Yo, robot. Isaac Asimov
Esta semana en Lecturas para Compartir, el Tiktok de la Biblioteca ETSIDI, el protagonista es Yo, Robot. Isaac Asimov (1920-1992) fue un joven extremadamente precoz, dotado de una gran inteligencia: con poco más de 20 años ya se había licenciado en Química, Ciencias y Artes, y había obtenido un doctorado en Filosofía. Al mismo tiempo, sus relatos comenzaron a despuntar en el campo de la ciencia ficción. Más tarde, conseguiría una licenciatura en Bioquímica. Como divulgador científico publicó unos 280 libros de no ficción, faceta en la que abarcó temáticas variadas como, por traer a colación dos ejemplos, la Historia Universal de Asimov o la Breve Historia de la Química.
Yo, Robot (1950) recopila relatos que previamente habían aparecido en revistas especializadas en Ciencia Ficción: Robbie (1940), Círculo vicioso (1942), Razón (1941), Atrapa esa liebre (1944), ¡Embustero! (1941), Pequeño robot perdido (1947), ¡Fuga! (1945), Evidencia (1946) y El conflicto evitable (1950).
La primera y más antigua pieza de Yo Robot, que lleva por título Robbie, extraño compañero de juegos, nos habla sobre la amistad entre un robot niñera y la pequeña a su cargo. La madre de Gloria, guiada por los prejuicios personales y de la sociedad, decide separar a su hija de Robbie. Después de pasar un tiempo desolada, Gloria logra recuperar a su amigo tras un incidente en el que el robot logra salvar su vida.
En El conflicto evitable, la economía de la Tierra es ahora estable gracias a las Máquinas calculadoras que la controlan. Su misión es la protección de la humanidad mediante la Primera Ley de la Robótica. Sin embargo, aparecen algunos problemas que podrían desencadenar conflictos: las Máquinas podrían no estar cumpliendo bien su función y esto resulta extraño, ya que generalmente se autocorrigen.
En esta colección de historias se plantean las tres leyes de la robótica, unas normas morales que fielmente aplicadas a los robots inteligentes evitarían la existencia de conflictos. Pero estos relatos indagan en la posibilidad de que estos surjan a pesar de cumplirse los tres principios. Esta paradoja nos sitúan frente a la complejidad del universo tecnológico. Un tema de candente actualidad.
En estos momentos, el auge de la inteligencia artificial devuelve a Isaac Asimov a un primer plano de interés, si alguna vez lo perdió.
Las Tres Leyes de la Robótica
- Un robot no debe dañar a un ser humano o,
por su inacción, dejar que un ser humano su-
fra daño. - Un robot debe obedecer las órdenes que le
son dadas por un ser humano, excepto cuan-
do estas órdenes se oponen a la primera Ley. - Un robot debe proteger su propia existencia,
hasta donde esta protección no entre en con-
flicto con la primera o segunda Leyes.
Manual de Robótica, 56.a edición, año 2058.