Los intereses creados, de Jacinto Benavente
Serendipia
1.Dícese Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual.
Así es como me ha ocurrido. Después de un extenso libro, precisaba lectura fluida y liviana.
La prisa y las ocupaciones que nos acaparan hace que, muchos días, la lectura quede arrinconada en ese corto espacio entre echar el cuerpo en la cama y empezar a “planchar la oreja”.
Por eso elegí ese libro. Delgadito y de lectura ágil. ”Los intereses creados” de Jacinto Benavente.
Un tesoro que encuentras cuando no buscas nada corresponde a la definición de esta crítica.
Escogido por ser de pocas páginas. Husmeando la sinopsis, al ver que era diálogo teatral, lo hizo aún más atractivo.
Es curioso que haya autores que escriben capítulos y te deja igual cuando los terminas. Otros, en cambio, con un párrafo te trasladan al lugar donde ocurre la acción que narran. Dos detalles de un personaje del libro dibujan en tu imaginación con meridiana claridad al susodicho protagonista.
Polichinela regordete bajito, avaro y con joyas en cada dedo, frente al noble Leandro de buena presencia, ropas de caballero venido a menos junto a su delgado y liante vasallo Crispín, delgado y parlanchín.
Toda una aventura de embrollos con intereses que se van enredando y mantienen el espectador/lector atento al desenlace entre amores y situaciones disparatadas.
Los clásicos suelen ser un valor seguro. Redescubrirlos un lujo.
Déjate guiar. Menos es más en muchos casos.