Los intereses creados, de Jacinto Benavente

Serendipia

1.Dícese Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual.

Así es como me ha ocurrido. Después de un extenso libro, precisaba lectura fluida y liviana.

La prisa y las ocupaciones que nos acaparan hace que, muchos días, la lectura quede arrinconada en ese corto espacio entre echar el cuerpo en la cama y empezar a “planchar la oreja”.

Por eso elegí ese libro. Delgadito y de lectura ágil. ”Los intereses creados” de Jacinto Benavente.

Un tesoro que encuentras cuando no buscas nada corresponde a la definición de esta crítica.

Escogido por ser de pocas páginas. Husmeando la sinopsis, al ver que era diálogo teatral, lo hizo aún más atractivo.

Es curioso que haya autores que escriben capítulos y te deja igual cuando los terminas. Otros, en cambio, con un párrafo te trasladan al lugar donde ocurre la acción que narran. Dos detalles de un personaje del libro dibujan en tu imaginación con meridiana claridad al susodicho protagonista.

Polichinela regordete bajito, avaro y con joyas en cada dedo, frente al noble Leandro de buena presencia, ropas de caballero venido a menos junto a su delgado y liante vasallo Crispín, delgado y parlanchín.

Toda una aventura de embrollos con intereses que se van enredando y mantienen el espectador/lector atento al desenlace entre amores y situaciones disparatadas.

Los clásicos suelen ser un valor seguro. Redescubrirlos un lujo.

Déjate guiar. Menos es más en muchos casos.

José Antonio González Castillo

Lucía, de Bernard Minier

Barcelona: Salamandra, 2023
Traductora: Dolors Gallart
Título original: Lucia, 2022

Si estás esperando, como en un restaurante, que el plato que te sirvan te sorprenda y te haga saborear la ambrosía de los paladares más exquisitos, espera sentado.

De lectura rápida, con trama que engancha, aunque sufre mucho el cuidado de la prosa. Novela aspirante a best seller y conseguir que alguna productora de televisión se fije en ella para usarla como guion de una miniserie del mismo género. Tiene todos los ingredientes necesarios.

La investigadora de vida atormentada que se ve involucrada de forma personal en los crímenes.

Detalles truculentos en ambientes sórdidos protagonizados por personajes peculiares, al más puro estilo Mentes Criminales.

La compañía necesaria de un personaje externo al mundo policíaco imitando la serie Castle.

Sazonan el plato detalles de investigación que perfectamente pudieran haber sido entresacados de una de las múltiples variaciones de CSI.

El emplatado se ha llevado a cabo salpimentado con una escena tórrida y detalles geográficamente bien detallados.

Para piscina en verano, para paladares pocos exigentes, para esos objetivos: cumple perfectamente.

José Antonio González Castillo