Archivo por días: 15 diciembre 2020

Entre páginas

Una carta olvidada en un libro ha sido una cápsula del tiempo que nos ha permitido conocer a Luisa Cuesta Gutiérrez (1892-1962), bibliotecaria en la Escuela de Peritos Industriales entre 1941 y 1945.

La carta nos lleva hasta 1945, la remite un compañero de promoción de Luisa, José María Castrillo, por entonces director de las bibliotecas populares de Madrid. En ella se invita a Luisa a participar en un homenaje a otros tres compañeros de promoción por el último nombramiento de uno de ellos, Miguel Bordonau, como Inspector General de Archivos en 1945. Los otros dos compañeros a los que hace referencia la carta son Joaquín María de Navascués, Inspector General de Museos Arqueológicos desde 1940 y Enrique Sánchez Reyes, Inspector General de Bibliotecas desde 1942. Los cuatro habían aprobado las oposiciones al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos en 1921. Para Luisa, que aprobó con el número 16, era la tercera oposición que aprobaba.

La carta estaba entre las páginas del libro “Historia General de España” de Modesto Lafuente de 1888 con el que seguro que Luisa estaba preparando alguna de sus clases. Porque por entonces, 1945, además de directora de la biblioteca de la Escuela de Peritos Industriales de Madrid, a donde llegó en noviembre de 1941, Luisa era profesora “ayudante interino gratuito” en el Instituto Cervantes en la cátedra de Geografía e Historia, cátedra a la que había opositado en 1941 ya que en 1920 había obtenido una plaza de profesora de Enseñanza Media.

El Instituto Cervantes casualmente está y estaba aquí al lado, en la glorieta de Embajadores, pero la entonces Escuela de Peritos Industriales estaba desperdigada por varios edificios en las calles Flor Alta, Marqués de Leganés, Dos Amigos y San Bernardino. Luisa comenzó a trabajar en la biblioteca cuando estaba en la calle San Mateo, 5 y era Escuela Superior de Trabajo. Fue en noviembre de 1942 cuando la biblioteca se traslada a la calle San Bernardino número 3, a la antigua fábrica de pianos Montano, ocupando el salón donde antiguamente se exhibían los pianos. En esta ubicación Luisa compartió trabajo con su hermana Modesta que se incorpora a la biblioteca de peritos en agosto de 1943.

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