El cielo es azul, la tierra blanca. Hiromi Kawakami

Cubierta de El cielo es azul, la tierra blanca, Hiromi KawakamiEl cielo es azul, la tierra blanca
Hiromi Kawakami
Barcelona: Acantilado, 2009
Traducción: Marina Bornas Montaña

Sensei no Kaban (2001)

Podría decirse que es sutil, delicada esta historia de amor. Que los personajes apenas están ahí, que la pasión no los arrasa. Pero no. El componente emocional está dibujado en otra parte. Como en un haiku de Matsuo Basho, sereno en su elegancia pero de evocación vibrante, la contención con que están trazados los personajes viene coloreada por un repertorio de elementos cotidianos, impregnados de poesía (un rayo de luna puede iluminar el misterio de un hombre; el oleaje del mar es lo ardiente de las pasiones; el tono rosado de un pulpo matiza las horas del atardecer). Los personajes son como hojas secas empujadas por el viento de otoño que van a parar a una taberna cualquiera de la ciudad, a una banqueta de distancia y un poco de conversación. Ella tiene 38, él le dobla la edad, están solos cada uno a su manera. Él fue maestro una vez, conserva el porte de sabio con maletín. Comparten gustos culinarios, no se ponen de acuerdo en el ritual de servir el sake, se reconocen en un mismo espejo de sensualidad. Ella no sabe amar. Él no se atreve.

Cubierta de Los años dulces. Taniguchi, Kawakami

Hace tiempo traíamos a nosólotécnica el manga de Jiro Taniguchi El gourmet solitario (1997). Pues bien, también este dibujante ha asumido la adaptación al comic, con el título Los años dulces (2008), de la novela de Hiromi Kawakami. En ambos trabajos, el gusto por el placer sensual de la comida y la bebida acompaña a los personajes en muchos de los episodios de su vida.

Hiromi Kawakami nace en Tokio en 1958. Es una de las autoras más leídas de Japón. Estudió Ciencias naturales y fue profesora de Biología. En 2001 ganó el Premio Tanizaki por la novela El cielo es azul, la tierra blanca. Otras obras suyas traducidas al castellano son El señor Nakano y las mujeres, Abandonarse a la pasión y Algo que brilla como el mar.

Jiro Taniguchi nace en la prefectura de Tottori, Japón, en 1947. Con el primer volumen de Barrio lejano obtuvo en 2003 el premio Alph´Art en el Salón de Angoulême. Otras obras suyas son El gourmet solitario, El caminante y El almanaque de mi padre.

Hiromi Kawakami en la Biblioteca de la UPM

De hombres grises y amas de casa desquiciadas. Wilson Sloan y Sue Kaufman

Cubierta de El hombre del traje gris, de Sloan WilsonEl hombre del traje gris
Wilson Sloan
Ed. Libros del asteroide

Son los años 50. Tom Rath y su esposa Betsy viven en un barrio residencial a las afueras de Nueva York. Mientras ella se queda en casa cuidando de sus tres hijos él toma el tren cada mañana para llegar al trabajo. Tom -sin una idea muy clara de en qué dirección- intenta mejorar su vida, ganar más dinero. Abandona su puesto de trabajo actual, que le reporta estabilidad a cambio de un salario escaso, por uno nuevo en una gran corporación que amenazará con absorberle por completo como al resto de los que allí trabajan.

Un encuentro fortuito, sin embargo, con un antiguo compañero de armas hará que Tom se vea obligado a reflexionar acerca del modo en que quiere afrontar el resto de su vida. La memoria de los horrores de la guerra, el recuerdo de un romance inflamado, fugaz e inolvidable como solo son los amores en tiempos de guerra, impulsarán a Tom a librar una batalla personal en busca de valores.

Cubierta de Diario de un ama de casa desquiciada, de Sue KaufmanDiario de un ama de casa desquiciada
Sue Kaufman
Ed. Libros del asteroide

La otra cara de la moneda, la otra mitad de la naranja, podría ser esta novela de Sue Kaufman ambientada en la misma época. De un modo divertido a veces, Tina Balser, casi una Bridget Jones de los años 60, se desahoga relatando en un diario los hechos que la han abocado a un sentimiento actual de frustración, de infelicidad: el abandono de sus inclinaciones artísticas; las fobias que va desarrollando a un ritmo exponencial; las infinitas tareas domésticas, que relega hasta límites desastrosos; la obligación de comportarse como una madre impecable; los “pequeños revolcones” que su marido le propone cuando menos viene al caso… Tina se rebela –las confesiones a su diario ya son un grito liberador– buscando vías de oxígeno, en un intento por resistirse al destino de una vida insatisfactoria y convencional.

Ambas novelas, de gran éxito en su momento, fueron llevadas al cine. El hombre del traje gris en 1956, por Nunnally Johnson, protagonizada por Gregory Peck. Y Diario de una esposa desesperada, dirigida por Frank Perry en 1970. Carrie Snodgress, la actriz que interpretaba a Tina Balser en esta última, inspiró el tema A man needs a maid de Neil Young.

Paradero desconocido, Kressmann Taylor

Cubierta de Paradero desconocido, Kressmann TaylorParadero desconocido
Kressmann Taylor
Barcelona: RBA, 2007
Traducción: Carmen Aguilar

Address Unknown (1938)

En 1932, dos amigos que viven en Estados Unidos y regentan un negocio de obras de arte bastante próspero, se separan. Max Eisenstein, el judío, se queda en San Francisco a los mandos de la galería; Martin Schulse, el alemán, vuelve a su patria. Los lazos que les unen son fuertes, comparten importantes vivencias y la separación, por tanto, supone una grave pérdida para ambos. Como no podía ser de otra manera continúan su relación de modo epistolar. Pronto Martin comienza a describir la situación social y política en Alemania, la irrupción de Hitler, del nacionalsocialismo, de la censura, del antisemitismo… y le pide a su socio que interrumpa el intercambio postal pues piensa que cualquier relación con un judío podría traerle nefastas consecuencias. Max no se resigna, quiere seguir confiando en la integridad de su amigo. Pero algo se ha roto ya. ¿Hasta qué extremo pueden cambiar las personas?

Esa censura, esa persecución de todos los hombres de pensamiento libre, la quema de bibliotecas, la corrupción de las universidades habrían despertado tu rechazo aunque en Alemania no le hubieran puesto un dedo encima a nadie de mi raza. Tú eres un liberal, Martin. Siempre has tenido amplitud de miras. Ningún movimiento popular cargado de maldad -por fuerte que sea- puede haber acabado con tu cordura.

Fotografía de Kressmann Taylor

Novela corta (o relato) de precisión conmovedora, trágica, dolorosa… y de gozosa lectura y relectura. Está compuesta por la correspondencia que intercambian los dos protagonistas y todo en ella es relevante, los membretes, las firmas, lo que queda entre líneas, el tono, los silencios… es brevísima pero no importa, ha sido afilada como un escalpelo.

Kressmann Taylor es el seudónimo masculino con que Kathrine Kressmann publicó el libro, en 1938 y con un gran éxito, pues el editor pensó que la historia que narraba era demasiado dura para aparecer firmada por una mujer.

Kressmann Taylor en la Biblioteca de la UPM

Antología del microrrelato español (1906-2011). Irene Andres-Suárez

Cubierta de Antología del microrrelato español (1906-2011): El cuarto género narrativo. Irene Andres-SuárezAntología del microrrelato español (1906-2011): El cuarto género narrativo
Irene Andres-Suárez
Ed. Cátedra, 2012

El microrrelato es una pieza literaria brevísima en prosa que cuenta una historia, es decir, está hecho de narratividad. Cumplidas estas condiciones, hay microrrelatos de todo tipo imaginable: más o menos líricos, más o menos experimentales, realistas, surrealistas, fantásticos, humorísticos, eróticos, terroríficos… Siempre punzantes, hasta el extremo precisos, ideados para inocular un placer venenoso al lector, adictivos en definitiva.

Por tanto, ni que decir tiene lo que se puede disfrutar con la presente antología que recoge microrrelatos de 73 autores españoles, desde 1906 hasta 2011. Tenemos entre manos la historia del microrrelato español. Donde caben textos de grandes nombres de la literatura española como Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna, Federico García Lorca, Ana María Matute, Ignacio Aldecoa, entre otros. Así como de autores que están escribiendo ahora mismo, en internet manteniendo blogs o publicando libros integrados en exclusiva por textos brevísimos. Entre estos últimos, solo por mencionar algunos, se encuentran Manuel Espada, Rubén Abella, Ginés Cutillas o Antonio Serrano Cueto.

Incluye la edición de Cátedra un amplio prólogo que recoge tanto información teórica como una trayectoria histórica del microrrelato en nuestro país, desde los primeros pasos hasta la influencia de las nuevas tecnologías.

Una muestra fehaciente de la vitalidad del microrrelato en España es este volumen, que reúne textos de setenta y tres autores y abarca más de un siglo. La antología es amplia y diversa en formas, estilos y temas, así como abundante en piezas de calidad; de ella se desprende, a mi modo de ver, la solidez del conjunto, así como la diversidad de tonos y de enfoques: renovación formal, realismo intimista o expresionista, impregnación fantástica y onírica, sentido de la extrañeza de lo cotidiano, ironía y humor negro, gusto por el experimento y lirismo bien medido. Todo lo que el microrrelato tiene de depuración, de quintaesencia, que hace muy difícil su realización y también su lectura.

– Irene Andres-Suárez

Irene Andres-Suárez es catedrática de Literatura en la Universidad de Neuchâtel (Suiza), donde dirige el Centro de Investigación de Narrativa Española y organiza desde 1993 el Grand Séminaire, un prestigioso coloquio internacional sobre los escritores españoles actuales más relevantes.

Pájaros de América, Lorrie Moore

Cubierta de Pajaros de América, Lorrie Moore

Pájaros de América
Lorrie Moore

Barcelona: Emecé, 2000
Traducción: María José Galilea
Birds of America (1998)

Os recomiendo un cuento de la neoyorquina Lorrie Moore, titulado Que es más de lo que puedo decir de ciertas personas, que pertenece a su celebrado libro Pájaros de América, publicado en el año 2000, y que comienza de esta manera:

Era un miedo mayor que el que se tiene a la muerte, según las revistas. La muerte ocupaba el cuarto lugar. Después de la mutilación, que era el tercero, y el divorcio, el segundo. El número uno, el verdadero miedo al cual la muerte no se podía ni aproximar, era a hablar en público.

La protagonista del cuento, Abby Mallon, trabaja juntando letras en una discreta sala de redacción en una editorial, hasta que un buen día es ascendida a un puesto, algo mejor sí, pero que implica viajar, dar conferencias, entrevistarse con posibles clientes… es decir, tiene que romper con su tranquilo retiro y adquirir en tiempo récord eso que llaman don de gentes.

Esta situación, que puede parecer sencilla y hasta deseable para esos oradores de raza que viven entre nosotros, para Abby Mallon implica un terremoto existencial.

Decide, pues, tomarse unos días de vacaciones en los que baraja una serie de métodos de autoayuda (ejercicios de respiración, hipnosis, esas cosas) para acabar decidiéndose por uno sin duda inusual: viajar hasta Irlanda en busca de la Piedra de Blarney. Esta piedra, de gran reclamo turístico, forma parte de la Piedra de Scone, situada en lo alto del Castillo de Blarney, en el condado irlandés de Cork. Cuenta la leyenda que besar su cara inferior te convierte en uno de esos extraños seres que desgranan pensamientos en público sin perder la calma y hasta con gracejo. Pero hay un problema: para estampar el beso en esta piedra de la elocuencia hay que jugarse la vida, vean vean.

La narración no deja claro si el beso a esta poco higiénica roca ayudará a Abby en sus nuevas obligaciones laborales, pero sí seremos testigos de una pequeña gran revelación que dará nueva luz a éstos y otros problemas insolubles.

En cuanto a la voz de Lorrie Moore, tiene estupendas imágenes, humor, ironía, desamparo. Sus personajes son complejos como la vida misma y las vidas que viven, simples como la vuestra o la mía.

Ha publicado otros libros de cuentos como Autoayuda o Como la vida misma. Lo más reciente es la novela Al pie de la escalera, publicada en 2009.

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