La polémica ha surgido por el tamaño del difusor, un elemento vital en la aerodinámica del monoplaza diseñado para asegurar el flujo óptimo del aire debajo del coche e incrementar la adherencia al suelo. Mientras Ferrari, McLaren, BMW y Renault portan un modelo más estándar, BrawnGP (también Toyota) incorpora una modificación que les proporciona más agarre trasero y favorece la reacción del coche a la salida de las curvas, haciéndoles casi inalcanzables en pista.
Para más información os remitimos al artículo de Joan Villadelprat sobre cómo modificar el difusor.