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Todas las almas. Javier Marías
Esta semana en Lecturas para compartir, el Tiktok de Biblioteca ETSIDI -@biblioetsidiupm-, nos dejamos seducir por un maestro del buen hacer literario como fue Javier Marías, y su obra Todas las almas.
En su sexta novela, el escritor, traductor, columnista y editor madrileño (1951-2022) nos cuenta los recuerdos que alberga un profesor español de su estancia en la Universidad de Oxford.
La coincidencia de este hecho, y otros que se van desvelando a lo largo de la historia, con la propia vida de Marías, que también ejerció una labor docente en el College All souls de la ciudad británica, hicieron pensar en algún momento que se trataba casi de una autobiografía, idea que se apuntalaba aún más por estar contada en primera persona. No obstante, este es uno de los aciertos de la narración: ese cruce incierto entre la ficción y la vida real. Este recurso aporta mayor verosimilitud, si cabe, a los acontecimientos y a los sentimientos que se describen, unas situaciones que ya sólo existen en la memoria del narrador. Y son las rutinas diarias, como llenar y vaciar el cubo de los desperdicios, las que anclan al relator a la realidad.
Esta historia, en la que Marías despliega un estilo magnético y ambiguo, recoge los vaivenes generados por los magníficos personajes que deambulan a su alrededor, por su amistad con otros profesores, alguno gravemente enfermo, por su relación con una mujer casada y madre de un niño, y por sus obsesiones literarias.
La calidad literaria de Javier Marías ha sido premiada en numerosas ocasiones. Entre otros, obtuvo el Premio Nacional de Narrativa en 2012, que declinó para mantenerse fiel a sus convicciones. Asimismo, fue académico de número de la Real Academia Española donde ocupó el sillón R.
Dos de los tres han muerto desde que me fui de Oxford, y eso me hace pensar, supersticiosamente, que quizá esperaron a que yo llegara y consumirá mi tiempo allí para darme ocasión de conocerlos y para que ahora pueda hablar de ellos. Puede, por tanto, que -siempre supersticiosamente- esté obligado a hablar de ellos. No murieron hasta que yo dejé de tratarlos. De haber seguido en sus vidas y en Oxford (de haber seguido en sus vidas cotidianamente), tal vez aún estuvieran vivos. Este pensamiento no es sólo supersticioso, es también vanidoso. Pero para hablar de ellos tengo que hablar también de mí, y de mi estancia en la ciudad de Oxford. Aunque el que habla no sea el mismo que estuvo allí. Lo parece, pero no es el mismo. Si a mí mismo me llamo yo, o si utilizo un nombre que me ha venido acompañando desde que nací y por el que algunos me recordarán, o si cuento cosas que coinciden con cosas que otros me atribuirían, o si llamo mi casa a la casa que antes y después ocuparon otros pero yo habité durante dos años, es sólo porque prefiero hablar en primera persona, y no porque crea que basta con la facultad de la memoria para que alguien siga siendo el mismo en diferentes tiempos y en diferentes espacios. El que aquí cuenta lo que vio y le ocurrió no es aquel que lo vio y al que le ocurrió, ni tampoco es su prolongación, ni su sombra, ni su heredero, ni su usurpador.
Yo, robot. Isaac Asimov
Esta semana en Lecturas para Compartir, el Tiktok de la Biblioteca ETSIDI, el protagonista es Yo, Robot. Isaac Asimov (1920-1992) fue un joven extremadamente precoz, dotado de una gran inteligencia: con poco más de 20 años ya se había licenciado en Química, Ciencias y Artes, y había obtenido un doctorado en Filosofía. Al mismo tiempo, sus relatos comenzaron a despuntar en el campo de la ciencia ficción. Más tarde, conseguiría una licenciatura en Bioquímica. Como divulgador científico publicó unos 280 libros de no ficción, faceta en la que abarcó temáticas variadas como, por traer a colación dos ejemplos, la Historia Universal de Asimov o la Breve Historia de la Química.
Yo, Robot (1950) recopila relatos que previamente habían aparecido en revistas especializadas en Ciencia Ficción: Robbie (1940), Círculo vicioso (1942), Razón (1941), Atrapa esa liebre (1944), ¡Embustero! (1941), Pequeño robot perdido (1947), ¡Fuga! (1945), Evidencia (1946) y El conflicto evitable (1950).
La primera y más antigua pieza de Yo Robot, que lleva por título Robbie, extraño compañero de juegos, nos habla sobre la amistad entre un robot niñera y la pequeña a su cargo. La madre de Gloria, guiada por los prejuicios personales y de la sociedad, decide separar a su hija de Robbie. Después de pasar un tiempo desolada, Gloria logra recuperar a su amigo tras un incidente en el que el robot logra salvar su vida.
En El conflicto evitable, la economía de la Tierra es ahora estable gracias a las Máquinas calculadoras que la controlan. Su misión es la protección de la humanidad mediante la Primera Ley de la Robótica. Sin embargo, aparecen algunos problemas que podrían desencadenar conflictos: las Máquinas podrían no estar cumpliendo bien su función y esto resulta extraño, ya que generalmente se autocorrigen.
En esta colección de historias se plantean las tres leyes de la robótica, unas normas morales que fielmente aplicadas a los robots inteligentes evitarían la existencia de conflictos. Pero estos relatos indagan en la posibilidad de que estos surjan a pesar de cumplirse los tres principios. Esta paradoja nos sitúan frente a la complejidad del universo tecnológico. Un tema de candente actualidad.
En estos momentos, el auge de la inteligencia artificial devuelve a Isaac Asimov a un primer plano de interés, si alguna vez lo perdió.
Las Tres Leyes de la Robótica
- Un robot no debe dañar a un ser humano o,
por su inacción, dejar que un ser humano su-
fra daño. - Un robot debe obedecer las órdenes que le
son dadas por un ser humano, excepto cuan-
do estas órdenes se oponen a la primera Ley. - Un robot debe proteger su propia existencia,
hasta donde esta protección no entre en con-
flicto con la primera o segunda Leyes.
Manual de Robótica, 56.a edición, año 2058.
Hay ríos en el cielo. Elif Shafak
Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de “ ” del escritora de origen turco Elif Shafak.
En la antigua Nínive, a orillas del río Tigris, durante la época de mayor esplendor de Mesopotamia, el culto y despiadado rey Asurbanipal erigió una magnífica biblioteca para atesorar su preciada colección de tablillas, como las de La epopeya de Gilgamesh.
Elif consigue hilar majestuosamente las historias de tres personajes marginales cuyas vidas quedarán unidas por el poema más antiguo de todos los tiempos: “Gilgamesh”: un chico nacido en los suburbios de Londrés capaz de descifrar con facilidad el alfabeto cuneiforme, una investigadora científica convencida de que el agua guarda memoria; y una niña yazidí que sufrirá el desprecio y la crueldad del estado Islámico.
“Hay ríos en el cielo” es una hermosa epopeya que expone las vicisitudes y retos a los que sus protagonistas se tendrán que enfrentar en el río de la vida; y, al igual que el antiguo y despótico rey Gilgamesh, buscar su inmortalidad a través de la huella de sus actos.
"El deber de los escritores es narrar los silencios que deja la Historia" (Elif Shafak)
“El agua recuerda. Son los humanos los que olvidan” (Elif Shafak)
Como es habitual en Shafak mostrará su rechazo contra las injusticias cometidas contra la minoría religiosa de los yazidíes como el espolio y venta ilegal en los mercados negros de un Patrimonio Cultural, porque sólo a través del respeto a las tradiciones podremos conservar la memoria de Aquello que somos como Humanidad.
“La caja contiene un poema. Un fragmento de una epopeya tan antigua y popular que se ha recitado sin cesar una y otra vez a lo largo y ancho de Mesopotamia, Anatolia, Persia y el Levante mediterráneo; una epopeya que pasó de abuelas a nietos mucho antes de que los escribas la copiaran. Es la historia de un héroe llamado Gilgamesh.
Asurbanipal conoce el poema como la palma de su mano. Lo ha estudiado desde que era príncipe heredero. Siendo el tercer hijo del rey, el más joven en la línea de sucesión, no cabía esperar que llegara a reinar. Por eso, mientras que sus hermanos recibieron instrucción en artes marciales, estrategia militar y tácticas diplomáticas, a él se le ofreció una magnífica formación en filosofía, historia, lecanomancia, lenguas y literatura. Al final todos —incluido él mismo— se llevaron una sorpresa cuando su padre lo prefirió como sucesor. Así pues, Asurbanipal ascendió al trono como el soberano más erudito y cultivado que el imperio había conocido. De las numerosas obras escritas que había estudiado desde la infancia, su favorita era y sigue siendo La epopeya de Gilgamesh”
Canon de cámara oscura. Enrique Vila-Matas
Esta semana en Lecturas para compartir os recomendamos la última obra de Enrique Vila-Matas, Canon de Cámara oscura.
Con la calidad que nos tiene acostumbrados, Enrique Vila-Matas da protagonismo a unos personajes que sin haber escrito nada persiguen crear un canon literario rompedor, alejado de cualquier convencionalismo. Desde esta premisa, el autor retoma el espíritu de su novela Bartleby y compañía.
Antonio Altobelli, conocido como El Fracasista, es un escritor barcelonés, lúcido y marginal, que deja un encargo a su secretario y heredero: éste deberá seleccionar 71 libros de su inmensa biblioteca y almacenarlos en un cuarto mal iluminado. En este entorno debe perfilar un canon literario disidente, que discrepe, próximo a la locura.
Vidal Escabia, que así se llama el asistente, parece ser un androide extremadamente semejante a los humanos. Debido a su falta de raigambre, Vidal habla desde una sinceridad profunda. Y es esa misma libertad la que vierte Vila-Matas en la composición de su novela, en la que se mezclará lo autobiográfico con el ensayo, el libro de viajes con el diario, la ficción pura con la realidad, resultando una mezcolanza inclasificable, original. Porque sin riesgos no tiene sentido la literatura, apostilla en sus declaraciones el autor barcelonés.
La prosa de Vila-Matas (Barcelona, 1948-), con reminiscencias de escritores de la talla de Pitol, Bolaño, Borges, Walser, Joyce y Goethe, entre otros, ha sido objeto de análisis por trabajos de diversa índole, entre los que se encuentran once tesis doctorales. Asimismo, la revista The Paris Review lo encumbró como uno de los cinco autores españoles de mayor prestigio.
¿Te embarcas con nosotros en la lectura de Canon de cámara oscura?
Es medianoche y Violet, en un ángulo del patio donde se celebra la fiesta, pregunta si me acuerdo de los Denver-7. Claro, personas artificiales, indistinguibles de nosotros. Androides, precisa muy puntillosa, como si en ello le fuera la vida. Y me habla de los sobrevivientes, de los androides del sector Denver-7 que todavía circulan por Barcelona, todos con recuerdos implantados y capacidad para reproducirse. Muchos de ellos, dice, han tenido descendencia. Sé de qué me habla. De entrada, porque se habló mucho de los Denver-7 en una época no tan lejana. Luego, menos. Algunos tienen un punto agresivo, una genética pendenciera.
Fueron programados para vivir cuatro años y un grave fallo en su energía eléctrica —el «Gran Apagón» de Barcelona— les dio vida abierta, de duración indefinida, pero últimamente ya no se habla de ellos, son discretos, jamás han buscado distinguirse de las personas corrientes. Violet disiente. Bueno, dice, no han buscado llamar la atención, pero más de uno es muy impulsivo, a cierta edad quieren vengarse de quienes los compraron para convertirlos en sus sirvientes.
No sabía, digo. Con el tiempo, dice, se las han arreglado para llevar una vida corriente, aunque algunos andan desorientados. Pregunto por qué desorientados. Por el enredo continuo, dice, que tejen en ellos los recuerdos implantados.
Seda. Alessandro Baricco
Esta semana en “Lecturas para compartir” le recomendamos la exitosa novela del escritor italiano Alessandro Baricco, “Seda”, ambientada durante la II mitad del siglo XIX entre Francia y Japón.
Con la misma delicadeza con la que se teje la seda, Baricco nos exhibe la sutil naturaleza, casi impalpable, de una historia de amor que se entreteje en las elevadas cumbres del alma de su protagonista, Hervé Joncour, un comprador y vendedor francés de gusanos de seda, obligado a viajar a Japón en busca de larvas de seda de la mejor calidad.
El contacto con este misterioso y exótico país le llevará a experimentar una nueva forma de sentir y percibir la sensualidad de su alma, a veces con un realismo tan físico y real, que le arrastrará a una vivencia amorosa, no consumada, con una joven no oriental que condicionará su vida. El tacto de la seda es casi como un íntimo deseo erótico jamás expresado, y que nuestro impuesto y aprendido pudor nos impidiera hacer realidad.
“A su mujer, Hélène, le trajo de regalo una túnica de seda que ella, por pudor, nunca se puso. Si se sostenía entre los dedos era como coger la nada” (“Seda” de Alessandro Baricco)
Seda es una novela corta con un estilo sencillo, preciso, claro; llena de imágenes visuales que nos evocan a la melancolía y nos incitan, a través de sus continuas repeticiones, al recuerdo de nuestras ausencias y de ocuparnos de esos espacios muertos en nuestro corazón para devolverlos a la vida.
“A menudo mis libros se pueden leer como una partitura, están construidos sobre una estructura musical”(El País, Alessandro Baricco)
"Mil veces buscó los ojos de ella, y mil veces ella encontró los suyos. Era una especie de danza triste, secreta e impotente. Hervé Joncour la bailó hasta muy tarde, después se levantó, dijo algo en francés para excusarse, se liberó de cualquier modo de una mujer que había decidido acompañarlo y, abriéndose campo entre nubes de humo y hombres que lo apostrofaban en aquella lengua incomprensible, se fue. Antes de salir del cuarto, miró una última vez hacia ella. Lo estaba mirando, con ojos perfectamente mudos, a siglos de distancia"
Animales difíciles. Rosa Montero
Esta semana en Lecturas para Compartir nos dejamos atrapar por Bruna Husky y su última aventura, Animales Difíciles.
En el Madrid de 2111, la detective Bruna Husky es contratada para investigar un atentado terrorista en las instalaciones de una importante empresa tecnológica. La detective y su colega, el inspector Lizard, se verán atrapados en un enigma sombrío, en una trampa letal diseñada por una mente criminal despiadada. Hace tiempo que Bruna Husky dejó de ser una poderosa tecnohumana de combate. Ahora, más débil que nunca, debe afrontar este caso, el más peligroso de toda su carrera.
Animales Difíciles es una novela policíaca emocionante, en la que se respira el peligro. Es un apasionante rompecabezas de tensión creciente, con un telón de fondo que nos llevará a reflexionar sobre el sentido de la vida y el destino de la Humanidad, fuertemente influenciado por la tecnología.
Rosa Montero cierra por todo lo alto la serie de Bruna Husky, formada por las novelas Lágrimas en la lluvia, El peso del corazón y Los tiempos del odio.
MADRID, 22 DE ENERO DE 2111
«O todos o ninguno.»
Había comprado la pancarta holográfica en SieSie, la mayor tienda virtual del planeta. La había adquirido en un teclado público y pagado con una tarjeta de crédito desechable, y además había hecho que el robot se la llevara al tercer banco de la izquierda del parque-pulmón del Retiro, contando a partir de la entrada por la puerta de Granada.
NO-SOY-IDIOTA, se dijo, satisfecho. Era un pensamiento con mayúsculas incluso dentro de su cabeza. NO-SOY-IDIOTA. Aunque Máster lo tratara con ese desdén tan irritante, él no era ningún idiota. Mira qué bien se las había arreglado para ocultar su rastro. Incluso tuvo la brillante idea de pegar un chicle sobre la cámara del teclado para que no pudieran tomar su imagen. SOY-UN-PUTO-GENIO. Y ahora estaba aquí, a punto de asaltar el almacén de flops, y todo iba a salir de maravilla.
DE-MARAVILLA, volvió a gritarse dentro de la cabeza poniendo muchas mayúsculas, porque el corazón le marchaba demasiado deprisa. Estaba pegado a la pared, en una calle de un polígono industrial en las afueras de Madrid. Eran las cinco de la mañana, la hora más pequeña, el momento menos habitado del día, cuando toda la gente duerme e incluso los más madrugadores apenas se están despertando. Eso lo sabía de su época de ratero. Bueno, de su vida de ratero, que ahora quería dejar atrás para subir un escalón en la carrera de la delincuencia. Buscarse un jefe poderoso era el primer paso. Y Máster era poderoso, de eso no cabía la menor duda. Que lo tratara a patadas era una muestra de ello. Ya le haría cambiar de opinión con sus buenos servicios. Este era el primero y lo iba a dejar niquelado.
@biblioetsidiupm Animales difíciles nos sumerge en la trepidante última aventura de la detective Bruna Husky. #lecturasparacompartir #recomendacionesdelibros #booktoker #brunahusky #novelaspoliciacas
La inquebrantable belleza de Rosalind Bone. Alex McCarthy
Esta semana en “Lecturas para compartir” os recomendamos la primera novela de la escritora galesa, Alex McCarthy, La inquebrantable belleza de Rosalind Bone
La autora nos adentra en los oscuros hechos acontecidos en Cwmcysgod, un pueblecito escondido en los valles de Gales; donde aparentemente la vida transcurre con tranquilidad.
La extraña desaparición de una mujer joven en el pasado, Rosalind Bone, marcará la vida de sus personajes; cuya culpa les impedirá alcanzar una completa felicidad en un entorno paisajístico donde todo invita a la realización personal.
Si bien, cuando el valle comienza a arder a manos de los hermanos Clements, y el asfixiante humo del fuego obliga a una misteriosa anciana a abandonar su refugio; el mismo espíritu del bosque pareciera reflejar su propia frustración, desencadenando así los eventos indispensables para resolver el turbio pasado de esta comunidad y restablecer de nuevo un orden más armonioso en el corazón de sus habitantes.
Alex McCarthy ha sabido crear una inquietante fábula moderna sobre la resiliencia de las mujeres donde combina a la perfección lo atmosférico con un certero realismo social.
Alex McCarthy nació en Cardiff y creció en el sur de Gales. Alumna de la London Contemporary Dance School, trabajó como bailarina y coreógrafa durante varios años en teatro, cine y televisión. En 2017, tras un cambio de rumbo y varios años escribiendo, comenzó la que sería su primera novela, La inquebrantable belleza de Rosalind Bone.
A las tres de la mañana, todos los pies estaban levantados, todas las cabezas estaban echadas, y los pensamientos correteaban por las mentes durmientes de Cwmcysgod, libres como niños sin vigilancia. Por encima del pueblo, sin embargo, en la linde del bosque, la anciana estaba despierta; el humo le quemaba en los pulmones. Con las prisas por escapar del incendio había tropezado con la raíz de un árbol y ahora yacía, herida y rota, dándose ánimos para coger aire una vez más.
Inspirar, retener, espirar.
Inspirar, retener, espirar.
Una cucaracha se le encaramó por la mejilla. Pensó en levantar una mano y sacudírsela, que cayera de nuevo a la hojarasca, pero el movimiento requería demasiado esfuerzo. Abrió y cerró los ojos y atisbó unos puntitos de luz centelleantes e inútiles abajo, en el pueblo.
Inspirar, retener, espirar.
Inspirar, retener, espirar.
La vida de María Callas. Alfonso Signorini
Esta semana en Lecturas para Compartir, el perfil Tiktok de la Biblioteca ETSIDI, @biblioetsidiupm, nos volvemos a reencontrar con la fascinante e inolvidable María Callas.
En Tan fiera, tan frágil : la vida de María Callas, Alfonso Signorini (Milán, 1964- ) narra las memorias de la diva de la ópera, centrándose en mayor medida en las vivencias que habían quedado reflejadas en su correspondencia más personal.
Esta historia novelada comienza con las visitas de incógnito que María hace a una sepultura en un Cementerio del norte de Milán, cuando ya era un alma solitaria privada de su bien más preciado, la voz. Después retrocede a su infancia en el Nueva York de los años 30. En aquellos tiempos, con seis años, la música ya formaba parte de su día a día: cosechaba calurosos aplausos mientras cantaba en la botica de su padre. Pero estos momentos de placer pronto se eclipsaban debido a las continuas regañinas de su madre, que se sentía infeliz por la sofocante situación económica. Sus primeras actuaciones en antros de mala muerte, su lucha por dejar atrás los años de subsistencia, sus amores apasionados y frustrados, … nada de todo esto se queda fuera del retrato descarnado que Signorini le dedica a su amada María Callas (Nueva York, 1923-París, 1977), por la que siempre sintió devoción.
Luigi estaba nervioso. Eran las once y cinco y la Signora no había llegado aún. Aquella escena se repetía todos los primeros lunes de mes. Desde hacía diecisiete años. Era su pequeño, gran secreto. Había llevado una vida honrada: durante cuarenta años, para todo el mundo había sido simplemente il Ginetto, el viejo guardián del cementerio de Bruzzano, en la periferia norte de Milán. A Ginetto no le daban miedo los muertos. Le gustaba caminar por los senderos de guijarros entre las tumbas, hablando con ellos en voz alta. Por la noche se quedaba hasta tarde para colocar flores y encender luces, farfullando con convicción que en el mundo «solo había que tener miedo de los vivos». Todos lo tomaban por loco, pero a él no le importaba: en el fondo su vida, excepto dos o tres aventurillas con alguna viuda sin prejuicios, había transcurrido sin grandes sobresaltos. Pasar por extravagante le resultaba incluso cómodo. Sobre todo desde aquel día en que un gran secreto pasó a formar parte de su vida. «Son las once y diez y todavía ni rastro. Nunca ha llegado tarde. Es muy extraño», mascullaba para sus adentros.
@biblioetsidiupm La vida de María Callas nos descubre sus anécdotas más personales. Es un canto a su vida y obra. #lecturasparacompartir #memorias #mariacallas #booktok #recomendacionesdelibros
Los hijos dormidos. Anthony Passeron
Esta semana en “Lecturas para compartir”, nuestra cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, os recomendamos la lectura de “Los hijos dormidos” del escritor francés Anthony Passeron.
La obra es una apasionante investigación científica desarrollada en torno al virus del sida desde los años 80; y a su vez, es una historia personal donde el autor nos expone la repercusión de la irrupción del virus en su propia familia, cuando su tío Désiré, al igual que toda una generación de jóvenes de Europa y de Estados Unidos, se ve afectado por los estragos de la extensión del consumo de heroína en esta década.
A lo largo de la novela, el autor ahonda también en la soledad que sufrieron los enfermos y sus familias, cuando aún se desconocía la naturaleza de esta enfermedad, imperaba la negación de la sociedad de estos pacientes, tratados como parias.
Tras la muerte de su tío, el escritor decidió indagar sobre el silencio familiar en torno a la muerte de su tío y sobre la propia epidemia dando como resultado un libro que está a caballo entre la crónica, las memorias y la novela que donde se entrelaza la historia de una familia de un pequeño pueblo del Mediodía francés y la lucha contra el patógeno en los hospitales franceses y americanos.
Un libro conmovedor que ha sido considerado en Francia como uno de los mejores debuts del año.
Un día, le pregunté a mi padre cuál era la ciudad máslejana a la que había ido. Se limitó a contestar: «Ámsterdam, en los Países Bajos». Y luego no dijo palabra. Sin apartar la mirada de su labor, siguió cortando animales muertos. Tenía sangre hasta en la cara. Cuando quise indagar en la razón de aquel viaje, me pareció que se le crispaba la mandíbula. ¿Lo que tanto le irritaba era la articulación de un trozo de becerro que no cedía o mi pregunta? Lo ignoraba. Tras un crujido seco y un suspiro, acabó contestando: «Para ir a buscar al imbécil de Désiré».
@biblioetsidiupm “Los hijos dormidos” del escritor francés Anthony Passeron en “Lecturas para compartir” #lecturasparacompartir #booktok #novelacontemporanea
Orbital, de Samantha Harvey
Esta semana en Lecturas para compartir, el perfil de Tiktok de la Biblioteca ETSIDI (@bibliotecaetsidiupm), giramos alrededor de la Tierra con Orbital.
En esta obra, Samantha Harvey se mete en la piel de seis investigadores de la Estación Espacial Internacional. Este grupo de astronautas, compuesto por dos mujeres y cuatro hombres de diferentes nacionalidades, convive de forma rutinaria en un espacio reducido, claustrofóbico, pero desde el que se contempla el extraordinario planeta tierra. Durante nueve meses pasaran el tiempo desarrollando sus proyectos de investigación: monitorizar los microbios presentes en la nave, cultivar cristales de proteínas, observar qué les ocurre a las raíces de las plantas ante la falta de luz y gravedad, recoger datos sobre el desgaste muscular en el espacio… Y todos los tripulantes, a su vez, son objeto de estudio para determinar el impacto de la microgravedad en el funcionamiento neuronal de los humanos.
Pero Orbital va más allá del día a día interplanetario, ya que plantea cuestiones de naturaleza filosófica e íntima: ¿la realidad, cuando alcanzamos nuestros sueños, se asemeja a las expectativas que habíamos creado?
Finalmente podemos destacar que la escritora británica nos propone una novela singular, trufada de instantes en los que se inhala un placer inmenso derivado de las descripciones excelsas de la Tierra. Magistral la selección de esas imágenes y de las palabras.
Orbital ha cosechado éxitos como el premio Booker 2024, así como nominaciones al Premio Orwell de Ficción Política y al Ursula K. Le Guin de Ficción.
¿Os gustaría dar dieciséis vueltas al día alrededor del Planeta Tierra?
@biblioetsidiupm Orbital nos invita a contemplar la belleza terrestre desde la Estación espacial internacional. Al tiempo que filosofa sobre nuestras expectativas de vida. lecturasparacompartir recomendacionesdelibros booktok samanthaharvey booker2024