino de la cultura pop de los 90. En su larga carrera destacan algunos títulos como Cabeza borradora (1977) , El hombre elefante( 1980), Dune (1984), Terciopelo azul (1986),Carretera perdida (1997), Mulholland Drive (2001), Inland Empire (2006) etc.

Para el que conozca el cine de Lynch The Straight story no parece una película suya (él mismo comentaba en una entrevista que mucha gente se lo había dicho) pero lo que está claro es que Lynch hace bien lo que se propone tanto en esta bonita historia como en sus otras películas mucho más inquietantes. Yo me quedo con el Lynch de Alvin Straight o de El hombre elefante.

David Lynch en la UPM

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