El desprecio. Alberto Moravia.

El desprecio

Alberto Moravia

Trad. Enrique Mercadal

De Bolsillo

Publicada por primera vez en 1954, esta novela representa una etapa fundamental en el viaje de Moravia a través de las instituciones burguesas y su desfallecimiento. En este caso, Moravia muestra, a través de Riccardo, un guionista de cine, y Emilia, su mujer, las contradicciones de un matrimonio que se ilumina o se oscurece a la luz de los éxitos y fracasos profesionales del marido. Con este argumento de fondo, en El desprecio aparecen todos los temas centrales de Moravia, definidos de manera precisa y compleja, como si fuera una enciclopedia de la temática tratada por el autor a lo largo de toda su obra.

Al quedarme solo me senté en la cama, que, desprovista de una almohada, ya sugería la idea de separación y abandono; por un momento me quedé pensativo, mirando hacia la puerta abierta por la que Emilia acababa de salir. Una pregunta acudía a mi mente: ¿Emilia no quería dormir conmigo porque realmente le molestaba la luz del día o porque simplemente ya no quería dormir conmigo? Me inclinaba por la segunda hipótesis, por más que, con todo mi corazón, quisiera creer en la primera. Comprendía, no obstante, que si hubiera aceptado la explicación de Emilia me habría quedado con la duda. No me lo confesaba, pero en definitiva la pregunta última era: ¿Había dejado Emilia quizá de quererme?

En 1963 El desprecio fué llevada a la gran pantalla por Jean Luc Godard con Michel Piccolli como Ricardo y Brigitte Bardot como Emilia.

Pioneros, Willa Cather

Pioneros

Willa Cather

Traducción: Gema Moral Bartolomé

Alba Editorial

W. Cather en la Biblioteca Universitaria UPM

Situada en una pequeña localidad de Nebraska a finales del siglo XIX, Pioneros relata una historia de inmigración y supervivencia cuya figura central es Alexandra, una valiente joven que, a la muerte de su padre, se hace cargo de la familia y que, con su tesón, su inteligencia y su trabajo, consigue sacar adelante sus tierras desafiando las convenciones sociales sobre el papel de la mujer. Los colonos de Willa Cather, entre los que ella misma vivió, son emigrantes procedentes de todos los rincones de Europa, familias que luchan contra la adversidad en una tierra salvaje y un clima extremado, en su mayoría artesanos que aprenden a cultivar la tierra a través de la amarga experiencia del fracaso. Aquí, como en otras novelas de la autora, son sobre todo las mujeres las protagonistas de la colonización, la fuerza vital e integradora que hace avanzar a toda la comunidad.

Un día de enero de hace treinta años, la pequeña ciudad de Hanover, anclada en una meseta de Nebraska, intentaba que no se la llevara el viento. Una neblina de ligeros copos de nieve se arremolinaba en torno al puñado de edificios bajos y sin gracia que se amontonaban sobre la pradera gris bajo un cielo gris. Las viviendas se distribuían caprichosamente por el duro terreno de la pradera; algunas tenían aspecto de haber sido colocadas allí durante la noche, y otras parecían alejarse por sí solas, dirigiéndose directamente a las llanuras abiertas. Ninguna  daba  la sensación  de permanencia  y  el viento ululaba y soplaba tanto por debajo como por encima de ellas.

Otra novelita rusa. Gonzalo Maier

Gonzalo Maier narra en Otra novelita rusa una historia casi conmovedora, delirante: la odisea de Emanuel Moraga, un arquitecto viudo y jubilado, que se considera un maestro del tablero de ajedrez. Sus victorias así lo avalan. Y, tras liquidar toda su vida, con el objetivo de revalidar ese sentimiento, decide irse a Rusia, al conocido Paseo Tverskoy, para competir al más alto nivel.

Hasta aquí parece un relato convencional. Pero pronto salimos de ese error. Porque la participación del lector resulta imprescindible para que la narración alcance un desenlace. Maier se toma la libertad de no finalizarla, la deja flotando para que, según nuestras convicciones, abracemos su propuesta o no.

Gonzalo Maier (Chile, 1989) desempeña su labor profesional como profesor de Literatura en la Universidad Andrés Bello de Santiago de Chile. Es PhD en Artes por la Universidad holandesa de Radbound, donde se doctoró con una tesis sobre la ironía. La crítica ha definido su obra como atípica, particular dentro del panorama literario chileno. Y han destacado la naturaleza híbrida entre novela y ensayo de sus trabajos anteriores (Leyendo a Vila-Matas y Material Rodante, por mencionar algunos ejemplos), y su enorme flexibilidad narrativa.

Recién comenzaban los años noventa: el rublo no valía nada, los puestos de trabajo desaparecían como a veces desaparecen las polillas –porque sí, de un momento a otro, sin que nadie se dé cuenta– y, a falta de una mejor idea, buena parte de Moscú tomaba sus maletas y escapaba: nueva York, Berlín, Marbella, daba exactamente igual mientras quedara lejos. el resto caminaba con la mirada perdida en las puntas de sus zapatos y lo pensaba dos o tres veces antes de prender un cigarro (….)

A miles de kilómetros –catorce mil ciento veintidós, para ser exacto–, en una Punta arenas sepultada por casi un metro y medio de nieve –«el feroz invierno blanco», decían los titulares del diario, que esa semana mostró una y otra vez las fotos de un gaucho recogiendo ovejas tiesas–, Emanuel Moraga miraba un documental sobre la vida cotidiana en rusia.

Prefiero que me trates de tú, Daniel Azcona

Prefiero que me trates de tú, Daniel Azcona

Editorial Los Aciertos & Pepitas, El Kilómetro 9

Este es un libro de relatos (6) escritos en un lenguaje que probablemente captura en imágenes una evocadora época de infancias para los que nacimos a mediados de la década de los sesenta del siglo pasado, antes de que el ser humano llegara a la luna.

acto de presentación del libro
carátula del libro

Del autor, Daniel Azcona, podríamos decir que es hijo de Rafael Azcona aunque no sería justo; en mi descargo diré que el primer relato lo alude desde un cálido episodio cotidiano que curiosamente transcurre en Madrid (concretamente en la Casa de Campo) a temperaturas cerca del límite de congelación .

Hay veces que una lee un libro y duda si habrá sido esquiva y minuciosamente espiada (a una razonable distancia de seguridad), tal es la camaleónica semejanza de las experiencias vitales entre coetáneos en una cultura compartida.

En este libro: Prefiero que me Trates de Tú, abandono mi nostalgia con un delicioso sabor de boca. La editorial Los Aciertos & Pepitas es una diáfana evolución de una de mis más celebradas editoriales independientes.

No me apetece spoilear los relatos que ya de por sí son un virtuosismo de concisión; el disfrute en ocasiones como esta exige descubrimiento y algunas dosis de genuina sorpresa.

LA HOGUERA DE LAS VANIDADES. TOM WOLFE

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de “La hoguera de las vanidades”, la inolvidable obra de Tom Wolfe.

Nos cuenta la historia de Sherman McCoy, un corredor de bolsa que se considera “el amo del universo”. Por accidente, él y su amante, una joven casada con un acaudalado hombre de negocios, atropellan a Henry Lamb en el Bronx.

Este hecho se complica aún más al entrar en juego los intereses de otros actores: un periodista sin escrúpulos que ve en el caso una oportunidad de resucitar su carrera, un fiscal que se presenta a la reelección, un reverendo que necesita notoriedad, … y todo ello con la discriminación racial de trasfondo. Se hila así una compleja trama que se desenvuelve tanto en el mundo de las altas finanzas, los restaurantes de moda y las exclusivas parties de Park Avenue como en el submundo de la policía y los tribunales del Bronx.

La hoguera de las vanidades es un mosaico lúcido y mordaz de la sociedad neoyorquina, que nace de la magistral pluma del creador del Nuevo Periodismo.

La obra, elegida como el mejor libro del año (1987) por la New York Times Book Review, fue muy bien acogida por los lectores y por la crítica que, entre otras muchas opiniones, apuntaron que:

«Wolfe odia a conciencia, ironiza de maravilla y es incapaz de escribir mal una sola frase. Compradlo.» (Nicholas Frases, Time Out)

La hoguera de las vanidades

Precisamente en este momento, en uno de esos elegantes pisos de propiedad situados en Park Avenue y que tanto obsesionaban al alcalde … techos de cuatro metros … dos alas, una para los protestantes-anglosajones-blancos y otra para el servicio … Sherman McCoy estaba en cuclillas, en mitad del gran vestíbulo, tratando de ponerle la correa a un dachshund. El piso de mármol verde oscuro se extendía interminablemente a su alrededor. Por un lado conducía a una escalera de nogal que descendía en una suntuosa curva desde el piso superior. Era esa clase de piso cuya sola idea basta para encender hogueras de envidia y codicia a la gente de todo Nueva York o, si vamos a eso, de todo el mundo. Pero Sherman sólo ardía en deseos de salir de este fabuloso pisazo durante al menos treinta minutos.
De modo que ahí estaba, en cuclillas, peleando con un perro. El dachshund era, a su modo de ver, su visado de salida.
Viendo a Sherman McCoy así agachado, y vestido con camisa a cuadros, pantalones caqui y mocasines de yate, nadie podría adivinar el impresionante aspecto que suele tener. Joven aún … treinta y ocho años … alto … casi metro ochenta y cinco … tremendamente apuesto … tremendo hasta lo imperioso … tan imperioso como su papá, el León de Dunning Sponget… una espesa melena rubio rojizo … nariz larga … mentón prominente … Estaba orgulloso de su mentón. El mentón McCoy; como el del León. Un mentón viril, un mentón grande y redondeado como el que tenían antaño los hombres de Yale retratados por Gibson y Leyendecker, un mentón aristocrático, pensaba Sherman. Que también era ex alumno de Yale, un hombre de Yale.
Pero en este momento todo su aspecto tenía que decir: «Solamente voy a pasear al perro.»
El dachshund parecía saber lo que le aguardaba. Se escabullía una y otra vez. Las torcidas patas del animal eran engañosas. En cuanto uno trataba de agarrarle, el bicho se convertía en un musculoso tubo montado sobre dos piernas fortísimas. Intentando atraparle Sherman se lanzó hacia él. Pero se dio con una rótula en el piso de mármol. El dolor le enfureció. -iVenga, Marshall! -murmuraba entre dientes-. Quédate quieto, maldita sea.
@biblioetsidiupm

La hoguera de las vanidades, de T. Wolfe, narra en tono de sátira la caída y desventura de S McCoy, el amo del universo. música: Lou Reed. #lecturasparacompartir #BookTok #recomendacionesdelibros #novela

♬ Walk On the Wild Side – Lou Reed

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