El idiota moral: la banalidad del mal en el siglo XX / Norbert Bilbeny
Norbert Bilbeny:
El idiota moral: la banalidad del mal en el siglo XX.
Barcelona. Anagrama, 1993.
Malraux dijo: “Con los primeros gases mortales Satán reapareció en el mundo.” Si no queremos olvidarnos de Satán, habrá que pensar que ha venido también… con la camisa planchada y un título de master bajo el brazo. (p. 42)
La reciente publicación en castellano del libro de Christian Ingrao, Creer y destruir, sobre los intelectuales de las SS, ha vuelto a traer a la palestra las difíciles y controvertidas relaciones entre sabiduría, inteligencia, moral y ética. En algún sentido el nudo ya fue aflojado hace ochenta años en Salamanca con la contestación de Miguel de Unamuno al improperio contra el intelecto por parte de Millán-Astray. Pero parece que el tema no se agota ni se agotará: ¿son compatibles el saber y la capacidad lógica con la práctica de la atrocidad?
En torno a ello se construye El idiota moral de Norbert Bilbeny, un autor en castellano, catalán e inglés que ha consagrado buena parte de su obra filosófica al estudio de la ética. Cómo podemos definir y delimitar esa idiocia moral y ante ella, cuál es la posibilidad para juzgar a sus sujetos -¿nihilistas, verdaderamente conscientes, responsables plenos o parciales?- son los objetivos del libro. Este apareció en la primera mitad de los 90, o sea próximo a nuevos genocidios en los Balcanes y Ruanda, y en pleno despliegue de la insensibilidad ultraliberal, si bien en primera instancia se remite al concepto de banalidad del mal tal y como había sido acuñado por Hannah Arendt tras su experiencia del juicio de Adolf Eichmann en 1961. El idiota moral tiene una considerable carga de perspectiva psiquiátrica y puramente filosófica pero según se avanza en la lectura, se repasan aspectos jurídicos, sociales e históricos. Sigue siendo una estupenda lectura para este siglo XXI tan rebosante de desproporción informativa y automatismo criminal.
El genocida era, es, un loco en el cuerpo de alguien que está en su sano juicio. Sufre locura moral, lo que quiere decir que es inteligente pero nada razonable a la vez. Ello no sólo es posible: se ha hecho realidad y ha tenido millones de seguidores. Ayer condenaron el antisemitismo, pero el exterminio no fue contrario a su conciencia. Hoy aborrecen el racismo, pero no soportan personalmente a los extranjeros. (p. 86)
Norbert Bilbeny en: Biblioteca UPM.
Fantástico, me parece una muy buena oportunidad para tender puentes y abrir espacios al diálogo. Lo buscaré 🙂
mira que eres canalla (como diría Aute), resulta que está agotado, super-agotado. 🙂
Bueno, paciencia, por algún lado aparecerá. La verdad es que me choca que sea tan inencontrable, sobre todo en bibliotecas. Compruebo que es título más ocurrente en universitarias que en públicas: pésimo síntoma del clima cultural, al fin y al cabo fue publicado en serie y formato para el mercado general. En cuento a puentes, confío en que a los que se accede desde el libro están lo suficientemente bien cimentados como para no caer al abismo.
Precisamente eso me sorprendió Anagrama y en esa colección. Lo de tender puentes y abrir espacios es por el autor 🙂