Campus Sur lee: El infinito en un junco, Irene Vallejo

Dentro de la iniciativa Campus Sur lee, la Biblioteca de Campus Sur UPM nos comparte una nueva lectura. Podéis seguirles en su canal de YouTube “Campus Sur lee”.

El infinito en un junco en la Biblioteca UPM
Irene Vallejo en la Biblioteca UPM

Desde los primeros siglos de la escritura hasta la Edad Media, la norma era leer en voz alta, para uno mismo o para otros, y los escritores pronunciaban las frases a medida que las escribían escuchando así su musicalidad. Los libros no eran una canción que se cantaba con la mente, como ahora, sino una melodía que saltaba a los labios y sonaba en voz alta. El lector se convertía en el intérprete que les prestaba sus cuerdas vocales. Un texto escrito se entendía como una partitura muy básica y por eso aparecían las palabras una detrás de otra en una cadena continua sin separaciones ni signos de puntuación —había que pronunciarlas para entenderlas—. Solía haber testigos cuando se leía un libro. Eran frecuentes las lecturas en público, y los relatos que gustaban iban de boca en boca. No hay que imaginar los pórticos de las bibliotecas antiguas en silencio, sino invadidos por las voces y los ecos de las páginas. Salvo excepciones, los lectores antiguos no tenían la libertad de la que tú disfrutas para leer a tu gusto las ideas o las fantasías escritas en los textos, para pararte a pensar o a soñar despierto cuando quieras, para elegir y ocultar lo que eliges, para interrumpir o abandonar, para crear tus propios universos. Esta libertad individual, la tuya, es una conquista del pensamiento independiente frente al pensamiento tutelado, y se ha logrado paso a paso a lo largo del tiempo.

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