El Fantasma del Ingeniero Ejecutado/ Loren R. Graham
El fantasma del ingeniero ejecutado
Loren R. Graham
Editorial Crítica, 2001
Visito la recientemente inaugurada exposición de la Juan March: Aleksandr Deineka (1899–1969), una vanguardia para el proletariado (7 de octubre 2011 – 15 enero 2012), y aflora una extraña combinación de deleite estético y opresión anímica. Son estos revulsivos que se quedan ronroneando los que a veces te inspiran, y de repente recordé el libro que incluyo en la reseña.
El texto del catedrático emérito de Historia de la Ciencia del MIT, Loren Graham, intenta explicar por qué fracaso la industrialización soviética. Y lo hace a partir de una labor detectivesca que le exigió décadas de búsqueda de retales, hasta acceder a la biblioteca INION de la Academia de Ciencias Rusa, en el año 1991, durante la Perestroika.
El libro es un clásico en castellano de la editorial CRÍTICA que se reeditó conincidiendo con el treinta aniversario de la editorial. Tiene dos partes, en la primera se refiere la historia del Ingeniero Palchinsky (en la fotografía) que fue ejectutado por el régimen stalinista en juicio sumarísimo, junto a otros ingenieros que conformaban entonces el Partido Industrial.
Ellos abogaban por una Ingeniería Humanitaria dedicada a formar trabajadores que fueran dueños de su trabajo y no esclavos de él, y deseaban fervientemente proponer un papel en la sociedad que fuera activo, capaz de considerar no sólo el contexto económico sino el social.
Los errores denunciados por aquellos ingenieros en los albores de la industrialización rusa, no sólo no fueron considerados sino que se evaluaron en términos de traición a la revolución. Adiós a la disidencia. Sin disidencia no hay errores declarados, y sin capacidad de detectar el error, rápidamente se transita hacia el abismo.
Uno de los errores denunciados relativos a la formación de los ingenieros en la recientemente creada Unión Soviética hacía referencia a una formación estrecha y truncada, intelectualmente empobrecedora, políticamente tendenciosa, socialmente irrelevante y éticamente inaceptable.
La segunda parte del libro describe tres ejemplos concretos del fracaso de la industrialización soviética: el ferrocarril siberiano, el accidente de Chernobil y la situación de la minería en la cuenca del Don.
Es un texto hermoso y emotivo, clarificador. Y es un recordatorio para todos nosotros tan orgullosos de la tecnología, que ésta no es un fin, sino un medio al servicio de la humanidad.
En estos momentos en que el sistema capitalista también parece tambalearse y asistimos a la reforma de las instituciones de educación superior, quizás merezca la pena repensar la trayectoria y reflexionar en qué medida la ingeniería puede contribuir a mejorar las perspectivas de futuro de la humanidad, lo contrario sería demoledor.
Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla
Loren R. Graham en la Biblioteca UPM