Platero y yo, Juan Ramón Jiménez

Platero y yo. Juan Ramón Jiménez

Cátedra. Letras Hispánicas

Platero y yo en la Biblioteca Universitaria

Juan Ramón Jimenez en la Biblioteca Universitaria

Yo trato a Platero cual si fuese un niño. Si el camino se

torna fragoso y le pesa un poco, me bajo para aliviarlo. Lo

beso, lo engaño, le hago rabiar… El comprende bien que lo

quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, tan diferente a

los demás, que he llegado a creer que sueña mis propios

                                            sueños.

He vuelto a releer Platero y yo y, al igual que le ocurrió al poeta al volver a su Moguer natal, he descubierto una obra muy diferente a la que recordaba. Tal vez fue la adolescencia, o el paso del tiempo, la que sólo seleccionó guardar sus notas musicales. Pero esa cadencia lírica, esa prosa de imágenes magistralmente trazadas, también son el reflejo -descarnado a veces- de una época y de una sociedad rural.  Ese reencuentro con sus paisanos, contado en primera persona, reproduce un léxico local sin adornos. De igual manera, Platero y yo -como otros grandes clásicos literarios-, a base de ilustrar sus versos con citas literarias en su idioma original nos invita a conocer la obra de autores como Ronsard o Shakespeare. En definitiva, no es una obra fácil de leer en el siglo XXI, pero sigue siendo una lectura estimulante, cargada de simbolismo.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958) se alzó con el Premio Nobel de literatura en 1956. La Academia Sueca otorgó el galardón al conjunto de su obra, pero con una mención muy especial a Platero y yo (1914, 1917 ed. completa). Fue un reconocimiento a su “poesía lírica” y a su “elevado espíritu y pureza artística”.

María Jesús Iglesias

Toni Morrison. LA noche de los niños.

Toni Morrison. La noche de los niños. Editorial Lumen, 2016

No es culpa mía. A mí no pueden acusarme. Yo no hice nada y no tengo ni idea de cómo pasó. Una hora después de que me la sacaran de entre las piernas ya me había dado cuenta que había un problema. Un problema grave. Era tan negra que me asustó. Un negro del color de la medianoche.

Así empieza el libro y la que habla es Sweetness, la madre de Lula Ann Bridewell, una niña que ha heredado de sus ancestros un color de piel muy negro que sorprende a toda la familia, de piel clara.

Lula Ann crecerá con el rechazo de su padre, que las abandona y con la distancia de su madre que quiere educarla en la dureza para que se curta y no sufra por ser mujer y negra.  Lula Ann siempre buscará el amor de su madre, el contacto con ella, su aprobación y admiración.

A los 16 años Lula se convierte en Ann Bride y a sus veintitrés años es una mujer hecha y derecha, se ha mudado a California, trabaja en una empresa de cosméticos y ahora tiene su propia línea de productos. Es guapa, va impecablemente vestida siempre de blanco y es una persona segura de sí misma pero un día su novio, Booker, el primero al que ha amado y con el que se siente querida, la deja y la única explicación que le da es: 

-No eres la mujer que quiero.

Vuelven la culpa, el rechazo y las inseguridades de la niñez. Entra en crisis y el pasado vuelve de golpe. Tiene la sensación de que está volviendo a la infancia, tanto es así que empieza a ver que su cuerpo se está aniñando. Y empieza un viaje iniciático, una especie de road movie, que le rebelará muchas cosas de su ex y de ella misma.

La noche de los niños es una novela coral que se va tejiendo con lo que van contando los personajes en primera persona con un estilo directo que engancha. Cada capítulo lleva el título de la persona que cuenta su vivencia y así, entre todos, el lector va teniendo una visión global de la historia: Sweetness, la madre; Brooklyn; la amiga de Bride; Sofia Huxley, una ex presidaria acusada de abuso de niños; Rain, una niña pequeña huida de su casa con la que Bride establecerá una relación muy bonita; Queen, la tía de Booker, que vive en una caravana. El único que no tiene voz directa es Booker, su historia la conoceremos por un narrador.

Todos los personajes han sufrido de pequeños y todos han quedado marcados por ello. Con este libro Toni Morrison hace un canto a la infancia y la importancia de protegerla de ahí el título original del libro Gold Help the Children (Dios ayude a los niños). A pesar de ello el libro también habla de las segundas oportunidades, de cómo podemos superar y reconstruir nuestra identidad a lo largo de la vida.

Chloe Ardelia Wofford, conocida por su nombre literario Toni Morrison (1931-2019)​ fue novelista, ensayista, editora y profesora estadounidense. En 1960 se convirtió en la primera editora negra de ficción en Random House, en Nueva York. En 1988 ganó el Premio Pulitzer con su novela Beloved y en 1993 fue la primera afroamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura con tan solo seis novelas publicadas en aquel momento. 

En sus obras, Morrison habla de la vida de la población negra, en especial de las mujeres. Era una combatiente a favor de los derechos civiles y comprometida con la lucha en contra de la discriminación racial.

La noche de los niños es su último libro, publicado en inglés en 2015 y en castellano en 2016, con ilustraciones de Óscar Astromujoff en esta cuidada edición de Lumen.