Beau Geste. P.C. Wren

Beau Geste

Percival Christopher Wren

Valdemar

Beau Geste comienza con el relato de un oficial de la Legión Extranjera sobre un extraño suceso que vivió en el pasado. Acosado por las guerrillas nativas, un fuerte de avanzada de la Legión situado en Zinderneuf, Nigeria, solicitó refuerzos urgentemente. Cuando las tropas se acercaron al fuerte observaron a numerosos legionarios apostados en sus almenas. Pero no se movían ni respondían a sus llamadas: más tarde comprobarán que estaban todos muertos. La segunda parte de la novela narra, a modo de flashback, cómo la misteriosa desaparición del zafiro Agua Azul, propiedad de la señora Patricia Brandon, lleva a sus tres sobrinos, Michael, Digby y John Geste, a alistarse en la Legión Extranjera. Los tres hermanos serán destinados a un fuerte perdido al norte de Nigeria donde «le cafard», la locura del desierto debida a la inactividad expectante, acaba haciendo mella en todo el destacamento.

Beau Geste ha sido llevada a la gran pantalla en varias ocasiones. La primera de ellas en 1926 con el gran Ronald Colman como protagonista. En 1939, William Wellman adaptó de nuevo la novela  de P.C. Wren con Gary Cooper, Ray Milland y Robert Preston como los hermanos  Geste , convirtiendose desde entonces en un clásico de las películas de aventuras. 

Fue, tal vez, el viaje más arduo y largo que ha realizado europeo alguno por el Sahara. Durante un año terrible describimos casi un circulo completo. A veces la sed y el hambre nos obligaron a las caravanas de sal o de esclavos. Éstas, por regla general, iban en dirección opuesta a la nuestra, pero no teníamos más remedio que unirnos a ellas para no perecer en el desierto. Otras veces nos perseguían grupos armados más fuertes que los nuestros. Y en algunas ocasiones los poblados nos recibían a tiros, tomándonos por verdaderos tuareg. Otras veces, al acercarnos a un oasis, lo encontrábamos ocupado por las tropas francesas del Senegal, que, para nosotros, eran bastante más peligrosas que los ladrones nómadas.

La bastarda de Estambul. Elif Shafak

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de TikTok @biblioetsidiupm, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de La bastarda de Estambul”, novela de la escritora de origen turco Elif Shafak.

Una joven de Arizona viaja por primera vez a Estambul para descubrir los orígenes de su familia armenia. Nada le hará cejar en su empeño; aunque a su llegada, esta extensa ciudad se le asemeja a un gran barco de ruta incierta, cargado de pasajeros de distintas nacionalidades, lenguas y religiones.

Acogida por la familia turca de su padrastro, irá desgranando los secretos más ocultos de ambas familias, desvelando, a través de sus historias cotidianas, uno de los episodios más turbios de la historia de Occidente a comienzos del S.XX, el genocidio armenio. Sin embargo, “La bastarda de Estambul” no es una historia de odios sino más bien de reconciliación y de perdón.

Una obra donde las mujeres son las protagonistas; ya que son ellas las que son capaces de traspasar el dolor, y sublimar por encima de todo el valor de la amistad.

El libro ha sido un auténtico éxito de ventas internacional; a pesar de que la escritora y su editor fueron acusados en Turquía de insultar al pueblo turco. Acusación que ha sido desestimada hasta en dos ocasiones.

«La voz de Shafak es única en toda la literatura mundial.»
Ian McEwan
“No maldecirás lo que caiga del cielo. Ni siquiera la lluvia. Caiga lo que caiga, por intenso que sea el aguacero, por helada que esté el aguanieve, jamás lanzarás blasfemias contra lo que el cielo nos tenga reservado. Eso lo sabe todo el mundo. Incluida Zeliha.

Y a pesar de todo, ahí estaba ella ese primer viernes de julio, caminando por la acera junto a la densa congestión de tráfico, corriendo a una cita a la que llegaba tarde y maldiciendo como un carretero, a los adoquines de la calzada, a sus altos tacones, al hombre que la perseguía, a los conductores que tocaban frenéticos el claxon cuando es un hecho demostrado que el estruendo no tiene ningún efecto en la densidad del tráfico, a la dinastía otomana entera por haber conquistado en su día la ciudad de Constantinopla para luego emperrarse en su error, y sí, a la lluvia, aquella maldita lluvia de verano”

@biblioetsidiupm

“La bastarda de Estambul” de la escritora de origen turco Elif Shafak es la novela que os recomendamos esta semana en “Lecturas para compartir” #lecturasparacompartir #novelas #BookTok #elifshafak

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El desprecio. Alberto Moravia.

El desprecio

Alberto Moravia

Trad. Enrique Mercadal

De Bolsillo

Publicada por primera vez en 1954, esta novela representa una etapa fundamental en el viaje de Moravia a través de las instituciones burguesas y su desfallecimiento. En este caso, Moravia muestra, a través de Riccardo, un guionista de cine, y Emilia, su mujer, las contradicciones de un matrimonio que se ilumina o se oscurece a la luz de los éxitos y fracasos profesionales del marido. Con este argumento de fondo, en El desprecio aparecen todos los temas centrales de Moravia, definidos de manera precisa y compleja, como si fuera una enciclopedia de la temática tratada por el autor a lo largo de toda su obra.

Al quedarme solo me senté en la cama, que, desprovista de una almohada, ya sugería la idea de separación y abandono; por un momento me quedé pensativo, mirando hacia la puerta abierta por la que Emilia acababa de salir. Una pregunta acudía a mi mente: ¿Emilia no quería dormir conmigo porque realmente le molestaba la luz del día o porque simplemente ya no quería dormir conmigo? Me inclinaba por la segunda hipótesis, por más que, con todo mi corazón, quisiera creer en la primera. Comprendía, no obstante, que si hubiera aceptado la explicación de Emilia me habría quedado con la duda. No me lo confesaba, pero en definitiva la pregunta última era: ¿Había dejado Emilia quizá de quererme?

En 1963 El desprecio fué llevada a la gran pantalla por Jean Luc Godard con Michel Piccolli como Ricardo y Brigitte Bardot como Emilia.

Sunny. Colin O’Sullivan

Desde Lecturas para compartir, en su cuenta de Tiktok @biblioetsidiump, la biblioteca ETSIDI UPM recomienda la lectura de Sunny, de Colin O’Sullivan.

Publicado originariamente bajo el título The Dark Manual, nos cuenta la historia de Susie, una joven afincada en Japón que acaba de perder a su marido y a su hijo en un accidente de avión. Destrozada, se siente incapaz de seguir adelante.

Pero comienzan a suceder cosas extrañas: recibe un robot, Sunny, de la empresa en la que trabajaba su marido, y que había diseñado para ella, alguien registra su casa… Así el relato va ganando en texturas, llegando a ser en algún punto una comedia con tonalidades  en negro.

Sunny, título que ha prevalecido en una reciente edición -siguiendo la estela de la serie televisiva-, es un thriller tecnológico fascinante que consigue superar este género para crear una ficción compleja que logra atraparnos.

Colin O’Sullivan (1974-) es un escritor irlandés que vive en Japón desde hace más de veinte años y, como Susie, aún no domina la lengua nipona. Este autor prolífico recibió la distinción Prix Mystère de la Critique (Francia) por su primera novela: Killarney Blues.

Sunny : The novel

Two red orbs from the black. Sometimes this is all you get. At night, if all the lights are off, this is all you get, glaring back: two red orbs from deep black.

These are its eyes. Scarlet, but bloodless. It makes them strange. Eyes with no blood, no whites, are strange. No irises, no change, strange.

And they do not blink. Homebots have no need to blink. Specks of dust in their eyes won’t bother them. No sties. And they do not cry. There are no tear ducts, and anyway, what would they have to cry about?

At night. Lights off. Two red orbs from the black.

Robots have yet to become sentient beings, though they may be on their way. Susie Sakamoto doesn’t think too much about this. Instead what she thinks about is her husband and son, who are most probably dead, and these days she wants to be quite dead herself. She spends most evenings balled-up on the couch, dishevelled, angry, hurting, hungry without ever really wanting to eat, pondering the best way to go about putting an end to it all. A final solution. Is there? Is there really any way out of this?

The silver, one-metre-tall homebot (Model SH.XL8) is hoovering the living room floor, sucking up dust through the soles of its feet, almost silently, hovering like it is weightless, like it has no body at all and is not a compact, complex mass of wires and circuits encased in plastics, chrome, metals, whatever the hard actual stuff of it is called—Susie does not know the names of such materials, nor does she particularly care; she has enough to be dealing with. The dirt gets collected in filters in its lower section and gets compressed, and those filters can be later removed, emptied out into the rubbish bin by the ’bot itself. That’s right. It is able to remove its own filters. It knows what to do. It can clean itself out without any apparent fuss. It can go about its business without any discernible hitch. All menial tasks are done in this way. Fuss-less. Homebots have become rather adept.

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Sunny, un thriller tecnológico, que logra cautivarnos. #recomendacionesdelibros #lecturasparacompartir #booktok #thriller

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CAMPUS SUR LEE: Valkiria. Game over de David Lozano

Rubén tiene que desaparecer. La residencia universitaria no le protegerá. No del peligro que le acecha.

               Se acabó el juego.

Rubén ignora la alarma intermitente, se esfuerza por fingir que no se ha activado y continúa con los preparativos de su equipaje. Lo mete todo en una mochila. Cada minuto cuenta. Ha preferido no encender ninguna luz y ahora se mueve en silencio, casi a tientas, aprovechando el resplandor nocturno procedente de la ventana.

               Pero el guiño luminoso del móvil, que no cesa, marca una cuenta atrás. Rubén alcanza la cama en dos zancadas y se inclina sobre su teléfono. La aplicación del juego permanece activa; su señal de geolocalización, que lleva cinco minutos incordiando, le advierte con su parpadeo rojo de que Jugador 3 ha entrado en su área de seguridad. Se mueve cerca, tal como confirma el mapa de Valkiria.

               Viene a por mí.

               Rubén presiente que, esta vez, su propia persona constituye el objetivo de la misión de ese adversario. Tiene que serlo. La geolocalización de Valkiria se acerca. Alguien que mantiene activa la aplicación del juego.

               Muy sospechoso.

               Rubén se aparta de la cama para otear el panorama, con discreción, a través de la ventana de su dormitorio. Desde ese punto queda a la vista buena parte del recinto universitario, apenas iluminado por farolas de luz blanquecina, que dan al conjunto un aspecto tétrico. Muy oportuno, piensa él. Una escenografía perfecta.

               Perfecta para una trampa.

Valkiria / David Lozano.  Madrid: Ediciones SM, 2016

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