Feliz Navidad 2015

El equipo de nosólotécnica os desea Feliz Navidad y próspero año 2016 con un poema del Siglo de Oro firmado por José de Valdivielso (Toledo 1565 – Madrid 1638) al que puso música Gaspar Fernandes, un compositor portugués que llegó a ser organista en la Catedral de Guatemala y maestro de capilla en Puebla de los Ángeles (México).

 

Viva la gala de la zagala,
viva la gala.

De la graciosa morena,
viva la gala,
de gracia y de gracias llena,
viva la gala,
que en aquella Nochebuena,
viva la gala,
libró al mundo de la mala.

Viva la gala de la zagala,
viva la gala.

 

 


 

La letra de esa canción (primera parte)

Hemos seleccionado letras de canciones, canciones por sus letras.

¿Cuántas veces nos ha parecido que la letra de la canción nos la estaban cantando en primera persona?, que somos el protagonista de aquella letra, que dice justo lo que pensamos o, más difícil, ¡lo que sentimos!

Igual nos gusta porque nos la cantaron al oído, o tal vez nos recuerda a aquel que fuimos cuando la escuchábamos.

En cualquier caso, hay letras de canción llenas de gracia y tino. A veces verdaderos poemas, obras que tienen valor por ellas mismas, independientemente de la música que las arropa y la voz que las dice.  Algunas veces son poemas de escritores consagrados, que descubrimos gracias a que un cantante las rescató de alguna antología.

Nosotros, los miembros del equipo de nosólotécnica, tenemos las nuestras. Son estas que aparecen a continuación.

Esperamos vuestras canciones y/o opiniones.

 

(Pinchar en la imagen para ver el contenido)
Tanto que darteMalos tiempos para la líricaLa puerta de AlcaláLas morillas de JaénA Alicia, disfrazada de Leia OrganaEsperando Nada

 

La letra de esa canción (segunda parte)

 

 

Feliz Navidad 2014. Villancico de negros.


 

Para felicitaros la navidad os traemos un villancico del siglo XVII, un villancico de negros, también llamados negrillos o guineos.

Estas sorprendentes composiciones querían imitar a los esclavos africanos, tenían el son africano y a veces introducían palabras en idiomas indígenas. Estuvieron muy de moda en el siglo XVII y se escucharon en palacios e iglesias.

Los interpretaban negros y blancos, en España y en América. Lope de Vega,  Góngora y Sor Juana Inés de la Cruz compusieron textos para negrillos.

Muy feliz navidad

Rebecca de Daphne du Maurier

Rebecca. Daphne du Maurier

Galaxia Gutenberg.

¡Allí estaba Manderley! ¡Nuestro Manderley!, reservado y silencioso, como siempre. Sus piedras grises brillaban en la luz de la luna de mis sueños, y las vidrieras reflejaban los verdes macizos de césped y la terraza. El tiempo no había logrado destruir la perfecta simetría de aquellos muros, ni el lugar sobre el que se alzaban como una joya mostrada en el hueco de la mano.

Max de Winter regresa a Manderley con su segunda mujer. Ella solo quiere devolver la felicidad perdida a su marido, un personaje enigmático y atormentado por el pasado más reciente. Pero esa ansiada felicidad se ve truncada por una sombra. Es la de Rebecca de Winter. Era la primera mujer de Max. Murió en un accidente pero las circunstancias del mismo no están muy claras. Siempre presente, su sombra planea en cada rincón, en cada objeto, en cada habitante de Manderley. En Max de Winter, en su mujer y sobre todo en el de la señora Danvers, el ama de llaves.

Alguien se despego del mar de caras, alta, flaca, vestida de negro de pies a cabeza, de pómulos salientes y grandes ojos hundidos, que daban a su cara, blanca como el pergamino, el aspecto de una calavera que coronaba un esqueleto.
Vino hacia mi y yo le alargue la mano, envidiando su dignidad y compostura; pero cuando me dio la mano noté que la suya estaba flácida, tórpida, mortalmente fría, y que se mantuvo en la mía como algo sin vida.

En pocas ocasiones tenemos la oportunidad de disfrutar de una historia por tan variados medios. Por una lado Rebecca es una estupenda novela de Daphne du Maurier publicada en 1938 en el que lector puede sentir en cada página la sofocante presencia de Rebecca, la verdadera protagonista del drama. Ella es el pasado pero en realidad es todavía presente.
Pero también podemos disfrutar de esta historia con el cine. Alfred Hitchcock adaptó para la gran pantalla la novela de la escritora inglesa en 1940 en su primer trabajo en Hollywood. Joan Fontaine, Laurence Olivier y sobre todo Judith Anderson, verdadera encarnación del mal, de la locura, de la obsesión, fueron sus protagonistas.
Y por último es una maravillosa música que el grandísimo Franz Waxman creó para la película de Hitchcock y que por si solo merecería nuestra atención. Desde los compases iniciales sentimos los misterios de Manderley , el mundo de Rebecca. Cerramos los ojos y ahí está. Es ella, Rebecca.

Es inútil, ¿verdad? Nunca la podrá vencer. Esta  muerta, pero aún manda aquí. Ella es la señora de  verdad, y no usted. La sombra, el fantasma…, es usted.  A quien olvidan y dan de lado y rechazan…, es a usted.  ¿Por qué no se va de Manderley? ¿Por qué no se  marcha usted?

Daphne du Maurier en la Biblioteca Universitaria UPM

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