Ven y dime cómo vives / Agatha Christie Mallowan

 

Don’t let anyone ever say to you that nothing exciting ever happens to you when you are old

Cubierta de Ven y dime cómo vives. Agatha Christie MallowanVen y dime cómo vives
Agatha Christie Mallowan
Tusquets, 1987

Encuentro afortunado en una indolente tarde de domingo: Ven y dime cómo vives recoge las anécdotas y experiencias de Agatha Christie en una faceta de su vida, como esposa y acompañante en las excavaciones arqueológicas de su marido Max Mallowan, desconocida para mí y sin embargo, descubro posteriormente, cercana para la generación de mi madre. Notas que escribió para complacer la curiosidad de algunas de sus amistades y de ahí el título del texto.

Reconozco que me he reído con algunos pasajes como sólo recuerdo haberlo hecho con La tesis de Nancy (Ramón J. Sender) cuando era adolescente. Después, al decidirme a escribir esta reseña he encontrado un lugar mágico en el Museo Británico (An Adventure on the Orient Express: Agatha Sets out in 1928; 1928-1930: The City of Ur; The Excavations at Nineveh, Arpachiyah, Chagar Bazar and Tell Brak; 1931-1939; The War Years and Beyond), que delicadamente detalla la relación de la autora con la arqueología en el periodo 1928-1939 (entre sus 40 y 50 años).

Agatha en las excavaciones

Animada por este éxito arqueológico sigo rebuscando y encuentro un pequeño ensayo de su hija Rosalind Hicks reivindicando algunas novelas que escribió su madre con el pseudónimo Mary Westmacott, aunque esto no venga exactamente al caso; así que volvamos al principio, y recuperemos algunas de las imágenes e impresiones de la autora de Asesinato en Mesopotamia, trama que precisamente transcurre en el contexto de una expedición arqueológica:

Agatha en las excavaciones

Adoro ese generoso y fértil país y a sus gentes sencillas que saben reír y gozar de la vida, que son ociosas y alegres, que tienen dignidad, educación y un gran sentido del humor, y para quienes la muerte no es terrible.

I am thinking that it was a happy way to live.

–Agatha Christie

Agatha Christie en la Biblioteca UPM

Cuentos de los sabios de África, Amadou Hampâté Bâ

Cuentos de los sabios de África

Amadou Hampâté Bâ

A Amadou Hampâté Bâ historiador, escritor, autor de cuentos, pensador, poeta y hermano de los hombres, se lo conoce sobre todo en Francia por la lucha que llevó a cabo entre 1962 y 1970 en la UNESCO para la rehabilitación de las tradiciones orales en África como fuente auténtica de conocimientos y parte integrante del patrimonio cultural de la humanidad:Amadou Hampaté Ba

Los pueblos de raza negra, sin desarrollar la escritura, han desarrollado el arte de la palabra de una manera muy especial. A pesar de no estar escrita, su literatura no es menos bella. Cuántos poemas, cuántas epopeyas, cuentos históricos y heroicos, fábulas didácticas, mitos y leyendas de verbo admirable se han transmitido así a través de los siglos, fielmente llevados por la memoria prodigiosa de los hombres de la oralidad, apasionadamente enamorados de un bonito lenguaje y de la poesía.

Yo soy un diplomado de la gran universidad de la palabra enseñada bajo la sombra de los baobabs.

En África, cuando un anciano muere, una biblioteca arde.

En este libro, publicado por Paidós en noviembre de 2010, Amadou nos presenta una recopilación de cuentos africanos de tradición oral.

Cuentos de los sabios de ÁfricaComo suele ocurrir con algunos de los encuentro más afortunados, éstos se producen por puro azar. Este es mi caso con un personaje al que agradezco infinitamente su existencia y vocación.

Es mucha la sabiduría que debemos a este inmenso continente asolado. Mali, uno de los paises más exhaustos es madre de este alma generosa.

Guarde este libro cerca de usted.

Abralo de vez en cuando,

Como quien visita a un amigo

Y si necesita un consejo,

Una luz que ilumine su periplo íntimo,

Hágale una pregunta por placer. Cierre los ojos.

Abra el libro. Abra los ojos.

Dele las gracias a quienquiera.

(Henri Gougaud)

Amadou Hampâté Bâ en la Biblioteca UPM

Ruskin, Morris y Wilde. El renacimiento del arte en Inglaterra.

Cómo vivimos y cómo podríamos vivir, William Morris

William Morris

Cómo vivimos y cómo podríamos vivir

Pepitas de calabaza, 2004

Hace tiempo que vengo recogiendo, aquí y allá, retazos y estelas de personajes singulares que me atraen. Todos ellos comparten lo que se ha dado en llamar, o que al menos Wilde dio en llamar The English Renaissance of Art.

Uno de los más sorprendentes personajes es William Morris, artista de corazón y artesano de vocación, en cuya memoria la editorial Pepitas de Calabazas ofrece cuidadosamente editadas algunas de sus conferencias. Me referiré particularmente a una de ellas: Cómo vivimos y cómo podríamos vivir; trabajo útil o esfuerzo inútil; el arte bajo la plutocracia. Y es que Morris aboga porque lo George Frederic Wattsúnico que le resta al ser humano es conquistarse a sí mismo; vencer la competencia para alcanzar la cooperación. Y va desgranando con claridad y sentimiento la exigencia: de una buena salud para sentir la vida como un placer; una educación liberal para poder participar de los conocimientos y de la habilidad del mundo; y un entorno de trabajo agradable, generoso y bello. Es imprescindible comprender que estas conferencias se impartieron en pleno apogeo del capitalismo industrial devorador de acero y de hombres, con potencial contaminante desconocido hasta el momento.

Hago referencia en el título de la reseña también a Ruskin, profesor en Oxford de Morris y Wilde, y que fue un alma revolucionaria que se inspiró en Da Vinci y Reynolds para proponer reformas radicales en la enseñanza universitaria del arte (sus lecciones pueden descargarse en internet). Ruskin abogó por la integración de la práctica (dominio de las técnicas manuales) y de la crítica (capacidad de reconocer la valía de artistas vivos). En una ocasión se puso manos a la obra con un grupo de alumnos para construir una carretera que uniera dos pequeñas aldeas con el fin de demostrarles el placer que se deriva de realizar una obra altruista para la comunidad, la dificultad intrínseca en el manejo de técnicas y herramientas manuales, y la posibilidad de crear elementos hermosos y útiles.

Las artes y el artesano, Oscar WildeWilde nos ha dejado un sentido homenaje tanto a Ruskin como a Morris, de quien afirma que tenía la capacidad de buscar la perfección de la manera más intensa, con maestría sin par tanto en todos sus diseños como en su visión espiritual. Me permito recomendar a quien pueda estar interesado, la lectura de la conferencia: las artes y el artesano (art and the handicraftman), impartida por Wilde en los Estados Unidos a alumnos universitarios y cuidadosamente editada por Gadir en castellano: because Art is the one thing which Death cannot harm (porque el arte es la única cosa que no puede ser dañada por la muerte).

William Morris en la Biblioteca UPM

John Ruskin en la Biblioteca UPM

Oscar Wilde en la Biblioteca UPM

Autobiografía de un hombre feliz por Benjamin Franklin

Benjamín Franklin

Autobiografía de un hombre feliz

Sunrise (Florida) : Taller del Exito, 2006

Cubierta de Autobiografía de un Hombre Feliz, Benjamín Franklin“Mi padre me enseñó que nada que no sea honesto puede ser útil”

Benjamin Franklin es un ejemplo de liberalidad autodidacta que surge en un nuevo mundo en ebullición. Artesano, filósofo y científico participó en el proceso de independencia de los Estados Unidos de América, cuya declaración en su segunda frase emplea esta hermosa aseveración en defensa de los derechos individuales: We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness.

Cubierta de Franklin`s autobiography

La autobiografía de Benjamin Franklin, un hombre feliz, es fácil de encontrar en Internet en diversas versiones (incluido audio) y puede resultar muy atractiva por las anécdotas azarosas que relata, y como ejemplo de método de introspección y auto-superación.

Podemos ofrecer sus primeras líneas para abrir boca…

Having emerged from the poverty and obscurity in which I was born and bred, to a state of affluence and some degree of reputation in the world, and having gone so far through life with a considerable share of felicity, the conducing means I made use of, which with the blessing of God so well succeeded, my posterity may like to know, as they may find some of them suitable to their own situations, and therefore fit to be imitated.

Benjamin FranklinThat felicity, when I reflected on it, has induced me sometimes to say, that were it offered to my choice, I should have no objection to a repetition of the same life from its beginning, only asking the advantages authors have in a second edition to correct some faults of the first…
Franklin buscaba cultivar su carácter mediante un plan de trece virtudes que desarrolló cuando tenía 20 años (1726): templanza, silencio, orden, resolución, frugalidad, diligencia, sinceridad, justicia, moderación, limpieza, tranquilidad, castidad y humildad.

Algunas de sus frases más célebres pueden encontrarse en proverbia.net:

La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días

Benjamin Franklin en la Biblioteca UPM

Leonardo da Vinci uomo universale

Cubierta de La ciencia de Leonardo, Fritjof Capra¿Qué es lo que hace que un personaje sea estudiado en su potencia intelectual con la misma intensidad y admiración por un físico teórico o un poeta? Me propongo en esta reseña ofrecer la visión del primero: Fritjof Capra (La ciencia de Leonardo, Ed. Anagrama primera edición 2008), y del segundo: Paul Valéry (Escritos sobre Leonardo da Vinci, Ed. Antonio Machado última reedición de 2010, fecunda en erratas tipográficas).

Capra define a Leonardo como pensador sistémico, ecologista y teórico de la complejidad; un científico y un artista con profundo respeto por la vida en su integridad y un hombre con un fuerte deseo de trabajar en beneficio de la humanidad. Leonardo admira la gran superioridad de la naturaleza respecto al ingenio humano porque en ella no falta nada ni nada es superfluo.

Valéry, el querido poeta del cementerio marino denuncia: Leonardo está hecho para desesperar al hombre moderno que se haya extraviado desde la adolescencia en una especialidad en la que está encerrado, pues no se puede eludir la consecuencia de que la cantidad de lenguajes que un hombre posee influye poderosamente sobre el número de oportunidades que puede tener para encontrar otros nuevos. Porque para Leonardo el lenguaje no lo es todo. Saber no es suficiente, lo que importa es poder. No separa comprender y crear.Cubierta de Escritos sobre Leonardo da Vinci, Paul Valéry No hace distinciones entre teoría y práctica. Valéry nos presenta a Leonardo ya como un centauro, ya como una quimera para aquellos espíritus acostumbrados a filósofos sin ojos o artistas sin cabezas.
Pero qué tal si para variar recurriéramos a las fuentes, si dejáramos que fuese el mismo Leonardo quien en su Tratado de Pintura (Ed. Akal, 2004) diera rienda suelta a sus reflexiones:
Llámase ciencia a aquel discurso de la mente que tiene su origen en principios últimos. La más útil de las ciencias será aquella cuyo fruto sea más comunicable, y el fin de la pintura es comunicable a todas las generaciones del universo pues depende de la facultad de ver que no necesita intérpretes.

Decimos que un saber es mecánico cuando nace de la experiencia, y científico cuando nace y concluye en la mente. Quienes se prendan de la práctica sin ciencia son cual piloto que se embarca sin timón ni brújula. El pintor que tan sólo copia a Tratado de pintura. Leonardo da Vincifuerza de práctica y buen ojo, más sin juicio, es como el espejo, que en sí refleja pero no conoce. Así te digo a ti, que por naturaleza tiendes a este arte, que has de adquirir diligencia antes que presteza y cuando hayas adiestrado ya tu mano y tu juicio en esta diligencia, verás como trabajas con mayor presteza de la que tenías. Ne pas estimer la vie, toute la vie. Ce n’est pas la mériter.
¿Uno, dos o los tres?, ¡Yo lo quiero todo! Feliz año, feliz lectura.

Fritjof Capra en la Biblioteca UPM

Paul Valéry en la Biblioteca UPM

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