El gourmet solitario, Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi

Cubierta de El gourmet solitario, Jiro Taniguchi y Masayuki KusumiEl gourmet solitario
Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi

Bilbao: Astiberri Ediciones, 2010

Traducción: Alberto Sakai

Kodoku no gurume (1997)

Sencilla, curiosa y amable a los sentidos esta obra de Jiro Taniguchi que, originalmente publicada por Fushosha en 1997, no ha visto la luz en nuestro país hasta hace bien poco de la mano de Astiberri Ediciones.

El gourmet solitario no cuenta una historia al uso. Es decir, la trama no desarrolla una historia con principio y final. Cada uno de sus 19 capítulos  corresponde a una pequeña historia completa, en la que el protagonista es un menú distinto despachado cada vez en una zona diferente de la ciudad de Tokio. El personaje principal, nuestro solitario gourmet, es un comerciante sin horarios fijos obligado a moverse por la ciudad y alrededores. Además de comer con ganas, disfrutando e incluso recreando en su memoria tiempos pasados, observa los ambientes, el comportamiento de las personas que le rodean y, sobre todo, el aspecto de la comida, que está profusamente dibujado, detallado y explicado en muchos de los capítulos.

De este modo, el lector degustará con la vista y la imaginación una serie de platos de la cocina japonesa, más o menos apetecibles según los gustos de cada uno, pero siempre interesantes, servidos en barrios populares, en pequeños locales o al aire libre. Conoceremos el Mamekan (judías dulces con gelatina de agar) en el Distrito Taito, de Tokio; el Donburi de anguila, en el Distrito Kita; el Sanuki-udon, en el Distrito Toshima; el Curry con salchichas del estadio Meiji-jingu; un plato combinado de hamburguesa en el barrio de Oyama…

Viñeta de El gourmet solitario, Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi

Gusto por la riqueza gastronómica en un cómic idóneo para disfrutar de la comida tradicional japonesa. Además, va precedido de un breve prólogo de Alberto Sakai con apuntes sobre la misma, por si algún no iniciado necesitara tomar unos entrantes antes del plato principal.

¡Buen provecho!

Jiro Taniguchi nace en la prefectura de Tottori, Japón, en 1947. Con el primer volumen de “Barrio lejano” obtuvo en 2003 el premio Alph´Art en el Salón de Angoulême. Otras obras suyas son “El caminante” y “El almanaque de mi padre”.

Masayuki Kusumi nace en Tokio en 1958. Además de guionista de cómics ha realizado trabajos como ilustrador, ensayista, diseñador y músico.

Rebétiko: la mala hierba, de David Prudhomme

"Imperturbable y grave, como si fuera el único hombre sobre la faz de la Tierra, Markos fue el primero en tañer su instrumento." (p. 56)

David Prudhomme:

Rébétiko (la mauvaise herbe).

Paris: Futuropolis, 2009.

Rebétiko : la mala hierba.

Madrid: Sins Entido, 2010.

¿Se puede oír un dibujo? ¿Se puede pintar una melodía? ¿Es posible verbalizar un rasgueo del arco sobre la cuerda? Hace tiempo hubiera buscado la respuesta en Pascal Quignard, en las músicas de Debussy o Ravel. Ahora he obtenido de otro autor también francés una respuesta satisfactoria, aunque me haya tenido que dejar llevar de la mano de sus textos, trazos y colores hasta el otro extremo del mar y hacia un momento trágico ya separado de nuestras vidas por bastantes decenios de peripecias y avatares.

Casi todos tenemos algúnos clichés turísticos en la memoria, quien presume de cultivado algunas nociones impregnadas de helenismo clasicista. Pero en el fondo ¡qué poco sabemos de la Grecia moderna, de su historia difícil, de su cultura popular..! Por suerte en este flamante álbum los mismísimos Goya, Daumier, Toulouse-Lautrec y Bilal parecen arrimar el hombro para conseguir la magia de transportarnos a una confluencia crepuscular a orillas del Egeo: el desarraigo de la cultura griega de Asia Menor entre los refugiados que poblaron los arrabales de Atenas y El Pireo tras la derrota de 1922; el ocaso de un modelo tradicional de transmisión oral y de vivencia comunitaria de la música popular; y el fin del período de entreguerras, cuando sombras inquietantes y funestos presagios se ciernen sobre el destino del mundo. El otoño de una manera de vivir cuyos quejidos de agonía se convierten en música electrizante y en danza de resonancias cósmicas.

Hasta el propio amanecer del día cobra los tintes pálidos de la decadencia en este relato de crudeza fascinante que parece fundir en armonía los tonos de la tragedia clásica y del cine negro, del melodrama coral y del fresco histórico. Hete aquí que esta "mala hierba" -un cómic sin banda sonora (¡¡!!)- nos introduce en uno de los grandes géneros protagonistas de la música popular moderna, cuya falta de proyección quizás se deba al hecho de adscribirse a un área lingüístico-cultural de tamaño reducido. Magnífica obra, impecable edición y muy buena traducción. Ahora ya solo queda que algún amigo griego nos dé su opinión. Kali anagnosi!

 

Guy Delisle, Pyongyang

Guy Delisle
Pyongyang
Bilbao: Astiberri, 2005

A pesar de ser un país que continuamente aparece en las primeras planas de los periódicos, poco sabemos de Corea del Norte, país que somete a un férreo control la información que se proyecta a su exterior, por no hablar de la que se encuentra al alcance de sus ciudadanos, y en el que los extranjeros entran con cuentagotas.

Por ello resulta un placer la lectura de este maravilloso libro de Guy Delisle cuya principal virtud es la proximidad a lo narrado y la sensación de credibilidad y cercanía que el autor sabe transmitir. Escrito y dibujado (¿había mencionado que se trata de un cómic?) con una extraña mezcla de virtuosismo y sencillez, Delisle nos cuenta sus experiencias en Corea del Norte como asesor de animación (de dibujos animados, digo) en un gran estudio en el que se ha deslocalizado la producción de las series de dibujos de occidente.

Las diferencias culturales, lo absurdo del régimen totalitario que rige hasta la más mínima expresión de la vida cotidiana, la deshumanización provocada por el miedo y la constante propaganda, la frustración del autor por la imposibilidad de contactar con los coreanos son narradas con grandes dosis de humor y humanismo por Delisle. Y es que el autor vivió durante este tiempo en un constante estado de flemático estupor ante una cultura en constante estado de paranoia, asombro que combatía a través de pequeñas transgresiones como la de dar a leer a su traductor el prohibidísimo libro 1984 de G. Orwell o ¡escuchar la radio!

No dejéis de ampliar las viñetas (pinchando encima) para ir abriendo boca.

El autor en plena faena

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Guy Delisle en la Biblioteca UPM

Gus, Christophe Blain

Cubierta de Gus, Christophe Blain (Nathalie)

Gus. Christophe Blain
Barcelona: Norma Editorial
Guión y dibujos: Christophe Blain
Color: Walter

¿Qué hay en el mundo que haga vibrar a tres fieros forajidos del lejano oeste americano? ¿Una sabrosa diligencia? ¿Acaso un bellísimo tren fácil de asaltar? ¿Un banco con las arcas atiborradas de lingotes de oro…? Pues sí. Y no. Porque por encima de tales deleites lo que verdaderamente guía el destino de estos entrañables bandidos es la irresistible, adictiva, dichosa y dolorosa atracción por las mujeres. Este comic nos habla de corazones rotos, de embriagadoras pelirrojas, de noches que confunden, de enamoramientos imprevistos, de esposas con niños que esperan. Y de El Dorado, la mítica ciudad famosa por sus saloones y por las complacientes criaturas que los amenizan.

Un comic de narración ágil, desenfadado, divertido y tierno al tiempo que hondo y brutal, de historias cortas que se entrelazan, dotado de un dibujo dinámico y expresivo que transmite a la perfección los sentimientos de estos distraídos héroes (o villanos).Cubierta de Gus, Christophe Blain (Bandido guapo)

Hasta el momento hay disponibles tres entregas:

– En el número uno (“Nathalie“) conoceremos a los tres inseparables amigos, protagonistas de la serie, Gus, Gratt y Clem. Les acompañaremos en diversos “golpes” y aventuras y pasaremos la noche en El Dorado. Todo ello impregnado, de manera sutil pero significativa, por el amor de Gus hacia la esquiva Nathalie.

– La segunda entrega (“Bandido guapo“), es para Clem, quien aburrido de su vida de casado y padre de una niña, se deja arrastrar por una relación pasional con una misteriosa pelirroja… que colecciona fotografías de sus amantes. El sentimiento de culpa le perseguirá por toda la historieta más implacablemente que la justicia.

Cubierta de Gus, Christophe Blain (Ernest)

– En la tercera (“Ernest“), el narigudo Gus -que se ha visto impedido de atracar un banco por haberse enamorado inoportunamente de la cajera- se separa de sus amigos y emprende una nueva vida como jugador de póker y guardaespaldas. Será contratado para defender a unos granjeros en un pequeño pueblo y, cómo no, allí volverá a caer en las garras del amor.

Qué más  añadir. Gus es una manera diferente de disfrutar una de vaqueros.

Para el que quiera conocer un poco más de Christophe Blain aquí os dejo una jugosa entrevista, publicada en el blog “Con C de arte“.

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