Intemperie. Jesús Carrasco

Intemperie. Jesús CarrascoIntemperie
Jesús Carrasco
Seix Barral, 2013

Intemperie: Desigualdad en el tiempo. Destemplanza. Al raso. A cielo descubierto, sin techo ni otro reparo alguno.

Jesús Carrasco ha dado en el clavo al poner título a su ópera prima, una novela rural sobrecogedora, seca, descarnada, que deja al lector al raso emocional. Una historia tremebunda narrada con una prosa podada al máximo, que se niega a derrochar palabras pero con un vocabulario riquísimo que recupera del olvido términos del mundo rural que nos obligan a tener a mano un diccionario con el que subsanar nuestra ignorancia: ataharre, taray, mechinales, cresota, apersorgar, trébede… Si estuviéramos jugando al Trivial, casi seguro que no nos llevábamos el “quesito”.

Un niño ha huído de su hogar y se empeña en no ser descubierto. El olivar es su origen; el llano seco y polvoriento, su camino; el norte siempre verde, su destino. Un viejo cabrero reumático y solitario, la persona que le devuelve la confianza y le ayuda a seguir oculto de sus perseguidores.

Se preguntó si habría algo en la línea que cubría su posición con
ese norte total que pudiera convenirle. Quizá frutales en los
bordes de los caminos, fuentes de agua limpia, largas primaveras

 

El autor no nos lo pone fácil. Es el lector el que tiene que completar una historia que se nos presenta incompleta: desconocemos los motivos de la huída, el espacio y el tiempo en los que se desarrolla la acción, los nombres del chico, el cabrero o el alguacil que le persigue. Extraordinario recurso de Jesús Carrasco que nos obliga a ir “al grano” eliminando la paja y a engancharnos a la trama sin adornos. Una historia en la que la violencia, la miseria, los bajos instintos y la aridez del paisaje y de los sentimientos se contraponen a la compasión, la dignidad, la solidaridad y la justicia.

Lo que quise sacar de forma clara fue la relación del hombre con
la tierra, con la dignidad, con la justicia, con la toma de partido
ante un hecho violento; con todo aquello que nos pasa en la vida
diaria, sin importar el sitio o la fecha en la que se haya producido.

 

"Mejor obra 2013” (Libreros de Madrid), “Libro del Año” (Holanda), parece que cada vez somos más los que hemos emprendido este camino árido desde la indecencia a la dignidad y nos hemos sacudido el polvo del secarral para llegar al límpido norte de largas primaveras…

 

Jesús Carrasco en la Biblioteca UPM

Chiruca Casado

 

4 comentarios

  • José Alejandro Martínez

    Esta novela ha debido correr de boca a oreja pues estas Navidades no la encontraba en ninguna librería. Tiene muy buena pinta y me muero de ganas de leerla. Así de sopetón el argumento me recuerda a la peli Entrelobos: http://www.imdb.com/title/tt1417582/

  • Lo leí hace tiempo, me parece una mezcla de Delibes y Cormac McCarthy: aspereza, soledad, brutalidad en un paisaje rural que está desapareciendo.

  • José Alejandro Martínez

    Hola otra vez. Al parecer la novela tiene un ambiente un tanto ucrónico, es díficil de situar en el espacio-tiempo con exactitud. También he oído que el medio físico podría ser el del Sudoeste peninsular, sus montes y dehesas. ¿Confirmáis esto último? Gracias.

  • Genial novela. La leí este otoño y me encantó a pesar de su dureza. Sin espacio ni tiempo ni nombres engancha. Recuerda mucho a Delibes desde el primer momento pero con más crudeza en su relato, en su exposición. Si buscas donde ubicarla, sí puede ser el sudoeste peninsular.

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