Livianas lecturas para días de examen: Mary Ann Clark Bremer y Rachel Bespaloff
Y lo primero que quiero decir es que me gustaron mucho vuestras propuestas de lectura en el Día del Libro; incluso salí corriendo a buscar la Ética Borrosa, que tuve que encargar y esperar impacientemente.
Y por eso, ahora que llegan estas fechas, pienso que agradeceréis alguna recomendación liviana. Siempre me acuerdo de mis días de estudiante. Terminadas las clases, los días se sucedían largos e intensos, plenos de concentración, saltando de materia en materia. Siempre la misma secuencia: cuántos días tengo para preparar el examen, tantos temas al día, me dejo algún día por si acaso calculo mal, y otro de repaso; horas y horas en la biblioteca.
Como no estudiaba en la biblioteca de la Escuela, sino en una cercana a mi casa, no tenía la válvula de escape de la relajada conversación entre amigos. Mi evasión era alguna novelita fácil o algún opúsculo; no debía tener más de 100 páginas para no provocar daños irreversibles, y es que en la mayoría de las ocasiones empezaba y no era capaz de dejarlo hasta el final.
Pensando en eso os traigo dos propuestas de lectura: El librero de París y la princesa rusa y De la Ilíada.
El primer texto es de Mary Ann Clark Bremer, una americana cosmopolita que claramente vivía de las rentas. Está editado por Periférica, describe delicadamente una anécdota aparentemente verídica que ella vivió en el París de postguerra. Casi cualquier texto de esta editorial, como otros ya reseñados en la colección Largo Recorrido (La librería ambulante, El arte de la fuga), es liviano, ligero y apto para época de exámenes.
El segundo libro, De la Ilíada, está escrito por Rachel Bespaloff y editado por la Editorial Minúscula. Es mucho más poético, más sentido, más abstracto y preciso. Desgrana la Ilíada comparando agresiones y desafueros con las locuras de entreguerras y de la Segunda Guerra Mundial: “el escándalo del sufrimiento inútil”.
La exigencia de justicia no brota del mismo fondo en el profeta y en el sabio. El uno espera la justicia sólo de su Dios, mientras que el otro la espera únicamente de lo mejor de sí mismo, como el mayor don que el hombre puede conceder al hombre.
Bueno, pues esta es la recomendación, buscad en las bibliotecas que tengáis a mano textos de estas dos editoriales (u otros de las muchas editoriales independientes españolas), o bien microrrelatos para la hora de la siesta. Que vaya bien.
Te agradezco tus dos propuestas y me apunto la segunda, la de Rachel D., que buscaré y leeré. Comparar la Iliada con la locura de la IIGM me parece una osadía, una invitación, una provocación a mi curiosidad. Estoy segura de que me gustará. Y mucho. Gracias por tus recomendaciones, Pilar.
Por favor, cuando lo leas, vuelve como las golondrinas y cuéntanoslo ?