La Biblioteca de la Universidad Politécnica de Florida en Lakeland, Florida, es más digital que física, pero es biblioteca.

Su colección digital, que necesitaría casi 5 kilómetros de estanterías si fuera en formato físico, está formada por más de 150000 libros electrónicos en propiedad o adquiridos bajo diversas licencias. El modelo de negocio utilizado es PDA (Patron Driver Adquisition) o lo que es lo mismo, si un libro electrónico se presta al menos dos veces, es automáticamente adquirido y pasa a ser propiedad de la biblioteca, que cuenta con un presupuesto de 60000 $ y es mucho dinero.

La colección digital, que abarca los programas de todos los grados impartidos—muy similares a los que se imparten en la ETSIDI—en el campus de ciencias e ingeniería, incluye bases de datos, materiales de referencia, revistas y libros electrónicos. Eso sí, si algún libro no está disponible en formato electrónico —porque no todo está en la “nube”— hay servicio de préstamo interbibliotecario para conseguir el ejemplar físico.

En el campus, el edificio de innovación ciencia y tecnología —diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava— reúne en sus 3300 metros cuadrados luminosos espacios con puestos de ordenadores y de lectura y espacios cómodos para leer, además de laboratorios, aulas, salas colaborativas, áreas comunes. La Biblioteca está en todos esos sitios y en ninguno, según se mire, pero toda esa colección digital necesita gestión.

¿Será así la biblioteca del futuro o a la que nos lleva la situación actual? En cualquier caso nos gusta pensar que digital o analógica la biblioteca seguirá trabajando para dar servicio a la sociedad y a su comunidad, en este caso universitaria.

Recuerda que Biblioteca UPM es analógica y es digital. En Ingenio tiene infinidad de recursos electrónicos: bases de datos, revistas, libros electrónicos, como en la biblioteca de Florida, muchos son los mismos.