Roque Six de José López Rubio

José López Rubio. Roque Six: Temas de Hoy, 1999

“-Pero vamos a ver –dijo Roque-. ¿Usted está vivo o está muerto?

– ¡Ah! Eso es lo que hay que resolver.

Lo resolveremos mañana, no se apure. Por esta noche, basta con que usted se decida a estar vivo o a estar muerto hasta mañana. Depende de cómo usted se encuentre.

– Pero, ¿cómo voy a decidir?

-¡Qué afán de complicar las cosas!…¿Muerto?¿Está usted muerto? Pues cerca, junto a la iglesia, hay un cementerio. Allí le dejarán pasar la noche. ¿Está usted vivo? Pues no tiene usted más que ir a la fonda.

– Bueno, pero… en la fonda, habrá que pagar…

– ¡Naturalmente!…

Roque  Fernández es un triste funcionario con una vida anodina y vulgar. Un dia se muere, como se tiene que morir todo el  mundo. Se muere de pulmonía como se podía morir de otra manera, no importa. Pero en realidad no lo hace. Dios le da otra oportunidad.  No ha cumplido su destino en el mundo. ¿Cuál? Hacer el tonto.

Es el comienzo de una historia surrealista, absurda en apariencia, disparatada. Roque busca su sino que no es otro que llenar el mundo de tonterias.

“Rara, muy rara vez hace Dios un genio. ¡Gran trabajo para Dios el componer  un Miguel Ángel, un Beethoven o un Pasteur! Son muchos días ocupados en cada uno, porque cuestan lo que mil hombres de los otros. Apenas hay tres genios por siglo de los buenos. Pero un tonto, un buen tonto, un tonto contagioso, un tonto genial, le es mucho más difícil. Dios ha hecho muy pocos tontos de verdadero merito de los que pueden volver tonto al mundo, haciendo escuela de su tontería. Solo muy de tarde en tarde hay un tonto que merezca la pena. ..Dios te hizo, Roque Fernández, y te puso en el mundo…”

Y Roque Fernández vuelve a revivir. Dios le da otra oportunidad. Esta vez es Jean Rocherier, un funcionario francés. Roque no entiende que le ocurre, por qué esta suplantando a este hombre, huye, abandona a su familia adoptada. No se da cuenta de su destino, del papel que tiene en el vodevil de la vida. El papel que Dios le ha dado. Y vuelve a morir una vez más. Esta vez atragantado por una bola de ruleta. Y así la rueca vuelve a girar,  comienza una nueva vida, ahora como reverendo en la América profunda. Posteriormente se aparecerá como  profesor anarquista a punto de ser fusilado, bebé incomprendido, y por último transformado en una pareja de  gemelos. Al fin alcanzará su objetivo, llegar al cielo.

Se trata de una novela de humor pero al igual que con otros autores como Jardiel Poncela y Mihura, ya reseñados en No sólo técnica, es un humor inteligente, escéptico, que nos hace reir, si, pero también nos deja un poso de tristeza y melancolía. Y siempre presente Ramón Gómez de la Serna.

“Hay una puerta arriba, con clavos dorados. Música, dentro, celestial.

Antes de empujar prueba a ver si está abierta. Cede al menor impulso. Si tuviera goznes, se diría que está bien engrasada.

Pero está sola, sola en medio de todo, y se abre en dos hojas.

Al otro lado…

No hay nada, positivamente, pero bien se nota que aquello no puede ser otra cosa que lo que es.

La música se ha callado.

-Irán a cambiar de pieza…

…-Ahora, si quisiera olvidar…

(Se olvida de todo. De sí mismo se olvida.)

Es el Cielo, no puede ser otra cosa.”

José López Rubio, (Motril 1903- Madrid 1996) empezó su carrera como escritor realizando colaboraciones en un periódico de Cuenca. Ya en Madrid, toma contacto con Jardiel Poncela y se inicia en el teatro. Colabora en revistas como Buen Humor y Gutiérrez. Trabaja también en el mundo el cine como guionista, traductor y adaptador  a través de un contrato con la Metro que le lleva a Hollywood al igual que otros compañeros como Jardiel, Edgar Neville y Eduardo Ugarte.

Premio nacional de teatro en 1954, ingreso en la Real Academia de la Lengua con un discurso sobre la Otra Generación del 27 de la que el mismo formó parte y que cambió de forma radical el modo de entender el humorismo en las letras españolas.

Otras obras de López Rubio;Estoy pensando en ti( 1951), La otra orilla(1954), El caballero de Barajas(1956), Las manos son inocentes(1958), Esta noche tampoco (1961), etc.

 

Narrativa completa de Dorothy Parker

Dorothy Parker. Narrativa Completa.

Barcelona: Lumen, 2003

"Sí, ¿y queréis saber por qué estoy metida en este lío? Por irme a la cama a las diez de la noche, por eso. Significa la ruina. A-espacio-l-a-s-espacio-d-i-e-z: la ruina. Acostarse temprano y levantarse temprano, nada tiene de sano. Para prosperar, trasnochar. Si quieres buena fama, no te vayas temprano a la cama. A las diez de la noche, después de una tranquila velada de lectura. La lectura…he ahí una institución para ti."

Altas horas de la madrugada. The New Yorker, 19 de agosto de 1933

La ciudad del Nueva York de entreguerras es el escenario que utiliza Dorothy Parker para sus cuentos en los que disecciona una sociedad hipócrita y falsa. Ambientes aristocráticos, aparentes la mayoría de ellos, repletos de perdedores de cartera llena y alma vacía. Seres, hombres y mujeres, que deambulan por los mejores restaurantes, hoteles, cabarets en un intento patético de llenar su corazón de felicidad o de algo parecido que les haga olvidar su propia existencia vacía y superficial. Dorothy Parker actua en realidad como cronista de una sociedad enferma, hipócrita, llena de convencionalismos que la atrapa como una garra de la que es imposible liberarse.

"Esta es la última vez que miro el reloj. No volveré a hacerlo. Son la siete y diez. Él dijo que me llamaría a las cinco. "Te llamaré a las cinco, cariño". Creo que me llamó caríño al decirme eso. Casi estoy segura de que lo dijo entonces. sé que me ha llamado cariño dos veces, y la ocasión anterior fue cuando me dijo adiós." Adiós cariño" Estaba ocupado y no podía decirme gran cosa desde la oficina, pero me ha llamado cariño dos veces. No puede haberle importado que yo le llamara."

Una llamada telefonica. The Bookman, enero de 1928 

El instrumento para ello es el relato corto ágil, punzante,  satírico, divertido muchas veces y otras tantas triste pero siempre verdadero, siempre inteligente.  Y el medio donde reflejar esos cuentos las paginas de revistas como Vanity Fair, Vogue, Harper’s Bazaar The Bookman, entre otras y por encima de ellas The New Yorker.

"Ella no podía recordar el día en que empezó a beber. Nada cambió en la rutina de su vida. Los días eran como gotas de lluvia que se deslizan por el cristal de una ventana. Al cabo de seis meses de matrimonio, de un año, de tres años, un día era exactamente igual a otro."

Una rubia imponente. The Bookman, febrero de 1929

Dorothy Parker nació en Long Branch, Nueva Jersey en 1893.  Muy pronto empezó a escribir poemas y la revista Vanity Fair que había sido fundada  por el editor Condé Nast  un año antes le publico en 1914 un poema. Un año después, también en una revista de Nast, Vogue, empezo a colaborar. Será con una tercera revista del mismo editor New Yorker cuando se consagra.  Igualmente trabajo en Hollywood con el guión de A Star is Born película de William Welman de 1937. Activa políticamente, fue investigada por el FBI por sus ideas izquierdistas. Fundo la Liga Antinazi en Hollywood.   Murió en la ciudad de Nueva Cork en 1967.

 

 

 

 

 

 

 

El maestro de almas de Irène Némirovsky

El maestro de almas. Irène Némirovsky

Barcelona: Ediciones Salamandra, 2009

Dario Asfar es un joven médico que trata de abrirse camino en su profesión. Su origen extranjero hace que solo despierte recelo y desconfianza entre sus potenciales clientes en la Francia de entreguerras. En un mundo de apariencias, en el que hay que mostrar un bienestar que no se tiene, Dario Asfar solo obtiene fracasos. Quiere huir de su origen miserable, de su realidad de perdedor. No lo consigue. Tiene una mujer y un hijo que alimentar. Está cargado de deudas. Está desesperado. Su sueño de labrarse una carrera se disipa. Cómo cambiar su destino, cómo olvidar que es heredero de “toda una raza de muertos de hambre”. La solución; se convierte en un maestro de almas, en un sanador de conciencias.

“Miró a Wardes y de pronto pensó: lo que une a toda la gente que está aquí, lo que los asemeja, no es la necesidad de dinero, como cree Elinor, o de diversión, sino la necesidad de aguantar constantemente. De aguantar más que el adversario. De ocultar sus debilidades, sus heridas. Porque el temple de sus nervios es el único capital del cual obtienen la fuerza. ¡Cuántas enfermedades, angustias, fobias inexplicables para los desgraciados condenados al éxito perpetuo! ¡Ah si yo me atreviera…! Lo que necesitan es un confesor, alguien que conozca sus sucios secretos, los escuche y los despida con un ego te absolvo; que, sobre todo, les permita hartarse sin remordimientos…¡Qué los droguen, eso es lo que necesitan!…”Tienes que medicarme, doctor” – Sí, primero confesarlos y después drogarlos.”

El doctor Asfar encuentra en las miserias humanas el medio para escapar de la pobreza. ¿Sus clientes?, aquellos que piensan “que su edad quedará abolida, que su sangre fluirá tan deprisa como antes, que recuperarán el apetito, el fresco aliento de los veinte años, que olvidarán su vida (los remordimientos, las deudas, el dinero, las preocupaciones, los amantes, los hijos…)” o aquellos  que como el financiero Warder  “había entregado su alma a los demonios”.

Pero eso supone convertirse en un lobo al acecho, supone perder los escrupulos y renunciar a su alma. Él que se ocupa de curar las almas de otros, renuncia a tener la suya sana, tenerla limpia.  Solo importará  el dinero de sus pacientes. Solo eso. No quiere volver a pasar hambre. Tiene la medicina que cure las conciencias y espiritus atormentados de aquellos que se acercan desesperadamente a él. Conoce el secreto. El salvará sus almas aunque suponga un precio muy alto,“Porque cuando alguien sale de su manos, ya no puede decir que su alma le pertenece.”

Pero el pasado siempre vuelve y nunca lo hace solo,Cuando el pasado reaparece en la vida de un hombre, nunca lo hace con los rasgos de un solo rostro, lo acompaña el cortejo de los amigos, los amores, los remordimientos olvidados.”

El maestro de almas fue publicado por primera vez el 18 de mayo de 1939 en el semanario Gringorie con el  título original de Les Échelles du Levánt por Irene Nemirovsky.

Irene Némirosky (Kiev, 1903- Auschwitz, 1942) se dio a conocer en el Paris de antes de la guerra con David Golder, publicada en 1929.

Otras novelas, Suite Francesa,  El ardor de la sangre, El baile, El caso Kurilov, etc

Irène Némirovsky en la Biblioteca Universitaria

Mis Memorias de Miguel Mihura

Miguel Mihura. Mis Memorias

Madrid: Temas de Hoy, 1998

“¡Pobre Valcárcel! El recuerdo de nuestra primera entrevista fluye a mi memoria.

-Señor Valcárcel, yo quiero trabajar en su periódico.

Le dije un día, entrando en su despacho y besándole los pies y las manos, según era costumbre en aquellos tiempos.

-¿Sabe usted escribir? – me pregunto gravemente, poniendo los pies y las manos encima de un estante para que no se los besase más.

-Sí, señor;  sé escribir -dije con desparpajo.

-¿El qué?

-Sé escribir “caballo”.

-¿En singular o en plural?

-De las dos maneras.  -replique con osadía, ya que solo sabía escribirlo en plural o sea poniéndole una “ese”  al final del caballo.”

El humor como arma contra las miserias de la sociedad, contra la falta de escrúpulos, contra el desencanto y el pesimismo de una sociedad llena de convencionalismos. Como señalaba Wenceslao Fernández Flórez, “el humor se coge del brazo de la Vida, con una sonrisa un poco melancólica quizá porque no confía mucho en convencerla.” Y que mejor representante que Miguel Mihura y sus memorias. ¿Ficticias?, si, ¿reales?, también.

Laura Montálvez, la tiple cómica, me preguntaba si la palabra “cáspita” que debía decir al final de primer cuadro, la tenía que pronunciar con acento cómico, con acento dramático o con acento escéptico.

-Con los tres acentos, y uno más encima de  la “a”.

Le explicaba yo, para que dijese ¡cáspita! en vez de “caspita”.”

Miguel Mihura nace en Madrid que “no estaba inventado todavía, y hubo que inventarlo precipitadamente para que naciese yo y para que naciese otro señor bajito, cuyo nombre no recuerdo en este momento y que también quería ser madrileño” en 1905. Hijo de un empresario teatral, vivió inmerso de pequeño en el ambiente de la farandula del que conocería todos sus entresijos, sus alegrías y sus miserias.

Empezó a escribir muy pronto en revistas como Buen Humor y Gutiérrez,  donde coincidiría con Neville, Jardiel, Tono, López Rubio y otros que constituyeron lo que se llamó “La Otra Generación del 27.

Y por encima de todos ellos, su maestro, su inspirador,  Ramón Gómez de la Serna, que les llevó a hacer una nueva forma de humor   distinto al que se había hecho hasta ahora, cercano al surrealismo y siempre inteligente.

“Leocadia quería dejar un  niño recién nacido en un portal, con un letrero en el pecho que dijese: “Por amor de Dios, no le abandonéis. Y si le abandonáis, devolved el casco a Fuencarral, 14””

En 1932 escribió su primera obra teatral, “Tres sombreros de copa” ,que no pudo estrenar hasta 20 años más tarde cuando Gustavo Pérez Puig la llevó al escenario del teatro Español el 24 de noviembre de 1952 con Juanjo Menéndez, Agustín González o Fernando Guillén entre otros.

Durante la Guerra Civil crea en San Sebastián La Ametralladora y en 1941  La Codorniz con Álvaro de Laiglesia.

Algunas de sus obras;

¡Viva lo imposible! (1939), Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario (1943), El caso de la mujer asesinadita (1946), Sublime decisión (1955), Mi adorado Juan (1956), Melocotón en almíbar (1958), Maribel y la extraña familia (1959), Ninette y un señor de Murcia (1964),  Sólo el amor y la luna traen fortuna (1968)…

El humor es un capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone uno en el sombrero; un modelo de pasar el tiempo. El humor verdadero no se propone enseñar o corregir, porque no es esta su misión. Lo único que pretende el humor es que, por un instante, nos salgamos de nosotros mismos, no marchemos de puntillas a unos veinte metros y demos una vuelta a nuestro alrededor contemplándonos por un lado y por otro, por detrás y por delante, como ante los tres espejos de una sastrería  y descubramos nuevos rasgos y perfiles que no nos conocíamos.

El humor es verle la trampa a todo, darse cuenta de por dónde cojean las cosas; comprender que todo tiene un revés, que todas las cosas pueden ser de otra manera, sin querer por ello que deje de ser tal como son, porque eso es pecado y pedantería, El humorismo es lo más limpio de intenciones, el juego más inofensivo, lo mejor para pasar las tardes. Es como un sueño inverosímil  que al final se ve realizado.

Miguel Mihura en la Biblioteca Universitaria.

Carta a mi madre, de Georges Simenon

Carta a mi madre. Georges Simenon

Barcelona: Tusquets Editores, 1993

Miramos la ilustración de la cubierta y qué es lo que vemos…una madre y su hijo. Son Georges Simenon y su madre Henriette. Es una foto de alrededor de 1908. Nuestro protagonista tiene cinco años, es el comienzo de la historia.

“Hoy hace tres años y medio, aproximadamente, que moriste, a la edad de noventa y un años, y tal vez hasta ahora no haya empezado yo a conocerte. Viví mi infancia y mi adolescencia en la misma casa que tú, contigo, y, cuando me separe de ti para trasladarme a París a la edad de diecinueve años, seguías siendo una extraña para mí.”

Esto escribía Simenon a su madre más de sesenta años después de la instantánea. Hace tres años que su madre ha muerto y el escritor está lleno de preguntas que necesitan respuesta. Por qué ese océano de indiferencia, de distancia, de desamor  se creó entre ambos.

“Mientras viviste nunca nos quisimos, bien lo sabes. Los dos fingimos.”

Durante una semana, Simenon asistió a la agonía de  su madre. De repente, en la soledad del hospital, madre e hijo, frente a frente. ¿Son los mismos de la foto? si, claro, pero los acontecimientos, en estos años, los han cambiado hasta hacerlos casi desconocidos e indiferentes. Simenon  mira a su madre y los recuerdos, los rencores,  sentimientos llenos de contradicción aparecen, busca respuestas.

“Pero lo que yo buscaba en tus ojos y en tu sereno rostro no era la idea que tenías de mí. Era la idea verdadera de ti que yo empezaba a percibir.”

Carta a mi madre es una búsqueda en si mismo, en sus recuerdos, en su pasado, preparándose quizá para lo que vendrá, para él también.

Georges Simenon nació en Lieja en 1903 y murió en la ciudad de Laussana en 1989.

Simenon en la Biblioteca UPM

“Todas estas imágenes me asaltan, madre, mientras intento comprenderte antes de que te vayas definitivamente. Dentro de uno o dos días, dentro de tres días, habrás dejado de existir. La gente, inmóvil en su silla, en tu cuartito, ya no se ocupará sino de sus asuntos. Yo mismo volveré a mi casa con mis propios hijos.

¿Se harán preguntas algún día sobre mí, como yo me las hago sobre ti? Lo dudo. Y, de todos modos, no me enteraré.”

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