Georges La Tour. Exposición.

Georges La Tour (1593-1652). Exposición

Georges La Tour (1593-1652)

Exposición

Museo del Prado

del 23 de febrero al 12 de junio de 2016

La exposición que el Museo del Prado dedica a la obra de Georges La Tour  (1593-1652) es la oportunidad de conocer, por fin, a un artista misterioso. Nació en Lorena, fue contemporáneo de Cervantes y es uno de los pintores favoritos de los franceses, a la última exposición de sus obras organizada en París asistieron 600.000 personas.

La muestra que nos propone hasta junio el Prado es la más importante que se ha organizado nunca en España, y es difícil mejorarla, pues  se exponen treinta y un cuadros de los cuarenta que pintó el lorenés.

Sus trabajos más conocidos son los de la última etapa, la tenebrista. Escenas nocturnas en torno a la luz de una vela. Son  interiores íntimos e inquietantes, los rostros sobrios, dignos, personajes pensativos y silenciosos. El espectador entra  en estas escenas privadas y oscuras con gran emoción, traspasando las fronteras del tiempo.

El recién nacido. Georges La TourLas obras de la primera etapa también nos atrapan. Se interesa por los personajes de la calle; resultan familiares los mendigos, los ropones de los campesinos, los pillos y falsos ciegos que nos llevan a una realidad popular cercana, a las escenas de Ribera, Velázquez o Zurbarán.

La simplicidad de los personajes de la época tenebrista hace que los cuadros parezcan obras de un pintor moderno. Merece la pena acercarse a ver los preciosos cuadros de Georges La Tour, un gran pintor que más allá del tenebrismo tiene una personalidad enorme, una gran capacidad técnica y es uno de esos artistas que, como Vermeer, tienen un plus: el misterio.

Georges de La Tour en la Biblioteca UPM

El temperamento español. V.S. Pritchett

Cubierta de El temperamento español, V.S. Pritchett

El temperamento español
V.S. Pritchett
Gatopardo, 2015

La visión del paisaje castellano me cambió la vida.

El autor de esta  frase no es Unamuno sino V.S. Pritchett (1900-1997) un escritor y periodista inglés que estuvo viajando por España en los años 20 y 30 poniendo en ello sus cinco sentidos.

No es este un libro de viajes que descubra ciudades o costumbres, sino la mirada escrutadora de un hombre culto que conocía nuestra literatrura y hablaba nuestro idioma al que lo que le interesaba era desentrañar la forma de ser de los españoles.

Se trata de un libro muy personal que da por hecho que los lectores ya han leído todas las guías y que conocen España.

En España al viajero se le dispensa  una bienvenida viril y una amabilidad maternal, sencilla y generosa, que no llevan aparejado deseo alguno de reconpensa ni ganas de sacar provecho alguno.

Llegó con 23 años como corresponsal del Christian Science Magazine y fue tal la impresión que le causó España que regresó una y otra vez hasta la Guerra Civil. La fuerza de la atracción original perduraba y volvió en 1951 y 1952 encontrando un pais en apariencia muy cambiado.

Tertulia de Benavente en el Café Lisboa, Madrid 1918

 Fui afortunado al estar en España  en una época en la que la mayoría de los integrantes de la Generacion del 98 se hallaban en plena madurez. ….Entre los poetas estaban Machado, Juan Ramón Jimenez y el joven Lorca…..Muchos de ellos le tomaron afecto a este extranjero joven y motivado y me reeducaron. Me liberaron del simplista concepto norteño de la llamada “Leyenda Negra”  y también de las  ilusiones románticas de la España de Carmen hecha de “sangre y toros”.

Poseía una mirada sin tópicos y era amigo de Gerald Brenan, estuvieron en España en los mismos años, tuvo la ocasión de conocer a Machado, a Unamuno y a Baroja entre otros. En el libro aparecen citados muchos escritores españoles que conoce bien: Jorge Manrique, Santa Teresa, Ignacio de Loyola, Azorín, Galdós, Menéndez Pidal, Giner de los Rios… Pasó por todas las ciudades, subió a todas las sierras y en todas partes estuvo atento a la manera de ser de los habitantes del país que más le impresionó en la vida, el nuestro.

Fotografía: Trabajadores de la Heladería la Ibense. Ibi (Alicante). Años 50.

La elección para el título de la palabra temperamento, y no carácter, ya nos aproxima a la opinión de Pritchett sobre nosotros.  Algunas características las encuentra comunes a todo el país y otras propias de una u otra zona. Vayan aquí algunos rasgos hispanos de aperitivo antes de leer este libro : austeros, se mueven con discreción, dignos, muy caballerosos, fatalistas, tendentes a arremeter contra su propio país, fanáticos, no conocen la timidez y valoran la gracia; muestran cierto desapego por lo material, lo que sucede en todas las clases sociales ya sean pobres o ricos.

V.S. Pritchett en la UPM

Ingres. Exposición.

La gran odalisca (1814). IngresIngres
Museo del Prado

Exposición

del 24 de noviembre de 2015 al 27 de marzo de 2016

Por fin puede verse en Madrid una exposición de Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867) uno de los pintores más importantes de la historia del arte. Cuesta trabajo creer que está en España La gran odalisca que ha salido muy pocas veces del Museo del Louvre. Pocos cuadros han influido tanto en la pintura moderna.

Con ella llegan cuadros de tema histórico, religioso, dibujos perfectos y delicadísimos, y otros desnudos femeninos como El baño turco, tantas veces imaginadoDeslumbra la colección de retratos de caballeros y damas franceses de la alta sociedad que aunque resultan ajenos a nuestro  mundo admiran por su maestria, su elegancia y su fuerza. Ingres influyó de manera determinante en un grupo de pintores españoles, caso de Federico de Madrazo, pero más allá de influencias directas sus obras forman parte del imaginario colectivo. Se utiliza como referente en publicidad e inspira a multitud de creadores contemporáneos.

Florence Vignier-Dutheil directora del Museo Ingres de Montauban, la ciudad donde nació el pintor,  dice que: ” Ingres es inactual”. Es ciertamente atemporal y por eso sigue aquí, sin haberse podido marchar ni pasar de moda.  Miguel Zugaza, director del Museo del Prado, afirma en este sentido que: ” no es que sea un artista moderno, es que es extraordinariamente moderno“.

Mademoiselle Riviere (Ingres)- Fernando Botero-Lady Gaga.

El rey del dibujo y uno de los pintores más importantes de Francia, para muchos el más importante, nació en 1780, nueve años antes de la Revolución Francesa y murió en 1867. Fue contemporáneo de Delacroix, de Gericault y discípulo de David. Retrató a Napoleón y dos de esos retratos también pueden verse en esta exposición.

Le gustaba atender a todos los detalles del cuadro, como a los pintores flamencos; los pliegues y las calidades de las telas. Su maestría se recreaba en las joyas y los peinados pero  sus retratos son de enorme penetración psicológica.Louis Francois Bertin (1832)

Citar a los artistas que han estado influenciados por Ingres es imposible. Picasso, Saura, Bacon y Hockney entre los pintores pero son muchos los  músicos, fotógrafos y escultores que han bebido de la fuente inagotable de Ingres.

Una suerte enorme, y una gran oportunidad, poder ver al maestro ahora en el Museo del Prado.

Más información

Don Juan Tenorio. José Zorrilla

Cubierta de Don Juan Tenorio, José Zorrilla. Comic de Begoña Oro y Abraham PerezDon Juan Tenorio
José Zorrilla
Real Academia Española, 2012

Ahora que nos amenaza la parafernalia de Halloween y no nos libra nadie de  telarañas, calabazas y calaveras; recomiendo leer Don Juan Tenorio de Zorrilla y, si se puede, verla representada.

Antes, todos los años, coincidiendo con el día de los difuntos, se ponía en escena en muchos teatros de España por eso hay mucha gente que se la sabe de memoria y es el personaje literario más popular junto con el Quijote. Bueno, por eso, y porque es una obra de un ritmo y una gracia muy especiales. El verso es sonoro, luminoso y se sigue con mucha facilidad.

Se estrenó en el Teatro de la Cruz de Madrid el 28 de marzo de 1844 y José Zorrilla (1817-1893) tardó en escribirla sólo veintiún días.

La acción empieza con el reencuentro en la Hostería del Laurel de Sevilla de dos amigos, don Juan Tenorio y don Luis Mejía, que han apostado quién se portaría peor a lo largo del año y llevan a la cita las pruebas de sus fechorías.

Por donde quiera que fui,
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé,
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé,
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.
Robos, raptos, asesinatos, todos por escrito y numerados.
Don Luis:
¡Por Dios, que sois hombre
extraño!
¿cuántos días empleáis
en cada mujer que amáis?
Don Juan:
Partid los días del año
entre las que ahí encontréis.
Uno para enamorarlas,
otro para conseguirlas,
otro para abandonarlas,
dos para sustituirlas
y una hora para olvidarlas.

El personaje del seductor de mujeres y del doble convite del vivo al muerto y del muerto al vivo es un tema de tradición popular, aparece en cuentos y romances, pero los Fotografía. Don Juan Tenorioprecedentes más directos son El burlador de Sevilla (1630), de Tirso de Molina y No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague o El convidado de piedra (1714), de Antonio de Zamora. El tercer acto transcurre el día de difuntos, Don Juan invita a cenar a un muerto, el comendador, que se presenta a la cena y el muerto le invita a él. Esa cita macabra es una escena fascinante pero el ritmo de la obra no baja en ningún momento, nos mantiene entregados desde el principio hasta el fin. Tras el asesinato don Juan tiene que huir de Sevilla y regresa cinco años después. Donde estaba su palacio han levantado un panteón, el de sus propias víctimas, entre ellas doña Inés.

Mi buen padre empleó en esto
entera la hacienda mía:
hizo bien: yo al otro día
la hubiera a una carta puesto.
No os podéis quejar de mí,
vosotros a quien maté;
si buena vida os quité,
mejor sepultura os dí.

El Tenorio es una obra perfecta para iniciarse en el teatro y además, como se entiende todo, se pierde el respeto al teatro en verso. Don Juan es un malo que no te crees del todo pero sí se siente que va en serio el amor que doña Inés siente por él. Ilustración. Don Juan Tenorio

No sé: desde que le vi,
Brígida mía, y su nombre
me dijiste, tengo a ese hombre
siempre delante de mí.
Por doquiera me distraigo
con su agradable recuerdo,
y si un instante le pierdo,
en su recuerdo recaigo.

Don Juan Tenorio se representa en el Teatro Prosperidad de Madrid (Calle Mantuano, 29) desde el 28 de octubre hasta el 8 de noviembre de 2015. No os lo perdáis.

José Zorrilla en las Bibliotecas UPM  

Bonnard. Exposición de pintura.

Cubierta del Catalogo BonnardBonnard

del 19 de septiembre de 2015 al 10 de enero de 2016.

Fundación Mapfre

Madrid

“Espero que mi pintura se mantenga, sin resquebrajaduras. Quisiera llegar ante los jóvenes pintores del año 2000 con alas de mariposa”

Pierre Bonnard

Pierre Bonnard (1867-1947) está dentro de ese grupo de pintores que además de despertar nuestra sensibilidad pueden arreglarnos el día.  Esos que te regalan, nada más entrar en las salas donde están sus cuadros, un empuje y carga de gasolina que te ayuda para afrontar la vida.

Es un maestro del color, eso se dice de muchos pintores impresionistas y de todos los fauves, tengo aún en la retina los extraordinarios cuadros de Raoul Dufy (sus violetas y azules)  en la Fundación Thyssen, pero esto es una dimension diferente.

Bonnard nos mete directamente en el festín, el color por el color, seis tonos diferentes de naranja sobre la mesa, los rojos con los naranjas, los naranjas con los amarillos.

Se trata de un artista poco conocido en España y esta es una ocasión histórica para acercarnos a su mundo, he hecho nunca se había dedicado a su obra un homenaje parecido.

Pertenece a un grupo de artistas, los Nabis, que fueron la vanguardia en el cambio de siglo. Posteriores al Impresionismo y anteriores a los Fauves.  Con ellos el color deja de ser realista, desaparece el dibujo y los espacios tienen otra lógica.

Van mas allá de lo visible, pretenden contarnos verdades interiores. La pintura se empieza a alejar de la realidad.

Uno de los temas preferidos de Bonnard es el desnudo, en ellos aparece su mujer, Marthe, en la bañera o envuelta en la luz del cuarto de baño. Son desnudos de alma más que de cuerpo.  Melancólicos, profundos, ensimismados  y silenciosos.

Pierre Bonard, El baño (1925)

Los cuadros que se exponen en la Fundación Mapfre proceden del Museo d’Orsay y el Museo Pompidou de París, la Tate Gallery de Londres, la National Gallery de Washington o el Metropolitan de Nueva York.

Maravillosas esas mesas descoyuntadas llenas de azucareros, platos y fruteros donde las personas aparecen pero no interesan, sorprendentes  los biombos que nos acercan al mundo del cartel publicitario, y sobre todo sorprenden y encantan  los enormes paneles que le encargaron para decorar grandes mansiones. Son tan descomunales que te puedes meter como un personaje más de la composición.

Pierre Bonard, La place Clichy. 1912

Bonnard se instaló en Normandía a pocos kilómetros de Gyverny  donde vivía Monet. Tuvo también una casa en la Costa Azul en Le Cannet muy cerca de Mougins donde tuvo la suya Picasso.

 

La exposición se completa con una selección de curiosas  fotografías tomadas por Bonnard con su máquina Kodak y unas interesantes imagenes filmadas en las que le vemos con su familia y amigos. Queda claro que era un hombre elegante, de origen más que acomodado, que eligió dejarnos una obra artística diferente, que habla mas de lo de dentro que de lo de afuera y casi siempre sutil como las alas de una mariposa.

 

 

 

 

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