Lady Sings the Blues, Billie Holiday
Lady Sings the Blues
Barcelona: Tusquets, 1998
-¿Sabes cantar, chica?
-Claro que sé cantar, eso no es nada del otro mundo – respondí….
Le pedí al pianista que tocara Trav’lin’ All Alone, lo más cercano a mi estado de ánimo. Y en algún momento debió calar hondo. Se acallaron todas la voces en el bar. Si a alguien se le hubiera caído un alfiler, habría sonado como una bomba. Cuando finalicé, todos aullaban y levantaban sus vasos de cerveza. Recogí treinta y ocho dólares del suelo.
Fells Point en la ciudad de Baltimore es el origen de todo. Eleonara Fanagan se cría en un ambiente miserable del ghetto con una madre adolescente y un padre que las abandona. Un ambiente sórdido de burdeles, y clubes de mala muerte, es el mundo en el que crece.
Eleonora Fanagan es Billie Holiday.
Supongo que no soy la única que oyó buen jazz por vez primera en un burdel. Pero nunca intenté sacarle partido. Si hubiese oído a Louis y a Bessie en una reunión de niñas exploradoras , me habría gustado lo mismo.
Hablar de Billie Holiday es hablar del jazz. Lady Sings the Blues es su autobiografía. En ella hace un repaso de su carrera y de su vida, una lucha constante por abrirse camino y huir de la miseria de su infancia. A través de sus páginas podemos revivir un mundo de clubes llenos de humo y alcohol en el que una voz mágica, susurrante, melancólica recorre las mesas del local dejando un poso mágico en aquellos afortunados que la escuchan. Un mundo con dos caras, por un lado músicos extraordinarios, muchos anónimos y otros famosos como Count Besie, Benny Goodman Lester Young, Artie Shaw… Por el otro, chulos, traficantes, vividores, buscavidas que como lobos hambrientos salían en busca de presas, Billie es una de ellas.
Giras interminables, “Entre en la banda de Count Basie para ganar algo de dinero y ver mundo. Durante dos años no vi prácticamente nada salvo el interior de un autobús Blue Goose y nunca logre enviar un céntimo a casa”, sesiones de grabación, actuaciones memorables y otras olvidables, cárcel, juicios, discriminación. Eso es Lady Sing the Blues. Esa es su vida.
Sólo logramos un par de asientos separados en un autocar abarrotado, lo que me remontó a veinte años atrás, rumbo a Nueva York, tal como tantas veces antes: detenida, en libertad bajo fianza, arruinada después de pagarle al fiador, hambrienta por no haber tenido tiempo para comer, molida después de veinticuatro horas sin dormir, recordando el olor de esa cárcel mientras traqueteaba en un condenado autocar, con un marinero dormido echado sobre mí. Pero pronto olvidé todo eso, con mi hombre.
Billie Holiday nació en Philadelphia el 7 de abril de 1915 y murió el 17 de julio de 1959 en la ciudad de Nueva York, sola y abandonada.
Southern trees bear a strange fruit
Blood on the leaves and blood at the root
Black bodies swingin' in the Southern breeze
Strange fruuit hangin' from the poplar tres
Pastoral scene of the gallan South
The bulgin' eyes and the twisted mouth
Scent of magnolias sweet and fresh
Then the sudden smell of burnin' flesh
Here is a fruit for the crows to pluck
For the rain to gather, for the wind to stuck
For the sun to rot, for the tree to drop
Here is a strange and bitter crop