De hombres grises y amas de casa desquiciadas. Wilson Sloan y Sue Kaufman

Cubierta de El hombre del traje gris, de Sloan WilsonEl hombre del traje gris
Wilson Sloan
Ed. Libros del asteroide

Son los años 50. Tom Rath y su esposa Betsy viven en un barrio residencial a las afueras de Nueva York. Mientras ella se queda en casa cuidando de sus tres hijos él toma el tren cada mañana para llegar al trabajo. Tom -sin una idea muy clara de en qué dirección- intenta mejorar su vida, ganar más dinero. Abandona su puesto de trabajo actual, que le reporta estabilidad a cambio de un salario escaso, por uno nuevo en una gran corporación que amenazará con absorberle por completo como al resto de los que allí trabajan.

Un encuentro fortuito, sin embargo, con un antiguo compañero de armas hará que Tom se vea obligado a reflexionar acerca del modo en que quiere afrontar el resto de su vida. La memoria de los horrores de la guerra, el recuerdo de un romance inflamado, fugaz e inolvidable como solo son los amores en tiempos de guerra, impulsarán a Tom a librar una batalla personal en busca de valores.

Cubierta de Diario de un ama de casa desquiciada, de Sue KaufmanDiario de un ama de casa desquiciada
Sue Kaufman
Ed. Libros del asteroide

La otra cara de la moneda, la otra mitad de la naranja, podría ser esta novela de Sue Kaufman ambientada en la misma época. De un modo divertido a veces, Tina Balser, casi una Bridget Jones de los años 60, se desahoga relatando en un diario los hechos que la han abocado a un sentimiento actual de frustración, de infelicidad: el abandono de sus inclinaciones artísticas; las fobias que va desarrollando a un ritmo exponencial; las infinitas tareas domésticas, que relega hasta límites desastrosos; la obligación de comportarse como una madre impecable; los “pequeños revolcones” que su marido le propone cuando menos viene al caso… Tina se rebela –las confesiones a su diario ya son un grito liberador– buscando vías de oxígeno, en un intento por resistirse al destino de una vida insatisfactoria y convencional.

Ambas novelas, de gran éxito en su momento, fueron llevadas al cine. El hombre del traje gris en 1956, por Nunnally Johnson, protagonizada por Gregory Peck. Y Diario de una esposa desesperada, dirigida por Frank Perry en 1970. Carrie Snodgress, la actriz que interpretaba a Tina Balser en esta última, inspiró el tema A man needs a maid de Neil Young.

Narrativa completa de Dorothy Parker

Dorothy Parker. Narrativa Completa.

Barcelona: Lumen, 2003

"Sí, ¿y queréis saber por qué estoy metida en este lío? Por irme a la cama a las diez de la noche, por eso. Significa la ruina. A-espacio-l-a-s-espacio-d-i-e-z: la ruina. Acostarse temprano y levantarse temprano, nada tiene de sano. Para prosperar, trasnochar. Si quieres buena fama, no te vayas temprano a la cama. A las diez de la noche, después de una tranquila velada de lectura. La lectura…he ahí una institución para ti."

Altas horas de la madrugada. The New Yorker, 19 de agosto de 1933

La ciudad del Nueva York de entreguerras es el escenario que utiliza Dorothy Parker para sus cuentos en los que disecciona una sociedad hipócrita y falsa. Ambientes aristocráticos, aparentes la mayoría de ellos, repletos de perdedores de cartera llena y alma vacía. Seres, hombres y mujeres, que deambulan por los mejores restaurantes, hoteles, cabarets en un intento patético de llenar su corazón de felicidad o de algo parecido que les haga olvidar su propia existencia vacía y superficial. Dorothy Parker actua en realidad como cronista de una sociedad enferma, hipócrita, llena de convencionalismos que la atrapa como una garra de la que es imposible liberarse.

"Esta es la última vez que miro el reloj. No volveré a hacerlo. Son la siete y diez. Él dijo que me llamaría a las cinco. "Te llamaré a las cinco, cariño". Creo que me llamó caríño al decirme eso. Casi estoy segura de que lo dijo entonces. sé que me ha llamado cariño dos veces, y la ocasión anterior fue cuando me dijo adiós." Adiós cariño" Estaba ocupado y no podía decirme gran cosa desde la oficina, pero me ha llamado cariño dos veces. No puede haberle importado que yo le llamara."

Una llamada telefonica. The Bookman, enero de 1928 

El instrumento para ello es el relato corto ágil, punzante,  satírico, divertido muchas veces y otras tantas triste pero siempre verdadero, siempre inteligente.  Y el medio donde reflejar esos cuentos las paginas de revistas como Vanity Fair, Vogue, Harper’s Bazaar The Bookman, entre otras y por encima de ellas The New Yorker.

"Ella no podía recordar el día en que empezó a beber. Nada cambió en la rutina de su vida. Los días eran como gotas de lluvia que se deslizan por el cristal de una ventana. Al cabo de seis meses de matrimonio, de un año, de tres años, un día era exactamente igual a otro."

Una rubia imponente. The Bookman, febrero de 1929

Dorothy Parker nació en Long Branch, Nueva Jersey en 1893.  Muy pronto empezó a escribir poemas y la revista Vanity Fair que había sido fundada  por el editor Condé Nast  un año antes le publico en 1914 un poema. Un año después, también en una revista de Nast, Vogue, empezo a colaborar. Será con una tercera revista del mismo editor New Yorker cuando se consagra.  Igualmente trabajo en Hollywood con el guión de A Star is Born película de William Welman de 1937. Activa políticamente, fue investigada por el FBI por sus ideas izquierdistas. Fundo la Liga Antinazi en Hollywood.   Murió en la ciudad de Nueva Cork en 1967.

 

 

 

 

 

 

 

Una temporada para silbar. Ivan Doig

Cubierta de Una temporada para silbar. Ivan DoigUna temporada para silbar
Ivan Doig
Barcelona: Libros del Asteroide, 2013
Traducción: Juan Tafur

The whistling season (2006)

El color de la portada ya es una buena pista de lo que vamos a encontrar en este libro: una historia luminosa, llena de ternura y de humor, con personajes y peripecias que son entrañables desde el comienzo.

Una temporada para silbar está ambientada en el Oeste americano a principios del siglo XX. Comienza con el anuncio en el periódico (No cocina pero tampoco muerde) de Rose Llewellyn, una viuda dispuesta a dejar la ciudad para trabajar como ama de llaves en Marias Coulee, un pueblecito de Montana. Allí será empleada por la familia Milliron, un padre viudo y sus tres hijos, aún muy sensibilizados por la reciente pérdida de su madre. Desde el punto de vista de Paul, el hijo mayor, y bastantes años después -de vuelta al pueblo de su infancia convertido en superintendente escolar- nos cuenta cómo fue para ellos el año siguiente a 1909, la temporada que pasaron bajo el dulce influjo de Rose y lo que aprendieron de su hermano Morris, un sabelotodo genial, que ocupó el puesto de maestro de la escuela después de que la titular se fugara con un predicador. En definitiva, el día a día de estos hijos de colonos que un día llegaron con lo imprescindible y se hicieron hijos de la tierra.

Una temporada para disfrutar del paisaje de Montana, de la sencilla y amena prosa de Ivan Doig, del encanto de los personajes, del ritmo ancho, salvaje y luminoso que tiene la vida un poco antes del fin de la infancia.

Cubierta de The Whistling Season, Ivan DoigCuando vuelvo a visitar los rincones de mi vida, las cosas más nimias me asaltan. El mantel de hule con cuadros blancos y molinos de viento azules, las manchas descoloridas en nuestros cuatro gastados lugares en la mesa. Ese café acre de papá, tan cargado que casi andaba, y que él bebía a sorbos después de la cena para dormir después, sereno como una esfinge. El fastidio inexcusable del viento que soplaba en Marias Coulee, silbando por una rendija, como si lo hubieran invitado a entrar.

Ivan Doig en las Bibliotecas UPM

A sangre fría, de Truman Capote

Barcelona: Anagrama, 2010

“Pero después, la gente del pueblo, hasta entonces suficientemente confiada como para no echar la llave por la noche, descubrió que su imaginación los recreaba una y otra vez…, esas sombrías  explosiones que encendieron hogueras de desconfianza, a cuyo resplandor muchos viejos vecinos se miraron extrañamente, como si no se conocieran.”

El día de Acción de Gracias de 1959 nunca se celebró en casa de los Clutter en Holcomb, Kansas. Entre las once de la noche del día 14 de noviembre y las dos de la madrugada del día 15, Herbert William Clutter, su mujer Bonnie y sus hijos Nancy y Kenyon fueron asesinados…a sangre fría.

Richard E. Hickock y Perry E. Smith se conocieron en la penitenciaría del estado de Kansas donde ambos cumplían condena. Condujeron ese 14 de noviembre, su viejo Chevrolet  desde Olahe también en Kansas hasta Holcomb.  Un recorrido de seiscientos kilómetros, tenían entre manos un golpe garantizado”.

“Cuando me volví a casa, a mitad de camino, encontré el viejo collie de Kenyon y el animal estaba todavía asustado. Se quedó allí quieto con el rabo entre las piernas, sin ladrar ni moverse. Y ver al perro, fue algo que me hizo sentir otra vez. Estaba demasiado aturdido, demasiado atontado para sentir toda la ruindad del suceso. El sufrimiento. El horror. Estaban muertos. Una familia entera. Buenas personas, gente amable, gente que yo conocía…, asesinados. Había que creerlo porque era rigurosamente cierto.”

Cuando la noticia de los hechos acontecidos en un remoto pueblo de Medio Oeste llegaron a las páginas del New York Times, Truman Capote percibió una oportunidad de narrar, contar lo allí ocurrido. Para ello propuso  a The New Yorker desplazarse el  mismo a Holcomb para desde el mismo lugar de los hechos, hacer una crónica del sangriento suceso.

A sangre fría es esa crónica. Es la plasmación magistral en unas cuartillas de unos sucesos que hicieron que Holcomb dejase de ser un pueblo anónimo de la América profunda a convertirse en  punto de mira de toda una nación.

Qué llevo a dos pequeños delincuentes a asesinar a una familia de prósperos granjeros, personas  sencillas y buenas, respetadas en su comunidad, queridas por todos. Que mecanismo activó el impulso de matar… a sangre fría. Quizás el dinero, el simple dinero.

A sangre fría fué llevada al cine en 1967 por Richard Brooks.

Truman Capote nació en New Orleans en 1924. Periodista y escritor, está considerado uno de los  iconos de la narrativa norteamericana. Otras obras de Capote, Desayuno en Tiffany’s, Los perros ladran, Crucero de verano, etc…

Truman Capote en la Biblioteca Universitaria de la UPM.

“Richard Eugene Hickock y Perry Edward Smith, socios en el crimen, murieron en la horca de la prisión del estado, por uno de los más sangrientos asesinatos con que cuentan los anales criminales de Kansas. Hickock, de 33 años,  murió a las 12.41. Smith, de 36, murió a la 1.19.”

1 2 3